jueves, 19 de septiembre de 2019

Zuleika Dobson,The Importance of Being Earnest,Anatole France,L'Immortel de Daudet, etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Domingo, 16 de diciembre. 1962.

(...) Este libro me recuerda Zuleika Dobson, de Beerbohm, un libro
que tiene una fama que no merece. Bueno, The Importance of Being Earnest
es también una obra encantadora, pero muy superior. Nos envuelve porque
está llena de bromas y de situaciones absurdas. Wilde takes us away with
it. No vas a comparar a Wilde con Anatole France. Macedonio opinaba
que más irónico que Anatole France era el público que decía que Anatole
France era irónico».1 Agrega que presume que France descuella en el diálogo
en que varios interlocutores traslucen idiotez.
Dice de la profecía de una sibila que está leyendo en islandés:2 «Caramba,
no es gran cosa. La poesía debe ser de vez en cuando exclamativa,
debe tener algo de grito —sin llegar a los extremos de Lorca y de Alberti—.
Ésta es expositiva».
BORGES: «Uno lee a Poe como si todos los cuentos formaran un libro;
y uno lo lee porque ya lo ha leído muchas veces; pero si llegara por primera
vez a mis manos, quizá no seguiría leyéndolo».
***

Viernes, 28 de diciembre. 1962.

(...)
Leemos L'Immortel de Daudet. BORGES: «Lo mejor que hemos leído.
¿Viste cómo imagina todo? Es un autor económico; en las primeras páginas
ya te presenta varios personajes importantes y una situación que in-
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interesa. Tal vez no te guste el mundo descripto, pero hay que reconocer
que está bien. Comparado con Daudet, Merimée parece un chico. ¿Por
qué no gusta? ¿Porque es demasiado trabajador? Parecería que tiene
poca poesía y nada de épica. Los personajes están muy bien. El autor no
se casa con ninguno. No llega a la caricatura. Frase por frase está muy
bien escrito».

***
Sábado, 29 de diciembre. 1962.
(...)
Hablando sobre mejores candidatos para el Premio Nobel que Stein¬
beck (que lo ganó), dice: «Cualquier otro». Convenimos de inmediato
en Eric Linklater.
***
Martes, 1º de enero. 1963.
(...)
BORGES: «Al paso que progresamos en la lectura, este libro empeora.
Es una sucesión de cuadros, no muy buenos, no muy inspirados, de moeurs
parisiennes. Las grandes novelas no están hechas así. Ni el Quijote ni Crimen
y castigo están hechas así. Son más orgánicas. Tal vez un defecto de l'Immortel
sea que uno sigue el destino de varias personas, no de una». BIOY:
«En Dickens también es así. Pero Dickens tiene más envión». BORGES:
«Mucho más envión». BIOY: «Tal vez L'Immortel sea una prueba de la imposibilidad
de componer novelas realistas». BORGES: «La novela está bien
hecha, pero no satisface.

(...)


Dice que Adela Grondona no podría escribir si no se enterara de lo
que pasa en su familia: «No puede inventar nada. Qué tragedia dedicarse
al género imaginativo y no tener imaginación».

***

Sábado, 9 de febrero. 1963.

En Mar del Plata. Con Silvina al desayuno, hablamos de
de Borges, cuya dirección en Europa ignoramos. SILVINA: «ES un
caso extraordinario: el de un hombre que ha sido muy desdichado y que
llegó a la felicidad. Porque mirá que fue desdichado. Miro hacia el recuerdo.
Me parece ver, como en charcos de confusos pantanos, caras de
mujeres: Estela, Silvina Bullrich, la bailarina aquella».1 BIOY: «Y ahora es
muy feliz. Está en la cúspide de su vida. Le va bien. Pobre, da lástima».
SILVINA: «Da lástima una persona feliz, porque la sabemos tan cerca de la
desdicha. Recorrerá Europa en un paseo triunfal, en esa postura de gran
hombre, con el bastón al frente, agarrado con las dos manos. Con tal de
1. Cecilia Ingenieros.
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que no le pase nada con la madre. Aunque él está protegido por la
fama». BIOY: «Nadie está protegido. Nada pueden nuestras humildes brujerías
contra the hard facts of life. Ojalá que no le pase nada. Es feliz porque
tejió su felicidad, como un pájaro su nido. No es feliz al aire y al
viento, con lo que venga: es feliz con la fama que ha cosechado, con el
anglosajón, con la Biblioteca. Es como un chico obediente; escuchó lo
que le decían las personas grandes: "Tenés todo para ser feliz". Cada cual
oyó alguna vez el consejo, irritante por sabido y por teórico... él lo escuchó.
Empezó a ser feliz cuando perdió dos de las mayores condiciones de
felicidad: cuando perdió la vista y cuando renunció a escribir. Bueno, escribe
poemas admirables, pero nada de prosa, ni siquiera artículos; no
inventa cuentos. Esto parece lo más doloroso: dejar de inventar; además,
en Borges, resulta casi incomprensible, porque basta haber colaborado
alguna vez con él, para saber hasta qué punto es inventivo, espontáneamente,
inconteniblemente». SILVINA: «Él depende de su madre. La persona
a quien dictamos influye en nosotros. Hay que tomarla en cuenta.
La madre tiene que preferir los poemas...». BIOY: «Y él está más libre,
adentro de los poemas... Hay gente que no entiende los poemas, que se
queda afuera, confundida por la rima y el metro. ¿Antes de perder la
vista daba conferencias?». SILVINA: «No. Cuando vino aquí todavía no se
había largado a hablar». Aquí, en esta casa, se le soltó la retina.

***

Domingo, 3 de marzo. 1963.

En Mar del Plata. Leo un negligente artículo
de Marasso sobre Joaquín V. González. Mis padres tenían gran simpatía,
aun admiración, por Joaquín V. González. Borges lo menosprecia; no lo
menciona sin soltar la risa. Creo que exagera. González tiene algo de Sarmiento
en miniatura; Sarmiento minus el talento y tante cose; pero lo que
queda es respetable: en un medio hostil, una energía en favor de la civilización.
También Cané es motivo de burla para Borges.
Martes, 12 de marzo. En Mar del Plata. Con Borges alguna vez, en
una suerte de snobismo al revés, convinimos en que había lugares en que
no podía uno situar un cuento. Palermo, el Palermo de los lagos, era uno;
Mar del Plata, otro. Nos parecía que situar la acción en Mar del Plata y
lograr que todo el relato no se tiñera de trivialidad era una prueba superior
a nuestras fuerzas.

Ficha técnica:

Autor: ADOLFO BIOY CASARES
Título: BORGES
Edición al cuidado de Daniel Martino
Destino, 2006, 1ª edición – Colección Imago Mundi, 101
Cartoné editorial y sobrecubierta ilustrada – 1663 páginas – 23x15 cm

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