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lunes, 3 de abril de 2023

Hugo von HOFMANNSTHAL (1874-1929) CARTAS A RILKE.

 



Hugo von HOFMANNSTHAL (1874-1929). Escritor austriaco,

descendiente de una familia de judíos asimilados,

estudió leyes en la universidad de Viena, pero abandonó

esos estudios en favor de la filología romana, obteniendo

su doctorado en 1898. Se expresó también literariamente

como poeta, dramaturgo y ensayista. Alcanzó gran

renombre por su colaboración con el compositor Richard

Strauss y escribió algunos de los libretos de ópera más

famosos en la actualidad como Electra, Arabella, Ariadna

en Naxos o El Caballero de la Rosa.

Hofmannsthal fue un escritor precoz: publicó sus primeros

poemas a los 16 años, bajo los seudónimos de

“Loris” y “Loris Melikov”. Su debut fue fulgurante. Una

vez introducido en los círculos bohemios de la capital

austriaca llegará a conocer, entre otros, a Stefan

George, Arthur Schnitzler y Stefan Zweig; este último

escribirá de Hofmannsthal: “No conozco otros ejemplos

en la literatura mundial, aparte de Keats y Rimbaud,

donde, a esa edad, la lengua sea manejada con tanta

maestría...”

Entre las obras más importantes de Hugo von

Hofmannsthal cabe destacar: La mujer sin sombra, El

loco y la muerte, Andreas, Poesía lírica, y Una carta –también

traducida como Carta de Lord Chandos–: quizá uno

de los textos más bellos, lúcidos y perturbadores del

siglo XX.

MALDOROR ediciones publica por primera vez estas

Cartas a Rilke, epistolario que hasta ahora permanecía

inédito en español.


Hugo von Hofmannsthal

CARTAS A RILKE

Traducción:

Jorge Segovia y Violetta Beck

MALDOROR ediciones

La reproducción total o parcial de este libro, no autorizada

por los editores, viola derechos de copyright.

Cualquier utilización debe ser previamente solicitada.

Título de la edición original:

Lettres à Rilke

Éditions Rivages, París 2004

© Primera edición: 2011

© Maldoror ediciones

© Traducción: Jorge Segovia y Violetta Beck

ISBN 13: 978-84-96817-13-5

MALDOROR ediciones, 2011

maldoror_ediciones@hotmail.com

www.maldororediciones.eu

Cartas a Rilke

Rodaun, cercanías de Viena

28 II [1902]

querido Señor

le quedo muy agradecido por su amabilidad

y el interés que demuestra por mis

trabajos.

Le hice enviar de Viena siete u ocho de

mis mejores poemas. Sería muy feliz si

pudiese leer uno de sus dramas de los que

el barón Berger me dijo cosas tan

bellas.

Su muy devoto Hofmannsthal

6

Rodaun, cercanías de Viena

6 VI [1902]

querido Señor

le quedo muy agradecido por la devolución

de mis poemas.

Desde hace algún tiempo, tengo la impresión

de que no le di las gracias por la

pieza que me envió, hace ya unos meses.

En ocasiones eso me parece imposible y

otras veces, vista la ingente correspondencia

y mi mala memoria, me parece bastante

posible que haya podido no hacerlo.

Si ese es el caso, le pido mil perdones

de todo corazón.

Conservo muy buena impresión de la

pieza. Aprecié con un placer creciente

la original intriga, delicada y llevada

con una gran economía de medios. La idea

de base es de esas a las que no nos

dejamos arrastrar fácilmente en el teatro:

sitúa en efecto un proceso onírico

por encima de la realidad, en tanto que

el teatro sólo quiere ocuparse de realidad,

de moral efectiva.

Imagino que pronto hará otra cosa muy

singular en el género dramático y espero

que usted me lo envíe.

Su muy devoto Hofmannsthal

7

Rodaun, cercanías de Viena

23 VII [1902]

querido Señor

le ruego que acepte mi sincero agradecimiento

por las amables palabras que me

ha dirigido así como por el bellísimo

libro.

Creo que, entre todos los poemas, esa

hermosa leyenda de los Reyes magos de

tono tan particular y cálido va a quedar

como mi preferida.

No obstante, la composición uniforme en

negritas reduce sensiblemente mi placer

de la lectura y también va a dificultar

cada nueva lectura. Estoy dispuesto a

ver en esa escritura un requiescat in

pace o todo lo más dos líneas inscritas

en un arco del triunfo, pero aquí, y eso

es molesto, impide sumirse en la cadencia

de las líneas.

No deja de complacerme el amistoso interés

que demuestra por mí y le ruego que

transmita al señor Vogeler y al señor

Rudolf Schroeder mis pensamientos más

amistosos.

Su muy devoto Hofmannsthal

8

Viena

1 XI 1905

Hemos leído con una profunda alegría sus

maravillosos poemas en la Rundschau y le

quedamos muy agradecidos.

Hofmannsthal Jakob Wassermann

Felix Salten Leo Van-Jung

A. Kaufmann Julie Wassermann

Pero ¿por qué poner esos versos en

prosa? Su H.

Este otoño, el Libro de imágenes no me

ha abandonado.

9

Rodaun

7 III 06

Mi querido Rilke,

qué poco amable debo parecerle – y sin

embargo sólo es una apariencia. Recibí

su último libro, es maravilloso – por

entonces trabajaba en la última parte de

mi Edipo y me hace feliz enviarle este

libro de vuelta. En Berlín, solicité su

dirección a mi editor; Harry Kessler me

dijo en efecto que usted ya no estaba en

Meudon sino viajando constantemente – y

en esa ocasión Fischer me indicó que ya

le había enviado –por su parte– el

Edipo.

Hacerle llegar dos veces el libro a su

dirección me ha parecido absurdo. ¿Acaso

puedo pensar que entretanto –bien lo

haya recibido de mi mano o no– lo ha

leído a pesar de todo sin prejuicio y

que le gustó? Dígame algo a ese respecto.

¿Lo hará?

Hay en el segundo acto algunos versos

que recuerdan mucho a los de su inolvidable

poema A una ciega; me di cuenta de

ello pero sin embargo los he mantenido:

tómelo como un homenaje.

Su muy devoto Hofmannsthal

10

MORGEN / Semanario

Richard Strauss: música / W. Sombart:

política social / George Brandes: lite -

ratura / Richard Muther: arte / con la

participación de H. v. Hoffmannsthal

para la poesía. Berlín W. 50,

Eislebenerstr.14

Rodaun, cercanías de Viena, 17 III 07

Mi querido Rilke,

Puede imaginar que sólo me comprometí en

un asunto como el que se indica en el

encabezado de esta carta al pensar en

algunas raras personas cuya producción

me resulta preciosa y, entre ellas, primero,

muy precisamente en usted. La

revista no contendrá la habitual amalgama

literaria sino que tendrá más bien

un carácter político-cultural muy serio

y espero que sus trabajos, así como los

de algunos otros poetas seleccionados

con esmero, podrán tener un impacto

sobre un grupo no muy restringido de

personas receptivas. Me prometieron de

manera formal pagar tan bien o quizá

mejor que las demás revistas análogas de

Alemania. Cuento ahora con su producción

tan rica y cada vez más bella que me

procuró estos últimos años horas tan

felices. Si va a dejarme tirado, preferiría

abandonarlo todo. Escríbame pronto,

se lo ruego, de manera amistosa y

positiva. Será mi mayor deseo poder

11

introducir, a partir de los primeros

seis meses, al menos dos o tres breves

ciclos como esas Nueve voces del Libro

de imágenes o esos tres esplendidos poemas

que tenía Bie y que estaban puestos

en prosa.

Espero impacientemente su respuesta.

Su Hofmannsthal

12

Rodaun 2 IV 07

Mi querido Rilke,

le agradezco de todo corazón tanto su

amable carta como el bello envío. En Die

Rosenschale, usted parece, en cierto

sentido, haber llevado más lejos que

nunca su estilo y haber hecho, ciertamente,

posible lo imposible. La adopción

casi desdeñosa de esa manera de redactar

me alegra -tengo que decirlo–, en la

medida en que la misma me asocia más

estrechamente a la elaboración de las

obras que de usted me interesan. Trato

de ver lo que constituye la singularidad

de su lengua poética, a la vez difícil

de definir y sin embargo tan evidente,

y, en ocasiones, estoy en medida de

darle forma a lo que encontré, sin pretensiones

y sin largas retahílas sobre

el mundo, Dios y el Diablo.

Alkestis me pareció más floja que las

demás piezas análogas, pero tal vez se

deba sencillamente al efecto de la primera

lectura. Aún no veo muy bien lo que,

a su juicio, parece proponer ese motivo

y de qué manera el mismo le ha atraído.

Algo más, no obstante: necesito que me

prometa, por favor, que a partir de ahora

me enviará algún material en un futuro

próximo; le doy sobre todo mucha importancia

a la continuidad, y las interrupciones

me hacen sentir desdichado.

Con mis mejores sentimientos

Su muy devoto Hofmannsthal

13

Lido

26 [junio 1907]

Querido Rilke,

muchas gracias. La revista ni siquiera

la envié a mi dirección y todavía no la

he visto. Sea lo que fuere, en lo que a

mí concierne, yo [trato} de reunir a

personas que conozco o no conozco pero

que me gustan – ¿no es la “revista” algo

accesorio? – Es como la imperial de un

autobús en la que atravesamos algunas

calles en encantadora compañía.

Muy cordialmente, su H.

Envíeme sin tardanza algo a Rodaun.

14

Welsberg Tirol

pronto en Rodaun

22 VII [1907]

mi querido Rilke,

disculpe la forma, quiero sencillamente

confirmar lo antes posible (estoy en el

camino de regreso) que recibí sin problema

su bello envío y responder a una

pregunta concreta de su carta: no sólo

me alegro –incluso enormemente–, de

verle en Rodaun, pues yo no tengo nada

contra la pequeña sala de conferencias

del señor Heller ni contra este último

y confío (y creo) que se las arreglará

para enviar las invitaciones y que usted

dispondrá así de un círculo de personas

que no serán ni estúpidas ni detestables.

Me alegro. Su H.

15

R[odaun]

18 I [1908]

Las breves palabras escritas en el libro

dicen muy poco sobre tantas cosas, mi

querido Rilke. Aún hoy no puedo medir la

amplitud de su libro –y de lo que significa

para mí–, todavía estoy lejos de

haberme apropiado del mismo: no deja de

ser una fuente de sorpresas.

Este libro, y al mismo tiempo la impresión

que igualmente me causa su persona

me parece, créame, como el mayor beneficio

de estos últimos años. Discúlpeme

si añado algo más seco. Fischer y Bie

van a proponerle un proyecto, ese deseo

no es un secreto para mí. Es más, no es

otro que mi propio deseo (que ambos comparten),

intenso y egoísta. Si usted

rechaza, no tiene por supuesto que dar

explicación de ninguna clase. Antes me

sentiría más inclinado a forzaros por un

poema que para este tipo de ejercicio

que pretenden imponerle. (Yo mismo me

doy cuenta de que este nuevo libro trastorna

una vez más toda la construcción

de lo que había escrito sobre usted).

Una cosa más. Por favor, envíeme pronto

y con más frecuencia poemas para mi

rúbrica en Morgen y también prosa. Haga

eso por mí, por favor. De lo contrario

no sabré qué hacer allí y me sentiré

ridículo. Sin poder dejarlo, pues el

contrato es respetado por la otra

16

parte). Incluso si publico a desconocidos,

no es más que una deferencia situar

sus trabajos al lado de cosas de gran

envergadura, una manera de distinguirlos.

Su Hofmannsthal

17

R[odaun]

11 I [1909]

Mi querido Rilke

le doy mil gracias por su libro y

esas pocas líneas que antes ha tenido la

gentileza de escribirme. Comenzaré su

lectura cuando el buen tiempo me permita

salir al jardín y suponga un placer

oír el canto de los pájaros, incluso si

aún queda un rastro de nieve en el bosque.

De nuevo me siento bien. ¿Le veré

pronto?

De todo corazón, su Hofmannsthal

18

Hotel Adlon, Berlín O.

Domingo por la mañana [13 febrero 1910]

mi querido Rilke

las palabras tan bellas y amables que

encontré la otra noche a mi regreso me

han procurado una gran felicidad, y las

hermosas flores que la señora Rilke tuvo

la gentileza de enviarnos me han conmovido.

Entre las impresiones engendradas

por esa especie de brusca colisión

entre la obra de arte y los individuos

(y la “gente”), las de esta clase, delicadas

y puras, causan un bien infinito.

Deseo ahora -y mucho– verle verdadera -

mente, tranquilamente. ¿Quiere concedernos

el placer –usted y la señora

Rilke–, de tomar el té aquí con nosotros

mañana lunes a las 5h, donde estaremos

tranquilos y solos? ¿O el martes a las

5h30? ¿O el miércoles a las 5h?

Espero que alguno de esos días le venga

bien.

A menudo hemos estado ensayando hasta

bien entrada la noche, luego me costaba

conciliar el sueño y así lo que me restaba

de fuerza y receptividad era igual

a cero.

Su Hofmannsthal

19

[Munich, 28 septiembre 1910]

mi querido Rilke

estamos aquí en el mismo hotel. No dudo

en modo alguno que usted tiene necesidad

de calma.

Por nuestra parte, a menudo estamos

fuera y en el campo, a causa de mi

padre, que disfrutó de muy poco sol este

verano. Tal vez nos veamos.

Muy cordialmente,

su Hofmannsthal

P.S. Le enviarán, a petición mía, una

entrada para la representación de Edipo

mañana, espectáculo bastante extraño;

por supuesto, puede no hacer uso de la

misma si así lo considerase.

20

[Munich, hotel Marienbad

11 octubre 1912]

Comeremos en el hotel a la 1h.

Su H.

21

Munich, hotel Marienbad

[27 septiembre 1913]

Sábado noche

mi querido Rilke

¿Acaso me equivoco al alegrarme de pasar

con usted una hora tranquila, mañana

sábado por la tarde?

¿Le parece bien a las 3h30? Me encontrará

en mi habitación, donde le estaré

esperando, y, bien podemos quedarnos

allí o salir y tomar también un té juntos.

Le pido sólo una palabra.

Su Hofmannsthal

22

Munich, hotel Marienbad

[1 octubre 1913]

Mi querido Rilke,

le ruego que me disculpe para esta tarde

– una querida amiga llega del campo y

sólo puedo verla durante esas pocas

horas.

¿Le parece bien que nos encontremos

pasado mañana viernes a las 2h o quizá

antes o más tarde (1h3o, 2h30) en el

hall?

Sólo una palabra.

Muy cordialmente

su Hofmannsthal

23

Munich, hotel Marienbad

[4 octubre 19013]

mi querido Rilke

al regresar, encontré, en la calma de la

habitación que esperaba a su ocupante,

el paquete con los libros, último y amable

saludo. Se lo agradezco de todo

corazón. Para mí supuso una gran felicidad

volver a verle.

Sinceramente y de todo corazón

su Hofmannsthal

24

Rodaun

19 XII [1915]

mi querido Rilke

agradezco de todo corazón sus amables

palabras. Mi infortunio no me abruma

tanto como para dejar de pensar a menudo

con angustia en su difícil situación.

El único empleo posible para un ser como

usted –no, no un empleo: decisión última

que, me parece, hay que verla también

de manera objetiva. Espero que la intervención

de sus – de nuestros– amigos

ayudará a conseguir ese resultado. Un

empleo posible sería eventualmente en

los archivos militares. Colocaron ahí a

muchos hombres de letras, con los que

usted no tiene nada en común.

Su director, el gen. de I. Woijnovics

es, dicen, un hombre afable; quizá el

príncipe Taxis hable con él. Su ayuda de

campo, el capitán Zitterhofer conoce muy

bien a Mell, quizá pudiera usted llamar

a Mell al 44254.

Me siento desdichado al no poder ayudarle

pero estoy, en cualquier caso, más

desprovisto que sus huéspedes y debo

partir en desplazamiento esta noche.

Espero encontrarle aquí a mi regreso

como civil.

Muy cordialmente

su Hofmannsthal

25

P.S. Si creen que puedo actuar como

intermediario, le pediré a mi mujer que

me telegrafíe.

26

[Rodaun]

miércoles [29 marzo 1916]

mi querido Rilke

Muy al contrario, su manera de hablarme

francamente de esas cosas (¿con quién

iba a hablar de eso, si no es conmigo?

para quien una situación análoga sería

de manera análoga difícilmente soportable

y difícil de hacer comprender a los

demás) me ha hecho bien y me ha acercado

a usted. Lo que hoy me escribe acerca

de la actitud del señor V. me da

todas las esperanzas. Poco a poco he

desarrollado un cierto olfato para este

tipo de cosas durante estos diecinueve

años y me digo que eso se conseguirá

porque aparentemente nada se opone a

ello. –Tras su partida, y una vez terminados

otros trabajos, leí durante la

noche –y admiré– la traducción que

Werfel hizo de Las Troyanas. Así vivimos

nosotros el uno para el otro.

Muy cordialmente,

su Hofmannsthal

¡Si me quedo algún tiempo aquí se lo

haré saber!

27

Rodaun

16 IV [1916]

mi querido Rilke

lo que me dijo sobre su manera de vivir

en las circunstancias presentes deja

pensar que usted desea tener tranquilidad

– pero como a menudo oigo decir que

le han visto en algún sitio por la

noche, me pregunto si no le habré tomado

muy al pie de la letra. Yo no me he

sentido muy bien durante todo este tiempo,

no me cuidé y ahora no puedo abandonar

la habitación a causa de las neuralgias

o los reumatismos. Si de nuevo

soy capaz de moverme de aquí a tres o

cuatro días, iré a Salzburgo, donde no

puedo imaginar nada más agradable que

volver a verle una tarde cualquiera o

una noche. Quizá me haga usted una señal

en cualquier caso. – Sé que le complacerá

si le digo que la traducción libre

de una tragedia de Eurípides, llevada a

cabo por Werfel, me ha impresionado

mucho y, a raíz de eso, encontré el

coraje para reemprender contacto con él.

Muy cordialmente,

su Hofmannsthal

28

Hotel Adlon, Berlín O.

viernes [23 noviembre 1917]

mi querido Rilke

voy a ver si puedo encontrarle en su

casa mañana por la mañana, sábado, hacia

las 11h.

Muy cordialmente,

su Hofmannsthal

29

Hotel Adlon, Berlín O.

Domingo [25 noviembre 1917]

mi querido Rilke, lo siento mucho pero

me veo obligado a anular mi visita mañana

a casa de la señorita S.,tengo un

fuerte dolor de garganta y debo ser prudente

con este tiempo y la falta de

transportes, así que permaneceré en

cama. Lo siento muchísimo. Todavía espero

verle.

su Hofmannsthal

30

Rodaun

8 II [1918]

mi querido Rilke

me alegró volver a ver su escritura y me

gustaría mucho poder ayudarle de algún

modo.

Si Wiesner, jefe de la Oficina lit. del

min. de A. e., y a quien conozco, estuviese

aquí, no dudaría ni un segundo en

tratar de verme con él, o bien Colloredo

con quien tengo amistad. Pero ambos

están en Brest-Litovsk y yo, de aquí a

su regreso, probablemente ya habré partido

para Alemania del norte donde debo

dar algunas conferencias. – Tras madura

reflexión, le aconsejo lo siguiente: en

lo tocante a Suiza: manifestarse ante el

señor von Hevesy para que, por su mediación

o por la del legatario o tal vez

por la del mismo cónsul general en

Zurich (señor von Maurig), escriban a la

Oficina lit, del min. de A. e. y que

soliciten su presencia. Después pedirle

a Thun que le escriba a Dubsky o Velics

(ambos en la Oficina de Wiesner) para

que el asunto avance. O mejor aún:

¿acaso la legación austriaca en Munich

no podría sencillamente permitirle

pasar la frontera apelando a su documento

de desmovilización?

En lo relativo a Suecia. Ese tal señor

Albrecht es sin duda un funcionario alemán

e ignora que usted es austriaco. Eso

31

podría llevar a complicaciones. ¿Quizá

pedirle que le obtenga la invitación de

algún centro de allí (la Asociación de

estudiantes de Upsala u otra) que podría

entonces servir de base para la obtención

de un pasaporte como para Suiza

(pasando de nuevo por Thun que se dirige

a Dubsky)?

¡Cuántas complicaciones! ¡Qué mundo más

detestable!

A propósito de Suecia: acabo de pensar

que Kurt Riezler (el legatario que

actualmente ocupa el puesto en

Estocolmo) estaría dispuesto a ayudarle,

incluso aunque usted no le conozca

personalmente.

Si cree que en algún momento yo puedo

hacer de intermediario, ya sabe que

estoy a su disposición.

Pienso permanecer en el hotel Adlon del

8 al 25 de marzo.

Muy cordialmente,

su Hofmannsthal

32

Schönenberg, cercanías de Pratteln.

Cantón de Basilea

25 mayo 1923

mi querido Rilke

ha sido un gran placer recibir de su

mano los Sonetos a Orfeo acompañados de

palabras tan amables. Pude sentir que

aún piensa de manera amistosa en la

vieja mansión de Rodaun y me gustaría

que supiese que un pensamiento así me

conmueve hasta lo más hondo del corazón.-

No me apresuré en darle las gracias

porque antes quería destilar la

especial belleza de su nuevo estilo

(pues durante toda su vida usted ha

modificado, casi de obra en obra, su

estilo): me impregno y adquiero conciencia

del mismo lentamente, después me

detengo y vuelvo a menudo hacia atrás.

Es sorprendente para mí ver como, en

estos poemas, usted ha logrado extraer

de lo apenas decible una nueva línea

fronteriza, y más de una vez me sentí

hechizado por la belleza y la seguridad

con la que está dispuesto un pensamiento

sutil, como el toque admirable de un

pintor chino: mezcla de sabiduría y

ornamento rítmico.

Durante días esperé a que se presentaran

las condiciones para que pudiese

darle las gracias de viva voz: quisimos

partir hacia el sur con el ágil automóvil

de Carl Burckhardt, y de una casa a

33

la otra, hubiésemos rehecho una parte

del trayecto de su vida. El tiempo que

anubla el campo y vuelve los caminos

intransitables nos lo ha impedido. Le

ruego a pesar de todo, antes de que

salga para el este, que acepte desde

aquí, a una distancia más próxima, estas

palabras de agradecimiento, sintiendo

toda la cordialidad, que me recuerde con

afecto y, se lo pido encarecidamente, me

conceda su benevolencia.

Su Hofmannsthal

34

Rodaun

19 II 1924

Hay muchas cosas por las que quisiera

darle las gracias, mi querido Rilke.

Incluso desde tan lejos, se acuerda de

mi cumpleaños; me escribe palabras de

una verdadera amistad, que me conmueven;

me envía el volumen de sus obras donde

se encuentra quizá el mayor intento

emprendido por ese maravilloso y único

don de sus fuerzas: y, además, orna la

primera página de este libro ya tan

importante, tan bello, con un poema

incomparable, escrito de su mano, cuya

dirección es para mí tanto una fuente de

honor como de felicidad.

Le doy las gracias por todo con las

palabras más sencillas y los pensamientos

más cálidos.

Ojalá sus pensamientos sobre mí se mantengan

como los míos por usted: benevolencia,

simpatía, atención y admiración.

Su Hofmannsthal

35

Soglio im Bergell

22 VII [1924]

¡Su nombre en el libro de oro y la

belleza de la mansión y del lugar evocan

tan vivamente su imagen que no podemos

hacer otra cosa más que dirigirle

este saludo!

Su Hofmannsthal

Carl Burckhardt

36

París, lunes 2 III 25

mi querido Rilke

soy infinitamente sensible a su gran

amistad y bondad, y doblemente en una

época en la que sólo se piensa en obedecer

mejor al espíritu del tiempo

cayendo en la barbarie, uno mismo y

todas las relaciones humanas. El hecho

de que una persona como el señor Viénot

viaje en el mismo barco y me sea presentado

de manera tan amistosa es verdaderamente

un regalo de la providencia.

Estaba un poco violento al presentarme

a un hombre tan importante como lo es

sin duda el mariscal, sin saber más que

algo vago sobre él. Eso será reparado de

manera muy agradable. ¡Tal vez aún es

posible que usted le haga saber al señor

Viénot hasta qué punto me alegro de

haberle conocido!¡Confío en no marearme

durante todo este tiempo! Aún espero,

ciertamente, verle a principios de

abril. Hasta entonces, estrecho una vez

más su mano de la manera más cordial.

Su Hofmannsthal

Me gustaría saber de manera más precisa

cuándo tendrán lugar las bodas de oro de

nuestros queridos amigos de larga fecha

– no quiero escribir : “de nuestros viejos

amigos”. Me alegro ante la idea de

esa fiesta cuando pienso en ella. Como

no sé nada preciso, les felicitaré desde

África hacia mediados de mes.

37

Rodaun

16 XII 1925

querido Rilke

Así, pues, ese extraño día de cumpleaños

que, por un lado nos deja pensativos

y por otro nos disgusta, también le

ha llegado – a usted para quien cada

día “habitual” adquiere un semblante

enigmático, y yo siento la necesidad de

decirle que, a pesar de todo, pienso en

usted y que pienso de manera encantadora

– no precisamente tal o cual día

sino a menudo, llevado hasta su imagen,

en mí, por las ocasiones más diversas y

por caminos frecuentemente muy subterráneos.

Sin embargo he aquí que un temor singular

hizo que de nuevo errase el día

exacto: tenga la amabilidad de aceptar

hoy todos mis votos cuyo sentido es

este: ojalá pudiese usted, tanto tiempo

como viva, no perder jamás la impresión

de gran fuerza que está depositada en

su ser como en un receptáculo muy delicado,

y ojalá que tampoco ocurra que

usted se vuelva no receptivo a la fuerza

que hace nacer en los demás y que

irradia volviendo a usted.

Debo añadir que cada encuentro con usted

es, para el alma, un momento especial,

claro, límpido y muy amable.

De todo corazón,

su Hofmannsthal

38

Nota biográfica sobre Hofmannsthal

1874 Nacimiento en Viena, el 1 de febrero,

de Hugo Laurenz August Hofmann

Hofmannsthal, alemán y austriaco por

parte de madre, italiano y judío por

parte de padre.

1884-1892 El joven Hofmannsthal frecuenta

el Akademisches Gymnasium de

Viena.

1890 Primera publicación, bajo el seudónimo

de Loris del soneto Pregunta.

Encuentro con Arthur Schnitzler (1862-

1931).

1891 Primer encuentro con Stefan George

(1863-1933) a quien profesará una admiración

constante, incluso tras sus desavenencias

en 1906.

Redacción de su primera pieza: Ayer.

1892 Viaja al sur de Francia.

Aunque La muerte de Tiziano esté marcada

de modo evidente por su propio estilo,

esta primera pieza en verso está más

cerca de la elegía dialogada que del

drama.

1892-1894 Tras el liceo, emprende estudios

de derecho en la universidad de

Viena.

39

1893 El loco y la muerte, drama lírico.

Comienzo de la amistad con Leopold von

Andrian.

1894 Alceste.

Comienzo de su servicio militar.

1895 Primera colaboración con la revista

Pan, la revista más importante del

Jugendstil.

El cuento de la 672 noche.

Estudios de filología romana.

1897 Memoria: Sobre la lengua de los

poetas de la Pléyade.

El pequeño teatro del mundo; Mujer en

la ventana; El abanico blanco; El matri -

monio de Zobeida; El emperador y la

hechicera.

1898 Primera representación, en Berlín,

de una pieza de Hofmannsthal: Mujer en

la ventana.

En Venecia, redacta El aventurero y la

cantante, cuya anécdota está inspirada

en las Memorias de Casanova.

1899 Encuentro con Rilke en Viena.

La mina de Falun, último drama lírico.

1900 Estancia en París (febrero-mayo):

encuentro con Maeterlinck y Rodin.

1900-1901 Tesis: Estudio sobre la evo -

lución poética de Victor Hugo.

40

1901 8 de junio, matrimonio en Viena con

Gertrud (Gerty) Schlesinger, hija del

secretario general de la banca angloaustriaca.

El matrimonio se muda a una

casa en Rodaun, cerca de Viena, donde el

poeta vivirá hasta su muerte y donde

nacerán sus tres hijos.

1902 14 de mayo, nacimiento de su hija

Christina.

Agosto: Una carta (Carta de Lord

Chandos).

En octubre, viaja a Roma y Venecia donde

trabaja en su Venecia salvada, libre

composición de la Venecia preservada de

Thomas Otway.

1903 29 de octubre, nacimiento de su

primer hijo, Franz.

Su drama en verso, Electra, muestra una

Grecia antigua profundamente sacudida

por las pasiones y lejos de toda serenidad.

1904 Muerte de su madre.

Septiembre en Venecia: Edipo y la esfin -

ge.

1906 Febrero: encuentro en Berlín con R.

Strauss. La relación con Stefan George

se acaba el 21 de marzo con una breve

carta de este último negándose a acceder

a la petición de Hofmannsthal que

quiere que las ediciones Hojas de arte

le devuelvan sus poemas.

41

Nacimiento de su segundo hijo, Raimund.

1907 Febrero: Hofmannsthal se hace cargo

de las páginas de “poesía” de la revista

Morgen.

Noviembre: estancia de Rilke en la casa

de Rodaun.

1908 Estancia en Grecia con el escultor

Maillol. Primera versión de Regreso de

Christina.

1909 Creación en Dresde de Electra con

música de Strauss.

Estreno de El caballero de la rosa que

encarna la gracia del rococó austriaco.

Redacción del cuento Lucidor.

1910 Junio: da por finalizado El caba -

llero de la rosa.

Publicación de Lucidor.

1911 Creación en Dresde de El caballero

de la rosa.

Ariadna en Naxos es de rondón compuesta

como un libreto de ópera para Richard

Strauss.

Jederman, drama en un acto, suerte de

misterio moderno inspirado por una parte

en la obra inglesa Everyman (1490), y

por otra en la Comedia de la muerte de

un hombre rico de Hans Sachs.

1912 La leyenda de José, ballet para

Diaghilev(en colaboración con Kessler).

42

Acaba el primer capítulo de Andreas.

1913 Viaje a Roma con Richard Strauss.

1914 Hofmannsthal es movilizado y enviado

como oficial a Pisino, en Istria.

Publicación de La leyenda de José.

1915 Se inicia la publicación de la

Biblioteca austriaca.

Ensayo: El legado político de Grillparzer.

Acaba el libro La mujer sin sombra, que

se pretende la prolongación de La flau -

ta mágica.

Diciembre: muerte de su padre.

1916 Notas autobiográficas: Ad me ipsum.

Conferencia en Varsovia sobre Austria en

el espejo de su literatura.

Publicación de Ariadna en Naxos, nueva

versión.

1917 El burgués gentilhombre; El hombre

difícil.

Julio: comienzo de la correspondencia

con Rudolf Pannwitz.

1918 La muerte de su amigo Eberhard von

Bodenhausen lo lleva al borde de la desesperación.

Publica El burgués gentilhom -

bre, los Cuadernos de Rodaun y se lanza a

la lectura sistemática de Calderón.

Diciembre: inicio de la amistad con Carl

Jakob Burchardt.

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1919 Creación en Viena de La mujer sin

sombra.

1920 Mayo-junio: viaje a Italia y Suiza.

Redacción de la pieza La Torre, directamente

inspirada en La vida es sueño de

Calderón.

Agosto: creación de Jederman en el atrio

de la catedral de Salzburgo (estreno del

festival).

1921 Creación de El hombre difícil en

Munich.

1922 Si El libro de los amigos tiene

acentos serenos, El gran teatro del

mundo testimonia un pesimismo heredado

de la Gran Guerra, verdadero juicio

final bajo forma dramatúrgica.

1923 Creación en Viena de su última

comedia: El incorruptible.

La Helena egipcia.

1924 Acaba La Helena egipcia.

Abril-mayo: viaje a Italia.

Octubre: acaba la primera versión de La

torre.

1925 Febrero-marzo: viaja a Marruecos.

Mayo-junio: Londres y Oxford.

Publicación de La torre.

1926 Primera proyección del film El

caballero de la rosa.

44

1927 Comienza Arabella.

1928 Creación en Dresde de la ópera La

Helena egipcia.

1929 Junio: acaba Arabella.

El 13 de julio su hijo mayor, Franz, se

suicida ante sus ojos en la mansión de

Rodaun. El 15 de julio, Hugo von

Hofmannsthal cae fulminado por un ataque

al corazón en el momento de ponerse

a la cabeza del cortejo fúnebre.

martes, 19 de abril de 2022

Nada había ya que retener... LA MUERTE DE VIRGILIO. HERMANN BROCH.



 Nada había ya que retener, ya no era preciso, nada era discorde, y él, el que acababa de beber, él, Publio Virgilio Marón, tampoco él necesitaba ya del nombre, podía despojarse de él, podía dejarlo empalidecer en una simple noción, en un delicado olvido, maravillosamente púdico, pues la singladura iba en solitario, pero no en soledad, por la inmensidad segunda...

***

El tiempo había perdido su duración y sobre la vacía quietud se cernía sosegado en quieto deslizar el viaje; perdida ya toda velocidad, el objetivo ya sólo sentido e incierto, el viaje, sin embargo, llevaba una dirección, legible en las estrellas...

***

Entretanto, aunque aún no era de noche realmente, el verdadero crepúsculo había pasado en realidad, atrás quedaba el interregno; entre los enjambres de estrellas incandescentes en plena claridad, la esfera solar descansaba en su rojo, oscuro y frío, muy baja, sobre el horizonte marino doradamente plomizo, plúmbeamente dorado, más aún, casi se hubiera podido creer que ya se había hundido y volvía a ser reflejado hacia arriba por una insólita refracción de la luz, pues como presa de la esfera inferior, como en un reflejo de su camino suboceánico, comenzó a rodar despacio a lo largo del horizonte y, atravesando allí una constelación tras otra, a tender hacia el punto del Oriente de donde debía alzarse otra vez portador de la mañana, sol demorado en el ser de la noche, su reflejo o el sol mismo, en movimiento reflejado o propio, en prisión terrena o en etérea libertad, no era posible establecerlo, y los círculos del arriba y el abajo se cruzaban en la ignorancia, definitivos y grandes en la gloria de la rotante cúpula de estrellas: como si el viaje se dirigiera al sol, como si fuera éste el objetivo, como si el gesto nostálgico del muchacho indicara hacia el sol, el piloto seguía la ruta de la incandescente imagen, y la punta del esquife se mantenía siempre vuelta hacia el astro con un viraje sumamente lento, era arrastrada por él en un viraje auténtico o aparente, en un movimiento verdadero o aparente, sin que, menos que nunca, fuera posible distinguir uno de otro. Y es que en el curso del nocturno-no-nocturno acontecer el esquife se había alargado prodigiosamente y sin duda seguía alargándose, como se notaba por la creciente distancia del niño allá en la proa, como se percibía por el timonel hundiéndose allá lejos en la popa: prolongación del esquife hacia delante y hacia atrás, un crecimiento que consumía una parte de la velocidad de navegación y la absorbía, transformando la velocidad en crecimiento, en un crecimiento que lo abarcaba todo tan irresistiblemente que, de seguir, iba a detener por completo el viaje y la noche misma, más aún, convertiría lo inmutable que circulaba alrededor en inalterable; la navegación se había hecho infinitamente lenta y en igual quietud se extendía alrededor de la deslizante inmovilidad el orbe del arriba y abajo, reflejándose en el resplandor de los astros, tranquilo panorama de las esferas, reflejado en sí mismo, por encima de él el ojo gris de las aguas y el gris más oscuro del celeste ojo, ambos ensanchados uno en otro, ambos ensanchados en noche de claridad, ensanchados en la media luz sin duración, ni devenir, ni nombre, ni acaso, ni recuerdo, ni destino.

***

Ante su ojo que volvía a ver, volvió a transformarse entonces infinitamente la nada y se convirtió en lo que es y lo que fue; infinitamente volvió a extenderse al círculo del tiempo, para que el círculo volviera a cerrarse, tornándose infinito; infinito el panóptico del cielo, infinita la cúpula del cielo, que volvía a combarse, infinito el infinito escudo del mundo, bordeado por el arco de siete colores en infinito recuerdo. Volvió a hacerse la luz y la tiniebla, otra vez día y noche, otra vez noches y días, y otra vez se ordenó lo infinito según la altura, anchura y profundidad, se establecieron las direcciones del cielo en su cuaterno número abierto, hubo arriba y abajo, la nube y mar; y en el medio del mar se levantó otra vez la tierra, la verde isla del mundo, cubierta de plantas, cubierta de praderas, mutación en lo inmutable.

***

... y él, sobrecogido por la palabra y rodeado por su rumor, se cernía con la palabra; no obstante, cuanto más le envolvía, cuanto más penetraba él en ese mar de sonido y era penetrado por él, tanto más inaccesible y grande, tanto más pesado e inaprensible se tornaba la palabra, un mar cerniéndose, un fuego cerniéndose, pesado como el mar y leve como el mar, sin dejar por ello de seguir siendo palabra: no pudo retenerlo y no debía hacerlo; para él era inconcebiblemente inefable, pues estaba más allá del lenguaje.

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DEL CAMINAR SOBRE HIELO FRAGMENTO TEXTO WERNER HERZOG

  Werner Herzog (Munich, 1942) es realizador cinematográfico, guionista, productor, actor y escritor. I )irigió más de cincuenta películas, ...

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