LAS HONRAS FÚNEBRES
En su testamento ordenó que el protocolo de sus exequias como sus restos fueran llevados por 13 caballos de color negro para que así tuviese el cortejo una augusta marcha. Ordenó que sus caballos fueran serenos, de dignidad para el cortejo mismo y que no se fueran a encabritar o asustar por los timbales y marcha fúnebre. Eleodoro también ordenó, que la carroza se le incluyeran arneses funerarios y decorados con detalles solemnes como terciopelo negro, plumas negras y ornamentación de plata que figura las correas de los caballos. Se colocaron mantillas y capotes negros, ofreciendo dignidad al cortejo. Ordenó los símbolos religiosos y espirituales como buen y devoto católico: una cruz que simboliza el sacrificio y redención de Cristo.
La música o marchas fúnebres sería el Réquiem de Mozart y marchas fúnebres específicas para la ocasión. Se acordó por orden de Escudero que la carroza llevara las plumas de cuervo con las que su Excelentísima firmaba documentos y redactaba leyes y los tres tinteros de cristal de Baccarat con los diferentes colores de sus tintas, dependiendo el acto administrativo a realizar.
La carroza tendría una nómina de requisitos que años atrás y cuando el tirano estaba en su edad madura le había encomendado y redactado a Martín Eugenio Escudero: carroza de cristal, en donde la visibilidad y la luz ingresaran con un tono natural sin que se ocuparan sombras en ninguno de la carroza fúnebre. A este punto se emplearía un cristal especial y no reflectante y de un mínimo color ambarino, proyectando un aire mágico al féretro. La ornamentación de coronas estaría adornada con rosas oscuras de tono burgundy, tono irónico de la grandeza y la mano de hierro del dictador como lo efímero de todo mortal. Gladiolos: control férreo que - según Escudero- simbolizarían la dureza de un régimen autoritario y justo.
El inicio y protocolo de las exequias se inició pocas horas después de su muerte. Fue un protocolo minucioso y cronometrado llamado Cisne Negro.
FRAGMENTO REVISIÓN EL VUELO DE LA URRACA O LA DANZA DEL CUERVO.
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