(Detalle. Jardín de los Monstruos. Viterbo, Italia. Duque de Orsini).
Arte y misterio y no engaño – por supuesto- fue lo que plasmó el artista a pedido de Orsini. Imagino, Rubén que desde el primer momento y ya con solo la inscripción situada sobre una de las esfinges: ¨Vosotros que entráis aquí, considerad lo que veis y luego decidme si tantas maravillas están hechas por el engaño o por el arte.¨ Siempre me hizo una voladura de la tapa de los sesos, creo que a cualquiera con un mínimo de sensibilidad artística le conmovería aquel paisaje.
Fragmento. Novela. Inédita. LA CONFESIÓN.
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