Delmira
Agustini
Cristiano Martínez
En la presente edición digital, se pretenderá reproducir la obra
poética de la poetisa uruguaya Delmira Agustini, con la sola
intención de que aquellos que desean leerla, tengan en formato
digital una obra que puedan disfrutar y con la cual puedan
acercarse a esta notable poetisa.
En internet, no se suelen encontrar libros con los poemas de
esta escritora reunidos en un solo lugar, es por esta razón
principalmente que me he propuesto hacerlo, sin ninguna
necesidad ni ánimo de lucro, por lo cual queda prohibida su
reproducción con estos fines.
Advertencia
Delmira Agustini (derecha) con su madre Doña María (izquierda)
fotografiadas por el padre de Delmira y esposo de María, Santiago
Agustini.
Introducción
Delmira Agustini es, por todo, y a nuestro juicio, la más
grande de todas las poetisas uruguayas y una de las
más notables del mundo, solo María Eugenia Vaz
Ferreira, en su genialidad poética y sobrenatural puede
igualarse con este genio de las letras modernistas,
ambas fueron contemporáneas y muy amigas.
"La nena", como se la conocía a Delmira en el entorno
familiar, nació en Montevideo (Uruguay) un día lluvioso y
de tormenta del 24 de octubre de 1886, y por esas
casualidades o causalidades del destino fue asesinada
por su ex-marido un invierno frío y lluvioso del día 6 de
julio de 1914, contaba tan solo con 27 años.
Su madre fue María Murtfeld Triaca (Argentina) y su
padre Santiago Agustini (Uruguayo) además contaba con
un hermano llamado Antonio que era mayor que ella.
Fue desde muy pequeña una niña precoz y con tintes de
una posible superdotación intelectual : A los 10 años ya
escribía versos, a parte de terminar estudios de piano,
de francés y de pintura, esta última la llevó a pintar
hermosos y muy logrados cuadros, escribió también
algunos poemas en francés, y sabemos además por
"Ante el cadáver de la poetisa " (una crónica hecha por el
periodista VICENTE A. SALAVERRI, en el velorio de
Delmira, el cual se publicó en el libro póstumo "El rosario
de Eros") que todas las noches Delmira Agustini tocaba
en el piano "Nocturno" de Chopin.
Publicó sus primeros versos en la revista "La alborada" y
luego en "Apolo", cuyo director era el poeta Manuel
Pérez y Curtis. Según el libro póstumo "Los Astros Del
Abismo" el primer poema que publicó Delmira Agustini se
llamaba "¡Poesía!", aquí se los compartimos:
¡POESÍA!
¡Poesía inmortal, cantarte anhelo!
¡Mas mil esfuerzos he de hacer en vano!
¿Acaso puede al esplendente cielo
Subir altivo el infeliz gusano?
Tú eres la sirena misteriosa
Que atrae con su voz al navegante,
¡Eres la estrella blanca y luminosa!
¡El torrente espumoso y palpitante!
Eres la brisa perfumada y suave
Que juguetea en el vergel florido,
¡Eres la inquieta y trinadora ave
Que en el verde naranjo cuelga el nido!
Eres la onda de imperial grandeza
Que altiva rueda vomitando espuma,
¡Eres el cisne de sin par belleza
Que surca el lodo sin manchar su pluma!
Eres la flor que al despuntar la aurora
Entreabre el cáliz de perfume lleno,
¡Una perla blanquísima que mora
Del mar del alma en el profundo seno!
¿Y yo quién soy, que en mi delirio anhelo
Alzar mi voz para ensalzar tus galas?
¡Un gusano que anhela ir hasta el cielo!
¡Que pretende volar sin tener alas!
Poema fechado en 27 de septiembre de 1902.
En 1907 publica su primer poemario "El Libro Blanco",
más adelante, en 1910, "Cantos de la mañana", y su
último libro en 1913 "Los cálices vacíos", un año antes
de su trágico final.
Sin recurrir a la vulgaridad, y sin apoyarse jamás en
escritores masculinos, Delmira le cantó como jamás una
mujer lo había hecho al deseo y la sexualidad, sus
poemas son exquisitas piezas metafóricas llenas de
sensualidad, que llevan al sexo y al amor a un plano tan
sagrado y eterno que sólo pueden alcanzar las almas
desencarnadas.
Acusar a Delmira, de ser una poetisa erótica desde el
sentido vulgar, es realmente una ignorancia tan grande
que ni siquiera a los dementes se le puede perdonar.
De ojos claros, de cabello rubio que al parecer se le fue
oscureciendo al pasar los años, inteligente, culta,
educada, cortés y muy simpática, pretendientes no le
faltaron, sin embargo, a Delmira se le conocen solo dos
novios : un periodista que nació en la ciudad de Minas,
en el departamento de Lavalleja, llamado Amancio D.
Sollers, con el cual llegó a comprometerse, pero quedó
en eso, seguramente lo conoció en los viajes que hacía
Delmira con su madre a la ciudad de Minas, debido al
tratamiento que recibía Doña María, en el hospital de
Don Luis Curbelo Baez. El otro, Enrique Job Reyes, un
rematador nacido en Florida, con el cual estuvo de novia
cinco años, hasta que deciden casarse. El matrimonio
dura 58 días, Delmira regresa desesperada a la casa de
sus padres diciendo solamente : "Mamita, estoy harta de
tanta vulgaridad " inmediatamente inicia los trámites de
divorcio, siendo de los primeros en concederse por la
sola voluntad de la mujer.
Delmira da a entender en algunas de sus
correspondencias, que podría haber estado enamorada
del escritor argentino Manuel Ugarte. Por lo demás,
tantos amantes que da a entender su obra que tenía, si
realmente existieron, vivieron sólo en sus versos.
Sabemos también, que su padre era fanático de la
fotografía, a esto se debe que tengamos tantas fotos de
Delmira Agustini, tal vez halla sido la poetisa más
fotografiada de su época, no estoy de acuerdo con que
esta actitud del padre, sea producto de una "obsesión
con su hija " como plantean algunos, simplemente veo a
un hombre fanático de la fotografía, que tiene una
cámara muy difícil de adquirir en aquellos años, y a una
hija que se prestaba a los gustos de su padre, como su
padre se prestaba a los gustos de su hija, incluso hasta
le transcribía sus poemas para que fueran legibles para
la editorial, ya que la letra de Delmira y sus borrones y
escritura desordenada, son hasta hoy de interpretación
muy compleja.
En la actualidad, las personas tenemos acceso mucho
más simple y económico a una cámara y vivimos
sacando fotos hasta a la comida que comemos, y no veo
que sea una enfermedad o una obsesión.
Luego de divorciarse de su marido, continúa viéndose
con él como amante, en la pieza que alquilaba Reyes en
una pensión, situada en la calle Andes 1206 casi
Canelones y que había decorado con imágenes de
Delmira, y cuadros pintados por la misma poetisa, esto
nos muestra claramente una desmedida obsesión por su
ex-esposa.
Un invierno frío y de lluvia del 6 de Julio del año 1914, y
en una de las visitas secretas de Delmira, que se
llevaban a cavo todos los jueves y domingos, los "días
de novio" a las 4 de la tarde, Delmira atravesó el zaguán
de la pensión y se dirigió a la habitación de Reyes, este
como siempre hacía, cerró luego la puerta con llave,
unos minutos después, se escucharon cuatro disparos
de un arma smith & wesson calibre 38 corto (armas que
cargan al tope 5 disparos), llegada la policía al lugar,
estaba el cuerpo de Delmira ya sin vida, y el de Reyes
que luego de dispararse en la cabeza seguía vivo
falleciendo luego en el hospital Maciel dos horas
después.
Hasta el día de hoy se nos vuelve muy complejo el
comprender por qué, luego de divorciarse, Delmira
decidió transformar a su antiguo marido en amante, de
todas formas e independientemente de lo que se
conjeture, es sabido que Reyes la acosaba luego del
divorcio, le golpeaba las persianas de las ventanas de su
casa y la esperaba en la esquina, incluso existe una
llamativa carta en la que Reyes amenaza a Delmira con
contar sobre un consejo que los padres de la poetisa le
dieron para que no la embarazara, según él, era algo
que María y Santiago practicaban (sexualmente) y que
definió como "repugnante" y que lo contaría a la alta
sociedad si la familia Agustini lo seguía "ensuciando"
socialmente, acusándolo de "golpeador", y "violento" . No
hay documentos que nos permitan saber cual era el
secreto, se lo llevó a la tumba como lo había prometido,
aunque sí podemos afirmar con cierto margen de
probabilidad por lo que se explica en la carta, que se
trata de algo relacionado con una práctica sexual..
¿Acaso estas amenazas tuvieron qué ver con la decisión
de Delmira de transformarse en amante? Da para
pensar... .
En esa misma carta, Reyes amenaza a Delmira con
"lavar la mancha arrojada sobre mi honor, con la sangre
inocente de nuestras vidas" y además culpa a la madre
de la poetisa de la separación : "Y si ella (Doña María)
llegara a manchar mi nombre en lo más mínimo sabré
lavar la mancha con sangre, sangre que irá a salpicar el
alma perversa de la autora de nuestra desgracia. Y el
remordimiento la acompañará mientras viva y la
perseguirá donde quiera que se refugie, como el ojo de
Caín, será el castigo de su obra". Con estas impactantes
palabras, Reyes deja clara su intención de matar a su
ex-esposa y luego quitarse la vida.
Luego de la tragedia, se encontrará en un cajón de la
mesa de luz de Reyes una carta dirigida a un amigo
llamado Germán, en el que claramente habla de quitarse
la vida, pero no menciona en ninguna parte el hecho de
matar a Delmira : "Adiós y perdone la pena que le causo
con mi trágico fin. Crea que lo aprecia sinceramente su
fiel amigo. Enrique Job Reyes, junio de 1914". Esta
carta, sin embargo, nunca llegaría a destino, tal vez
Reyes no la envió luego de enterarse que su amigo
"Germán", había atestiguado en su contra durante el
proceso de divorcio.
La revista "Caras y Caretas" de Buenos Aires, publicaría
en 1914 una crónica sobre la tragedia y agregaría las
imágenes policiales que creo ya todos hemos visto, que
muestran a Delmira tendida en el suelo sobre una
alfombra y a Reyes siendo atendido por un médico sobre
la cama y con la cabeza vendada, sin embargo, son
pocos, los que citan el texto de la crónica que plantea
algo que nunca habíamos puesto en consideración : "Allí
tuvieron lugar diversas entrevistas de los esposos, que
fueron menudeando hasta ser diarias. Últimamente,
producida la sentencia de divorcio, habían proyectado
alejarse de Montevideo para reanudar una vida en los
coloquios de su amor. No obstante, Reyes desconfiaba
de Delmira, y la noche antes de la tragedia vio que
aquella hablaba con otro hombre por el balcón. Después,
ocurrió el triste drama que si el esposo tenía concebido,
precipitó aquel detalle. Y al final de una entrevista, Reyes
dio muerte a Delmira, descerrajándole dos tiros de
revólver, y luego matándose él."
Presten atención : "habían proyectado alejarse de
Montevideo para reanudar una vida en los coloquios de
su amor. No obstante, Reyes desconfiaba de Delmira, y
la noche antes de la tragedia vio que aquella hablaba
con otro hombre por el balcón", si esto que escribe en su
crónica "Caras y Caretas", fuera de verdad cierto, y no
un falso dato brindado por alguien (ya sea familiar o no
de Delmira) para calmar las conjeturas inmediatas en el
momento de la tragedia, de verdad que cambiaría varios
aspectos de lo que suponemos de la muerte de Delmira,
¿tendría Reyes como posibilidad matar a Delmira y luego
suicidarse, pero solo era una posibilidad no una acción
con día y hora ? ¿acaso lo que Reyes vio, desencadenó
la tragedia inmediatamente? .... son muchas las
preguntas que surgen.
Oficialmente, muchas son las hipótesis que se han
manejado, tratando de explicar el trágico desenlace de la
poetisa, las teorías van, desde un homicidio y posterior
suicidio, hasta un suicidio acordado. En el primer caso,
Reyes se sintió herido luego del divorcio, y decidió matar
a su mujer y luego suicidarse. En el segundo caso,
ambos acordaron la muerte (hipótesis con la que
personalmente no concuerdo).
Sobre los tiros, uno de los cuatro fue una bala perdida,
que impactó en la pared atravesando uno de los cuadros
que la misma Delmira había pintado y que Reyes tenía
en su cuarto, dos impactaron o en la cabeza de Delmira,
o en su espalda, estas son las teorías que circulan,
mientras que el último tiro se lo auto efectuó Reyes en su
afán por suicidarse. Aunque la teoría que más se
considera es la de los impactos en la cabeza y no en la
espalda, y aunque parezca mentira, el parte de autopsia
de Delmira no existe (está arrancado del libro de archivo,
o desaparecido, algo que es sospechoso), por lo cual, no
tenemos forma de comprobarlo definitivamente con un
documento oficial, aunque todo apunta a que fueron dos
disparos en la cabeza. La forma en que fueron
ejecutados estos disparos, sigue aún siendo
controvertida.
Tal vez nunca sepamos lo que en realidad ocurrió en esa
habitación de Andes 1206, aspirar a una teoría que
articule todas las pruebas, es sólo con lo que podemos
soñar.
Lo cierto es que el canto poético de esta monumental
escritora, trasciende el tiempo y el espacio y se vuelve
eterno, ella sabía muy bien, que ni la vida, ni la muerte, ni el
amor, podrían jamás matarla.
En el suelo de la calle, que hace más de 100 años se
humedeció para siempre, se ha colocado una placa en
honor a Delmira Agustini y en memoria de todas las
víctimas de violencia doméstica. Junto a la placa también
se plantó un rosal.
El misterio y la genialidad de Delmira Agustini, al igual que
su vida y su aún controvertida muerte, sorprendió al
Uruguay se los años 1914 y lo sigue haciendo aún hoy, es
imposible no caer hechizado por el canto poético de la
“pitonisa de Eros”, y luego sorprenderse ante la vida de una
mujer que impactó a toda América y al mundo, una mujer
eterna como el tiempo, una mujer que cualquier muerte es
poco para poder matarla.
A más de 100 años de ese lejano 1914, su suave y delicada
voz, sus claros y luminosos ojos, y su monumental pluma,
trascienden, se abren espacio entre la maleza oscura de la
evolución humana que todo parece desechar, y renacen en
todo aquel que se atreva a sentir.
Hablar de Delmira Agustini, es hablar de una mujer que
desafió la época que le tocó vivir, una mujer que se atrevió
a sentir y expresar el deseo femenino sin ningún tipo de
cadena, hablar de una poetisa extraordinaria, monumental y
exquisita, de un nivel lírico que pocos escritores han
alcanzado y alcanzarán en la literatura universal.
Cristiano Martínez . 15 de diciembre de 2017
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