domingo, 23 de junio de 2019

Premios nacionales de Argentina, novelas, antología de poesía, Kipling, Dickens. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Jueves, 26 de septiembre. 1957

Borges me dice: «¿Qué sabés de una noticia
para nosotros?». BIOY: «No sé cuál es». BORGES: «¿Estás seguro? Una
noticia nacional». Se trata de los premios de literatura: Manucho le ha dicho
que él y Borges son seguros, que yo soy probable y que, «por motivos
pintorescos», el otro premio posible es Silvina Bullrich. BIOY: «Hoy vos
sos seguro; has madurado para eso; no dártelo parecería un capricho;
Manucho, con una serie de novelas publicadas, ha hecho méritos, y su
posición en La Nación le da fuerza. En cuanto a mí, me parece que sólo
puedo salir por falta de otros o, más claramente, porque el jurado aborrezca
más a los otros. ¿Quiénes, en ese jurado, podrían ser mis aliados?
Victoria y Carmen Gándara. Victoria me quiere tan poco que gustosamente
se amparará, para no votarme, en que es cuñada; la de Gándara,
ha disentido públicamente con mi literatura y sabe que en política no estamos
de acuerdo: ella es católica nacionalista, yo soy liberal. Tal vez,
desde que se mudó a nuestro edificio, está más cerca como amiga; un pasito,
no más. Si no hubiera más rival que Silvina Bullrich, podría salir premiado,
porque a Silvina la detestan más que a mí».
BORGES: «Si uno saca un premio, se gana una lotería. Si no lo saca,
tiene un ratito de malhumor —cinco minutos— y nada más». BIOY: «Para
Manucho no ha de ser así. Si no triunfa, sufrirá y si no saca el primer premio,
sufrirá también. Todo lo que no sea una apoteosis le duele. Para él,
sacar un premio debe de ser muy importante». BORGES: «Y no es nada importante.
Si uno sabe que alguien no se sacó el premio, no piensa mal de
él. Al contrario, se siente más simpatía por los no premiados que por los
premiados». BIOY: «Sin embargo, hay gente que compra por miles de pesos
una antología de Premios Nobel». BORGES: «Te das cuenta. Esos premios
que se otorgan por razones de equilibrio internacional: "¿Qué me
dice de Australia para este año? Yo diría el Paraguay..."». BIOY: «Si sacáramos
los premios dirían que estamos acomodados con el gobierno».

***

Jueves, 3 de octubre. 1957.

Por la mañana supe el fallo del jurado de literatura:
primer premio, por unanimidad, Borges; segundo, Mujica Lai¬
nez; tercero, Murena. Llamo por teléfono a Borges. BORGES: «Qué suerte
que me hablás, porque no me atrevía a decirte nada».
Viernes, 4 de octubre. Borges me refiere que ayer en la tarde,
cuando ya sabía el resultado del premio, recibió, en la Biblioteca, la visita
de un judío, notablemente andrajoso y sucio, que le comunicó:
«Tengo una buena noticia. Una noticia que lo alegrará. El primer premio
es para nuestro gran Manucho. Hay otros premios pero eso, ¿qué
importa? El primero es para Manucho, por justicia y por unanimidad,
no sólo del jurado, sino de nosotros dos, de usted y de mí, que somos
sus amigos. Yo quiero que usted me preste esta tribuna, para celebrar
372
1957
el premio, con una conferencia en que haré el estudio exhaustivo de la
obra del querido y gran Manucho». Borges me confiesa que oía todo
ese discurso con vergüenza (de saber que él tenía el primer premio y
de no decirlo), con rabia, con alarma, con incomodidad. BORGES: «A lo
mejor se trataba de un espía mandado por el mismo gran Manucho.
Qué situación absurda».

***

Miércoles, 9 de octubre. 1957.

Borges observa que nada produce tanta desazón
(y aun repugnancia) como lo que se siente que es falso. Hablando
de no sé qué libro dice que era como un paisaje de kilómetros y kilómetros
de carton-pierre y de telones; agrega que a veces interrumpe la lectura
de libros así, de miedo de que le traigan mala suerte.

***

Lunes, 14 de octubre. 1957.
BORGES: «Me vio Jesualdo. Me dijo que estaba preparando una antología
de la poesía hispanoamericana. Que no nos incluiría a Martínez
Estrada ni a mí, no porque no tengamos buenos versos, sino porque
carecemos de una actitud poética. Yo le dije que hacía muy bien;
pero me parece una guarangada venir a decirle eso a uno. Yo no sé para
qué me visitó. Sí, para decirme que Amorim está muy grave y que se va
a morir en cualquier momento. Pobre: está hecho un esqueleto. El
médico, cuando salió de la clínica, les dijo: "Llévenselo al Salto, para
que muera en su tierra"».
Refiere la conversación

***

Martes, 22 de octubre. 1957.

Come en casa Borges. Hablamos de Kipling.
Dice que se lo juzga por sus cuentos que más gustan —los del Jungle Book,
el cuento «The Man who would be King»—, que son los peores, y que
por eso tiene fama de escritor mediocre. 
(...)

Hacemos una lista de los mejores cuentos de Kipling: para él, «A Madonna
of the Trenches», «The Wish House», «The Gardener», «The Vi¬
llage that Voted the Earth was Flat», «Weland's Sword», «The Eye of
Allah» y uno que no conozco, del Jungle Book, en que se describe el baile
de la elefanta;1 para mí, «The Finest Story in the World», «The Church
that was at Antioch», «Wireless», «On the Great Wall», «A Sahibs' War»,
«The Dog Hervey», «Unprofessional».
BIOY: «En "The Manner of Men" hay demasiados términos náuticos;
parece que Kipling estuviera showing off». BORGES: «Tal vez ese cuento esté
demasiado hecho. ¿Qué será mejor: un cuento demasiado hecho o insuficientemente
hecho? Yo diría que es preferible el demasiado hecho. No sé...
(...)
Comento que estoy leyendo el Dickens de Chesterton; hablamos de
Dickens. BORGES: «Dickens escribe admirablemente los asesinatos. Siempre
recuerdo el que comete Chuzzlewit. ¿Te acordás? Hay una relación
extraña y cambiante entre Chuzzlewit y un chantajista que lo domina;
van en una diligencia y poco a poco el chantajista adivina lo que le va a
pasar y Chuzzlewit empieza a dominarlo; el chantajista tiene pesadillas,
determinadas por su temor, y al fin Chuzzlewit, de acuerdo con lo que se
preveía, lo mata».1
Hablamos de política...

***

Nº de páginas:1664
Editorial:DESTINO
Idioma:CASTELLANO
Encuadernación:Tapa dura
ISBN:9788423338733
Año de edición:2006
Plaza de edición:BARCELONA

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