Amos
Oz nos sorprende con una historia contada por diferentes personajes
en lugares distintos, pero constantemente interrelacionados, bien por
la realidad, bien por sus sueños y obsesiones. Todos los personajes
se hallan separados de su objeto de amor, a veces por una barrera,
una pared, un país, una habitación o la muerte.
Publicada
en más de veinte países de todo el mundo, «El mismo mar»
representa un singular evento en la literatura actual: aquí, prosa y
poesía se entrelazan en la narración con un estilo que consagra a
Amos Oz como uno de los grandes escritores de la literatura
contemporánea.
Amos
Oz
El
mismo mar
Título
original: ’Oto
ha-yam
Amos
Oz, 1999
Traducción:
Raquel García Lozano
Retoque
de cubierta: Titivillus
Editor
digital: Titivillus
ePub
base r1.2
Un
gato
No muy lejos del mar, en la calle
Amirim
vive solo el señor Albert Danon. Le
gustan las aceitunas
y el queso curado. Es un hombre
apacible, asesor fiscal,
hace poco que Nadia, su mujer,
murió una mañana de cáncer de
ovarios. Dejó
algunos vestidos, un tocador, unas
servilletas bordadas
con delicados hilos. Su único hijo,
Enrico David,
se ha ido a escalar las montañas
del Tíbet.
En
Bat Yam hace una mañana de verano húmeda y cálida
pero en aquellas montañas cae la
noche. La niebla
se arrastra por los barrancos. Un
viento punzante
aúlla como un ser vivo y la luz
turbia
se parece cada vez más a un mal
sueño.
Aquí
se bifurca el camino,
uno es escarpado y otro llano.
En el mapa no aparece la bifurcación
del sendero
y, puesto que ya casi es noche
cerrada y el viento azota
con granizo punzante, Rico debe
escoger instintivamente
si bajar por el camino más corto o
por el más fácil.
Sea
como fuere, ahora el señor Danon se levantará
y apagará el ordenador. Se dirigirá
hacia la ventana. Fuera, en el
patio,
hay un gato sobre la tapia. Ha visto
una lagartija. No perdona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario