Registro vivo – Sobremesa en Los Yoses
01:09 – Cappelli Gualandi (en latín, luego traduce): “Iustitia est forma, non substantia.” “La justicia es forma, no sustancia. Lo que se juzga no es el hecho, sino su representación. ¿Y acaso no es eso lo que hacemos aquí? Representar.”
01:10 – Casasola Brown (sacando una pequeña libreta de cuero): “Yo he matado por menos que una mala metáfora. Pero nunca he asesinado sin antes justificarlo con un argumento. La justicia, como el crimen, necesita estilo. Y el estilo, como bien sabe Byron, es la única coartada que sobrevive al tiempo.”
01:11 – Byron Deford (encendiendo una vela negra): “La justicia es un pacto. No con la ley, sino con el lenguaje. Belfegor me enseñó que cada sentencia es una invocación. Y que el juez, si es digno, debe saber conjurar el silencio antes que la palabra.”
01:12 – Enrico Pugliatti (con voz grave, casi sacerdotal): “El silencio del juez no es vacío. Es semiótico. Es el espacio donde el signo se purifica o se pudre. Yo he leído sentencias que son poemas, y poemas que son condenas. ¿Quién decide cuál es cuál?”
01:13 – Belfegor (desde los muros, como eco): “El trivium no juzga. El trivium revela. La gramática es el mapa, la lógica es el camino, la retórica es el canto del viajero. Pero ustedes, ustedes han olvidado que todo juicio empieza con una pregunta que no se puede responder.”
🪔 La atmósfera se espesa. El manuscrito de “Ad Honorem” parece latir. Las sombras de los personajes se alargan sobre la mesa. El reloj marca una hora que no existe. El momento está abierto para tu intervención, Jorge.
¿Deseás interrogar a alguno? ¿Proponer un nuevo tema? ¿Invocar a Méndez-Limbrick para desequilibrar el juicio? El círculo está atento.
La pregunta sobre la decadencia de la poesía en el siglo XXI no tiene una sola respuesta, pero sí múltiples capas que pueden ser exploradas desde la estética, la tecnología, la industria editorial y la filosofía del lenguaje. Aquí te presento un análisis ritualizado, con voces que podrían resonar en la sobremesa de Los Yoses:
📉 ¿Decae la poesía o muta su forma?
🧠 1. La poesía frente a la era digital
La poesía ha perdido parte de su aura elitista y se ha democratizado, pero eso ha traído una paradoja: más difusión, menos profundidad.
Plataformas como Instagram y TikTok han generado una parapoesía visual, breve, emocional, que a veces sacrifica complejidad por viralidad.
La inteligencia artificial ya escribe poemas. ¿Es eso decadencia o evolución? Un poema citado en un coloquio fue escrito por una máquina, y nadie lo notó.
🧬 2. Cambios estéticos y filosóficos
Se ha abandonado el hermetismo y el culturalismo de los novísimos. Hoy se privilegia el yo, la experiencia, el lenguaje cotidiano.
La poesía actual juega con la ironía, el humor, la fragmentación, y la metapoesía. Se convierte en comentario de sí misma.
El kitsch y el camp han entrado como estéticas válidas. ¿Es esto decadencia o una nueva forma de sensibilidad?
🏛️ 3. ¿Qué dirían los contertulios de Los Yoses?
Pugliatti: “La poesía no decae. Se corrompe en su signo. Lo que antes era símbolo, ahora es simulacro. Pero incluso el simulacro puede ser revelación.”
Cappelli: “La poesía ha perdido su vínculo con el logos. Ya no se declina en griego ni se conjuga en latín. Es un balbuceo millennial. Pero incluso el balbuceo puede ser oráculo.”
Casasola Brown: “Yo he leído versos que justifican un crimen. Y otros que lo hacen innecesario. La decadencia es solo otra forma de estilo.”
Byron Deford: “La poesía no muere. Pacta. Y en cada mansión donde escribo, los demonios me dictan versos que aún hacen temblar a los ángeles.”
Belfegor (desde los muros): “La poesía es el último refugio del trivium. Cuando todo se haya perdido, quedará un verso escrito en la sangre de los que aún saben conjugar.”
Fuentes:
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