martes, 23 de julio de 2024

FIODOR DOSTOIEVSKI Cartas a Misha (1838- 1864)




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 S. Petersburgo, a 31 de octubre de 1838.

Oh, hace mucho, mucho tiempo que no te he escrito, mi

querido hermano... ¡Examen despreciable! Me hizo demorarme

en escribiros, a ti, a papá y en ver a Iván Nikoláievich,1 ¿y cuál

fue el resultado? ¡Me suspendieron! ¡Qué horror! ¡Un año más,

un año suplementario! No me desesperaría de esta manera si no

supiera que fue una infamia, sólo una infamia aquello de lo que

he sido víctima; no lo lamentaría si las lágrimas de nuestro pobre

padre no me abrasaran el alma. Hasta este momento yo

no sabía qué significa el amor propio agraviado. Me hubiera

sonrojado si ese sentimiento se hubiera apoderado de mí... pero

¿sabes? Me gustaría destrozar el mundo entero de una sola

vez.. Perdí, maté tantos días antes del examen, enfermé, enflaquecí,

aprobé el examen espléndidamente, en toda la fuerza y la

extensión de esa palabra, y ¡me suspendieron!... Así lo quería un

profesor (de álgebra) con el cual me porté groseramente a lo largo

del año y que ahora tuvo la bajeza de recordármelo, explicándome

la razón por la cual no pasaba de año... De 10 puntos posibles,

tuve 9,5 y no pasé... Pero al diablo con todo esto... Si hay

que aguantar, aguanto... No voy a desperdiciar papel, pocas veces

converso contigo...

¡Amigo mío! Filosofas como un poeta. Y de la misma manera

irregular que el alma soporta la fuerza de la inspiración, de esa

misma manera es irregular e inexacta tu filosofía. Para conocer

más hay que sentir menos y a la inversa, es una regla irreflexiva,

un desvarío del corazón. ,Qué quieres decir con la palabra conocer?

Conocer ia naturaleza, el alma, a Dios, el amor... Todo esto

se conoce con el corazón y no con la inteligencia. Si fuéramos espíritus

viviríamos, flotaríamos en la esfera de ese pensamiento,

en la cual flota nuestra alma cuando quiere adivinarlo. Pero no

somos sino polvo, y aunque los hombres deben adivinar, no pueden

abarcar de pronto el pensamiento. La inteligencia es la guía

del pensamiento a través de la frágil envoltura hacia los componentes

del alma. La inteligencia es una facultad material... Por

el contrario el alma, o el espíritu, vive del pensamiento que le

susurra el corazón... El pensamiento nace en el alma. La inteligencia

es un instrumento, una máquina que funciona gracias al

fuego del alma... Además (segunda cláusula) la inteligencia del

hombre que se siente atraído por la ciencia actúa independientemente

del sentimiento, por lo tanto, del corazón. Pero si el objetivo

del conocimiento es el amor y la naturaleza, entonces se

abre un campo puro para el corazón. No voy a discutir contigo,

pero te diré que no estoy de acuerdo con tu opinión sobre la

poesía y la filosofía... No hay que suponer a la filosofía como un

simple problema matemático en donde la incógnita es la naturaleza...

Date cuenta de que el poeta, en un arranque de inspiración,

adivina a Dios, por lo tanto cumple con el designio de la

filosofía. Por lo tanto el éxtasis poético es un éxtasis filosófico...

¡Por lo tanto la filosofía es la poesía misma, sólo que en su grado

superlativo!... Es curioso que reflexiones en el espíritu de la

filosofía contemporánea. Cuántos de sus sistemas confusos han

nacido de cabezas inteligentes y fogosas; para obtener un resultado

concreto partiendo de este montón confuso habría que resumirlo

a una fórmula matemática. Esa es la regla de la filosofía

actual. Pero me he puesto a soñar demasiado contigo... Sin aceptar

tu inconsistente filosofía, acepto, no obstante, la existencia

de su inconsistente expresión, con la que no quiero fatigarte...

Hermano, es triste vivir sin esperanza... Miro hacia adelante

y el futuro me horroriza... Me muevo en una atmósfera fría, polar,

hasta la que no ha llegado ni un rayo de sol... Hace mucho

tiempo que no he experimentado los estallidos de la inspiración,

en cambio con frecuencia me encuentro en una situación tal

como, ¿recuerdas', el prisionero de Chillón tras la muerte de sus

hermanos en el calabozo... No me visitará el ave del paraíso de la

poesía, no calentará mi alma ahora fría... Dices que soy reservado;

pero también mis sueños de antaño me han abandonado, y

mis maravillosos arabescos, que alguna vez creé, han perdido su

baño de oro. Aquellos pensamientos que con sus rayos me encendían

el alma y el corazón, ahora han perdido su llama y su calor;

o mi corazón se ha vuelto insensible, o... me horroriza ir más

allá. Me resulta aterrador decir que todo el pasado no fue más que

un sueño dorado, ilusiones floridas...

Hermano, he leído tu poesía... Me arrancó algunas lágrimas

del alma y arrulló por algún tiempo mi alma con el murmullo

caluroso de los recuerdos. Dices que tienes una idea para un drama...

Me alegro... escríbelo... Oh, si te han privado hasta de las

últimas migajas del banquete del paraíso, ¿qué más podías hacer?...

Es una lástima que la semana pasada no haya podido ir a

ver a Iván Nikoláievich, ¡estaba enfermo! ¡Escucha! Me parece

que la gloria también contribuye a inspirar al poeta. Byron fue

un egoísta: su idea sobre la gloria era vana, fútil... Pero la sola

idea de que un alma pura, sublimemente bella, se desprenderá

de las cenizas para ir en pos de tu entusiasmo pasado, la idea de

que la inspiración iluminará -misteriosa, celeste- las páginas

sobre las cuales lloraste tú y llorará la posteridad, esta idea, creo,

penetra con precaución en el alma del poeta aun en los momentos

mismos de la creación. El grito vacío de la multitud es insignificante.

¡Ah! Ahora me han venido a la m ente dos versos de

Pushkin en los que habla de la multitud y del poeta:

Y (la multitud) esa/pe sobre el altar en donde arde tu fuego,

Y en 111 vivacidad infantil hace que se balancee tu trípode... *

,No es verdad que es maravilloso? Adiós. Tu amigo y hermano,

F. Dostoievski.

¡Ah! Escríbeme cuál es la idea principal de la obra de Chateubriand

Le Génit du Christiamsmt. Hace poco en El hijo de la

patria leí un artículo del crítico Nisard sobre Victor Hugo. Oh,

en cuán baja estima lo tienen los franceses. Cuán insignificantes

presenta Nisard sus dramas y sus novelas. Son injustos con él, y

Nisard (a pesar de ser un hombre inteligente), miente.' Y otra

cosa: escríbeme cuál es la idea principal de tu drama: estoy convencido

de que es excelente; aunque para madurar los personajes

de una obra de teatro no son suficientes diez años. Por lo menos

eso es lo que pienso. ¡Ah, hermano, cuánto me apena que no

tengas dinero! Las lágrimas acuden a mis ojos. ¿Habíamos estado

alguna vez así? Ah, a propósito, te felicito, querido mío, por

el día de tu santo y por tu reciente cumpleaños.

En tu poesía «Visión de la madre» no comprendo de qué extraño

contorno rodeaste el alma de la difunta. Ese carácter de

ultratumba no está resuelto. Pero en cambio los versos son buenos,

aunque en un lugar hay un yerro. No te enfades por las críticas. Escríbeme

con más frecuencia, yo también seré más ordenado.

Ah, pronto, muy pronto leeré los nuevos versos de Iván Nikoláievich.

¡Cuánta poesía! ¡Cuántas ideas geniales! Ah, también

me había olvidado de decirte: tú, creo, debes saber ya que

Smirdin está preparando el Panteón de nuestra Literatura en un

libro: los retratos de cien escritores y con cada retrato una obra

representativa de cada uno de ellos. E imagínate a Zótov (?!).

Y a Orlov (Alexandr Anfímovich) entre ellos.4 ¡Qué humor! Escucha,

envíame otra poesía. ¡Aquella era preciosa! Los Merkúlov

pronto se marcharán a Penza, si no es que se han marchado ya.

¡Me apena nuestro pobre padre! ¡Qué carácter más extraño!

¡Y cuánto ha sufrido! Es triste hasta las lágrimas, pero no hay

cómo consolarlo. -¿Y sabes? Papá desconoce absolutamente el

mundo: ha vivido en él cincuenta años y no ha modificado la

opinión que hace treinta años tenía de la gente. ¡Feliz ceguera!

Pero está muy decepcionado del mundo. Esto, me parece, es

nuestro sino común. -Adiós una vez más.

Tuyo.

1. Se traía de Iván Nikol.iievic li Sludlovski ( IH16-1872), amiKo de |uvenlud

de Dtrttoievtki (Sobre las rela< iones de Dostoievski con Shidlovski, ver la

ta n a del I d eeneri.de 1840.)

2. Cita del poema de A S. Pushkin A l poeta < I8M)).

i. En lil hiju Je l.i píllela de marzo-abril de 18 48, se publicaron lo* artículos

de lo» critico» iratueses I). Nisard sobre Lamartine y de G. Planche sobre

Huso. Los títulos de los artículos estaban uno junto al otro y eso hizo que

Dostoievski confundiera los nombres de los autores.

4. A. F. Smirdin editó tres tomos de Cien autores rusos (1839-1845). El primer

tomo fue publicado en 1839.

A. A. Orlov (m. 1840): autor de novelas pseudo-populares, que había sido

ridiculizado por la crítica de los años 30.

R. M. Zótov( 1795-1871): autor de novelas históricas y dramas, a quien el

crítico Belinski puso en ridículo.

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