INTRODUCCIÓN Los ESTUDIOS DE REYES SOBRE GOETHE
Una persistente fascinación PEDRO HENRfQUEZ UREÑA, el amigo y preceptor, había establecidolas lecturas fundamentales que debía hacer todo aspiranteahombreculto: Homero,lostrágicos, Platón, Dante, Shakespeare, Goethe.Alfonso Reyes, el discípulo adicto, seguiría la prescripción. Pero le añadió los autores españoles, Góngorasobretodo,ynuevaslecturasfrancesas,especialmente Mallarmé. Los griegostendránunalargafrecuentación,que culminará en los grandes estudios de su época de madurez (1939-1950).
Dante y Shakespeareaparecerán en la obra de Reyes como un trasfondo perma nente, y al florentinodedicará unas páginas perspicaces ahora recupe radas (“Dantey la cienciadesu época”).Laafición a Goethe seráunade las constantes enla obra de Alfonso Reyes, tanto como lasde Góngoray Mallarmé, predilecciones todas que tuvieron sus primerasmanifesta ciones en estudios de Cuestiones estéticas, de 1911. El breveensayo“Sobre lasimetríaenla estéticadeGoethe”, fechado en abrilde 1910,cuando su autor iba acumplir21 años, no es el intento de un principiante sino una especie deapuntecasual a propósito deuna particularidadene! arte literariode Goethe.
Aunque laobservación de la simetría no sea sorprendente, el lector tiene la impresión de que existe una viejafamiliaridad del joven autorcon las parejasde personajes del Fausto, de Las afinidades electivas y del Wertherque entrecruzan sus destinos como en pasos de danza. Después de este testimonio inicial, a lo largo de su carrera literaria, Reyes sigue frecuentando las obras de Goethe, y escribe mucho acerca de él. En dos ocasiones publica estudios paracumplir requerimientos externos: las conmemoraciones del primercentenario de la muertedel sabio en 1932 y delsegundo centenariodel nacimientoen 1949.
Un lus tro más tarde, en 1954, libre de presiones, publicó la Trayectoria de Goethe. Y en los intermedios, Reyes retocó, corrigió, desechóy amplió sus apuntes, empeñado en dibujar elperfil humano y el sentido de la obra de un personaje que le fascinaba, acaso más que ningún otro. 7 El primer “Rumbo a Goethe” Después de aquel primer ensayo de 1910, en las décadas siguientes nada sobre Goethe había publicado Reyes. A fines de 1931, larevista Sur, recién fundadaenBuenos Aires,pidióa Reyes, entonces embajador en Río de Janeiro, un artículo paralaconmemoración delcentenariode Goethe. ReyescontestóaVictoriaOcampo:“Improvisará sobreGoethe.” Abriendo el número 5, del verano de 1932, se publicó “Rumbo a Goethe”. Al principio de su extenso estudio —.80 páginas de la revista—, dice Reyes con vivacidadexpresiva: La obligación del aniversario me arrebataestas cuartillas en desorden y estas digresiones a medio escribir. Ni siquiera tuve tiempo de ser conciso.
Ojalá el lectorperdone mis rodeos, mis idas y venidas. Poruna vez,acudo al toque de revista con el dormán desabrochado y el lazo deshecho todavía. Peor seríafaltan tengo mis motivos para haceracto de presencia. Explica en seguida que “Goethe y los trágicos griegos me acom pañaron en laprimeraaventurahacia mfmismo”. Y que si ya ha cumpli do a su maneracon los trágicos, le faltaba su confesión goethiana. El “Rumboa Goethe”, cJe Sur, muestra que Reyestenía muchasnotas sobreel tema,que aquíordenó provisionalmente en cuatro secciones.
1, “Laperspectiva”; II, “Unasnotas”; III,“Examendealgunasobjeciones”, yIV, “DesdeAmérica”. No se detieneen el relato de la vida ni se refiere especialmente a las obras de Goethe. Dándolas por conocidas, va anali zando cuestiones relativas: las circunstancias del mundo y de las ideas en el momento del centenario y las reacciones antigoethianas, en la primera sección. En lasegunda, la más sustancial, expone un racimo de temas goethianos: la idea de lacultura, las cienciasy la especialización, la formación del artista, el germano en Italia, la viday la obra, simetrías o afinidades electivas, “todas las posibilidades del espíritu”, burguesía y mundanismo, mejoramiento social y las mujeres de Goethe. En la ter cera, en que revisa las objeciones contraGoethe, se refiere a individuo y sociedad, la universalidad, la energía de normalidad, el interés por sí mismo, elolimpismo y lahumanidad, con referencia alviaje aItalia.
Y en la cuarta sección escribe sobre Virgilioy Goethe, las repercusionesdel Fausto en la poesía de Manuel José Othón, la curiosidad que sentía Goethe por América, sus relaciones y afinidades con Humboldt —con un intermediosobre la Güera Rodríguez—, y en fin se preguntapor la posibilidad de un Goethe hispanoamericano. Para Reyes, la consigna 8 que nosda el sabio es ésta: “Cuando cada vecino barra el frente de su casa, todos los barrios de la ciudad estarán limpios.”
Y añade Reyes: “No esperemos a que las instituciones nos salven: hagámonos capaces de concebir instituciones mejores.” Las páginas de este “Rumbo a Goethe” siguen siendo una intro ducción muy sugestiva, así sufran del desorden y la falta de concisión que ya señalaba su autor. El nuevo “Rumboa Goethe”ysus ampliaciones El extenso estudio de 1932 nunca se reprodujo. Mientras tanto, su autor volvió a trabajar en aquellos temas. En 1949, cuando Reyes se encon traba ya en México, en ocasión del segundocentenario del nacimiento de Goethe, publicó un ensayo sobre la “Ideapolítica de Goethe”, en el volumen de homenajepromovidopor la Unesco, entoncesdirigida por JaimeTorres Bodet. Años más tarde, a propósito de sus escritos goethia nos, decía: “Han vuelto al telar, enefecto, pero aún no he logrado darles estabilidad y coherencia; antes han crecido por todas partes, verdadera rosadelos vientos. Algún día sepublicarán como una colección de estu dios goethianos” (Introducción a Trayectoria deGoethe, 1954).
En efecto, dejando aparte el “Rumbo a Goethe”, de Sur, encontré en las gavetas del archivode Reyes varioscientos de páginas sobre Goethe, muchas de ellas sólo manuscritas. Prescindiendo de páginas que son esbozos previos y de las que estaban tachadas explícitamente por su autoro puedenconsiderarse “materia prima”, de este conjunto —resul tado de unaaficiónintelectualpersistenteydel trabajoheroicodemuchos años—, he formado las siguientes cuatro secciones o libros —incluyen do, por supuesto, la Trayectoria de Goethe, ya publicado en los Bre viarios del FCE: 1.
Vida d€Goethe: tratamiento biográfico del cual sólo escribió cuatro capítulos, aunque el último de éstos, “Goethe, hombrede ciencia”, co mienza a salirse del marco biográfico general. Reyes no publicó previa mente estas páginas. II. Rumbo a Goethe: es la nueva versión del estudio publicado en 1932. Afortunadamente, Reyes había escritoun índice para estenuevo libro, lo que hizo posible reunirlo. Se encuentracompleto y está dividi do encuatropartes: “La perspectiva”, “Contornos”, “Sondeos” y “Desde América”. Aunque conserva algo del esquemay de los temas de la 9 primera versión, los ordenó, redibujóy aumentóhasta darles unidad.
Con un breve apoyobiográfico, conserva la perspectivade exponer prefe rentemente los temas y cuestiones suscitados porlavida y elpensamien to de Goethe. De sus 33 capítulos, Reyes publicó nueve de ellos en revistas literarias, entre 1949 y 1958. El resto es inédito. III. Trayectoria de Goethe: se publicó como Breviarionúmero 100, del Fondo de Cultura Económica, en 1954. Es una excelente introducción al conocimiento de Goethe. Como su autor lo explica, entre labiografía y la crítica literaria, va recogiendo los principales hechos de aquella vida, hasta donde ayudan a apreciar la evolución de aquellamente, y alterno la narraciónde los episo dios esenciales conbreves reflexionesque marquen las sucesivas etapas. y IV.
Escolios goethianos:En tanto que para la segunda versión del Rumbo a Goethe había un índice claroque permitió reconstruir el libro, para el resto de los estudios sueltos sólo encontré un par de hojas con listas tentativas de temas por desarrollar. Algunos coincidían con los del libro antes mencionado, y otros, nombrados Escolios, incluían algunos de estos estudios sueltos. Me serví de este título para agrupar páginas goethianas de Reyes que quedaban fuera de las tres secciones anteriores. Sólo tres de estos estudios fueron publicados previamente en revistas. A estas páginas añadí, llamándolas “Algunas notas”, cuatro pasajes de la primera versión del proscrito“Rumbo a Goethe”,de 1932, no reelaboradas en la segunda versión, pero que me parecieron dignas de conservarse. El manuscrito de la“Carta a EduardoMallea”, el nove lista argentino, tiene al margen la anotación de su autor: “aprovechar lo posible en el libro de Goethe”. Por su interés, y porque ya no puede in comodar al susceptible Ortega y Gasset —de cuyas interpretacionesen este campo discrepaba don Alfonso—, aquíse rescata. Goethe y Reyes Reyes tuvo devoción por Góngora y por Mallarmé y se empeñó en desentrañar las urdimbres de sus laboratorios poéticos. Estudió la vida y la personalidad de Góngora y trabajó mucho en los problemas tex tuales de su obra. En el caso del poeta francés, recogióbuena parte del anecdotario y del cúmulo de testimonios de los fieles mallarmeanos.
Con todo, no puede decirse que Reyes intentara ni seguir las huellas de estos poetas ni considerarlos paradigmas. 10 En cambio, en los estudios dedicados a Goethe se transparenta una y otra vez un entusiasmo por su economía, por sus logros vitales y porla amplitud y plenitud de su pensamiento y de sus creaciones literarias. Complacen a Reyes especialmente en Goethe el programa del hombre completo que guió su vida: inquieto, amante, curioso, heterodoxo, refle xivo, aficionado a la ciencia, sereno y sabio.
Y admirará igualmente al enamorado incansable que supo atajar sus pasiones cuando lo amenaza ban, al interesado en los acontecimientosde su tiempo queno se dejaba arrastrar por ellos, al escritorde todas las horas y de múltiples empre sas, a la compenetración que logró de vida y obra y ala universalidad de supensamiento. Unprogramacomo éstefue sin duda atrayente paraun hombre dotado de unaplétora de impulsosy de dones y conuna ambición intelectual heroica, como los que tuvo AlfonsoReyes.
Los trabajosysuhuella Aunque algunasveces Reyes cita enalemán o se refiere a obrasescritas en esta lengua, debió leer a Goethe en traducciones españolas, france sas o inglesas. Llegó a tener una gran familiaridad con una obra tan extensa y múltiple. En sus exposiciones se mueve a la vez con segura visión de conjunto y conocimiento preciso tanto de las novelas, la poe sía, el teatro y los diarios,como de las obras científicas y misceláneas.
Al mismo tiempo, llegó a manejar consoltura el laberinto de las conversa ciones con Goethe que, además de las conocidas de Eckermann, reco gieron también el canciller Müller, Falk, Voss y Soret; y los nutridos epistolarios con Carlota de Stein, Schiller y su mujer, Knebel, Hetzler, Fichte, Herder, Benecke, Boisserée, Esenbeck, Salzman, Augusta Stolberg, Jacobi, Sofía Laroche, Schónborn, Langer, Lavater, Carlos Augusto, Kestner, Voigt, Schopenhauer, Carlyle y Villemer. Asimismo, tiene presentes los comentariosde los críticos goethianos. Una conmovedora muestra del rigor acucioso con que realizaba Reyes estos estudios es el “índice alfabético” de las Conversaciones con Goethe, de Juan Pablo Eckermann, que guardó manuscrito en su archi vo.
Trabajó en él, del 28 de abril de1931 al18 de marzode 1932,y está hechosobrelatraducción de J. Pérez Bances que se publicó en tres to rnos dela Colección Universal (núms. 249-252, 265-268y 283-286), de la Editorial Espasa-Calpe, de Madrid, 1920.Ueva al principio una lista de “correccionesy observaciones” y el índice mismo, escrito en letra 11 menuda y clara, es de nombres propios de personas, lugares y obras. Don Alfonso lo preparó para su propio uso, y su paciente laboriosidad sólo podría ser rescatable en una reimpresión de la misma edición española de la benemérita Colección Universal. En el conjunto de estos estudios de Reyes, el interésdominante es la vida deGoethe y el examen de los grandes temas suscitados por su pen samiento y por sus acciones.
Las obras mismas no son expuestas de manera expresa y sistemática, sino incidentalmente, como apoyoo con secuencia de los hechos de su viday de sus concepciones intelectuales. El conjunto de los escritos goethianos de Reyes está movidopor un vivo fervor, lo quehace su lectura grata y sugestiva. Entre las nuevas páginas especialmente interesantes, señalo, de Rumbo a Goethe, la exposición sobre los peculiares métodos de investigación y las deduc ciones científicas del sabio (terceraparte,capítulo 5); el relato de cómo Goethe administró su longevidad y, cuando acabó de escribirel segun do Fausto, a los ochenta y dos años, se dejó morir; y la “Idea política”, que se diría exposición del propio pensamiento de Reyes. Y en “Las disyuntivas de Goethe” (Escoliosgoethianos), es notable la perspicacia con que Reyes registra la evolución espiritual de Goethe, que, frente al terriblechoque mentalque debiócausarle la Revolución francesa, supo corregirsu individualismo entrañabley afirmar “queel poeta incapazde fincar su solidaridad con loshombres es un niño retardadoen tutela”. TEORÍA DE LA SANCIÓN En díassiniestros para México —porel crimeny la tiranía de Victoriano Huerta—y de aflicciónpara Alfonso Reyes —por la muerte de~upa dre—, éste, casado ycon hijodesde 1912, presenta su examen profe sional para obtener el título de abogado, el 16 dejulio de 1913.
Su tesis se llama Teorta de la sanción y debió ser redactada apresuradamente. En la nota que puso Reyes al frente del primer tomo de sus Obras com pletas la menciona y promete incluirlaen ellas. Como era difícilencon trarle textos afines, no se había publicado. Para dar cumplimientoala decisión desuautor, esteescrito desus veinticuatroaños cierraahora la recopilaciónde susobras. Pese a las circunstancias adversasen que se escribió, la Teoría de la sanción es algo más que una tesis para mostrar la competencia del sus tentante; es un buenensayo, más filosófico que jurídico, acerca de las relaciones entre la moral y el derecho. Explica la naturaleza de la san 12 ción como un resguardo de la moral mínima necesaria o de la ley. Analiza pormenorizadamente las clasificaciones y sutilezas de los tratadistas en torno a esta noción. Se esfuerza en señalar con claridad la distinciónentre los llamados derecho civil y penal, así como entre dere chopúblico y privado.
En suexposición, se advierte la desazón de Reyes frente a los labe rintosconceptuales y de procedimientos jurídicos que sonyasólo fórmu las sin nitidez. Para remediarlas, sugiere procedimientos más simples y clarosque impidan las triquiñuelas legales y propone caminos que sean en verdadjurídicos. Asimismo, indaga la validez lógica de ciertos con ceptos y laposibilidad de adecuarlos para que sirvan en verdadal mejo ramiento de las sociedades. De haberejercido la profesión de abogado, Alfonso Reyes hubiera sido un reformador de procedimientos y un reordenador de marañas jurídicas.
Además de la tesis, siguiendousos de la época, el sustentante tuvo que resolverun caso práctico, un embargo abusivo por adeudo, lo que hizo en minuciosa exposición con apoyos en el Código de Procedimien tos Civiles. El “Caso práctico”, propuesto por el maestro licenciado Victoriano Pimentel, y la solución del alumno Reyes se recogenal final de la Teoría de la sanción. CONSIDERACIONES FINALES Treinta y ocho años después de iniciada la publicación de estas Obras completas y más de treinta después de lamuerte de su autor, se llega al término provisional de su publicación cuatro años después de que ce lebramos el centenario del nacimiento de Alfonso Reyes.
Queda enten dido que seguirá pendiente la edición del copioso Diario, en cursode rescate el de los numerosos epistolarios, y que se publicarán los infor mes diplomáticos de don Alfonso, así como un índice analítico acumu lativo. Y se da por supuesto que, a pesar de los esfuerzos por reunir to dos los escritos autorizados, explícita o tácitamente, por su autor, se comenzarána encontrarpáginas aquíolvidadas o desconocidas.
Recoger las obras completas de un escritor de la importancia de Alfonso Reyes es ordenarlas en el mausoleo condigno a fin de hacer posible el conocimiento, la elección y la valoración. Los veintiséis co piosos volúmenes no exigen al aficionado o al curiosoque los lea todos, sino que tenga la posibilidad de escoger en el panorama completo del 13 jardín múltiple; y que el investigador pueda disponer de un repertorio suficiente para sus indagaciones. El presente editor de la última sección de estas Obras, antiguo afi cionadoa loslibros de su autor, tiene asu lectura porun deleite, gracias al don desu estilo y ala variedad de sus temas y tonos. Y considera que la obra de Alfonso Reyes, hazaña de lavoluntad y laimaginación, es uno de los más claros prestigios de la cultura mexicana. A Alicia Reyes y Alfonso RangelGuerra, buenos conocedores alfon sinos, reconocimiento por su ayuda. JosÉ LUIS MARTÍNEZ
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