Roberto Sosa
1930 - 2011
Conocido poeta hondureño, considerado el más prestigioso de
su país y uno de los más importantes de América Central.
Nació en la ciudad de Yoro el 18 de abril de 1930. Estudio artes
visuales en Estados Unidos. Regento la dirección de varias revistas literarias
y fue colaborador de muchas publicaciones periodísticas latinoamericanas. También
llevo la dirección de centros de exposición de arte, e impartió durante un
tiempo clases de literatura en EE.UU.
De entre su extensa obra literaria, dentro del campo poético,
citaremos: Muros (1966), Mar interior (1967), Los pobres (1968), Un mundo para
todos dividido (1971), Hasta el sol de hoy (1987), Mascara suelta (1994) y El
llanto de las cosas (1995).
Su actividad literaria tuvo reconocimiento internacional,
siendo traducidas sus obras al francés, inglés, alemán, ruso, chino y japonés.
Igualmente, su poesía le hizo merecedor de premios y galardones diversos, como:
Premio Juan Ramón Molina (1967); Premio Adonis (1968) por su libro Los pobres;
Premio Casa de las Américas (1971) por Un mundo para todos dividido; Premio Ramón
Rosa (1972); Premio Ramón Amaya Amador (1975).
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Entre los poetas míos Roberto Sosa
En 1990 el gobierno de Francia le otorgo el Grado de
Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
Hallándose en Tegucigalpa, un ataque cardiaco puso fin a su
vida el 23 de mayo de 2011.
La poesía de Roberto Sosa puede calificarse como una poesía
social, política y de protesta, libre de retórica, que apela a la inteligencia
del lector a través de la precisión estilística y la persuasión moral de su
alegato. Sirva este cuaderno como in-traducción a su obra, de la que hallara el
lector una mayor in-formación en las páginas finales de este cuaderno.
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Entre los poetas mios¡K Roberto Sosa
Aire-Fuego-Agua-Tierra
Alguien extiende la asfixia.
Alguien planea
las descomunales mordeduras
que dejan los incendios.
Alguien gobierna el sumergido mecanismo del ahogo
y las refinadas aproximaciones de las calaveras,
y esa visión subterránea del hombre, nos deja un hilillo
gris
en la comisura izquierda de los labios.
Alguien grita (en nombre de millones de seres humanos)
soterrado
hasta resquebrajar
el espesor de las lluviosas paredes crepusculares,
y nadie lo oye.
De: Un mundo para todos dividido
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Entre los poetas mios¡K Roberto Sosa
De niño a hombre
Es fácil dejar a un niño
a merced de los pájaros.
Mirarle sin asombro
los ojos de luces indefensas.
Dejarle dando voces entre una multitud.
No entender el idioma
claro de su media lengua.
O decirle a alguien:
es suyo para siempre.
Es fácil,
facilísimo.
Lo difícil
es darle dimensión
de un hombre verdadero.
De: Los pobres
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Entre los poetas mios¡K Roberto Sosa
Del odio
A Inés Consuelo Murillo
Flotaba como una ola encrespándose
la hermosísima mata de pelo
a cada impacto.
Intensos y pálidos
y creyendo como creen los idiotas del odio
que puede hacerse añicos la belleza, la hicieron
picadillo.
Se equivocaron, claro, en el menor desvió
de su línea recta
Porque
fusil en mano ha vuelto la muchacha guerrillera:
Mírenla.
Fuente: Arte Poética: Roberto Sosa
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Entre los poetas mios¡K Roberto Sosa
Dibujo a pulso
A como de lugar pudren al hombre en vida,
le dibujan a pulso
las amplias palideces de los asesinados
y lo encierran en el infinito.
Por eso
he decidido -dulcemente-
-mortalmente-
construir
con todas mis canciones
un puente interminable hacia la dignidad, para que pasen
uno por uno,
los hombre humillados de la tierra
De: Selección poética, de Roberto Sosa
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Entre los poetas mios¡K Roberto Sosa
El aire que nos queda
Sobre las salas y ventanas sombreadas de abandono.
Sobre la huida de la primavera, ayer mismo ahogada
en un vaso de agua.
Sobre la viejísima melancolía
(tejida y destejida largamente) hija
de las grandes traiciones hechas a nuestros padres y
abuelos:
estamos solos.
Sobre las sensaciones de vacío bajo los pies.
Sobre los pasadizos inclinados que el miedo y la duda
edifican.
Sobre la tierra de nadie de la historia: estamos solos
sin mundo,
desnudo al rojo vivo el barro que nos cubre, estrecho
en sus dos lados el aire que nos queda todavía.
Fuente: Poemas del alma: Roberto Sosa
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Entre los poetas mios¡K Roberto Sosa
El llanto de las cosas
Mama
Se pasó la mayor parte de su existencia
parada en un ladrillo, hecha un nudo,
imaginando
que entraba y salía
por la puerta blanca de una casita
protegida
por la fraternidad de los animales domésticos.
Pensando
que sus hijos somos
lo que quisimos y no pudimos ser.
Creyendo
que su padre, el carnicero de los ojos goteados
y labios delgados de pies severos, no la golpeo
hasta sacarle sangre, y que su madre, en fin,
le puso con amor, alguna vez, la mano en la cabeza.
Y en su punto supremo, a contragolpe como
desde un espejo,
rogaba a Dios
para que nuestros enemigos cayeran como
gallos apestados.
De golpe, una por una, aquellas amadísimas
imágenes
fueron barridas por hombres sin honor.
Viéndolo bien
todo eso lo entendió esa mujer apartada,
ella
la heredera del viento, a una vela. La que adivinaba
el pensamiento, presentía la frialdad
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