338 JORGE LUIS BORGES—OBRAS COMPLETAS
HISTORIA DE LOS DOS QUE SOÑARON
El historiador arábigo El Ixaquí refiere este suceso:
"Cuentan los hombres dignos de fe (pero sólo Alá es omnisciente
y poderosa y misericordioso y no duerme), que hubo en El
Cairo un hombre poseedor de riquezas, pero tan magnánimo y
liberal que todas las perdió menos la casa de su padre, y que se
fio forzado a trabajar para ganarse el pan. Trabajó tanto que el
sueño lo rindió una noche debajo de una higuera de su jardín
y vio en el sueño un hombre empapado que se sacó de la boca
una moneda de oro y le dijo: 'Tu fortuna está en Persia, en Isfajan;
vete a buscarla.' A la madrugada siguiente se despertó y
emprendió el largo viaje y afrontó los peligros de los desiertos,
de las naves, de los piratas, de los idólatras, de los ríos, de las
fieras y de los hombres. Llegó al fin a Isfaján, pero en el recinto
de esa ciudad lo sorprendió la noche y se tendió a dormir en el
patio de una mezquita. Había, junto a la mezquita, una'casa y
por el decreto de Dios Todopoderoso, una pandilla de ladrones
atravesó la mezquita y se metió en la casa, y las personas que
dormían se despertaron con el estruendo de los ladrones y pidieron
socorro. Los vecinos también gritaron, hasta que el capitán
de los serenos de aquel distrito acudió con sus hombres y los bandoleros
huyeron por la azotea. El capitán hizo registrar la mezquita
y en ella dieron con el hombre de El Cairo, y le menudearon
tales azotes con varas de bambú que estuvo cerca de la muerte.
A los dos días recobró el sentido en la cárcel. El capitán lo mandó
buscar y le dijo: '¿Quién eres y cuál es tu patria?'. El otro
declaró: 'Soy de la ciudad famosa de El Cairo y mi nombre
es Mohamed El Magrebí.' El capitán le preguntó: '¿Qué te trajo
a Persia?'. El otro optó por la verdad y le dijo: 'Un hombre me
ordenó en un sueño que viniera a Isfaján, porque ahí estaba mi
fortuna. Ya estoy en Isfaján y veo que esa fortuna que prometió
deben ser los azotes que tan generosamente me diste.'
"Ante semejantes palabras, el capitán se rió hasta descubrir las
•muelas del juicio y acabó por decirle: 'Hombre desatinado y crédulo,
tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo
en cuyo fondo hay un jardín, y en el jardín un reloj de sol y
después del reloj de sol una higuera y luego de la higuera una
fuente, y bajo la fuente un tesoro. No he dado el menor crédito
a esa mentira. Tú, sin embargo, engendro de una muía con un
demonio, has ido errando de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de
tu sueño. Que no te vuelva a ver en Isfaján. Toma estas monedas
y vete.'
"El hombre las tomó y regresó a la patria. Debajo de la fuente
HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA 339
(je su jardín (que era la del sueño del capitán) desenterró el tesoro.
Así Dios le dio bendición y lo recompensó y exaltó. Dios
es el Generoso, el Oculto."
(Del Libro de las 1001 Noches, noche 351.)
Fuente: Editorial EMECÉ Editores, 1972. Buenos Aires, Argentina.
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