viernes, 30 de marzo de 2012

¿Cuántas horas escribe un escritor?

Disculpe, y usted: ¿cuántas horas escribe al día?

En la soda Guevara: nosotros escritores bisoños nos hacíamos la siguiente pregunta: ¿cuántas horas escribirá Sábato, Carlos Fuentes, Borges y otros grandes escritores? ¿Cuántas horas diarias le dedicaba Juan Rulfo a su "Pedro Páramo" cada noche después de una cruenta labor como periodista?  Yo no sé si alguno de mis amigos escritores y  de mi generación les mortificaba tanto la pregunta como a mi persona. Pero, al final, de muchos años he llegado a la conclusión que: " en el arte no existen fórmulas ni tiempos definidos para la escritura, cada escritor posee su propio ritmo de escritura, de creación". Depende demasiado del temperamento de la persona. Por ejemplo: Ernesto Sábato - cuando vino a Costa Rica y yo le conocí- dijo que él escribía cuando sentía que iba a "explotar". Otro, que no soportaba las horas de oficina, sino que escribía cuando se sentía con humor para hacerlo era: Juan Carlos Onetti, y si nos atenemos a su personalidad y su conversación tan pausada, suponemos que los arranques para su escritura serían bastante lentos.
Es decir, el temple que tuvo Thomas Mann, que día a día escribió tres horas diarias de 9 a.m. a 12 md. con su estilográfica muchos no lo han tenido. Otros  ejemplos de férrea disciplina diaria serían: Vargas Llosa que incluso, en una entrevista manifestó que le encantaba vivir largos períodos en Londres porque así, se podía concentrar mucho más en sus escritos y que, no tenía tantas distracciones como  en los países latinoamericanos o en España en donde abundaban los amigos. 
Por su parte el genio de Barranquilla, García Márquez, se pone unos invariables overoles - o eso lo hacía todavía hace unos años atrás- y procura escribir 6 horas diarias, - eso sí- interrumpidas en varias oportunidades. De Borges no tengo información pero supongo, que de igual manera le ocuparon muchas horas su vasta e intelectualísima obra literaria. Por su parte, conocemos, que Carlos Fuentes es un obsesivo e igual que sus amigos del boom en el período de París, escribió durante muchas horas sus obras más importantes.
   Otros, como José Donoso, abandonó por períodos su novela cumbre "EL OBSCENO PÁJARO DE LA NOCHE" por problemas de salud pero, para poderla terminar se avocó a la tarea por largas horas diarias en su elaboración.
Los ejemplos son interminables: lo que sí es cierto, es que un escritor para plasmar en cientos de páginas su obra debe de sentarse, ya sea en un café rodeado de muchas personas o en un estudio en solitario y ponerse a teclear o a escribir con su estilográfica períodos de tiempo bastante prolongados.

CONSTANCIA VS DISTRIBUCIÓN DE TIEMPO.
Yo pienso, y aquí existe un error de apreciación a todas las anécdotas contadas por la mayoría de los escritores y es: constancia vs distribución de tiempo, y que en muchas ocasiones induce a error. Me explico: "no ser constante en el quehacer literario" como apuntan muchos escritores, no quiere decir, que no se ocupen muchas pero muchas horas luego para la creación literaria.
   Es decir, estamos de acuerdo que quizá la mayoría de escritores no sean "escritores de oficina" que no realicen una labor diaria pero, si se suman los períodos de horas en la labor o en su quehacer literario, son más o menos las mismas horas que escribir en forma fraccionada todos los días. Porque al final, estos escritores "no de oficina" se tienen que sumergir en maratónicos esfuerzos de días o semanas por lo no hecho a cuenta gotas. !Al final: es cuestión de gustos la forma de elaborar una novela!
J.Méndez-Limbrick.
Escritor-abogado.

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