jueves, 14 de agosto de 2025

Comentario sobre La conspiración de los idiotas de Marcos Aguinis

            


📚 Consejo Editorial – Comentario sobre La conspiración de los idiotas de Marcos Aguinis

En esta novela publicada en 1978, Marcos Aguinis despliega una sátira feroz y profundamente simbólica que se deja narrar por Natalio Comte, un personaje que abandona su vocación médica y, a través de una interpretación bíblica (“Bienaventurados los pobres de espíritu…”), se adentra en el secreto de la sinarquía.

La obra se convierte en un espejo deformante de la persecución, la superstición y el poder disfrazado de conocimiento. Aguinis no escatima en ironía ni en crudeza: su estilo hiela la sangre mientras nos arrastra por una trama donde el odio se organiza como doctrina, y la idiotez se convierte en sistema. El autor mismo confiesa que fue una cuesta dolorosa tener que convertir en blanco de la furia persecutoria a uno de los sectores más indefensos de la humanidad.

Desde el punto de vista del Consejo Editorial, esta novela merece ser ritualizada como un alegato contra la banalización del mal y la manipulación ideológica. Su estructura narrativa, que mezcla profundidad psicológica con elementos grotescos, podría ser diagramada como una espiral de descenso simbólico, donde cada giro revela una nueva forma de idiotez institucionalizada.

🔍 Propuesta editorial:

  • Ficha visual con símbolos de sinarquía, medicina frustrada y persecución ritual.

  • Debate ceremonial sobre el uso de la ironía como herramienta ética.

  • Registro en el altar de novelas que denuncian la idiotez organizada como forma de poder.

  Marcos Aguinis

            La conspiración de los idiotas

 

            Sudamericana

 


            Marcos Aguinis nació en Córdoba, Argentina. Es el gran autor argentino moderno, el más leído, escuchado, respetado, capaz de saltar de la novela al ensayo y de allí al breve pero contundente texto periodístico, sin temor a enfrentar asuntos conflictivos con sinceridad y compromiso. Ha conquistado un enorme público de lectores, pero también enemigos que no le perdonan los valientes ajustes que, ante pruebas de la evidencia, se impone a sí mismo con juvenil flexibilidad. Fue invitado como “Escritor Distinguido” por la American University y el Wilson International Center, ambos de Washington; Francia lo designó Caballero de las Letras y las Artes y fue el primer latinoamericano en ganar el Premio Planeta de España. Su tenaz lucha por la justicia y los derechos humanos lo ha convertido en un referente insobornable. Hasta el cineasta Luis Buñuel dijo que de Marcos Aguinis lo impresionó “su profundo sentido ético, político y social”. Sus novelas han marcado hitos literarios inolvidables: La cruz invertida, Refugiados: crónica de un palestino, La conspiración de los idiotas, Profanación del amor, La gesta del marrano, La matriz del infierno, Los iluminados, Asalto al Paraíso, La pasión según Carmela. Sus ensayos revelan una lucidez cegadora: Carta esperanzada a un General, Elogio de la culpa, Las redes del odio, Un país de novela, El atroz encanto de ser argentinos, ¿Qué hacer?, ¡Pobre patria mía! Todos sus títulos fueron reeditados en numerosas oportunidades, y sus lectores se obstinan en coleccionarlos, como sucede con los verdaderos clásicos. www.aguinis.net

 


 PRÓLOGO

 

            El fanatismo enceguecía a la guerrilla y a la represión. Ambas creían tener abundantes razones para destrozar al país con sufrimiento, ofensas y muerte.

            El ascenso de la temperatura criminal empezó a ser acompañado por una extraña palabreja: sinarquía. Casi nadie sabía su significado y por eso, tal vez, logró tanta popularidad. Se refería en forma ambigua al gran cenáculo que manejaba los hilos del universo. Tenía obvio parentesco con viejas teorías conspirativas en las que se apoyaban ciertos delirios paranoicos.

            Quise escribir un ensayo sobre la etimología, historia y riesgos de esa palabra. Pero advertí a tiempo que era un propósito ingenuo: contestar al absurdo con la lógica, a la locura con la razón. Pretendía detener un alud de nieve soplando con la boca. Situaciones de este tipo exigen una réplica distinta. Al grotesco hay que ponerle enfrente un grotesco más grande aún.

            Nació entonces el núcleo de esta novela. La poderosa inteligencia que maneja el universo tenía que ser algo extremadamente contrario a lo verosímil para tornar evidente que un delirio, aunque mueva montañas, no necesita de la sensatez. Concebidos el personaje y algunas de sus peripecias, me introduje en su alma turbulenta. No sospechaba que, para seguirlo, debía recorrer varios círculos del infierno, el asombro y la carcajada. Natalio Comte era más real y seductor de lo previsible; el magnetismo de sus construcciones mentales tenía demasiada fuerza. Me convertí en el atento escriba de sus ideas, aventuras y desatinos, que él, por supuesto, consideraba una ruta ejemplar.

            Yo creía que por primera vez la literatura tomaba como protagonista a un agente de propaganda médica. Es una profesión que le permite al personaje cabalgar sobre dos monturas y ser, al mismo tiempo, aliado y enemigo de su trabajo. Su frustración en la Facultad nutre un inconsolable resentimiento, útil para su fanatismo. Las numerosas críticas que formula con vehemencia mezclan verdad con mentira, información comprobable con datos apócrifos, tal como ocurre en la mente de los que se fascinan con sus distorsionadas construcciones. Habla mucho de medicina porque no es médico, y rechaza precisamente lo que tanto envidia. Es inteligente y culto, lo cual no impide que su agresividad, insolencia e histrionismo lo tornen desopilante y hasta atractivo. No es un líder fundamentalista, pero merecería serlo.

            Algunas de sus acciones me generaron susto, otras me hicieron reír mientras escribía. Llegó un momento en que no pude continuar. Natalio Comte me exigía demasiado; y yo no soportaba ir tan lejos. Suspendí el proyecto por meses y hasta decidí quemarlo. Pero el clima feroz que reinaba en el país me susurraba que tenía el deber de continuar.

            Cuando llegué a la última página, guardé los originales en un cajón. Temía llevarlos a la Editorial Planeta, donde había publicado mis últimos libros. Finalmente leyeron la obra y ocurrió lo presentido: no se animaban a imprimirla. Entonces fui a la Editorial Emecé. Carlos Frías también opinó que, así como estaba escrita, el gobierno militar ordenaría su secuestro; debía cancelar o modificar varios capítulos. Comenté esta situación a mi esposa y algunos amigos. Alguien sugirió que escribiese un post scriptum y explicase que todo era ficción, que no quería ofender a ninguna franja social. «Es obvio», dije. Pero trasladé la iniciativa a la editorial, que la consideró una solución razonable. El libro no fue secuestrado, obtuvo buena crítica y agotó varias ediciones en poco tiempo. Cuando se estaba por imprimir la segunda edición, Frías me llamó para avisarme que podíamos suprimir el post scriptum. «Prefiero que permanezca como testimonio de las ridículas condiciones en que se publicó este libro», contesté.

            Al revisar la presente edición de Editorial Sudamericana, me reencuentro con fantasmas y sensaciones que poblaron mi cabeza durante aquellos años de locura. Revivo el humor negro cuyas ráfagas cruzaban la cotidianidad, las denuncias directas o elípticas, las dificultades de edición, el clima de violencia, la busca de enemigos imaginarios, el cinismo, la debilidad del amor, el ubicuo clima hostil, los clandestinos chistes catárticos. Ingredientes de una sociedad autoritaria al rojo vivo que nos intoxicaron en la Argentina y siguen vigentes en la mayor parte del mundo.

            Marcos Aguinis

 

            Buenos Aires, enero de 1996.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

LA BIBLIA DE LOS CÓDIGOS SECRETOS LIBROS CÚPULA PRÓLOGO

    LA BIBLIA DE LOS CÓDIGOS SECRETOS   LIBROS CÚPULA  PRÓLOGO   Tienes en tus manos un documento muy especial. Hay muchísimos libros sob...

Páginas