27 de junio de 2024
CATEDRA
EN EL CAFÉ (Fragmentos de novelas, ideas literarias, ideas filosóficas y
otros).
Sabe lo que es el Tiempo?
Es
sencilla la pregunta, no creo que tenga mayores cuestionamientos. Lo
difícil es la respuesta señor Hardin. (Tuve de nuevo intenciones de
incorporarme pero, no fue posible. Volvía mi estado cataléptico. Una vez que
dejé la taza de café los músculos no me volvieron a obedecer. Casasola Brown
permaneció delante de uno de los vitrales y a cierta distancia de mí.
Hizo otra pregunta sin que se
respondiera por él ni por mí el asunto del Tiempo. ¿Sabe que ni el programa
Mephisto ha podido responder con toda su inteligencia artificial? Creo en
verdad que nadie podrá responder nunca. ¿Cree usted señor Hardin en la
inmortalidad?
***
Por segundos – y en medio de los
diálogos - escucho el agua fluir:
perezosa se desliza de la boca del sátiro hasta caer al estanque: las
diferentes matas acuáticas y flores de loto se mueven con lentitud y percibo furtivos
los lomos rojos de algunos pececillos. ¿Es una contienda? ¡No! No lo deseo
aceptar pero, lo sé: es una comunión con aquel ser. Soy copartícipe de sus
historias, ahora me doy cuenta de ello.
Estoy de frente a Casasola Brown, nos limita el estanque… pero, no, no
creo que sea una contienda, un enfrentamiento de intelectos o del policía o del
caza-recompensa – el hombre duro, fuerte, profesional y astuto que ha atrapado
a los criminales más importantes y peligrosos de los últimos años- no, por el
contrario me hermana una contemplación casi “divina” del hombre. ¿Temor? Por
momentos siento el peligro, el salto del tigre, la mordedura de una cobra que
llega hasta mí con el aliento frío de los nenúfares pero, también es una
adoración y en un complacerme en todo lo que comenta el hombre. Escucho de
nuevo con una parsimonia la voz de don Julián al fondo de la glorieta:
FRAGMENTO. NOVELA. EN PRODUCCIÓN: EL
RETORNANTE NOCTURNO.
***
— Ha
pasado tanto tiempo que no recuerdo en verdad del cuando inicié ese no-retorno
de los placeres insanos, mis instintos primarios. Tampoco crea que me
avergüenzo de ellos; por supuesto que no. Es la Naturaleza, el orden… no se
deje engañar. La Humanidad se deja engañar cuando hablamos de “placeres”
insanos y que podemos dominar nuestros instintos primarios. ¿Lo podemos hacer,
señor Hardin? Creo que no. Fingimos. No
crea que el Hombre ha cambiado en estas centurias de las que yo puedo dar fe.,
por supuesto que no ha cambiado. ¿No
es la perversión la cima del placer?
FRAGMENTO. NOVELA. EN PRODUCCIÓN: EL
RETORNANTE NOCTURNO.
***
Escuché de nuevo la voz:
— Acá
estaremos más cómodos, digo por los sillones. No crea señor Hardin, todo lo
había planeado para nuestra cita. Deseo que esté lo más cómodo posible. ¿Lo
está? ¿Lo está señor Hardin?
No supe qué contestar de inmediato.
Por momentos me pareció que aquello era de una afectación ridícula y más que un
hombre educado se proyectó todo como en una fanfarria.
— Por
supuesto que lo estoy señor. Contesté de inmediato al hombre.
— Es
lo menos que puedo hacer por un invitado tan especial. Y no lo digo con
ironía. Lo digo en verdad. El hombre posee máscaras de máscaras. La
sociedad le inclina a ponerse máscaras ante los otros como si todos
estuviéramos actuando en un vulgar teatro. Porque, la verdad de las veces, la
vida es vulgar. Pero… hoy no puedo actuar porque esta noche no es una noche
vulgar, esta noche soy yo: Julián Casasola Brown, el hombre que desea relatarle
su historia como ya se lo dije al inicio de esta conversación… ¿Qué más dá?
FRAGMENTO. NOVELA. EN PRODUCCIÓN: EL
RETORNANTE NOCTURNO.
***
Pero, le repito que aquella
deificación o divinización de lo erótico se fue modificando a través del
tiempo. Lo erótico y su placer posee estadios: el voyeur, el fetichista, el
masoquista, el sádico, y un sinnúmero de
parafilias que no creo que estén todas en un diccionario o una enciclopedia del
sexo. Y entonces, todo empezó o fue
concomitante con los ritos órficos y los asesinatos.
FRAGMENTO. NOVELA. EN PRODUCCIÓN: EL
RETORNANTE NOCTURNO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario