Notas al Canto VII: [L1]Renunciamos a escoger una entre las numerosísimas explicaciones dadas a las palabras de Pluto, que podemos resumir en una exclamación de rabia ante la presencia de los viajeros.
[L2]Cuando el arcángel Miguel derrotó a los demonios rebeldes.
[L3]El estrecho de Mesina, donde se hallaban las mitológicas rocas de Scila y el torbellino de Caribdis.
[L4]Porque creen que la Fortuna es la señora de los bienes terrenos, cuando únicamente su distribuidora.
[L5]Descienden al quinto círculo, que es el de los iracundos, acidiosos, soberbios y envidiosos, sumergidos en las fangosas aguas de la Estigia.
[L6]No era permitido estar en el Infierno más que una noche (Eneida, VI).
[L7]También es una referencia virgiliana. Según la antigua mitología, Estigia era una laguna que separaba el mundo de los vivos del reino de los muertos.
CANTO
VII
dijo Pluto con voz enronquecida;
y aquel sabio gentil que todo sabe, 3
me quiso confortar: «No te detenga
el miedo, que por mucho que pudiese
no impedirá que bajes esta roca.» 6
Luego volvióse a aquel hocico hinchado,
y dijo: «Cállate maldito lobo,
consúmete tú mismo con tu rabia. 9
No sin razón por el infierno vamos:
se quiso en lo alto allá donde Miguel
Cual las velas hinchadas por el viento
revueltas caen cuando se rompe el
mástil,
tal cayó a tierra la fiera cruel. 15
Así bajamos por la cuarta fosa,
entrando más en el doliente valle
que traga todo el mal del universo. 18
¡Ah justicia de Dios!, ¿quién amontona
nuevas penas y males cuales vi,
y por qué nuestra culpa así nos triza? 21
se destroza con la otra que se
encuentra,
así viene a chocarse aquí la gente. 24
Vi aquí más gente que en las otras
partes,
y desde un lado al otro, con chillidos,
haciendo rodar pesos con el pecho. 27
Entre ellos se golpean; y después
cada uno volvíase hacia atrás,
gritando «¿Por qué agarras?, ¿por qué
tiras?» 30
Así giraban por el foso tétrico
de cada lado a la parte contraria,
siempre gritando el verso vergonzoso. 33
Al llegar luego todos se volvían
para otra justa, a la mitad del
círculo,
y yo, que estaba casi conmovido, 36
dije: «Maestro, quiero que me expliques
quienes son éstos, y si fueron clérigos
todos los tonsurados de la izquierda.» 39
Y él a mí. «Fueron todos tan escasos
de la razón en la vida primera,
que ningún gasto hicieron con mesura. 42
Bastante claro ládranlo sus voces,
al llegar a los dos puntos del círculo
donde culpa contraria los separa. 45
Clérigos fueron los que en la cabeza
no tienen pelo, papas, cardenales,
que están bajo el poder de la
avaricia.» 48
Y yo: «Maestro, entre tales sujetos
debiera yo conocer bien a algunos,
que inmundos fueron de tan grandes
males.» 51
Y él repuso: «Es en vano lo que
piensas:
la vida torpe que los ha ensuciado,
a cualquier conocer los hace oscuros. 54
Se han de chocar los dos eternamente;
éstos han de surgir de sus sepulcros
con el puño cerrado, y éstos, mondos; 57
mal dar y mal tener, el bello mundo
les ha quitado y puesto en esta lucha:
no empleo mas palabras en contarlo. 60
Hijo, ya puedes ver el corto aliento,
de los bienes fiados a Fortuna,
por los que así se enzarzan los
humanos; 63
que todo el oro que hay bajo la luna,
y existió ya, a ninguna de estas almas
fatigadas podría dar reposo.» 66
«Maestro ‑‑dije yo‑, dime ¿quién es
esta
Fortuna a la que te refieres
que el bien del mundo tiene entre sus
garras?» 69
Y él me repuso: «Oh locas criaturas,
quiero que tú mis palabras incorpores. 72
Aquel cuyo saber trasciendo todo,
los cielos hizo y les dio quien los
mueve
tal que unas partes a otras se
ilulninan, 75
distribuyendo igualmente la luz;
de igual modo en las glorias mundanales
dispuso una ministra que cambiase 78
los bienes vanos cada cierto tiempo
de gente en gente y de una a la otra
sangre,
aunque el seso del hombre no Lo
entienda; 81
por Lo que imperan unos y otros caen,
siguiendo los dictámenes de aquella
que está oculta en la yerba tal
serpiente. 84
Vuestro saber no puede conocerla;
y en su reino provee, juzga y dispone
cual las otras deidades en el suyo. 87
No tienen tregua nunca sus mudanzas,
necesidad la obliga a ser ligera;
y aún hay algunos que el triunfo
consiguen. 90
Esta es aquella a la que ultrajan
tanto,
aquellos que debieran alabarla,
y sin razón la vejan y maldicen. 93
Mas ella en su alegría nada escucha;
feliz con las primeras criaturas
mueve su esfera y alegre se goza. 96
caen las estrellas que salían cuando
Del círculo pasamos a otra orilla
sobre una fuente que hierve y rebosa
por un canal que en ella da comienzo. 102
Aquel agua era negra más que persa;
y, siguiendo sus ondas tan oscuras,
por extraño camino descendimos. 105
este arroyuelo triste, cuando baja
al pie de la maligna cuesta gris. 108
Y yo, que por mirar estaba atento,
gente enfangada vi en aquel pantano
toda desnuda, con airado rostro. 111
No sólo con las manos se pegaban,
mas con los pies, el pecho y la cabeza,
trozo a trozo arrancando con los
dientes. 114
Y el buen maestro: «Hijo, mira ahora
las almas de esos que venció la cólera,
y también quiero que por cierto tengas 117
que bajo el agua hay gente que suspira,
y al agua hacen hervir la superficie,
como dice tu vista a donde mire. 120
Desde el limo exclamaban: «Triste
hicimos
el aire dulce que del sol se alegra,
tristes estamos en el negro cieno.»
Se atraviesa este himno en su gaznate,
y enteras no les salen las palabras. 126
Así dimos la vuelta al sucio pozo,
entre la escarpa seca y lo de enmedio;
mirando a quien del fango se atraganta:
129
y al fin llegamos al pie de una torre.
[L1]Renunciamos a escoger una entre las numerosísimas explicaciones dadas a
las palabras de Pluto, que podemos resumir en una exclamación de rabia ante la
presencia de los viajeros.
[L2]Cuando el arcángel Miguel derrotó a los demonios rebeldes.
[L3]El estrecho de Mesina, donde se hallaban las mitológicas rocas de Scila
y el torbellino de Caribdis.
[L4]Porque creen que la Fortuna es la señora de los bienes terrenos, cuando
únicamente su distribuidora.
[L5]Descienden al quinto círculo, que es el de los iracundos, acidiosos,
soberbios y envidiosos, sumergidos en las fangosas aguas de la Estigia.
[L6]No era permitido estar en el Infierno más que una noche (Eneida, VI).
[L7]También es una referencia virgiliana. Según la antigua mitología, Estigia
era una laguna que separaba el mundo de los vivos del reino de los muertos.
[L8]La acidia es el vicio que entristece el ánimo sin motivo.
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