jueves, 25 de agosto de 2016

Conaculta recuerda a José Gorostiza a 110 años de su natalicio.


Conaculta recuerda a José Gorostiza a 110 años de su natalicio
  Libros, revistas y literatura
 Efemérides
Información: HBL
Comunicado No. 2446/2011
09 de noviembre de 2011
***El poeta nació en Villahermosa, Tabasco, el 10 de noviembre de 1901
***Influyó con su obra a la literatura mexicana, siendo uno de los miembros más brillantes de la generación de los Contemporáneos

“Lleno de mí, sitiado en mi epidermis por un dios inasible que me ahoga, mentido acaso/ por su radiante atmósfera de luces/ que oculta mi conciencia derramada,/ mis alas rotas en esquirlas de aire,/ mi torpe andar a tientas por el lodo;/ lleno de mí -ahíto- me descubro/ en la imagen atónita del agua”.
Con esas palabras de Muerte sin fin, el poeta José Gorostiza impactó para siempre a la literatura mexicana, dotando de sangre y latidos propios al sentir de toda una generación que se abría camino entre la influencia del pasado y la modernidad.
Uno de los miembros más brillantes y queridos de la llamada generación de los Contemporáneos, José Gorostiza, nació el 10 de noviembre de 1901 en la comunidad de San Juan Bautista, hoy conocida como Villahermosa, Tabasco, tierra a la que nombraría como “un paraíso de luminosidades y oscuridades que definieron su alma de juventud”.
Considerado uno de los maestros del simbolismo en el quehacer poético, creando en cada obra imágenes poderosas a las que muchos críticos describieron como arquetípicas, José Gorostiza fue un eterno hacedor de preguntas que para muchas generaciones tradujo los sentimientos más intrínsecos en cuestionamientos inteligibles, aunque profundamente espirituales, desgarradores y pasionales.
       Del grupo de los Contemporáneos, en el que destacan grandes figuras como Xavier Villaurrutia , Carlos Pellicer y Gilberto Owen, a Gorostiza se le reconoce en el ámbito poético por su destreza para moldear la belleza en palabras vivas que a menudo cruzan la frontera con lo onírico.
       Sus dos grandes obras, Canciones para cantar en las barcas (1925) y Muerte sin fin (1939), son para muchas generaciones de lectores un ejemplo del poder de la literatura para crear revoluciones culturales y para hacer participe al lector de sendas dialécticas, a menudo metafísicas que expresan las preguntas constantes de la condición humana.
       José Gorostiza fue un conocido adepto a la literatura europea y durante varios años se dedicó a la crítica literaria y de artes plásticas, reseñando en sus artículos el gran movimiento cultural que experimentaba México en el primer tercio del siglo XX.
       Como servidor público, trabajó en el servicio exterior desde 1927, representando los intereses de la nación en Italia e Inglaterra, entre otros países.
       En su papel de diplomático, Gorostiza invertía todo su tiempo libre en la creación de su obra literaria, afirmando que “la poesía no es diferente, en esencia, a un juego de escondidas,  en que el poeta la descubre y la denuncia, y entre ella y el, como en el amor, todo lo que existe es la alegría de este juego.
       Fue jefe del Departamento de Bellas Artes de la SEP y en 1958  trabajó como subsecretario de la Secretaría de Relaciones y como secretario de la misma en 1964.
       En 1944 se desempeñó como ministro plenipotenciario y director general de Asuntos Políticos y del Servicio Diplomático, siendo en 1946, asesor del representante de México ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
       Otro cargo relevante fue el de embajador de México en Grecia, de 1950 a 1951.  De 1953 a 1964 participó como delegado en muchas conferencias internacionales y de 1965 a 1970 ocupó la presidencia de la Comisión Nacional de Energía Nuclear.
       A mediados de los años cincuenta, el poeta ingresó como miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, y se desempeño en la docencia como catedrático universitario. En 1968 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura.
       José Gorostiza falleció en la Ciudad de México el 16 de marzo de 1973, dejando con su obra una huella imborrable en la cultura mexicana.

***
(Fragmento). Muerte sin fin.
José Gorostiza
Muerte sin fin (fragmento)

" Lleno de mí, sitiado en mi epidermis
por un dios inasible que me ahoga,
mentido acaso
por su radiante atmósfera de luces
que oculta mi conciencia derramada,
mis alas rotas en esquirlas de aire,
mi torpe andar a tientas por el lodo;
lleno de mí —ahito— me descubro
en la imagen atónita del agua,
que tan sólo es un tumbo inmarcesible,
un desplome de ángeles caídos
a la delicia intacta de su peso,
que nada tiene
sino la cara en blanco
hundida a medias, ya, como una risa agónica,
en las tenues holandas de la nube
y en los funestos cánticos del mar
—más resabio de sal o albor de cúmulo
que sola prisa de acosada espuma.
No obstante —oh paradoja— constreñida
por el rigor del vaso que la aclara,
el agua toma forma.
En él se asienta, ahonda y edifica,
cumple una edad amarga de silencios
y un reposo gentil de muerte niña,
sonriente, que desflora
un más allá de pájaros
en desbandada.
En la red de cristal que la estrangula,
allí, como en el agua de un espejo,
se reconoce;
atada allí, gota a gota,
marchito el tropo de espuma en la garganta,
¡qué desnudez de agua tan intensa,
qué agua tan agua,
está en su orbe tornasol soñando,
cantando ya una sed de hielo justo!
¡Mas qué vaso —también— más providente
éste que así se hinche
como una estrella en grano,
que así, en heroica promisión, se enciende
como un seno habitado por la dicha,
y rinda así, puntual,
una rotunda flor
de transparencia al agua,
un ojo proyectil que cobra alturas
y una ventana a gritos luminosos
sobre esa libertad enardecida
que se agobia de cándidas prisiones! "

Fuente:
http://www.cultura.gob.mx/noticias/libros-revistas-y-literatura/16934-conaculta-recuerda-a-jose-gorostiza-a-110-anos-de-su-natalicio.html

http://www.epdlp.com/texto.php?id2=1770

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