miércoles, 9 de marzo de 2016

Jorge Luis Borges.HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA 301 EL IMPOSTOR INVEROSÍMIL TOM CASTRO...


HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA 301

EL IMPOSTOR INVEROSÍMIL TOM CASTRO
Ese nombre le doy porque bajo ese nombre lo conocieron por calles
y por casas de Talcahuano, de Santiago de Chile y de Valparaíso,
hacia 1850, y es justo que lo asuma otra vez, ahora que
retorna a estas tierras —siquiera en calidad de mero fantasma y
de pasatiempo del sábado.1 El registro de nacimiento de Wapping
lo llama Arthur Orton y lo inscribe en la fecha 7 de junio
de 1834. Sabemos que era hijo de un carnicero, que su infancia
conoció la miseria insípida de los barrios bajos de Londres y que
sintió el llamado del mar. El hecho no es insólito. Run away to
sea, huir al mar, es la rotura inglesa tradicional de la autoridad
de los padres, la iniciación heroica. La geografía la recomienda y
aun la Escritura (Psalmos, CVII): Los que bajan en barcas a la mar,
los que comercian en las grandes aguas; ésos ven las obras de Dios
y sus maravillas en el abismo. Orton huyó de su deplorable suburbio
color rosa tiznado y bajó en un barco a la mar y contempló
con el habitual desengaño la Cruz del Sur, y desertó en el puerto
de Valparaíso. Era persona de una sosegada idiotez. Lógicamente,
hubiera podido (y debido) morirse de hambre, pero su confusa
jovialidad, su permanente sonrisa y su mansedumbre infinita le
conciliaron el favor de cierta familia de Castro, cuyo nombre adoptó.
De ese episodio.sudamericano no quedan huellas, pero su gratitud
no decayó, puesto que en 1861 reaparece en Australia, siempre
con ese nombre: Tom Castro. En Sydney conoció a un tal Bogle,
un negro sirviente. Bogle, sin ser hermoso, tenía ese aire reposado
y monumental, esa solidez como de obra de ingeniería que tiene
el hombre negro entrado en años, en carnes y en autoridad. Tenía
una segunda condición, que determinados manuales de etnografía
han negado a su raza: la ocurrencia genial. Ya veremos
luego la prueba. Era un varón morigerado y decente, con los antiguos
apetitos africanos muy corregidos por el uso y abuso del
calvinismo. Fuera de las visitas del dios (que describiremos después)
era absolutamente normal, sin otra irregularidad que un
pudoroso y largo temor que lo demoraba en las bocacalles, recelando
del Este, del Oeste, del Sur y del Norte, del violento vehículo
que daría fin a sus días.
Orton lo vio un atardecer en una desmantelada esquina de
Sydney, creándose decisión para sortear la imaginaria muerte. Al
1 Esta metáfora me sirve para recordar al lector que estas biografías infames
aparecieron en el suplemento sabático de un diario de la tarde.
!?02 JORGE LUIS BORGES—OBRAS COMPLETAS
lato largo de mirarlo le ofreció el brazo y atravesaron asombrados
los dos la calle inofensiva. Desde ese instante de un atardecer
ya difunto, un protectorado se estableció: el del negro inseguro
v monumental sobre el obeso tarambana de Wapping. En setiembre
de i 865, ambos leyeron en un diario local un desolado aviso.

El  IDOLATRADO HOMBRE MUERTO
En las postrimerías de abril de 1854 (mientras Orton provocaba
las ekisiones de la hospitalidad chilena, amplia como sus
patios) naufragó en aguas del Atlántico el vapor Mermaid, procedente
de Rio de Janeiro, con rumbo a Liverpool. Entre los que
perecieron estaba Roger Charles Tichborne, militar inglés criado
en Francia, mayorazgo de una de las principales familias católicas
de Lnglaterra. Parece inverosímil, pero la muerte de ese joven
afrancesado, que hablaba inglés con el más fino acento de París
v despertaba ese incomparable rencor que sólo causan la inteligencia,
la gracia y la pedantería francesas, fue un acontecimiento
iraseendental en el destino de Orton, que jamás lo había visto.
Lady Tichborne, horrorizada madre de Roger, rehusó creer en
su muerte y publicó desconsolados avisos en los periódicos de
más .amplia circulación. Uno de esos avisos cayó en las blandas
manos funerarias del negro Bogle, que concibió un proyecto genial.
Fuente: Editorial EMECÉ Editores. Buenos Aires, Argentina. 1972.

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