jueves, 22 de noviembre de 2012

LOPE DE VEGA: MONSTRUO DE LA NATURALEZA


Félix Lope de Vega y Carpio, nació y murió en Madrid, 25 de noviembre de 1562-27 de agosto de 1635.

Lope de Vega procedía de una familia humilde y su vida fue sumamente agitada y llena de lances amorosos. Estudió en los jesuitas de Madrid (1574) y cursó estudios universitarios en Alcalá (1576), aunque no consiguió el grado de bachiller.

Debido a la composición de unos libelos difamatorios contra la comedianta Elena Osorio (Filis) y su familia, por desengaños amorosos, Lope de Vega fue desterrado de la corte (1588-1595). No fue éste el único proceso en el que se vio envuelto: en 1596, después de ser indultado en 1595 del destierro, fue procesado por amancebamiento con Antonia de Trillo.

Estuvo enrolado, al menos, en dos expediciones militares, una la que conquistó la isla Terceira en las Azores (1583), al mando de don Álvaro de Bazán, y la otra, en la Armada Invencible. Fue secretario de varios personajes importantes, como el marqués de Malpica o el duque de Alba, y a partir de 1605 estuvo al servicio del duque de Sessa, relación sustentada en una amistad mutua.

Lope se casó dos veces: con Isabel de Urbina (Belisa), con la que contrajo matrimonio por poderes tras haberla raptado antes de salir desterrado de Madrid, y con Juana de Guardo en 1598. Aparte de estos dos matrimonios, su vida amorosa fue muy intensa, ya que mantuvo relaciones con numerosas mujeres, incluso después de haber sido ordenado sacerdote. Entre sus amantes se puede citar a Marina de Aragón, Micaela Luján (Camila Lucinda) con la que tuvo dos hijos, Marcela y Lope Félix, y Marta de Nevares (Amarilis y Marcia Leonarda), además de las ya citadas anteriormente.

La obra y la biografía de Lope de Vega presentan una gran trabazón, y ambas fueron de una exuberancia casi anormal. Como otros escritores de su tiempo, cultivó todos los géneros literarios.

La primera novela que escribió, La Arcadia (1598), es una obra pastoril en la que incluyó numerosos poemas. En Los pastores de Belén (1612), otra novela pastoril pero «a lo divino», incluyó, de nuevo, numerosos poemas sacros. Entre estas dos apareció la novela bizantina El peregrino en su patria (1604), que incluye cuatro autos sacramentales. La Filomena y La Circe contienen cuatro novelas cortas de tipo italianizante, dedicadas a Marta de Nevares. A la tradición de La Celestina, la comedia humanística en lengua vulgar, se adscribe La Dorotea, donde narra sus frustrados amores juveniles con Elena Osorio.

Su obra poética usó de todas las formas posibles y le atrajo por igual la lírica popular y la culterana de Góngora, aunque, en general, defendió el «verso claro». Por un lado están los poemas extensos y unitarios, de tono narrativo y asunto a menudo épico o mitológico, como, por ejemplo: La Dragontea (1598), La hermosura de Angélica (1602), inspirado en el Orlando de Ariosto, Jerusalén conquistada (1609), basada en Tasso, La Andrómeda (1621), La Circe (1624). De temática religiosa es El Isidro (1599) y también los Soliloquios amorosos (1626). La Gatomaquia (1634) es una parodia épica.

En cuanto a los poemas breves, su lírica usó de todos los metros y géneros. Se encuentra recogida en las Rimas (1602), Rimas sacras (1614), Romancero espiritual (1619), Triunfos divinos con otras rimas sacras (1625), Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (1634) y la Vega del Parnaso (1637).

Donde realmente vemos al Lope renovador es en el género dramático. Después de una larga experiencia de muchos años escribiendo para la escena, Lope compuso, a petición de la Academia de Madrid, el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609). En él expone sus teorías dramáticas que vienen a ser un contrapunto a las teorías horacianas, expuestas en la Epístola a los Pisones.

De las tres unidades -acción, tiempo y lugar-, Lope sólo aconseja respetar la unidad de acción para mantener la verosimilitud, y rechaza las otras dos, sobre todo en las obras históricas, donde se comprende el absurdo de su observación, aconseja la mezcla de lo trágico y lo cómico (en consonancia con el autor de La Celestina), de ahí la enorme importancia de la figura del gracioso en su teatro y, en general, en todas las obras del Siglo de Oro, regulariza el uso de las estrofas de acuerdo con las situaciones y acude al acervo tradicional español para extraer de él sus argumentos (crónicas, romances, cancioncillas).
En general, las obras teatrales de Lope de Vega giran en torno a dos ejes temáticos, el amor y el honor, y su público es de lo más variado, desde el pueblo iletrado hasta el más culto y refinado. De su extensísima obra, más de «mil quinientas» según palabras del propio autor, se conservan unas trescientas de atribución segura.

La temática es tan variada que resulta de difícil clasificación. El grupo más numeroso es el de comedias de capa y espada, basadas en la intriga de acción amorosa: La dama boba, Los melindres de Belisa, El castigo del discreto, El caballero del milagro, La desdichada Estefanía, La discreta enamorada, El castigo sin venganza, Amar sin saber a quién y El acero de Madrid. De tema caballeresco: La mocedad de Roldán y El marqués de Mantua. De tema bíblico y vidas de santos: La creación del mundo y El robo de Dina. De historia clásica: Contra valor no hay desdicha. De sucesos históricos españoles: El bastardo Mudarra y El duque de Viseo.

Sus obras más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los nobles, situaciones frecuentes en el caos político de la España del s. XV, entre ellas se encuentran: La Estrella de Sevilla, Fuente Ovejuna, El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo. De tema amoroso son La doncella Teodor, El perro del hortelano, El castigo del discreto, La hermosa fea y La moza de cántaro.


De verdadero MONSTRUO DE LA NATURALEZA TRANSCRIBO UN PARLAMENTO DE FUENTEOVEJUNA .

Fuenteovejuna ha sido considerada una de las obras maestras de Lope de Vega, destacada dentro de toda su vastísima producción, en ella se evidencia la indiscutida experiencia poética y teatral del autor.
El carácter histórico de Fuenteovejona sitúa su acción en la España de finales de siglo XV, época en la que se sucede la incursión de una nueva ideología que proponía una concentración del poder en manos del rey, contrapuesta a la anterior ideología feudal, además de la división de la nobleza castellana, originando hechos como el ocurrido en Fuenteovejuna en 1476, en el que el pueblo enfurecido asesina al señor de la aldea, Fernán Gómez, Comendador de la Orden de Calatrava, debido a su proceder deshonesto y violento.
En Fuenteovejuna se ve representada el alma del pueblo en una situación histórica puntual, poniendo de manifiesto sentimientos e ideales propios de la humanidad tales como el honor, la justicia y la libertad.

Parlamento aún hoy vigente después pasados más de 400 años...


LAURENCIA:               Por muchas razones,
               y sean las principales:
               porque dejas que me roben
               tiranos sin que me vengues,
               traidores sin que me cobres.
               Aún no era yo de Frondoso,
               para que digas que tome,
               como marido, venganza;
               que aquí por tu cuenta corre;
               que en tanto que de las bodas
               no haya llegado la noche,        
               del padre, y no del marido,
               la obligación presupone;
               que en tanto que no me entregan
               una joya, aunque la compren,
               no ha de correr por mi cuenta        
               las guardas ni los ladrones.
               Llevóme de vuestros ojos
               a su casa Fernán Gómez;
               la oveja al lobo dejáis
               como cobardes pastores.    
               ¿Qué dagas no vi en mi pecho?
               ¿Qué desatinos enormes,
               qué palabras, qué amenazas,
               y qué delitos atroces,
               por rendir mi castidad      
               a sus apetitos torpes?
               Mis cabellos ¿no lo dicen?
               ¿No se ven aquí los golpes
               de la sangre y las señales?
               ¿Vosotros sois hombres nobles?        
               ¿Vosotros padres y deudos?
               ¿Vosotros, que no se os rompen
               las entrañas de dolor,
               de verme en tantos dolores?
               Ovejas sois, bien lo dice        
               de Fuenteovejuna el hombre.
               Dadme unas armas a mí
               pues sois piedras, pues sois tigres...
               --Tigres no, porque feroces
               siguen quien roba sus hijos,    
               matando los cazadores
               antes que entren por el mar
               y pos sus ondas se arrojen.
               Liebres cobardes nacistes;
               bárbaros sois, no españoles.      
               Gallinas, ¡vuestras mujeres
               sufrís que otros hombres gocen!
               Poneos ruecas en la cinta.
               ¿Para qué os ceñís estoques?
               ¡Vive Dios, que he de trazar    
               que solas mujeres cobren
               la honra de estos tiranos,
               la sangre de estos traidores,
               y que os han de tirar piedras,  
               hilanderas, maricones,
               amujerados, cobardes,
               y que mañana os adornen
               nuestras tocas y basquiñas,
               solimanes y colores!        
               A Frondoso quiere ya,
               sin sentencia, sin pregones,
               colgar el comendador
               del almena de una torre;
               de todos hará lo mismo;        
               y yo me huelgo, medio-hombres,
               por que quede sin mujeres
               esta villa honrada, y torne
               aquel siglo de amazonas,
               eterno espanto del orbe.

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