NADJA
Letras
Universales
ANDRE BRETON
Nadja
Edición de José Ignacio Velazquez
Traducción de José Ignacio Velazquez
TERCERA
EDICIÓN
CÁTEDRA
LETRAS UNIVERSALES
Titulo original de la obra
Nadja
1.a edición, 1997
3.ª edición, 2004
Diseño de cubierta: Diego Lara
Ilustración de cubierta: Dibujo de Nadja
© Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.),
1997, 2004
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027
Madrid
Deposito legal: M.11.782-2004
ISBN: 84-376-1549-6
Printed in Spain
Impreso en Closas-Orcoyen, S.L.
Paracuellos de Jarama (Madrid)
INTRODUCCIÓN
Nadja aparece como una obra compleja, densa en
significados y claves —aun en contra de la voluntad expresada por su autor. En
ella, al lado de la relación experimental que mantuvieron Breton y la
protagonista aparente del relato, figuran las formulaciones esenciales del
Surrealismo en el período al que pertenece,
a veces simplemente apuntadas, en otras ocasiones más desarrolladas,
así como el conjunto de rasgos de la escritura bretoniana. No permite una
lectura cómoda o relajada, sino que exige, por el contrario, un sostenido
esfuerzo de atención así como una permanente puesta en relación de su texto con
otros del Surrealismo. Por ello, ha resultado necesario aportar, además de una
Introducción de carácter explicativo, un conjunto de notas inevitablemente
amplio que sirvan al lector como apoyos en sus etapas de lectura.
La vida del poeta resulta, por otra parte, extremadamente
densa en razón de sus múltiples actividades y peripecias personales, y el
objeto de estas primeras páginas es, sobre todo, ofrecer un perfil del creador
y también facilitar aquellos elementos que permitan situar con mayor precisión
determinadas claves de un texto no siempre bien comprendido, de ningún modo
aportar una biografía más a las numerosas ya existentes. En consecuencia, ha
parecido oportuno prestar más atención al período que se extiende hasta la
publicación de la obra —es, finalmente, lo que interesa sobre todo a un lector
de Nadja— y revisar con menos detenimiento el período posterior, hasta
su muerte. No se entienda por ello que sus actividades, sus producciones o su vida
tienen un menor interés a partir de 1928: la fecha es puramente accidental. Y
tampoco se entienda que es la obra más interesante del poeta —quizás sí lo sea,
pero eso no hace al caso—, o su obra maestra, según la expresión tópica, y que
las posteriores difícilmente alcanzarán su nivel: ¿qué haríamos entonces con Los
vasos comunicantes, El amor loco, Fata Morgana o Constelaciones, por citar
sólo algunas de ellas? Pero la existencia precedente a Nadja parece
inevitablemente más significativa que la posterior para la comprensión de la
obra y este es el único criterio para la redacción de estas páginas iniciales.
Breton hasta
"Nadja" (1896-1928)
Breton había de nacer el mismo año que
Artaud o que Tzara, el de la muerte de Verlaine, casi con total certeza el 18
de febrero de 1896, a las 22'30 horas, en Tinchebray, región del Orne, de padre
empleado de comercio —pero gendarme en el momento del nacimiento, como más
adelante será contable y subdirector de una
cristalería— y madre costurera; con antecedentes familiares rurales, de
la Lorena y de Bretaña, donde vivió durante
sus primeros cuatro años, en Saint-Brieuc, con su abuelo materno, antes
de instalarse con su familia en Pantin pero regresando, en verano, a Bretaña.
La fecha de su nacimiento sigue siendo controvertida: su partida de nacimiento
—por consiguiente sus cartillas escolar y militar— la fija al día siguiente,
19, a las 22 horas, lo cual apenas tendría importancia si no fuera por la que
el creador le concede a su carta astral —véase su reproducción en la obra de
S. Alexandrian mencionada en la Bibliografía— elaborada a partir del día 18,
por sus indicaciones contradictorias y por el hecho de que en el Manifiesto
de 1924 indicará: "… ¿no soy yo el pez soluble?, ¡he nacido bajo el
signo de Piscis y el hombre es soluble en su pensamiento!"[1].
Pues bien, como la crítica ha señalado insistentemente, en 1896 el paso de
Acuario a Piscis se produce en la madrugada del 19 (cerca de las 3 de la
mañana, hora de París). Legrand, Bédouin, Audoin y otros se han interesado
igualmente por este aspecto en razón del interés que el propio Breton le
prestaba.
El creador será extraordinariamente discreto con respecto
a su infancia, a pesar de algunos apuntes que aparecen casi a su pesar: la
prostituta de ojos violetas, la atracción hacia la flora bretona —su abuelo se
interesaba por las plantas y por los insectos— o, simplemente, el comentario
con el que comienza el primer Manifiesto: "El hombre, ese
definitivo soñador… (…) si conserva alguna lucidez no puede sino volverse hacia
su infancia que, por destrozada que haya sido por sus educadores, no por ello
le parece menos plena de encantos. La ausencia de cualquier rigor conocido le
permite la perspectiva de varias vidas simultáneas…"[2].
Y si insistía ante Parinaud en que su vida infantil tan sólo el psicoanálisis
podría desvelarla, y en que únicamente quería considerarla "al salir de la
adolescencia, es decir en el momento en que me conozco ya cierto número de
gustos y de resistencias que sólo son mías, es decir, a partir de 1913"[3],
cabe representarse, en razón de esos retazos no queridos que traslucen la
formación de su sensibilidad, un niño imaginativo, sensible, curioso,
concentrado en su interior y poco inclinado a adoptar modelos convencionales
de comportamiento. Asiste a un colegio católico hasta los seis años —su madre,
autoritaria, es muy religiosa; su padre, en cambio, ateo— en que cambia a la
enseñanza pública: será, en conjunto, un alumno aplicado.
Sin embargo, algunos elementos anteriores a dicha
fecha parecen significativos. En 1911 conoce a su compañero de colegio, de
guerra, de Nantes y de Dadá, Théodore Fraenkel, con quien mantendrá una
estrecha amistad hasta 1932 a pesar de que éste, médico, no quisiera
participar en la aventura surrealista. Ambos comienzan a ejercitarse en poesía
y un año después Breton publicará dos de sus poemas con el seudónimo opaco y transparente
a un tiempo de René Dobrant en la revista colegial. Y también será compañero de
clase el fundador de la librería-editorial "Au Sans Pareil", que se
convertirá en 1920 en uno de los focos de Dadá en París, René Hilsum.
Finalmente, en la primavera de 1913, atraído por el anarquismo, participará en
las primeras manifestaciones políticas.
En dicha época, con diecisiete años, ha leído a Mallarmé,
Huysmans y Baudelaire y le ha fascinado la pintura de Moreau: "El descubrimiento
del museo G. Moreau, cuando tenía dieciséis años, condicionó para siempre mi
modo de amar. En él tuve la revelación de la belleza y el amor, a través de
algunos rostros, de algunas poses femeninas. El 'tipo' de esas mujeres me ha
impedido probablemente ver cualquier otro: fue un completo embrujo",
indicará en El Surrealismo y la pintura (1965). Publica sus primeros
poemas en La Phalange, la revista de Jean Royère de inspiración simbolista,
y se apasiona por La velada con el Sr. Teste (1896) de Valéry, a quien
visita por primera vez en marzo de 1914, cuando ya ha comenzado los estudios
preparatorios para la Facultad de Medicina —los aprobará en julio, pocos días
antes del asesinato de Jaurès y de la declaración de guerra—, y con quien
mantendrá una relación duradera.
La Gran Guerra interrumpe sus estudios de medicina
en febrero de 1915. Enfermero militar primero en Nantes, médico auxiliar más
tarde, ascendido a cabo, continúa sus lecturas y conoce una "aventura
sentimental terrible" —según escribe a Fraenkel— con su prima Manon
Le Gouguès durante el otoño. En diciembre, envía a Apollinaire uno de sus
poemas, "Diciembre" —que aparecerá en Monte de Piedad, 1919. A
finales de febrero de 1916 conoce a Jacques Vaché cuya influencia sobre él será
considerable hasta su muerte y, en mayo, visita en París, durante un permiso, a
Apollinaire. Más adelante frecuentará la tertulia del café Flore en la que este
poeta —reconocido por la joven generación como el más sólido apoyo experimental
y vanguardista— no desdeña su papel de mentor, y en este período de gran
inquietud intelectual en el que Breton es atraído simultáneamente por la
psiquiatría, Vaché o el autor de Caligramas, en ese mismo año en que
conoce a Aragon y a Soupault, el poeta no le ocultará su admiración: "…
para mí había, en aquel
momento un hombre cuyo genio poético eclipsaba todos los demás y era el centro
de todas las miradas: era G. Apollinaire", dirá en la segunda de sus
entrevistas con A. Parinaud[4]
antes de extenderse en 1954 acerca de sus relaciones en "Sombra no serpiente
sino de árbol, florido"[5]. Monte de Piedad hará
reaparecer, en "Una casa poco sólida", al poeta que, como escribe
Breton en 1918, intenta "reinventar la poesía". El capítulo de Los
pasos perdidos[6]
es elocuente acerca de la admiración que siente por quien había de
interesarse por las "profundidades del espíritu" en Caligramas (1918) y había inventado el
término "surrealismo" para calificar sus Mamelles de Tirésias (1917): "cuando el hombre quiso
imitar el andar inventó la
rueda
que no se parece a una pierna: sin saberlo, hizo así surrealismo"[7]. Este
capítulo, prepublicado en la revista L'Éventail le había de ser
solicitado por el propio Apollinaire. La respuesta de Breton es elocuente
(carta del 28.III.1918): "Pasado el primer momento de conmoción, quiero decirle
que acepto su encargo con entusiasmo. Nada podía causarme mayor emoción que
semejante muestra de distinción viniendo de usted." Por todo ello no es
descabellado que en el Manifiesto de 1924 aparezca la fórmula bien
conocida: "Como homenaje a G. Apollinaire, que acababa de morir… (… )
Soupault y yo designamos con el nombre de surrealismo
el nuevo medio de expresión pura…"[8].
Dicha admiración, por otra parte, es compartida por el conjunto de integrantes
del grupo surrealista. Y ello, a pesar también de las diferencias que podían
oponerles —la actitud ante la guerra o las pretensiones estéticas y literarias
de Apollinaire, por ejemplo— e incluso de la desconfianza que este último
despertaba en Vaché.
Pero seguimos en 1916, en Nantes, donde conocerá a
Anne Padiou —véanse las notas 29 y 42 del relato— antes de ser destinado, a
petición suya, al Centro Neuropsiquiátrico de Saint-Dizier entre julio y
noviembre, donde se apasiona por la psiquiatría y conoce las propuestas de
Freud a través de La Psychoanalyse de Régis y Hesnard y del Précis de
Psychiatrie de Régis. En esta época incluso piensa en abandonar la poesía y
consagrarse a la psiquiatría: él mismo incita a Fraenkel a seguir esa vía.
Tras un breve paso por el frente, a comienzos de 1917 se encuentra en París
siguiendo un curso de médico auxiliar para enfermeros militares y destinado
como externo en el Centro Neurológico de la Pitié, en el servicio del Profesor
Babinski, que reaparecerá en la obra. Su estancia en París le permite
frecuentar de nuevo los medios literarios. Apollinaire le presenta a Reverdy a
comienzos de año y, unos meses después, a Soupault. Reverdy funda en marzo Nord-Sud,
revista de la que será uno de los principales colaboradores. Sigue viendo a
Vaché de visita en París —en el estreno de Les Mamelles de Tirésias, por
ejemplo, que este último no aprecia especialmente, en junio, también en
octubre— y, tras un proceso de apendicitis complicada, es destinado como
interno en septiembre, a su pesar, al Hospital de Val-de-Grâce, donde conoce a Aragon
y comienzan una estrechísima amistad. Las veladas poéticas del Vieux-Colombier
—él mismo confeccionará el programa de la del 26 de noviembre en la que Apollinaire
pronuncia la correspondiente al "Espíritu nuevo y los Poetas"—, su
copiosa correspondencia con Fraenkel, sus publicaciones y, en general, sus
amistades y actividades literarias le mantienen inmerso en la poesía a pesar
del cierre del Vieux-Colombier a causa de los bombardeos —por lo que la
conferencia sobre Jarry que iba a pronunciar en él debe ser anulada—[9]
y, en marzo de 1918 Aragon y él descubren
la obra de Lautréamont. Aragon recordará la experiencia de su lectura[10]
en voz alta en las noches de guardia en un hospital de alienados agitados por
las sirenas de los bombardeos.
Hacia la
misma época su escritura poética va liberándose abruptamente de las formas
convencionales estróficas y de versificación, y adopta tonos vanguardistas
marcadamente apolinarianos —incluso imagina una edición de poemas de éste con
prólogo suyo y un grabado de Chirico. Sus proyectos se multiplican, sus
contactos epistolares y personales también. Su primera recopilación, Monte
de Piedad, se perfila, así como la posible edición de una revista en común
con Aragon y Soupault, mientras es trasladado al frente como enfermero a un
regimiento de artillería pesada y, posteriormente, de nuevo al Val-de-Grâce, en
París. Se aloja en el Hotel Grandes Hombres, que mencionará en el relato. La
muerte por sobredosis de opio de Vaché a comienzos de 1919 le produce una
fuerte impresión: la última carta-collage de Breton a su amigo nunca
llegó a su destino[11].
Pero también acaba de leer el Tercer Manifiesto Dadá e, inmediatamente,
escribe a Tzara, entonces en Zurich. Hacen aparecer el primer número de la
revista antes mencionada, Littérature, en marzo, y en junio Monte de
Piedad, en la misma editorial que publicará Cartas de guerra, de
Vaché, en agosto, con un Prefacio de Breton. Conoce a Éluard y, a finales de año,
a Picabia. Con su título de "médico auxiliar", es destinado en
septiembre, hasta ser licenciado pocos días después, al Centro de aviación de
Orly pero, tras unas semanas en Lorient —donde se ha trasladado su familia—
regresa definitivamente a París. Durante el segundo semestre del año, habrá mantenido una relación
poco estable con Georgina Dubreuil que conocerá un final violento en 1920, tras
la destrucción por la muchacha de documentos, cartas y dibujos —Modigliani, M. Laurencin, Derain...— de Breton
como consecuencia de una crisis de celos.
En el capítulo "Entrada de mediums" de Los
pasos perdidos, Breton señala: "En 1919 mi atención se había
concentrado en las frases más o menos parciales que, en total soledad, próximo
al sueño, se vuelven perceptibles para el espíritu sin que sea posible
descubrirles una previa determinación. Esas frases, de imágenes muy notables
y con una sintaxis perfectamente correcta, me habían parecido elementos
poéticos de primera categoría. Al principio, me limité a retenerlas. Más tarde
Soupault y yo pensamos en reproducir en nosotros, voluntariamente, el estado
en el que se formaban… (…) Los Campos magnéticos no son sino la primera
aplicación de este descubrimiento…"[12].
Tras el período nihilista y provocador de Dadá, sin perder su carácter
subversivo, la escritura se orientará en una dirección nítida: la recuperación
de fragmentos del subconsciente. No se trata todavía de ello y todavía está por
llegar el mejor momento Dadá parisino. Pero el primer paso hacia el surrealismo
había sido franqueado. En el número 7 de Littérature (septiembre)
aparece un primer texto automático, "Fábrica", firmado únicamente por
él. En los números siguientes aparecen otros firmados conjuntamente con
Soupault. Todos ellos figuran en Los campos magnéticos (1920). El propio
Soupault recordará tiempo después esta época: "Debo señalar que André
soñaba todas las noches, intensamente, y que tenía ese don tan raro de
recordar sus sueños. Todos sus poemas están inspirados y dominados, de alguna
manera, por recuerdos oníricos. Algunas obras de Freud, que en 1918 estaban
reservadas para especialistas,
nos habían fascinado… (…) Propuse a André que prosiguiéramos nuestros
experimentos. Él era más lúcido que yo. Estas experiencias nos condujeron a
considerar la poesía como una liberación, como la única posibilidad de
concederle al espíritu una libertad que nos era desconocida o que no habíamos
querido conocer más que en nuestros sueños y de desprendernos de cualquier
aparato lógico", así como el resultado de sus experiencias: "Cuando
releímos lo que habíamos escrito, nos quedamos sorprendidos, incluso más,
estupefactos"[13].
Sería abusivo pretender esbozar en tan
breve espacio el trayecto de composición de una doctrina tan ambiciosa y
heterogénea como la surrealista, sus etapas, sus antecedentes, sus querellas,
los abandonos, las expulsiones y las incorporaciones,
las técnicas con sus descubrimientos y, a menudo, sus problemas en
cuanto al compromiso político o a las tentaciones estéticas en un movimiento
que impregna la identidad cultural y que se encuentra en la base de las
propuestas creativas más interesantes de todo el siglo. La Bibliografía da una
idea aproximada de la riqueza de planteamientos y de logros. Pero sí cabe
señalar que desde dicha fecha —y particularmente a partir de la ruptura con el
Dadá a comienzos de 1921— la actividad creativa del poeta se va a concentrar
en dicha dirección.
Pero a mediados de enero de 1920 llega Tzara a París,
donde el grupo de poetas le espera entusiasmado y celebra una primera
manifestación Dadaísta el 23 de enero que dará lugar a un período de agitación
y provocación continuado. Breton, que ha abandonado sus proyectos médicos
para disgusto de su familia, debe encontrar medios de subsistencia: Gallimard
le proporciona un
puesto administrativo en la N. R. F. y también el trabajo de leerle a Proust,
en voz alta, sus pruebas de imprenta. Los campos magnéticos aparece a
primeros de junio y, a finales del mismo mes, conoce a la amiga de la novia de
Fraenkel, Simone Kahn, con quien establece una duradera relación y, a pesar de
la oposición de las respectivas familias, comienzan a pensar en su boda. Pero Breton
comienza a dudar del alcance de Dadá, abandona su trabajo en la N. R. F. y no
consigue orientar su vida material, resuelta de manera muy azarosa. A finales
de año, no obstante, comienza su feliz relación laboral con el modisto y
coleccionista bibliófilo Jacques Doucet.
Hasta mediados del año siguiente las actividades de Breton
continúan siendo contradictorias Si participa en el escándalo del "proceso
a Barres", cuya acusación redacta y pronuncia, el 13 de mayo[14],
su alejamiento de Dadá crece cada día. A mediados de año, Doucet le ofrece un
trabajo, bien remunerado, como consejero artístico y bibliotecario, lo cual
permite la boda de Breton con Simone, el
15 de septiembre, actuando Valery —que no ha dejado de apoyarle en todo este
tiempo— como padrino. El 10 de octubre visitara a Freud en Viena. Y el primero
de enero de 1922 se instalan en el domicilio que Breton no abandonará hasta
1949, cuando se mude al piso inferior. La ruptura con Dadá se manifiesta en
las incorporaciones que aparecen en la nueva etapa de Littérature, patrocinada
ahora por Doucet y distribuida por Gallimard: Desnos, Crevel, Morise, Vitrac, Baron
—que tiene diecisiete años a la sazón y se instala episódicamente en su casa—, entre otros. Es un
período intenso en cuanto al trabajo colectivo y el 25 de septiembre tiene lugar
la primera experiencia de sueño hipnótico, experiencia que se repetirá a menudo
y les causa una autentica conmoción emocional.
En noviembre, Picabia expone en las Galerías Dalmau de Barcelona y Breton,
que ha redactado el Prefacio del Catálogo, le acompaña pronunciando una
conferencia en el Ateneo el 17 del mismo mes: "Caracteres de la evolución
moderna y de lo que la conforma"[15].
Manifestación de Saint-Julien-le-Pauvre. De izquierda
a derecha: un periodista, Asté
d'Esparbes, Breton, Rigaut,
Éluard, Ribemont-Dessaignes, Péret, Fraenkel,
Aragon,
Tzara y Soupault.
Los problemas se
acumulan a comienzos de 1923. Como consecuencia del fermento de agitación, los
malentendidos se hacen frecuentes en el seno del grupo; en febrero Breton
decide detener las experiencias de los sueños hipnóticos, asustado por sus
consecuencias, en contra de la opinión de Desnos; por otra parte, las
discusiones en torno a la legitimidad o no del trabajo literario y periodístico
estallan a partir del trabajo de Aragon en Paris-Journal, que Breton
juzga indigno, y obligarán a éste a abandonarlo y a distanciarse de París y del
grupo por un tiempo. Pero son sobre todo el escándalo de la representación de El
corazón a gas, de Tzara, el 6 de julio[16],
con intervención de la policía, el bastonazo de Breton que le rompe un brazo a
Pierre de Massot y el proceso interpuesto por Tzara contra Éluard los que
provocan el estallido de las tensiones en el interior del grupo. Durante todo
el año Breton ha trabajado en Claro de tierra (1923), que aparece en
noviembre, y sigue trabajando para Doucet, aconsejándole en todo tipo de
compras El mismo adquirirá dos obras de Chirico y, en febrero de 1924,
aparecerá Los pasos perdidos.
Las actividades de Breton se multiplican
y adoptan tonos cada vez más experimentales —en ellos se inscribe el
frustrante viaje de mayo en compañía de Aragon, Monse y Vitrac, regreso a la
escritura automática—, polémicos —los panfletos "Un cadáver" y "Negativa
de inhumación" referidos a la muerte de Anatole France—[17], políticos —revisión del proceso de
Malraux— y, sobre todo, creativos. A finales de julio se encuentra prácticamente
redactado el texto del Manifiesto del Surrealismo, que aparecerá en
octubre, conjuntamente con Pez soluble y, durante el verano, las
discusiones en torno al contenido del movimiento se multiplican. Littérature
publica su último número, pero en diciembre nace La Révolution
Surréaliste (L.R.S.), en cuyo primer número figuran Naville y Péret como
directores. Breton conoce a Artaud y a Masson y en octubre se funda el
"Buró de Investigaciones Surrealistas" ("B.R.S.") en el
número 15 de la calle Grenelle, cuya dirección propondrá a Artaud el año
siguiente pero que desaparecerá a finales de abril de 1925. Sus trabajos para
Doucet se hacen más escasos: a pesar de todo se alegra de la compra de Les
Demoiselles d’Avignon de Picasso por el coleccionista, compra en la que le
venía insistiendo desde hacía vanos años.
En 1925 se opera una evolución trascendente en el
grupo, particularmente a partir de la firma por diecisiete miembros del
llamamiento de Barbusse contra la guerra de Marruecos, aparecido en L’Humanité
el mismo día del banquete-homenaje a Saint-Pol-Roux (2.VII.1925), que termina en
una auténtica batalla —Asté d'Esparbes
habría intentado arrojar a Breton por una ventana— tras una intervención de
Rachilde que Breton juzga intolerablemente nacionalista e insultante hacia Max
Ernst —"una francesa no puede casarse con un alemán"—, banquete en el
que el grupo había depositado ante cada comensal un panfleto contra Claudel que
había manifestado[18]
que el único sentido del surrealismo era la pederastia. Nuevo manifiesto
suscrito en L'Humanité contra la represión en Polonia, otro contra el
gobierno de Rumania a causa de la represión de campesinos besarabios,
telegrama al Presidente de Hungría en favor de Rakosi, la declaración de
noviembre en L'Humanité en la que afirman que no existe una versión
surrealista de la revolución sino que ésta debe ser ante todo económica y
social, el texto sobre el Lenin de Trotsky[19],
las reuniones de colaboración con el grupo marxista "Clarté": otros
tantos indicios de la evolución política de un grupo que se ve atacado por la
prensa burguesa y por buena parte de los escritores y críticos respetuosos con
la tradición literaria. Breton conoce a los belgas Goemans y Nougé,
responsables de "Correspondance", pero sobre todo a Lise Hirtz, por
la que se sentirá apasionadamente atraído[20].
En noviembre tiene lugar la Primera Exposición de Pintura Surrealista, con una
"Presentación" de Desnos y Breton, en la Galería Pierre, que precederá
en algunos meses a la inauguración (26.III.1926) de la Galería Surrealista, de la
que Breton se responsabiliza, en la calle Jacques Callot, con la exposición
"Man Ray y Objetos de las Islas".
Hacia el otoño de este año,
mientras Breton sigue obsesionado por Lise, se multiplican las reuniones del
grupo discutiendo acerca del sentido de sus actividades políticas y de una
vinculación con el P.C. que no deja de ser crítica. Recuérdese la vehemencia de
algunos fragmentos de Legítima defensa (1926): "Pensándolo bien,
no sé por qué me abstendré de decir por más tiempo que L'Humanité, pueril,
declamatorio, inútilmente cretinizante, es un periódico ilegible, totalmente
indigno del rol de educación proletaria que pretende asumir…", a pesar de
entender que el programa comunista es la única opción que les resulta válida:
"Tal y como es, es el único que nos parece válido y que se inspira de las
circunstancias (…) y que presenta tanto en su desarrollo teórico como en su ejecución todos los caracteres de
la fatalidad. Más allá de él, no encontramos más que empirismo y
sueños..." La adhesión, que tendrá lugar en enero del año siguiente, se
produce con un aumento considerable de la tensión interna del grupo: Artaud
escoge irse, Soupault es expulsado, las relaciones de Breton y Desnos empeoran.
Pero en octubre ha conocido a Léona-Nadja
y se producen los encuentros referidos en la segunda parte del
relato (véase el apartado "Nadja" al respecto). El comienzo de la
militancia en el P.C. se le hace intolerable: a partir de abril deja de asistir
a las reuniones de su célula de trabajadores del gas. Hacia mediados de
febrero de 1927 ha visto por última vez a Léona y el 21 de marzo se produce la
crisis por la que queda internada. En agosto el poeta se instala cerca de
Pourville —para encontrarse cerca de Lise— y redacta en la segunda quincena las
dos primeras partes de Nadja a partir, muy probablemente, de apuntes
tomados con anterioridad. La primera parte de la obra, en cuyas ilustraciones
trabaja durante septiembre, aparecerá prepublicada en el número 13 de Commerce,
en el otoño. Pero en noviembre conoce a Suzanne Muzard[21],
entablan una apasionada relación y ambos viajan por el sur antes de regresar a
París hacia mediados de diciembre, cuando Breton compone la última parte de Nadja,
que aparecerá, editada por Gallimard, el 25.V.1928, en un año en el que
publicará también El Surrealismo y la Pintura pero que resulta
extremadamente crítico en su conjunto —decepciones en el seno del
grupo, que Breton entiende carente de estímulos, así como discusiones graves
con Soupault (Breton le abofeteará en público), con Noli, con Baron, con
Prévert, con Artaud, con Desnos…, con respecto a la Galería también, que
terminará cerrando; con la revista, cuyo número 12, por falta de fondos, no
puede ser editado… Continúa su tormentosa relación
con Suzanne y, en octubre, Simone acepta su petición de divorcio (que se
producirá legalmente un año después). Suzanne se casa en diciembre con Berl
pero se instala en casa de Breton hasta el 23 de mayo de 1929. Las críticas
acerca de la obra, a pesar de las quejas del poeta, no se han hecho esperar:
muy numerosas, procedentes tanto de medios próximos al movimiento como de los
más opuestos, de críticos amigos como de otros cuya enemistad es manifiesta[22],
con algunas excepciones[23],
la aceptación de la obra es
general y se la sitúa en parangón con las
obras maestras. En cualquier caso, Nadja no pasa desapercibida y
su autor es, a comienzos de 1929, un creador reconocido y aceptado —lo cual no
deja de resultarle inquietante— en "los medios literarios" y entre
los propios creadores, como confesará mucho
después Cl. Elsen: "Nadja nos había 'encantado', en el
sentido fuerte del término; quiero decir que nos había enseñado a considerar el
mundo llamado 'real' con otra mirada - Nadja, con sus frases que se
convertían en fórmulas mágicas, llaves que abrían puertas de una realidad
distinta (que otros digan lo que tenía el estilo de Breton no sólo de admirable,
sino también de embrujador a la manera de ciertos encantamientos)…"[24].
No puede afirmarse en cambio que Léona haya leído la obra —al menos cabe
suponer que sí conocía algunos fragmentos, como se señala más adelante.
Retrato de Breton por Víctor Brauner
(1934)
Breton tras
"Nadja" (1929-1966)
Se
abre un período en el que Breton se encuentra en una prolongada crisis afectiva
—precisamente cuando aparecen en L.R.S. las contestaciones a la
encuesta "¿Qué tipo de esperanza deposita Vd. en el amor?"— mientras
que en el ámbito del pensamiento sus ideas se hacen cada vez más firmes, a
costa, en algún caso, de rupturas y polémicas. Si en el ámbito político su
militancia en el P.C. se salda con un fracaso, su convicción revolucionaria no
ha de abandonarle en lo sucesivo. En 1930, L.R.S. pasa a denominarse Le
Surréalisme au Service de la Révolution (L.S.A.S.D.L.R.), de manera harto
significativa, cediendo Breton —que no era partidario de tal denominación—
sobre todo ante la voluntad de Aragon. Pero Breton no admite que esa voluntad
revolucionaria —que se manifestará con ocasión de las revueltas fascistas de
febrero de 1934 en Francia o con el estallido de la guerra civil española—
subordine la actividad surrealista referida a la exploración del inconsciente
y sus manifestaciones. De hecho, si la relación con los autores que aceptan de
manera disciplinada las orientaciones del P.C.U.S. es conflictiva —particularmente
con Sadoul y Aragon a su regreso del Congreso de Escritores revolucionarios de
Jarkov en 1930— el conflicto en torno a la defensa de este último por la
publicación del poema "Frente rojo" en 1931, en cuyo favor
Breton redacta Miseria de la poesía[25]
y expone en síntesis, la inocencia penal
de cualquier texto poético por oposición al propio Aragon que defiende el compromiso
político de cualquier actividad, incluida la poética provoca una ruptura
dolorosa entre ambos amigos fundamentalmente, pero también en el seno del
grupo. En 1932 el grupo redactará un panfleto contra Aragon, "Bufón", que Breton se negará a
suscribir. A partir de entonces se alinea con
la oposición trotskysta dentro de la Asociación de Escritores y Artistas
Revolucionarios que preside Paul Vaillant-Couturier y, poco antes de la celebración
del Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura de 1935, abofetea a Ilya
Ehrenburg, lo que ocasiona que se le retire la palabra en el Congreso y que sólo se admitiera que su
discurso fuera leído por Éluard a costa de ímprobos esfuerzos por parte de
Crevel, lo que no es ajeno al suicidio de este poco antes de su apertura.
Los textos "Cuando los
Surrealistas tenían razón" y "Contra-ataque"[26]
consagran su ruptura definitiva con el P.C. y contienen
una feroz crítica al estalinismo que los primeros procesos de Moscú, en 1936, y
los siguientes un año después, no harán sino atizar. En 1938, enviado a
México por el Ministerio de Asuntos Exteriores en una misión cultural mantiene
abundantes encuentros con Trotsky, fruto de los cuales será la redacción en
común de Por un arte revolucionario independiente, texto abiertamente
opuesto a la línea del estalinismo cultural. En el ámbito especifico del surrealismo
cultural —por adoptar una denominación sintética aunque abusiva— el Segundo
Manifiesto del Surrealismo había aparecido en diciembre de 1929, en el
ultimo numero de L.R.S., el numero 12, y comienza con el debate acerca
del papel de la psiquiatría al que mas adelante haré alusión. Pero el panfleto
"Un cadáver" —que retoma el titulo del dirigido contra A. France en
1925— redactado contra él por algunos miembros del grupo —Desnos,
Ribemont-Dessaignes, Vitrac, Limbour, Barón— ilustra una crisis profunda y
grave a pesar de las nuevas incorporaciones —Buñuel, Dalí, Tzara, Tanguy,
Ponge, Crével, Char, Nougé o Goemans, entre otros— que no ocultan cuantos se
han quedado por el camino[27].
Recuérdese que en 1930 Desnos redactará un Tercer Manifiesto del Surrealismo,
que contradice el de diciembre de 1929. En lo sucesivo, el elemento
político será determinante en cuanto a la evolución
Breton, Dalí, Crevel y Éluard hacia 1934
del movimiento, pero Breton mantiene su voluntad de profundizar en la exploración del inconsciente
al margen de cualquier compromiso con unos o con otros. El asalto al bar
"Maldoror" y la actividad tras el atentado a la proyección de La
Edad de Oro, ambos episodios de 1930, así lo confirman. La unión libre (1931)
y Los vasos comunicantes, un año después, ilustran su voluntad de rigor
en la escritura. Minotaure —revista artística dirigida por Skira,
independiente del surrealismo pero progresivamente imbuida del mismo— se
convertirá en su nuevo órgano de expresión. En 1930, había aparecido La inmaculada
concepción[28],
texto elaborado conjuntamente por Breton y Éluard.
Los viajes de 1935 a Bruselas, a Praga y a Tenerife —todo el mes de mayo, este último— con ocasión de la Exposición Internacional del Surrealismo en el Ateneo de Santa Cruz, organizada por Eduardo Westerdhal y La Gaceta del Arte, que tendrá lugar del 4 al 24 de mayo, con 76 obras, ilustran un período europeo de expansión del movimiento. El Catálogo de esta última contiene un "Prefacio" de Breton, quien pronunciará dos conferencias, una, el 16, en el mismo Ateneo, "Arte y política", y otra, el 23, en el "Círculo de Amistad 14 de abril" del Puerto de la Cruz, con Agustín Espinosa y Pedro García Cabrera[29].
Breton dirigirá la Galería Gradiva
—homenaje simultáneo a Jensen y a Freud[30]—
durante 1937, año en que se editará
El amor loco y un año después el Diccionario abreviado del
Surrealismo, compuesto conjuntamente con Éluard, y tendrá lugar el
mencionado viaje a México —de abril a agosto— tan importante en su
definición político-cultural. Su Antología del humor negro tiene
problemas de edición y, tras ser rechazada por la censura de Vichy en 1939, no
será publicada hasta un año después. Con graves problemas económicos, el
estallido de la IIª Guerra Mundial le moviliza el 2 de septiembre, un
día antes de la declaración de guerra, y le destina a un servicio de enfermeros
militares en las proximidades de París primero, y posteriormente, tras haber
intentado en vano ser destinado a algún hospital psiquiátrico, a la Escuela de
aviación de Poitiers como médico auxiliar y, el día anterior al armisticio del
22.VI.1940, a otra en la
Gironde. Con excepción de un permiso de 3 días a comienzos de mayo, no ha
visto durante todo este tiempo a su mujer, Jacqueline, ni a su hija Aube,
acerca de las que más adelante será cuestión. Sus graves dificultades
económicas, que ya en alguna ocasión le han obligado a vender algún cuadro,
intentan ser solucionadas por Picasso quien le cede, por un precio simbólico,
un cuadro para que el poeta, a su vez, lo venda con un considerable beneficio.
La carta de Breton al pintor (26.III.1940) da cuenta de su agradecimiento:
"… gracias, gracias otra vez
por haberme ayudado de una manera tan sencilla y de un modo que no es posible
hacer más seductor…". En julio se ve convertido en médico-jefe y el 1º
de agosto es licenciado. Se instala entonces en el sur, con su familia, pero
piensa inmediatamente en trasladarse a Estados Unidos: sus amigos harán
diversas gestiones y, entre tanto, reside en la villa Bel-Air de Marsella,
huésped del Comité de Socorro Americano a los Intelectuales, donde encuentra
algunos amigos: Péret, Masson, Braunes, Domínguez, Char, Ernst…
El asesinato de Trotsky y la detención
de Breton entre el 3 y el 7 de diciembre en calidad de "peligroso
anarquista" con ocasión de la visita de Pétain, junto con las
incertidumbres políticas y económicas ensombrecen una época en la que
compone Fata Morgana (1941) —que, sin autorización de la censura,
aparecerá en 5 ejemplares con ilustraciones de W. Lam. Finalmente pueden embarcar
—en compañía de Levi-Strauss[31],
Lam y Victor Serge—: los billetes del viaje serán costeados por Peggy
Guggenheim.
El período americano se prolongará hasta
1946. Primero en Martinica, en una situación intolerable, —véase su Martinica
encantadora de serpientes (1948), en
colaboración con Masson— donde conocerá a A. Césaire, consigue
trasladarse a Estados Unidos en donde, en compañía de Duchamp, Masson, Tanguy,
Matta y Ernst, se muestra activo en la Exposición Surrealista de Nueva York de
1942 o en la fundación de la revista VVV. Durante el mismo año trabaja
en Prolegómenos para un tercer manifiesto del surrealismo o no, que
aparecerá en 1946. Se trata de un período difícil en el que va a conocer a
Elisa, a interesarse por las reservas indias y a componer Arcano 17 (1945)
y la Oda a Charles Fourier (1947). Tras
una breve estancia en 1945 en Haití —su conferencia tiene un efecto de
agitación sobre los estudiantes, que viene a coincidir con una huelga general
y la caída del Gobierno—, en 1946 regresa a París, algo inquieto acerca de las
condiciones en que va a encontrar su medio natural tras su prolongada
ausencia. A partir de dicha fecha, sus posiciones en contra de la creación
del "mito del resistente comunista" tras la Liberación, su violenta
intervención en 1947 con ocasión de la conferencia de Tzara en la Sorbona,
"El Surrealismo y la post-guerra", en la que expresaba su opinión
acerca de que el auténtico surrealismo se habría manifestado en la Resistencia y en la adhesión sin reservas al
comunismo, el texto "Libertad es una palabra vietnamita", opuesto a
la guerra de Indochina en el mismo año así como el texto "Hungría, sol
naciente", opuesto a la intervención soviética de 1956, la
"Declaración sobre el derecho a la insumisión en la Guerra de Argelia"
de septiembre de 1960, sus colaboraciones en publicaciones anarquistas —Le
Libertaire, Le Monde libertaire— y su ruptura con Camus constituyen otros
tantos hitos de un compromiso con Trotsky —su asesinato en 1940 es sentido por
el poeta como una auténtica tragedia— y con la teoría de la "revolución
permanente" que había de provocarle innumerables problemas y rupturas,
pero a la que sería fiel hasta el fin de sus días.
Los intentos de
reanudar sus actividades son difíciles y se multiplican: Exposición
Internacional del Surrealismo en 1947, participación en las revistas Néon —con
Matta, Péret, Lam, Bédouin y otros—, Médium y Le Libertaire, la Galería
"L'Étoile scellée", la compra del caserón de Saint-Cirq-Lapopie, en
el Lot… En 1951 se producen sus rupturas con Camus y con Carrouges, quien hacía
una interpretación espiritualista del poeta en la obra que le consagrará —véase
la Bibliografía—, aparecida en 1950. J. Gracq publicará su A. Breton en
1948[32].
En 1952 tienen lugar sus ya mencionadas Entrevistas radiofónicas con
André Parinaud, de gran interés y, en 1953, aparece Campo libre. En 1956
participa en la creación de "Le Surréalisme, même", y poco después,
colabora con Legrand en L'Art magique. La Exposición de 1959 se ve
consagrada al erotismo y a partir de 1958 el poeta trabaja en Constelaciones
(1959), componiendo los textos paralelos a los 22 gouaches de Miró.
Puede apreciarse, no obstante, a
pesar de sus publicaciones que no cesan, de su participación en proyectos
comunes —la revista La Brèche, entre 1961 y 1965, por ejemplo, o la
Exposición de 1965—, de una curiosidad intelectual rigurosa que no le
abandonará o de su adhesión episódica a actividades de agitación, cierto
distanciamiento con respecto a una actividad pública que comienza a agotarle.
Durante la primavera de 1966, de viaje por Bretaña, se encuentra enfermo. En
julio, se disculpa ante F. Alquié por no participar en el Coloquio sobre el
Surrealismo de Cerisy: se encuentra débil. En septiembre, en
Saint-Cirq-Lapopie, su estado se agrava: la enfermedad bronquial no le permite
respirar. Hospitalizado el 27 de dicho mes en París, sufre una crisis cardíaca
y muere en la mañana del día siguiente. Fue enterrado en el cementerio de
Batignolles el 1º de octubre. Una frase extraída de su Introducción al
discurso sobre lo poco real (1925): "Yo busco el oro del tiempo"[33],
figura en su epitafio. Nadie podría, sin duda, encontrarla desacertada a su
respecto.
Por lo que respecta a su vida afectiva, tras la
grave crisis de comienzos de los años 30, Breton había conocido a Marcelle
Ferry ("Lila"), con quien vivía desde el verano de 1933. A finales de
mayo del año siguiente, conoce a Jacqueline Lamba, quien a la sazón trabaja en
el music-hall Coliséum, como bailarina-nadadora, y con la que se casará en agosto
del mismo año —Giacometti
y Éluard serán sus padrinos— tras haberse separado de Marcelle en junio, y que
le inspira El aire del agua, aparecido en 1934: "… He encontrado
el secreto / De amarte / Siempre por primera vez", concluye la obra[34].
Uno de sus primeros viajes será el que les conduce a Tenerife. Su encuentro
presenta caracteres mágicos para el poeta sobre los que se extenderá
particularmente en el emocionante 4º capítulo de El amor loco[35]
habría materializado punto por punto el poema "Girasol"[36],
texto automático compuesto en 1923 y publicado en Claro de Tierra, lo
que le confiere un valor premonitorio. De esta unión —que conocerá alternativas
de amor y desamor, de separaciones y reencuentros— nacerá la única hija de
Breton, Aube, el 20.XII.1935[37],
la "Écusette de Noireuil" de El amor loco, cuyo último
capítulo, la carta que el poeta dirige a su hija y que concluye "Yo deseo que
sea usted locamente amada"[38],
redacta en el otoño de 1936.
Separados durante el período de movilización militar,
los tres partirán a América juntos pero la falta de entendimiento de la pareja
aumenta. A mediados de diciembre de 1943
conoce en Nueva York al último de sus "amores maravillosos", Élisa
Claro: el relato del encuentro figura en Arcano 17: "En la gélida
calle te veo moldeada en un escalofrío, con tan sólo los ojos al descubierto…
(…) eras la propia imagen del secreto… (…) en tus ojos de final de tempestad se
podía ver cómo se elevaba un pálido arco iris"[39].
Su divorcio de Jacqueline se produce en Reno, Nevada, en el verano de 1944, y
allí también desposa a Elisa —con quien había viajado abundantemente en la primera
mitad del año y continuará haciéndolo el resto del año— el 31 de julio. En
1949, Aube se ínstala con él en París. Con Élisa conocerá el período más
dilatado de serenidad afectiva en una existencia que, como habrá podido
comprobarse, resulta extremadamente rica desde el punto de vista emocional.
[1] A. Breton, Manifeste du
Surréalisme (1924), Oe. C., t. I, pág. 340. La carta astral, en la obra de S. Alexandrian, sitúa
su ascendente en la casilla 26 de Libra, con Saturno y Urano en conjunción
significante, Marte y Venus igualmente reunidos y Júpiter en el centro del
firmamento. Quizás pueda encontrarse una explicación en el siguiente
comentario de Soupault, que insiste acerca de la importancia que Breton le
concedía a su signo zodiacal: "Lo que me asombraba, era que se interesaba
apasionadamente por la astrología. No se sentía contento con su horóscopo.
'Querido amigo, fíjese usted, ¡qué signo, Acuario!' (el suyo)." Ph.
Soupault, "Souvenirs", en La N.R.F., 15, núm. 172, abril de
1967, pág. 671. J. Richer, que insiste en la misma revista acerca de la fecha
del 18, subraya la elección del núm. 17 en Arcano 17 en razón de la cifra de
nacimiento que Breton le atribuye a Nerval hacia el final de la obra (22.V.1808)
y de la suya propia (18.II.1896), y que explica "el signo de Piscis"
en razón de que la estrella principal de la figura del tarot no es el planeta
Venus sino la estrella Fomalhaut del Piscis austral. El tema natal del poeta se
situaría en el ángulo de conjunción con dicha estrella ("Dans la forêt
des signes", págs. 826-832).
[3] Vid. las 16 entrevistas de Breton:
Entretiens con A Parinaud, París, Gallimard, 1952, que constituyen una
fuente documental muy importante.
[5] Vid Breton Perspective
cavalière, obra que reúne artículos aparecidos entre 1952 y 1965 compilados por M. Bonnet, París, Gallimard, 1970.
[7] Ambas citas corresponden
respectivamente a "Les
collines", Calligrammes y al
"Prefacio" a Les mamelles de Tirésias en G.
Apollinaire, CEuvres
poétiques, París, Gallimard,
Bibl. de la Pléiade, 1971, págs. 172 y
865-866.
[10] Vid. L. Aragon, "Lautréamont et nous", I y II,
en Les Lettres Françaises, respectivamente 1-7.VI.1967 y 8-14.VI.1967.
[11] Vid., al respecto, G. Sebbag, L'imprononçable jour de sa mort. J. Vaché, janvier 1919, París, J. M. Place, 1989, que contiene un facsímil
de la misma así como su análisis.
[13] El poema "Usine"
figura en "Ne bougeons plus", Les champs magnétiques, Oe. C., I,
pág. 87. Los recuerdos de Soupault, en Souvenirs,
art. cit., págs. 664-665.
[15] Breton, "Caractères de
l’évolution moderne et ce qui en participe", Les pas perdus, págs. 291-308.
[17] …Loti, Barrès, France… qué tres tíos tan
siniestros: el idiota, el traidor y el policía… (…) Con France desaparece un poco de servilismo humano… (…)
Que una vez muerto este hombre no cree polvo."("Negativa de inhumación", en Point du tour, Oe. C., t. II, 1992, página 281.)
[22] No mencionaré, por resultar
especialmente significativa en razón de su mutua y reconocida enemistad, sino
la que Jean Cocteau había de publicar en Les Nouvelles Littéraires, 4.VIII.1928: "... Me gusta Nadja de André
Breton. Placer mucho más puro que el que consiste en apreciar el libro de un
amigo. Se parece —puesto que jamás sería posible una aproximación entre Breton
y yo— al placer que procura un objeto robado... (...) Si esta confesión molesta
a Breton, ¿qué importa? Una de las monstruosidades de la literatura es que nos
hace correr el riesgo de ser aprobado por nuestros enemigos..."
[23] Por ser,
precisamente, excepcional, cabe citar las casi veinte páginas que André
Harlaire le consagra en La Vie Intellectuelle (marzo de 1929) con el
título de "El Surrealismo o la falsa evasión: Nadja". El eje
central del violento artículo reposa sobre el hecho de que el surrealismo
niega la existencia de Dios, lo que el poeta no podía dejar de apreciar. Según
el crítico, la obra es una "permanente decepción" y se trata de un
"libro gris, uniforme, que avanza según un ritmo frío": es un
"libro de pura desesperación".
[25] Apareció en marzo de 1932 en las
Ediciones surrealistas con el título de Misère de la poésie, y el
subtítulo L’affaire Aragon devant l’opinion publique, Oe. C., II, págs.
3-45 con el poema en cuestión y las actitudes de R. Rolland y Gide entre otros
anexos. Aragon había sido inculpado judicialmente por la publicación del poema
"Front rouge" en la revista Littérature de la révolution mundial (agosto
de 1931), secuestrada en noviembre del mismo año. Aragon se veía acusado de incitar
a los militares a la sedición y de provocación al asesinato el 16.I.1932 y,
tras la aparición de Miseria…, redacta una nota para L’Humanité del
10 de mayo titulada "Aclaración comunicada por la Asociación de Escritores
revolucionarios" en la que se señala: "Nuestro camarada L. Aragon nos hace saber que es
absolutamente ajeno a la aparición de un folleto… (…) Quiere manifestar
claramente que desaprueba totalmente el contenido de este folleto y el
escándalo que puede crear en torno a su nombre, dado que todo comunista debe
condenar como incompatibles con la lucha de clases y consiguientemente como
contrarrevolucionarios los ataques contenidos en dicho folleto."
[26] Tanto "Cuando los surrealistas tenían
razón" —suscrito además
de por Breton, por Dalí, Domínguez, Éluard, Ernst, Hugnet, Jean, Dora Maar,
Magritte, Nougé, Péret, Man Ray, Tanguy y otros— como "Contra-ataque" —suscrito por algunos de los
anteriores y por otros como Bataille, Klossowski o Roger Blin, entre otros— y
el "Discurso al Congreso
de Escritores" figuran recogidos
en Posición política del Surrealismo (1935), Oe. C., II, junto con otros
textos, págs. 460-471, 496-500 y 451-459 respectivamente.
[27] El primer Manifiesto
aparece suscrito por Aragon, Barón, Boiffard, Breton, Carrive, Crevel,
Delteil, Desnos, Éluard, Gerard, Limbour, Malkine, Morise, Naville, Noll,
Péret, Picon, Soupault y Vitral. El Segundo Manifiesto por Alexandre,
Aragon, Bousquet, Breton, Buñuel, Char, Crevel, Dalí, Éluard, Ernst, Fourrier,
Goemans, Nougé, Péret, Ponge, Ristitch, Sadoul, Tanguy, Thirion, Tzara y
Valentín.
[29] Ambas conferencias son similares
a las pronunciadas en Praga a finales de marzo y comienzos de abril del mismo
año, y figuran recogidas con los títulos de "Position politique de l'art
d'aujourd'hui" y "Situation surréaliste de l'objet" —esta última
en forma de apéndice— en Position politique du surréalisme, Oe. C., II, págs.
416-440 y 472-496 respectivamente.
[30] La obra de S. Freud, Delirios y
sueños en la Gradiva de Jensen, había aparecido en la versión francesa de
Gallimard en 1906 y, en síntesis, en ella su autor se interesaba por las
relaciones entre inconsciente, sueño y ambigüedad del discurso.
[31] Véase la referencia en la pág. 12 de la
obra de Cl. Levi-Strauss, Tristes Tropiques, París, Plon, 1955:
"Entre nosotros había comenzado una duradera amistad a través, primero,
de un intercambio de cartas y, más tarde, de aquel interminable viaje en el que
conversábamos acerca de las relaciones entre belleza estética y originalidad
absoluta."
[32] Como señala L. Casado, J. Gracq debía descubrir el
surrealismo precisamente con la lectura de Nadja, a la edad de 22 años. Vid.
su trabajo: "J. Gracq, surréaliste non urbain", en Dadá-Surrealismo:
precursores, marginales y heterodoxos, Univ. de Cádiz, 1986, pág. 34.
[33] Recogido, tras su publicación en Commerce en
1925 y su edición en Gallimard en 1927, en Point du jour (1934), Oe. C., II, pág.
265.
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