viernes, 28 de septiembre de 2018

CONDE DE MONTECRISTO. CAPÍTULO . FRAGMENTOS. COMENTARIOS. ANOTACIONES. DÍA 20


CONDE DE MONTECRISTO. CAPÍTULO XXXI. FRAGMENTOS. COMENTARIOS. ANOTACIONES. DÍA 20.

Comentario. Siempre ha existido en los textos literarios, un mensaje cifrado y en otros momentos explícito sobre las drogas. En los textos presentes, Alejandro Dumas hace extensos comentarios a favor del uso del hachís. Igual haría Charles Baudelaire y Ramón del Valle Inclán por mencionar dos de los numerosos escritores que han utilizado tanto drogas sintéticas como naturales para aumentar sus potenciales como artistas.

***

Las drogas han ejercido una gran atracción sobre los poetas malditos, esa variedad de literatos que huyen de la realidad y, abominándola, se refugian en mundos imaginarios y crean paraísos e infiernos artificiales, menos aburridos. Baudelaire y Valle-Inclán escribieron sobre sus experiencias con el hachís (Cannabis sativa). Baudelaire redactó una monografía técnica, Los paraísos artificiales, mientras que el autor de Luces de bohemia dedicó al hachís uno de sus mejores poemarios, La pipa de Kif.

Ilustración de Cannabis sativa reproducida en Flora alemana, austriaca y suiza (1885), de Otto W. Thomé.

***
Autor: Ramón del Valle Inclán.
Rosa del sanatorio
Bajo la sensación del cloroformo

Me hacen temblar con alarido interno,

La luz de acuario de un jardín moderno,

Y el amarillo olor del yodoformo.
Cubista, futurista y estridente,

Por el caos febril de la modorra

Vuela la sensación, que al fin se borra,

Verde mosca, zumbándome en la frente.
Pasa mis nervios, con gozoso frío,

El arco de lunático violín,

De un si bemol transparente pío
Tiembla en la luz acuaria del jardín.

Y va mi barca por el ancho río

Que separa un confín de otro confín.

Véase al respecto:
Las drogas han ejercido una gran
atracción sobre los poetas malditos, esa
variedad de literatos que huyen de la
realidad y, abominándola, se refugian en
mundos imaginarios y crean paraísos e
infiernos artificiales, menos aburridos.
Baudelaire y Valle-Inclán escribieron
sobre sus experiencias con el hachís
(Cannabis sativa).
Baudelaire redactó una
monografía técnica,
Los paraísos
artificiales,
mientras que el autor de
Luces
de bohemia
dedicó al hachís uno de sus
mejores poemarios,
La pipa de Kif.
JUAN ESTEVA DE SAGRERA
C
ATEDR
Á
TICO DE
H
ISTORIA DE LA
F
ARMACIA
. F
ACULTAD DE
F
ARMACIA
. U
NIVERSIDAD DE
B
ARCELONA
.
C
harles Baudelaire (1821-1867) fue uno de
los poetas más influyentes del siglo
XIX
y el
más famoso representante, junto con Poe,
de la literatura maldita, de la relación entre
literatura y drogas, de la poesía de la desesperación y
los excesos. Contribuyó a la mitificación del dandismo,
que dio en Oscar Wilde su mejor fruto. En España, el
prototipo de dandi fue Valle-Inclán, que llenó su vida
de gestos y su obra de textos que se alejan de la reali-
dad y la vulgaridad para construir un mundo sensible,
delicado, algo retorcido y decadente. Valle-Inclán es-
cribió pocas poesías, pero de gran valor literario, que
permiten compararlo con su colega francés. Curiosa-
«En mí no hay base para una convicción.»
Charles Baudelaire
«Fui luzbeliano. En la contraria suerte
Dictó el orgullo su sonrisa al labio,
Miré la vida hermana de la muerte
Y tuve al sonreír arte de sabio.»
Ramón María del Valle-Inclán
Literatura y hachís
La vida maldita de Baudelaire y Valle-Inclán
Ilustración de
Cannabis sativa
reproducida
en
Flora alemana, austriaca y suiza
(1885),
de Otto W. Thomé.
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 28/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 28/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.

*Las drogas han ejercido una gran
atracción sobre los poetas malditos, esa
variedad de literatos que huyen de la
realidad y, abominándola, se refugian en
mundos imaginarios y crean paraísos e
infiernos artificiales, menos aburridos.
Baudelaire y Valle-Inclán escribieron
sobre sus experiencias con el hachís
(Cannabis sativa).
Baudelaire redactó una
monografía técnica,
Los paraísos
artificiales,
mientras que el autor de
Luces
de bohemia
dedicó al hachís uno de sus
mejores poemarios,
La pipa de Kif.
JUAN ESTEVA DE SAGRERA
C
ATEDR
Á
TICO DE
H
ISTORIA DE LA
F
ARMACIA
. F
ACULTAD DE
F
ARMACIA
. U
NIVERSIDAD DE
B
ARCELONA
.
C
harles Baudelaire (1821-1867) fue uno de
los poetas más influyentes del siglo
XIX
y el
más famoso representante, junto con Poe,
de la literatura maldita, de la relación entre
literatura y drogas, de la poesía de la desesperación y
los excesos. Contribuyó a la mitificación del dandismo,
que dio en Oscar Wilde su mejor fruto. En España, el
prototipo de dandi fue Valle-Inclán, que llenó su vida
de gestos y su obra de textos que se alejan de la reali-
dad y la vulgaridad para construir un mundo sensible,
delicado, algo retorcido y decadente. Valle-Inclán es-
cribió pocas poesías, pero de gran valor literario, que
permiten compararlo con su colega francés. Curiosa-
«En mí no hay base para una convicción.»
Charles Baudelaire
«Fui luzbeliano. En la contraria suerte
Dictó el orgullo su sonrisa al labio,
Miré la vida hermana de la muerte
Y tuve al sonreír arte de sabio.»
Ramón María del Valle-Inclán
Literatura y hachís
La vida maldita de Baudelaire y Valle-Inclán
Ilustración de
Cannabis sativa
reproducida
en
Flora alemana, austriaca y suiza
(1885),
de Otto W. Thomé.
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 28/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 28/09/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Un cuervo llamado Bertolino Fragmento Novela EL HACEDOR DE SOMBRAS

  Un cuervo llamado Bertolino A la semana exacta de heredar el anillo con la piedra púrpura, me dirigí a la Torre de los Cuervos. No lo hací...

Páginas