CORRER EL TUPIDO VELO Página 190. PILAR DONOSO. Editorial . Alfaguara. 2010. Barcelona. España.
“...La confirmación de esta posibilidad, aunque la había negado por completo, ocurrió en un almuerzo en la casa de Santiago, en un día común y corriente. Sentados a la mesa como siempre, comencé que era una pena que un escritor joven que conocíamos fuese homosexual, pues lo encontraba muy atractivo. Hubo entonces un gran silencio que se prolongó en el tiempo y quedó detenido por la sombra del dolor. Mi padre se levantó disimuladamente, como un fantasma. Pero, ahí vino la tormenta. Mi madre me miró y me dijo:
- Le has causado un dolor muy grande a tu padre con ese comentario.
Sin entender muy bien todavía, pero sintiendo una culpa inmensa, el peso de la “realidad” (que no es la única realidad) cayó sobre mí. Mi madre prosiguió:
- ¿Es que acaso no sabes que tu padre tuvo experiencias homosexuales cuando era joven?”
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