viernes, 8 de abril de 2016

Novela: TE BUSCO EN LAS TINIEBLAS de Guillermo Fernández. Por: Jorge Méndez-Limbrick.

(Nota: en la gráfica J.Méndez-Limbrick y el autor Guillermo Fernández).
II Congreso Internacional de Literatura Comparada: Teoría de la Literatura y Diálogos Interdisciplinarios. Universidad de Costa Rica, Facultad de Letras. UCR.
TE BUSCO EN LAS TINIEBLAS. Por: Jorge Méndez-Limbrick.
Guillermo Fernández es un autor prolífico, no solo porque es un autor que escribe en los tres géneros literarios de: poesía, cuento y novela (algo poco común en nuestro medio), sino porque es un autor que siempre está indagando el alma humana. A eso, es que yo le llamo prolífico, su riqueza está ahí, no está en el número de páginas.
Yo siempre he pensado – que la mejor Literatura- es aquella que hace una disección del alma humana, y Guillermo Fernández, tiene esa arista y característica: “Memo” como le decimos con aprecio todos sus amigos, indaga en el alma humana. En ocasiones lo hace con un humor fino, en otras ocasiones lo hace con humor negro, pero lo fundamental es su capacidad indagatoria y de enfrentamiento de Lector-Autor.
Te busco en las Tinieblas, es una novela publicada por Uruk, en el año 2015.
Uruk editores hace este breve comentario de la obra:
"Joaquín comienza en una larga maratón por un valle de sombra. Ha muerto su hijo en un accidente y ya nada podrá ser lo mismo. Su camino se desdobla entre realidad y ficción, pasado y presente, sueño y locura. De ahora en adelante el instinto apela por sobrevivir y la razón no puede acceder a ningún significado. Solo la interrogación es posible, la duda, la necesidad de una justicia que convenza y que no parece existir. Novela de reflexiones, diálogos intensos, reales e imaginarios, "Te busco en las tinieblas" es una percepción del duelo en su más pura intemperie. Nada interviene como paliativo en el narrador, ni las lecturas de autoayuda, ni la alprazolam, ni el sexo, ni las arengas religiosas. La muerte se reconoce como una presencia cósmica ante la cual se eleva la conciencia, pero también la desesperación. Una novela que solo dejará inquietud, que no ofrece senderos, que no admite soluciones, porque las soluciones a los estados límites no existen y solo convivimos con estos en el olvido".
Estamos totalmente de acuerdo con esta pequeña sinopsis sin embargo, yo deseo hacer algunas variantes y reflexiones al respecto.
Te busco en las tinieblas, es una novela de cuestionamientos más que de respuestas, es una novela de búsquedas.
Yo diría que enfrentar la muerte, cualquier muerte es un acto definitivo, irreproductible y lacerante: solo se muere una vez. Y por supuesto, no puede ser diferente en “Te busco en las tinieblas”.
Sin embargo, aún cuando es un acto irreproductible, el personaje Joaquín (padre de M) a través de la novela como en una especie de Ave Fenix, una y otra vez reproduce la muerte de su hijo, una muerte dudosa de si en efecto fue una muerte accidental o fue un suicidio y lo hace no como un acto de expiación sino como un acto de cuestionamiento.
Señalo, que la incógnita y su resolución de este enigma que plantea la novela - al menos para mí es muy clara su conclusión - pero, no la diré porque este es uno de los pivotes que mueven la acción narrativa.
“Te busco en las tinieblas” como toda novela de introspección está escrita en primera persona del singular, algo que a mí en lo particular me agradó sobremanera.
Repito que, al ser narrada desde una perspectiva de la primera persona y la voz narrativa es la del padre de “M” el joven fallecido, es evidente que le da un carisma mucho más interesante que, si hubiese sido narrada en las otras voces narrativas. Creo firmemente que la primera persona del singular es la voz narrativa de la intimidad por antonomasia.
Decía pues, que “Te busco en las tinieblas” es una novela de introspección, más de preguntas y menos de respuestas. Ya en una de las últimas entrevistas que se le hizo al escritor Carlos Fuentes en el año 2012, pocos meses antes de su muerte dijo que las buenas novelas son aquellas que tienen más preguntas que respuestas. Y, en efecto, la novela de Fernández, es una novela de preguntas ante la muerte, es una novela nihilista y, también es una novela de enfrentamientos ante el dolor.
Ahora bien: ¿cómo se enfrenta el humano ante el dolor? Y, ¿cómo ese sentimiento es catalizado en el Arte? O más precisamente: ¿cómo a través de la Historia de la Literatura se enfrenta el dolor, la muerte?
Es evidente que todo depende del contexto social y cultural de la época... y desde luego, de la perspectiva filosófica en que se mueva el autor.
Por ejemplo, en la dramaturgia Shakespereana, el dolor de Hamlet ante la muerte de su padre, está llena de dudas y de odios, aunque también está proyectada con ciertos visos – es evidente – de reflexión filosófica ante la misma existencia humana, el famoso “ser o no ser”.
En la narrativa, es igual: todo dependerá del autor: por ejemplo en la novela de
M. AGUEIEV, titulada: “Novela con cocaína” allí el dolor y la expiación del protagonista no ante la muerte de su madre sino su odio por ella y la vergüenza de saberse hijo de aquella mujer, luego ese odio - es catalizado de acuerdo a su protagonista- , en una remembranza de expiaciones, recuerdos, y de una especie de purificación del alma: todo lo puede la bondad del ser humano, su arrepentimiento, nos quiere decir Agueev.
En otros autores, la muerte de un ser querido, es matizado con odios, egoísmos porque el personaje se regodea egoístamente con el odio del odio con el rencor del rencor porque no se acepta la muerte. Y la muerte no es más que un acto no de reflexión, es un acto de ensañamiento, es el dique sin contención en donde el personaje vierte - una vez desbocado el dique - todo el odio y frustración.
El arte es engañoso en ese sentido, y por lo tanto, existirán tantas maneras de enfrentar el dolor como autores, artistas, novelas, obras dramáticas.
En el caso de “Te busco en las tinieblas”, es una novela en donde el dolor es enfrentado no como un acto de simple dolor y de vulgar reproche, sino por el contrario, su protagonista Joaquín, lo lleva al máximo estadio que se puede llevar el dolor y la pérdida de un hijo: a la reflexión, la búsqueda del Absoluto – como diría Sábato-, y también de lo que pueda ser “justo” o “injusto” en la vida.
En “Te busco en las tinieblas” no hay vencidos ni vencedores porque todo es cuestionamiento. Es cierto, que la novela es envuelta desde la primera página hasta la última, de una sutil melancolía pero, nunca asecha el vulgar rencor del reproche. Es un estadio superior el que se narra para el protagonista Joaquín. Todo es reflexión ante la muerte, no solo ante la muerte del hijo sino ante la muerte de todos.
Una de las escenas para mí, más conmovedoras que se han narrado en la Historia de la Literatura Costarricense es, la escena de “Te busco en las tinieblas” cuando el protagonista, no tanto como un acto de “purificación” ante el dolor – porque la verdad el protagonista no tiene nada que expiar y sí mucho que reflexionar – es cuando vestido de payaso, visita al niño enfermo de cáncer de nombre Pedro. Sus diálogos entre el niño y Joaquín vestido de payaso son de antología. “El planeta imaginario” en donde el payaso Quincho, le promete al niño que allí irá algún día... un planeta que el niño Pedro comenta también con cierta tristeza y desesperanza que en verdad él no sabe si existe...” en cierta medida es una metafóra y moraleja que en verdad todos somos ese niño y que también somos en cierta medida también el payaso quincho.
“Te busco en las tinieblas”, es una novela existencial – no me gustan las etiquetas – sin embargo, para efectos académicos, diría que es una novela existencial, reflexiva. Una novela en donde su protagonista Joaquín, en vez de caer ante el sufrimiento y ante la muerte de su hijo, va buscando estadios “espirituales” superiores. Para el protagonista no existe la caída como tal, aunque pueda estar en el borde mismo del precipicio, siempre se revelará ante esa posibilidad.
***
La literatura es ficción y no “embuste”, la razón es sencilla: la Literatura crea un universo soberano, aparte e independiente de la Realidad. La ficción puede tomar algunos datos de la realidad e incorporarlos a lo ficcional.
De ahí mi gran discusión con algunos escritores y teóricos en Literatura que un asunto es “novelar la historia” y otro asunto muy diferente es “crear” a partir de elementos históricos una novela. Lo primero es criticable, lo segundo es ser escritor.
Un mundo literario, un universo ficcional, lo verosímil del relato tendrá su razón de ser y es válido dentro de él mismo, no necesita de otros elementos porque él es soberano y se basta a sí mismo. Y creo, que Guillermo Fernández, lo logra en “Te busco en las tinieblas” con sobrada capacidad literaria.
“Te busco en las tinieblas” es una novela narrada – como ya lo comenté- desde la perspectiva del clásico narrador de la primera persona del singular. Una escogencia acertada, - no creo que hubiera existido otra forma narrativa si no es desde la perspectiva de la primera persona – en donde si bien existen mini tramas a lo largo de la acción principal como son los amores del protagonista y sus relaciones sentimentales y de amistades, el autor hábilmente, hace que la acción principal narrativa siempre esté presente, aún en sus tramas secundarias, la acción principal – la muerte del hijo – va permeando dichas acciones.
Es de señalar que Guillermo Fernández ha creado una novela clásica: lineal, sin rupturas del tiempo, y que así debió de ser, una novela en la que no existen huecos narrativos, ni lagunas porque el autor se preocupó de una limpieza estructural y de estilo como corresponde a un excelente narrador en su etapa de madurez..

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