lunes, 2 de septiembre de 2013

JAIME LABASTIDA. PREMIO XAVIER VILLAURRUTIA 1996. POESÍA.

Jaime Labastida nació en Los Mochis, Sinaloa, el 15 de junio de 1939. Es Poeta y ensayista. Doctor en filosofía. Miembro numerario y actualmente presidente de la Asociación Filosófica de México y de la Academia Mexicana de la Lengua, donde ocupa el cargo de tesorero. Socio Honorario de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Miembro de número de El Colegio de Sinaloa. Miembro del grupo "La Espiga Amotinada". Ha merecido reconocimientos como los siguientes: Premio Jaime Sabines 1980 y Premio Internacional de Poesía Ciudad de la Paz 1981 por Las Cuatro estaciones. Premio José Joaquín Fernández de Lizardi 1985 otorgado por el Club de Periodistas por artículos de fondo publicados en Excélsior. Premio José Fuentes Mares 1987 por Obsesiones con un tema olvidado y Las cuatro estaciones. Premio Nacional de Periodismo 1992 por artículos de fondo. Premio Xavier Villaurrutia 1996 por Animal de silencios y La palabra enemiga. En 1999 recibió del gobierno francés la Orden de las Letras y las Artes en grado de Caballero, por su carrera literaria y su trayectoria como promotor de la cultura y las ciencias. Premio Ocho Columnas de Oro 2000. Recibió la Cruz al mérito de la República Federal de Alemania, otorgada por el Presidente de esa República. Doctor honoris causa por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y por la UAS.
Algunos de sus poemarios son El descenso, FCE, Letras Mexicanas, 1965; La feroz alegría, FCE, Letras Mexicanas, 1965; A la intemperie, Joaquín Mortiz, 1970; Obsesiones con un tema obligado, Siglo XXI, 1975; Las cuatro estaciones, Siglo XXI, 1981; Plenitud del tiempo, SEP, Lecturas Mexicanas, 1986; Toda la muerte (grabados de Francisco Moreno Capdevila), Ciclonte, 1989; Dominio de la tarde, Siglo XXI, La Creación Literaria, 1991; Animal de silencios, FCE, 1996; Elogios de la luz y la sombra, Aldus, 1999.


Los dejamos con un poema de Jaime Labastida y una muy interesante crónica fotográfica del evento, cortesía de Pascual Borzelli Iglesias.


EL JÚBILO SE ENCIENDE
La memoria es una piel que tu recuerdo llaga,
una herida de torpe geometría,
es una carne, un nervio vivos.
Lacerada memoria donde el fuego
es la violenta agua apaciguada.
Miro así tu jadeo,
en ese mar, en esas olas me hundo.
Qué hermosa sed que nunca más se sacia,
qué agua: no apagas sino incendias.
Tu cuerpo resplandece con mi yesca;
tallo tu imagen de carbón
y es fósforo, sol, óxido el que brota
de esta chispa de luz.
Rescoldo quedan nuestros cuerpos y aluzamos
todo cuanto habita la pieza.
El júbilo se enciende.
De los cuerpos que se besan
viene este parto de la brasa.
Los objetos adquieren sus perfiles de gracia
y desdeñan la sombra.


FUENTE: http://circulodepoesia.com/nueva/2009/06/portarretratos-no-10-jaime-labastida/

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