lunes, 27 de febrero de 2012

Premio Cervantes 1997 GUILLERMO CABRERA INFANTE Escritor cubano



Premio Cervantes 1997
GUILLERMO CABRERA INFANTE
Escritor cubano
(Gíbara, Cuba, 1926 – Londres, 2005)
Su padre, tipógrafo y periodista, y su madre,
muy comprometida políticamente, eran militantes del Partido Comunista y fueron los
fundadores de la organización del partido en Gibara, razón por la que fueron
arrestados, cuando Cabrera Infante tenía siete años de edad; queda a cargo de sus
abuelos. Antes de que sus padres ingresaran en prisión, él estudiaba en un colegio de
cuáqueros pero después fue a la escuela pública. En 1941 se trasladó con su familia a
La Habana, que lo deslumbró como bien reflejan sus libros.
De la escuela lo único que le interesó fue La Ilíada y La Odisea, que hicieron que se
llenara de curiosidad y de interés por la literatura. Ha dicho que su vocación literaria
comenzó cuando, en 1947, escribió una parodia de El señor presidente, de Miguel
Ángel Asturias, como una especie de broma y para su sorpresa se la aceptaron en la
revista Bohemia. Más tarde, inició los estudios de medicina que dejó, por el horror que
le producían los cadáveres, para empezar a estudiar periodismo en 1950. Empezaba
ya a descubrir que sus aficiones: la literatura y el cine –del que fue aficionado desde
muy pequeño- serían las pasiones a las que se dedicaría toda su vida.
Siendo secretario particular del exiliado español Antonio Ortega, comenzó a hacer
críticas de cine, impulsado por el propio don Antonio. En 1952, los censores del régimen
de Batista lo culparon de incorporar obscenidades en un cuento que escribió en
inglés, por lo que tuvo que publicar esas reseñas con seudónimo, G. Caín, las dos
primeras sílabas de sus apellidos. En 1954 se convirtió en crítico cinematográfico de la
revista Carteles, en la que colaboraría hasta 1960 (firmando con ese seudónimo, que
utilizaría posteriormente en algunos de sus guiones). En ese mismo año publicó Así en la
paz, como en la guerra, cuentos escritos durante la dictadura de Fulgencio Batista.
En 1953 se casó con Marta Calvo. De este matrimonio tuvo dos hijas, Ana y Carola. En
1961 se casó con la actriz cubana Miriam Gómez, quien sería la compañera de
Guillermo Cabrera Infante el resto de su vida.
Tras la llegada al poder de Fidel Castro (1959), después de la Revolución Cubana,
Cabrera Infante, que había apoyado la revolución, fue nombrado director del
Consejo Nacional de Cultura, ejecutivo del Instituto del Cine y subdirector del diario
Revolución (actual Granma), encargándose de su suplemento literario, Lunes de
Revolución, en el que pretendía llevar a cabo los sueños de libertad y desarrollo
cultural de la revolución. Según ha dicho, el primer año del triunfo de la Revolución fue
de una extraordinaria libertad; era como una embriaguez.
Sin embargo, sus relaciones con el régimen pronto se deterioraron debido al
cortometraje que Orlando Jiménez y su hermano, Sabá Cabrera, rodaron a finales de
1960. El corto, titulado P.M., describía las maneras de divertirse de un grupo de
habaneros durante un día de finales de 1960. Fue la primera vez que se censuraba
algo y estalló la polémica, en 1961, en las páginas de Lunes de Revolución hasta que
ese mismo año fue suprimida.
En 1962, comienza el exilio de Cabrera Infante que fue enviado a Bruselas como
agregado cultural de la Embajada cubana. Durante su estancia en Bélgica, escribiría
Un oficio del siglo XX (1963), recopilación de artículos sobre cine. En 1965, debido a la
repentina muerte de su madre, vuelve a la isla. Encuentra triste la vida en Cuba, se da
cuenta de que no podría ya vivir allí.
Se va a España, primero a Madrid y luego a Barcelona, donde se publica, por la
editorial Barral, su novela Tres tristes tigres, que obtuvo el premio Biblioteca Breve y que
reescribió varias veces: tardó cinco años en escribirla. En esta novela intenta, según
propia confesión, “atrapar la forma de hablar cubana en un género literario”. TTT,
como solía referirse a su novela, se caracteriza por el uso ingenioso del lenguaje
introduciendo coloquialismos cubanos y constantes guiños y referencias a otras obras
literarias. En ella, relata la vida nocturna de tres jóvenes en La Habana de 1958.
“TTT. El libro está en cubano. Es decir, escrito en los diferentes dialectos del español que
se hablan en Cuba y la escritura no es más que un intento de atrapar la voz humana al
vuelo, como aquel que dice. Las distintas formas del cubano se funden o, creo que se
funden, en un solo lenguaje literario. Sin embargo, predomina como un acento el
habla de los habaneros y, en particular, la jerga nocturna que, como en todas las
grandes ciudades, tiende a ser un idioma secreto. La reconstrucción no fue fácil y
algunas páginas se deben oír mejor que se leen, y no sería mala idea leerlas en voz
alta”.
Las dificultades económicas y la negativa del régimen franquista a regularizar su
situación le llevaron a mudarse a Londres, donde se instaló definitivamente en 1965.
Crítico implacable del régimen castrista, nunca regresó a Cuba y se negó a que sus
novelas Tres tristes tigres y La Habana para un Infante difunto (1979) fueran publicadas
dentro de la línea de publicación de emigrados del Ministerio de Cultura de Cuba.
A principios de la década de 1970 se instaló en Hollywood para dedicarse al mundo
del cine, como guionista, con discreto éxito. Allí conoció a uno de sus mitos, Mae West,
“en la que el erotismo se confunde con el humorismo”. Trabajó para el film de Malcolm
Lowry Bajo del volcán, que no llegó a rodarse. Algunos de sus guiones de cine son
Wonderwall sobre los años del swing en Londres (1968); Vanishing point, filmada en
California, Nevada, Colorado y Nuevo México (1971) y La ciudad perdida (2005),
dirigida y protagonizada por Andy García y ambientada en la Cuba pre y post
revolucionaria. Sus críticas de cine están recogidas en Un oficio del siglo XX (1963),
Arcadia todas las noches (1978), Cine o sardina (1997).
En 1972 colaboró muy de cerca con Suzanne Jill Levine, conocida hispanista de la
Universidad de California. Su obra Tres tristes tigres se traduce al inglés y se publica en
Londres con el título de Three trapped tigers. Ese mismo año tradujo al español
Dublineses, de James Joyce. En 1974 aparece Vista del amanecer en el trópico. “Yo
quería desmitificar la historia de Cuba y demostrar, a pesar de la fama de risueño y
alegre que ha tenido siempre este país, cómo en él siempre estaba presente la
violencia desde los tiempos precolombinos, con la violencia de unos indios sobre otros
indios, la violencia de los conquistadores, la violencia de la colonia, de la República,
de la dictadura de Batista y hasta de la Revolución”. Su libro O (1975) es un libro de
ensayos dedicado a Londres. En 1976 publica Exorcismos de esti(l)o, libro misceláneo.
El libro de ensayo Puro humo, escrito en inglés, en 1985, con el título de Holy Smoke fue
traducido al español en 2000. En 1979 obtiene la nacionalidad británica.
En la década de los noventa, publica los libros de cuentos Delito por bailar el
chachachá (1995); Todo está hecho con espejos (1999); el libro de ensayos Mi música
extremada (1996), la miscelánea Ella cantaba boleros (1996) y la recopilación de
artículos, Mea Cuba (1992), Vidas para leerlas (1998) y El libro de las ciudades (1999).
En 1997 se le concede el Premio Cervantes.
En el 2008 aparece su novela póstuma, La ninfa inconstante. Muere el 21 de febrero de
2005.

SEGUNDA NOTA BIOGRÁFICA:


Guillermo Cabrera Infante
Nació el 22 de abril de 1929 en Gibara, provincia de Oriente en Cuba. Era el hijo mayor del periodista Guillermo Cabrera y de Zoila Infante, militantes comunistas y fundadores de la organización del partido en Gibara. En 1941 se trasladó con su familia a La Habana. Más tarde, inició los estudios de medicina, que dejó para empezar a estudiar periodismo en 1950. Sin embargo, ya empezaba a descubrir que sus aficiones, la literatura y el cine, serían las pasiones a las que se dedicaría toda su vida. En 1951, junto con Tomás Gutiérrez Alea y Néstor Almendros, fundó la Cinemateca de Cuba, de la que fue director hasta su cierre, ordenado por el dictador Batista en 1956. En 1952 escribió su primer cuento y ese mismo año, los censores del régimen de Batista encontraron a Cabrera culpable de incorporar obscenidades en dicho cuento. Como castigo, se le prohibió publicar con su nombre, asunto que fue resuelto mediante el uso del pseudónimo G. Caín, una contracción de sus apellidos. En 1954, se convirtió en crítico cinematográfico de la revista Carteles en la que firmaba con su pseudónimo (que utilizaría posteriormente en algunos de sus guiones) y con la que colaboraría hasta 1960.
En 1953 se casó con Marta Calvo. De este matrimonio tuvo dos hijas (Ana, en 1954 y Carola, en 1958). Sin embargo, en 1958 conoció a la actriz cubana Miriam Gómez, con la que se casó el 9 de diciembre de 1961 tras divorciarse de su primera mujer. Miriam Gómez sería la compañera de Guillermo Cabrera Infante durante toda su vida.
Tras la llegada al poder de Fidel Castro (1959), después de la Revolución cubana, Cabrera Infante, que había apoyado la revolución, fue nombrado director del Consejo Nacional de Cultura, ejecutivo del Instituto del Cine y subdirector del diario Revolución (actual Granma), encargándose de su suplemento literario, Lunes de Revolución, en el que pretendía llevar a cabo los sueños de libertad y desarrollo cultural de la revolución. Sin embargo, sus relaciones con el régimen pronto se deterioraron, debido al corto que su hermano, Sabá Cabrera, rodó a finales de 1960. El corto P.M., el cual, sin una estructura definida, describía las maneras de divertirse de un grupo de habaneros durante un día de finales de 1960, fue prohibido en 1961 por Castro. Estalló la polémica en las páginas de Lunes de Revolución hasta que fue suprimida ese mismo año. La luna de miel de la revolución cubana con los intelectuales tocaba a su fin. En su discurso del 30 de junio de 1961 (Palabras a los intelectuales), Fidel Castro pronunció su célebre frase Dentro de la Revolución todo.


De este escritor cubano en lo personal recomiendo TRES TRISTES TIGRES (TTT), novela que participa de las técnicas narrativas -como lo hicieran sus otros compañeros del boom- novedosas para su tiempo.
La edición crítica de Tres tristes tigres, la novela de Guillermo Cabrera Infante, será presentada por la escritora y crítica literaria, una de las más importantes de España, Rosa Pereda. TTT, además fue el tema de la tesis de Rosa Pereda, quien batalló muchísimo durante el franquismo para que esa novela fuera reconocida. Participarán los autores de la edición crítica, y el cineasta Orlando Jiménez Leal.

La edición crítica fue trabajada durante tres años con el propio autor, y luego con su viuda, Miriam Gómez.

En el año 2007, Seix Barral, Biblioteca Breve, hizo el mayor homenaje que se le puede hacer a un autor doblemente censurado, reeditar la versión integral de la novela Tres Tristes Tigres, Premio Biblioteca Breve en 1964, publicada inicialmente por Seix Barral en 1967, sin los cortes que le propinó la dictadura franquista.
Tres tristes tigres es la gran novela de la música cubana, no sólo de la música popular, también, como diría el mismo Guillermo, quien fue mi amigo y mentor, es también la novela indirectamente de la música `seria`, que era como le llamaban los cubanos a la música clásica.
¿Por qué digo que GCI fue mi mentor? Porque cuando recibí el Premio Finalista del Planeta en 1996, por Te di la vida entera, dedicada a mi madre y a Guillermo Cabrera Infante, en un claro homenaje a ambos, la editorial Planeta, en el momento de la presentación del libro en el Hotel Ritz de Madrid, me anunció que Guillermo Cabrera Infante presentaría mi novela. Para mí fue como ganar un segundo padre, y Guillermo fue sumamente elegante y amable. Recuerdo que me preguntó: `¿Estás segura que quieres que yo te presente? Mira que si lo hago nunca más te dejarán entrar en Cuba`. Le respondí: `Cuba es usted, ya usted me dejó entrar a través de sus palabras, de sus novelas`. Y nos abrazamos.
Tres tristes tigres es la primera novela que se inspira en la música y en la vida nocturna habanera, a ritmo de bolero, y de sabrosura. Con mi novela Te di la vida entera quise continuar la historia donde GCI la dejó. Nunca he negado que para mí él es uno de los escritores que mayormente me influenció. Honrar honra. Y todo lo que hice fue tratar de devolverle lo que él me dio. Pobres de aquellos que no reconozcan que Tres tristes tigres es una novela fundacional, cambió el lenguaje, puso en relieve la apreciación festiva de toda una época, dio una visión justa y universal de La Habana. Pero sobre todo puso muy alto la tesitura de la música cubana. Si hay dioses literarios, GCI es el dios de la novela musical cubana. Con Te di la vida entera bebí en esas fuentes principalmente, e intenté aportar un estudio del lenguaje habanero desde los años 30 hasta los 90. Fuente: NN.

- 1 -CEREMONIA DE ENTREGA DEL PREMIO CERVANTES 1997
Discurso de GUILLERMO CABRERA INFANTE
In memóriam Octavio Paz
Hay un juego literario que es, como la literatura, un salto mortal sin red. Consiste en
preguntarle al otro: ¿con quién famoso te gustaría cenar esta noche? Me propusieron ese
árbitro de elegancias que dormía de día y celebraba la noche. Pero yo no sé latín y no
creo que pueda aprenderlo para esta noche. Me nombraron a Shakespeare, pero entre su
inglés y el mío hay distancia de olvido. Por último me susurraron el nombre de
Cervantes. [...]
Ahora estamos sentados a la mesa en medio del comedor. La misma mesa y todos los
muebles son lo que se vendría a conocer como Renacimiento español: muebles macizos,
muebles sólidos.
-Para mí -le dije-, todos sus libros son un libro: único, real y maravilloso y el mejor que
se ha escrito en nuestro idioma.
-Si no fuera por mis años y el sol de estas Castillas que me han curtido, me sonrojaría.
-Ya sé que usted no ha padecido nunca de vanidad ni de envidia literaria.
-Nunca -dijo Cervantes. [...]
En algún lugar de la casa alguien tañía una vihuela y una voz de mujer cantaba.
Reconocí la melodía. Era Guárdame las vacas, la tonada que originó las variaciones de
Cabezón.
-Me parece que le gusta la música.
-Mucho.
-A mí también. Cultivo varias melodías en mis escritos. Su nombre me es familiar. Uno
de mis personajes del Quijote se llamaba así.
-Fue uno que murió de amor al ver morir a su mujer.
-Así es. ¿De dónde viene su nombre?
-Alemán de origen.
-¿Es usted alemán?
-Oh, no. Vengo de América.
-Allá quise ir varias veces.
-Si hubiera ido nunca habría escrito el Quijote.
-Pero habría escrito otras aventuras. Realistas unas, mágicas las otras. Como hicieron
Bernal Díaz y Cabeza de Vaca.
-Pero son memorias, no invenciones.
No puedo evitar pensar que si los reaccionarios que ocuparon el lugar de los adelantados
le hubieran dado permiso para emigrar a lo que ya se llamaba América, su gran libro
hubiera sido escrito no en España, sino en la Nueva España ¿Qué les parece Don
Quijote de las Indias? ¿Qué tal Sancho Pampa? No habría habido molinos, pero habría
vientos. ¿Es una fantasía americana? Cervantes, en la segunda parte del Quijote, hace
CEREMONIA DE ENTREGA DEL PREMIO CERVANTES 1997
Discurso de GUILLERMO CABRERA INFANTE
- 2 -
elogio y alabanza de Hernán Cortés y lo muestra como un caballero ejemplar. Ni más ni
menos su par impar. [...]
-¿Es el Quijote una alegoría de su vida?
No lo pensó mucho para decir:
-Es la parodia de una alegoría.
-En todo caso es un libro maravilloso.
-Es muy amable con mi libro. [...]
Cervantes tendría mi edad exactamente ahora, pero era obvio que estaba en el invierno
de nuestro contento: Cervantes por su Don Quijote, yo por mi Cervantes.
-Eso es inevitabilidad -dije.
-Es una palabra larga -dijo Cervantes.
-Es una palabra demasiado larga -dije-, pero inevitable.
El mobiliario del comedor se hizo contemporáneo, las bujías se hicieron bombillas, el
banquete se vuelve una última cena. Pronto se disolverá el autor, pero antes de que
desaparezca el maestro desaparecerá el aprendiz de Cervantes.
¿Qué es morir sino una forma de organizarse? ¿Lo dijo Cervantes? ¿O fue mi otro
maestro, Martí mártir? [...]
Cervantes dejaba de ser un mero mortal para pasar a la inmortalidad. Aquí debe acabar
mi discurso. Pero permítanme una palabra o dos antes de irme. Por mi casa de Londres
han pasado varias generaciones de escritores españoles, algunos bisoños, otros
veteranos. Muchos de los jóvenes escritores han devenido una generación que escribe
los libros mejores que se escriben en español. Grande ha sido mi contento de que así
sea.
Quiero destacar a mi agente, la formidable Carmen Balcells, porque fue ella quien me
dio la noticia de haber ganado el premio por teléfono. Su alborozo fue más grande que
el mío porque a pesar de las voces de Carmen siempre he sido un tanto escéptico.
Todavía lo soy ahora. A todos, empezando por Miguel de Cervantes Saavedra, ¡muchas
gracias!

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