miércoles, 4 de septiembre de 2019

Quevedo, Vivien Leigh, Homero, Schopenhauer, Chesterton, Faulkner, D'Annunzio. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.

Martes, 24 de abril. 1962.
Come en casa Borges. Leemos a Quevedo, en la
edición de Reyes.2 Comenta: «¿Le gustaba este poema a Reyes? No. No le
gustaba nada. De puro aburrido lo puso».
BORGES: «Llamó Victoria, le dijo a Madre si yo podía almorzar el
viernes en San Isidro con Vivien Leigh. Madre le dijo que no, que yo tenía
un compromiso. Al rato llamó nuevamente Victoria, habló esta vez
conmigo y, como si la conversación anterior no existiera, me dijo si podría
almorzar el viernes en San Isidro con Vivien Leigh. Le dije que no,
que tenía un compromiso. Ahí nomás cortó, sin decir palabra. Yo tomé
la cosa como muy natural, por venir de Victoria y no pensé en ella hasta
ahora, que me parece that it makes a story y que eso no se hace. La hospitalidad
se confunde con el arresto. Es la hospitalidad de los comisarios.
¿Qué puede importarme a mí ese almuerzo? ¿Cómo no se da
cuenta de que no me interesa nada?».

***
Martes, 15 de mayo. 1962.
BORGES: «YO prefiero la Odisea, quizá porque
el plan, la idea de la Odisea, es superior a la de la Ilíada. Sin embargo,
cuando se leen ambas obras, se ve que la Ilíada es la superior. La circunstancia
de que Troya esté condenada, de que Aquiles vaya a morir, de
que todo eso se sepa, da mayor grandeza a la Riada. En cuanto al género
de aventuras, en Las mil una noches, desde luego muy posteriores, está
mejor que en la Odisea». Observa que la ética de Sócrates era muy superior
a la de los héroes homéricos, bravucones de patota, pero que Platón
no hubiera admitido eso. Agrega que, sin embargo, todos los presocráti¬
cos estaban contra Homero.

***
Miércoles, 23 de mayo. 1962.
BORGES: «Según Schopenhauer hay tres clases de escritores.
Los peores, que nunca piensan, los que piensan cuando escriben
y los que piensan antes de escribir. Schopenhauer dice que estos últimos
son los mejores. Tratándose de ensayos filosóficos tiene razón,
pero en los cuentos o en los poemas es mejor que el escritor vaya pensando
y que no sea un amanuense de su memoria. Aunque los poemas
de Chesterton sean excelentes, tienen ese defecto. Se ve que, con toda
suerte de felicidades circunstanciales, Chesterton cumple un esquema
previo».
(...) BIOY:
Cuando uno tiene en la mente un cuento con argumento perfecto, se atiene a redactarlo,
a veces un poco aburrido, como quien escribe los deberes; pero
cuando uno cree, sin mayores razones para justificar la creencia, que hay
1. «Sir Patrick Spens» (s. xvii): «To Noroway, to Noroway, / To Noroway o'er the faem;/ The
king's daughter o' Noroway/ 'Tis thou must bring her hame [A Noruega, a Noruega,/ a Noruega por
sobre la espuma;/ a la hija del rey de Noruega/ debéis traerla a casa]».
2. «Locomotoras y vagones» [S, nº 275 (1962). In: Marea de fervor (1967)].
777
1962
un cuento en tal idea y se pone a escribirla, uno lo hace con toda su elocuencia
y muchas veces con fecundidad de invención».
***

Jueves, 24 de mayo. 1962.

BORGES: «El estilo de Faulkner en Sanctuary conviene al relato; más
que en los otros libros. Faulkner es el único buen escritor shakespiriano
—en el sentido de la intensidad y de la frase elocuente y espléndida—
de estos tiempos». BIOY: «¿Conrad?». BORGES: «No: en Conrad hay mucho
fine writing, pero no esa intensidad shakespiriana, como de una marea
que sube. Yo prefiero a Conrad; creo que Conrad es un escritor superior,
pero si el carácter shakespiriano fuera la mayor excelencia
literaria, Faulkner sería el más grande escritor de nuestros días». Buscamos
otros. BORGES: «Tal vez Hugo». BIOY: «Algunos párrafos de Joyce,
aunque siempre hay un fondo de ironía que les quita intensidad». BORGES:
«Sin duda Joyce habrá influido en Faulkner». BIOY: «Conozco poco
a D'Annunzio». BORGES: «D'Annunzio es más bien como Larreta o como
lo peor de Wilde. Para dar la idea de refinamiento pone objetos
complicados y alhajas».

***
Martes, 29 de mayo. 1962.
. BORGES: «Las conversaciones entre
Goethe y Eckermann son el diálogo entre dos imbéciles.


Autor: ADOLFO BIOY CASARES
Título: BORGES
Edición al cuidado de Daniel Martino
Destino, 2006, 1ª edición – Colección Imago Mundi, 101
Cartoné editorial y sobrecubierta ilustrada – 1663 páginas – 23x15 cm

lunes, 2 de septiembre de 2019

Góngora,Rabelais, hipérbole,timidez de Borges, Shakespeare,Saint-John Perse, etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Viernes, lº de septiembre.
Come en casa Borges.
Subiendo la escalera de casa, dice: «Todos los caminos llevan a Austin.1 También es cierto
que todos los caminos llevan al regreso de Austin».
BORGES: «En el homenaje a Góngora en la Academia de Letras sólo
yo hice objeciones: dije que como la literatura española no es rica en extravagancias
—hablan de la mesura francesa, de la falta de originalidad
francesa, pero ¿cuál es el Rabelais español?—, con uñas y dientes los españoles
se aferran a las extravagancias de Góngora y se prenden a sus
obras. La extravagancia es una manera, un estilo: si después de muchos
siglos un texto sigue asombrando por extravagante, esto significa que el
autor no supo imponer su manera, que fracasó... Creo que se me fue la
mano. Dije que en todo Góngora no hay una sola imagen visual. Nombra
colores, por eso dicen que veía las cosas. Tan poco veía que puede hablar
de la blancura de una mujer como blancura de nieve. Por un defecto
de lenguaje se emplea la misma palabra blancura para calificar el
color de la nieve y el de una mujer. Las críticas de la gramática de la Academia
Española a versos de Góngora son justas. Reyes habla de los chascarrillos
abominables de Góngora».
(...)
Muchas veces el secreto está en el tono:
si uno da con el tono conveniente, la novela o el cuento salen bien, aunque
el argumento no valga mucho; en cambio un tono equivocado
arruina el mejor argumento. Persiles es un libro condenado desde el principio.
Empieza muy mal. En cambio el Quijote empieza bien: "En un lugar
de la Mancha"; etcétera. Sin duda a Cervantes le gustaban los libros
de aventuras.
***
Domingo, 3 de septiembre.1961.
. La hipérbole es una forma de la indiferencia: porque no se puede
o no se quiere entrar en detalles se recurre a los superlativos».

***

Lunes, 4 de septiembre. 1961.
 Parece que Borges se va el sábado. Vlady,
muy triste, me dice: «No puedo creerlo. Toda mi vida está centrada en
Borges y en el estudio del anglosajón». Ni corto ni perezoso, Borges la
compara con Estela Canto. VLADY: «NO tiene alma. Es la segunda que me
dice. Hoy me dijo: "¡Lo que voy a extrañar las calles de Buenos Aires!".
Yo le pregunté: "¿Nada más?". Entonces me contestó: "Es claro, está el
factor humano". ¿Se da cuenta? ¡El factor humano! Qué maldad». BORGES:
«No es maldad, es timidez». Yo pienso: «A pesar de su largo trato con
1961
ellas, quizá las mujeres todavía lo pongan nervioso. Quizá quería mostrarse
encantador, flippant y humorístico; con las mujeres tiene mala espontaneidad
y dice estas cosas poco gratas. De ahí su fama de frío, sin
alma, etcétera». Continuamente le pedía a Vlady que recitara poemas anglosajones.
¿Cómo cree que puede gustarme esa retahila de palabras que
no entiendo? ¿O, si yo fuera mejor, me gustarían? Non sum dignus.

(...)
. Shakespeare
es un poco irresponsable: en ningún momento uno puede estar seguro
de que un personaje no mate a todos los otros». BIOY: «Después de
Johnson empezó la deificación de Shakespeare.

***
Jueves, 7 de septiembre. 1961.

BORGES: «Como persona, Lorca me pareció muy desagradable. Como
poeta... "

***
Estando en Nueva York Borges dijo en un reportaje que en ese momento
creía —la verdad es que estaba muy cansado— que actualmente
no había en Francia ningún poeta importante. Al rato lo llamó por teléfono
Saint-John Perse.
BORGES: «Nunca leí nada bueno de Saint-John Perse». BIOY: «Que yo
sepa nunca nada le salió bien». BORGES: «Su gran mérito —su único mérito—
consistía en renunciar a los méritos de todos los otros poetas. Los
otros poetas son admirados por la eufonía de los versos, por las metáforas,
por el argumento, por los epigramas. Saint-John Perse desdeña eso.
La eufonía corresponde a la vacuidad. Las metáforas, mi buen amigo,
son de otra época. En cuanto al argumento, ¿quién escribe hoy con argumento?
Los epigramas, ya se sabe, son de lo más barato».
De Calderón afirma: «Pertenece a una escuela de escritores ingeniosos
ratés. De poca ingeniosa ingeniositá, como dijo Croce. Tienden al ingenio,
es evidente que lo intentan, pero lo miran de lejos». Recita:
...siendo un esqueleto vivo,
siendo un animado muerto;
[...]
aquí, por que más te asombres
y monstruo humano me nombres,
entre asombros y quimeras,
soy un hombre de las fieras
y una fiera de los hombres...1
BORGES: «Qué mecánico todo, caramba. Es un esquema muy sencillo.
El dibujo de una guarda. En ese momento la pasión eran las contradicciones
y la tendencia a oposiciones simétricas. Góngora, Lope, Calderón,
Gracián: poetas enamorados de las formas lógicas, pero incapaces de pensar
to some purpose. "Un esqueleto vivo, un animado muerto", "en poco
mármol mucho Fénix cabe",2 son un coletazo de la escolástica. ¿Los con-
1. La vida es sueño (1636),1,2.
2. GÓNGORA, Luis de, «Para el principio de la Historia del señor Rey don Felipe II, de
Luis de Cabrera» (c. 1614).
760
1962
temporáneos creían que en esos conceptos había pensamientos? A juzgar
por Gracián, se diría que sí. A Gracián, los poetas anteriores le parecerían
desvaídos».
















viernes, 30 de agosto de 2019

ESTADÍSTICAS.




Gracias por visitar el blog.






Tagore, Sócrates, Hemingway, yo le regalo mi smoking, New English Bible, congresos de escritores, etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Domingo, 7 de mayo. 1961.
Con mi hija Marta, Silvina y Borges vamos, convocados
por Victoria, a San Isidro donde dan a una calle el nombre de
Tagore1 (que Victoria, pese a la lección del embajador de la India, persiste
en pronunciar Tagor, quizá lo cree francés). A Victoria no le preocupa
si admiramos o no a Tagore. BORGES: «Las invitaciones de Victoria
a San Isidro son levas, para las que, como en el servicio militar, no se
toma en cuenta el placer del invitado».
Nos leen un poema de Tagore. BORGES: «Los orientales deberían advertir
que no tienen talento para inventar metáforas; pero insisten en
ellas: este poema es una serie de metáforas poco afortunadas. Tiene razón
Sócrates, en el Fedón, cuando dice que los poetas deben contar fábulas
o mitos y no hacer razonamientos;2 bueno, estos poemas indios son
razonamientos con el rigor de fábulas. En realidad, son sermones».
***
Viernes, 7 de julio. 1961.
Hemingway murió los otros días. Me agrada cómo escribe: su estilo
nítido, como un cristal transparente, no estorba y tiene la nitidez de un
lente admirable. Según Borges, que habla de él con malevolencia, y que
no se interesa en su obra, era mala persona.

***


Sábado, 15 de julio. Borges llega temprano. Me regala un ejemplar
de The New English Bible. Yo le regalo mi smoking, para su viaje.
1. Rhetorica (1757), III, xvii, 62. Critica Quijote, II, 32.
2. [Estos traficantes de lo obvio] Cf. WELLS, H.G., The Shape of Things to Come (1933), «In¬
troduction»: «He called me then a Dealer in the Obvious [...]».
731
1961
BIOY: «Sobre la New English Bible leí controversias en el Times Literary
Supplement. Eliot dice que, al perder oscuridad, algunos párrafos y aun
todo el libro tienen menor encanto y menor fuerza de persuasión sobrenatural
». Borges tiene un preconcepto favorable. BORGES: «Está hecha sobre
un nuevo principio». Le leo en los cuatro evangelios los episodios
con Pilatos y la crucifixión. BORGES: «Estoy seguro de que todo es verdad.
No digo los milagros, claro está... Pero ¿quién iba a inventar todo eso?
No un discípulo ignorante. ¿Qué novelista sería capaz de mejorar la conversación
de Cristo y Pilatos, del judío y del romano? Cada uno está en
su mundo —habla en cross-purposes—, y no se recurre a idioteces de vestuario
o a las trabajosas invenciones de Walter Scott o de Flaubert. La diferencia
está dada desde adentro. ¿Y qué mejor que el sueño de la mujer
de Pilatos, la lavada de manos, el buen ladrón, el "Dios mío, Dios mío me
has abandonado"?». Al leerlos, los episodios vuelven a conmoverme; en
cualquier redacción conmueven.
Hablamos de la parábola del hijo pródigo; de las vírgenes tontas, que
en la New English Bible son girls, para enojo de T. S. Eliot, en vez de virgins.
BORGES: «Seguramente en esa época y en ese contexto la palabra virgen
significa muchacha». Hablamos del hombre de un talento. BORGES: «ES
una parábola en que Cristo deja ver que al fin y al cabo era judío. Quizá
ahí por primera vez la palabra talento, moneda metálica, significa talento,
condición de la inteligencia o habilidad». Vemos el Oxford English Dictio¬
nary. También vemos lusciola, en Raimundo de Miguel;1 lusciola, más allá
de los cambios permitidos por la ley de Grimm debe de ser la misma palabra
que ruiseñor.
***
Jueves, 27 de julio. 1961.
Después, Borges me dirá que los congresos de escritores son inútiles,
y que además son perjudiciales, porque la gente cree luego que los escritores
son tan vanos como los políticos; se los ve como figuras públicas,
monstruos sagrados, y ya no llegan a nadie.
(...)
Observa que, para un escritor, el título de doctor, previo a la publicación
de libros y ganado en examen, es peyorativo; en cambio, para algunos
escritores, el doctorado honoris causa, payasada para presidentes,
es un título honorífico respetable: Johnson es el doctor Johnson.

***

Autor: ADOLFO BIOY CASARES
Título: BORGES
Edición al cuidado de Daniel Martino
Destino, 2006, 1ª edición – Colección Imago Mundi, 101
Cartoné editorial y sobrecubierta ilustrada – 1663 páginas – 23x15 cm



jueves, 29 de agosto de 2019

Macedonio Fernández, escritura, el Asno de Oro, El Satiricón, Carlyle, el poema, etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Lunes, 14 de noviembre. 1960.
Come en casa Borges. BORGES: «Macedonio
insistía en que nada podía perderse. Dejaba sus escritos tirados por todas
partes, sin preocuparse en lo más mínimo. ¿Comprendés? Decía que uno
era tan pobre y que había tan pocas cosas en uno, que no había dificultad
de escribir de nuevo lo que ya se había escrito. Esto es falso: si uno ha
escrito algo, ha resuelto una serie de pequeños problemas y no tiene ganas
de meterse de nuevo en lo mismo. Hay la sensación del déjà vu, que
descorazona».
Observó: «Cada tantos años, no sin monotonía, algunos autores pro¬
fesionalmente jóvenes descubren que eso de escribir bien es anticuado,
que ahora uno debe escribir mal, pero volcarse en la página, etcétera.
Cf., quien tenga ánimo, Dalmiro Sáenz, David Viñas y otros pelafustanes.
El viejo Vedia y Mitre en el treinta y tantos le escribió, en una carta a Ma¬
llea, que en no sé cuál de sus libros decía muchas cosas verdaderas, pero
que pudo decirlas en menos páginas. Mallea contestó —porque, fijate,
contesta las cartas— que eso de escribir bien es un vicio ya superado, que
el escritor moderno escribe mal, pero se vuelca entero, etcétera, etcétera.
Escribir bien, en el confuso fondo de sus mentes oscuras, debe de significar
"escribir lavadamente, chirlemente", como diría una señora o un cocinero.
***
Viernes, 25 de noviembre. 1960.
 Come en casa Borges. Lo fotografío.
Concluimos la lectura de «La víctima de Tadeo Limardo». Hablamos del
Asno de oro, que estoy leyendo en la versión de Graves.1 BORGES: «Tantas
cosas vienen de ese libro... En él nacen la novela fantástica y la novela
picaresca. Qué bien que Lucio esté como loco con la idea de que vive en
casa de una bruja; de que podrá aprender, desde luego con riesgos terribles,
las artes mágicas y que, con la natural inconsecuencia humana,
mientras está en esa casa únicamente piense en pasar todo el tiempo posible
con Fotis, la esclava... También parece muy moderno que el protagonista
del libro sea Lucio Apuleyo, el autor». BIOY: «Hay también un
acierto en que la primera vez que aparece Fotis, de quien se enamora
Lucio, no se insista en que es lindísima; en que la primera vez que aparece
Pamphila, la terrible bruja, esté como una pobre mujer, a los pies
del marido». BORGES: «En cambio, no sé por qué es tan famoso el Sati¬
ricón. Es un libro muy tedioso».
***
Sábado, 26 de noviembre. 1960.
Comen en casa Borges y Peyrou. Fotografío
a ambos. BORGES: «Trabajar en un libro, bueno o malo, es importante
para la felicidad. Como dijo Carlyle, toda obra después de terminada es
deleznable; por lo menos para el autor no tiene ya importancia».

***
Lunes, 28 de noviembre. 1960.
 Un poema debe ser mínimamente explicativo y dialéctico.
(...)

De Bernárdez observa: «No es tan sonso como sus poemas. Lo que le
pasa es que se metió en una manera horrible de escribir. Bueno, la manera
en que uno escribe corresponde a una decisión que se toma una sola vez.
No puede uno escribir de muchas maneras, salvo si escribe muy poco.
Pero si uno adquiere cierta destreza, aprende unos cuantos tricks, se hace
de un stock de manías y para siempre las repite».

(...)

Buscamos fechas del Cid, de la Chanson de Roland y del Beowulf. Manifiesta
su antipatía por el Cantar de Mio Cid.

***
Miércoles, 21 de diciembre. 1960.
Esta noche, en El Malambo, lugar de la
predilección de Borges, hay una comida para Francisco Luis Bernárdez.
El restaurant elegido es pésimo, sucio, pero pintoresco. Borges, por amabilidad
hacia mí, finge que él también prefiere los lugares un poco limpios
y blancos, como por ejemplo los restaurants de grandes hoteles;
pero mantiene su superstición favorable al bistrot pintoresco. Un bistrot en
Buenos Aires es una fonda inmunda.

***

Martes, 2 de mayo. Come en casa Borges. 1961.

BORGES: «Cuando Almafuerte se mudó a Tolosa, las pupilas del prostíbulo
le mandaron de regalo una fuente de empanadas. Al día siguiente,
él se presentó en el prostíbulo para devolver la fuente, y dijo: "Muchas
gracias por las deliciosas empanadas, señoras putas"».4


miércoles, 28 de agosto de 2019

Arte moderno, Emecé editores, México, India, Longfellow, Poe, Octavio Paz, Quevedo, etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Sábado 10 de setiembre. 1960.
Observa después:
«Qué manía la del arte moderno contra la anécdota. Echando mano
de la palabra anécdota, mucha gente rechaza hoy formas permisibles de literatura
y de arte. La connotación de frivolidad epigramática de la palabra
anécdota los ofusca; no ven que atacan a lo narrativo, que es uno de los permanentes
agrados de los hombres. ¿Qué tiene de malo? Toda la literatura
es anécdota. ¿A quién no le agradan las anécdotas? Estoy seguro de que les
gustan a esos mismos pintores que las condenan. Aunque no puede uno
saber: ¡son tan brutos! Ortega también, es claro, condenó las anécdotas.
Ortega era un bruto: sobre Proust dice muy seriamente que llega al límite
de la máxima lentitud aceptable. Es lo que primero se le ocurre a uno
cuando abre un libro de Proust, empieza a leer y aún no lo conoce. Ortega
cree que eso es una observación crítica digna de pasar a un libro».
BORGES: «La otra tarde yo iba por la calle distraído, pensando en mi
conferencia sobre Ben Gabirol (la mejor conferencia que di en mi vida)
y un hombre viejo, con una tricota shabby, me pidió unos pesos. "¿Quién
es usted?", le pregunté. Me contestó sin agresividad: "Un poligriyo, un
manguero de mierda". Qué bien, ¿no? Qué inteligente». BIOY: «Formuló
lo que vos pensabas de él. Era un hombre sensible. Sentía lo que sentía
el interlocutor. No se parecía a los de Emecé». BORGES: «NO. NO se parecía
al resto del mundo».

***
Martes, 20 de septiembre. 1960.

BORGES: «Todo lo que se hace en la India es feo. Imaginate lo que serán
los artistas modernos de la India. Les ganan a todos. Hay países con
vocación para la fealdad: la India, México. Peor que los demonios (para
ellos no serán demonios) de los aztecas, son los personajes de caricatura
de los frescos de Rivera».
***

Domingo, 25 de septiembre. 1960.
Come en casa Borges. BORGES: «Blas González
exclamó: "¡Las Conversaciones de Goethe con Eckermann! ¡Qué libro
genial!". ¿Qué tiene de genial ese libro? No conozco un libro más raté. Los
únicos que se meten con ese libro son Groussac y De Quincey... 
***
Domingo, 16 de octubre. 1960.
BORGES: «El destino de Longfellow se parece al de Capdevila. Escribió
mucho, leyó mucho, era muy culto y se desacreditó ante todos. Era mucho
más culto que Poe. Éste imaginaba que Longfellow estaba en una conspiración
contra él, lo que era totalmente inexacto. Los escritores fracasados
siempre imaginan conspiraciones contra ellos. Creen que los escritores más
afortunados forman una maffia. Sienten que cuando esos escritores publican
los excluyen... Poe acusó de plagio a Longfellow, quien ni siquiera respondió.
Si uno considera la diversidad de sus cuentos, cree que Poe es un
1. Véase, supra, entrada de febrero de 1950.
2. Alusión al Prince Zaleski, protagonista de diversos cuentos policiales de Matthew P.
Shiel (1865-1947).
689
1960
genio; pero si lee uno de esos cuentos se desengaña. Quien escribió sobre
Poe con verdadera irresponsabilidad es Shaw. Dice que Poe no tiene debilidades,
que estaba más allá de las vulgares supersticiones del patriotismo y
del amor. Del patriotismo, porque no se le ocurrió tenerlo, pero del amor,
con todas esas mujeres enfermizas y espantosas, las Ligeias y Berenices...
Mirá si puede ser sentimental Poe; otro se hubiera hundido en su "Annabel
Lee" y su kingdom by the sea. Más atinado estuvo Emerson, que después de
leer "The Bells" lo llamó jingle man. En Poe hay una tendencia que propende
a Herrera [y Reissig]». BIOY: «Esa genealogía de lujosos y decrépitos
concluye, entre nosotros, en Mujica Lainez». BORGES: «No se sabe qué es
peor: su cielo de jóvenes ricos, inescrupulosos y crueles, o su infierno de viejos
que por decrepitud no cometen crímenes».
***
Domingo, 6 d e noviembre. 1960.
Hablamos de la nueva escuela francesa, de novelistas que dedican
largos libros a la descripción de objetos o de movimientos físicos. Borges,
parodiando a un imaginario autor: «Ils n'ont aucune beauté, aucune valeur
scientifique».
1. BROWNING, R., «Memorabilia» [Men and Women (1855)]. Según Borges, Alfonso Reyes
«tenía el don de encontrar una cita adecuada para cualquier situación humana. Por
ejemplo, estuvimos hablando del poeta mexicano Othón. [...] Y Reyes me dijo que él había
conocido a Othón [...]. Y yo entonces, sorprendido, le dije: "Pero, ¿cómo?, ¿usted lo conoció
a Othón?". Y Reyes, encontrando la cita exacta —un verso de Browning—, me dijo: "Ah,
did you once see Shelley plain? [¿Usted lo vio de cerca a Shelley?]"» [SORRENTINO (1974): 100].
2. [Llévate los votos que has hecho,/ hazlos a un lado y sé libre.] ALLINGTON BARNARD, Charlotte
Claribel, «Take Back the Heart» (1864).
694
1960
BORGES: «Strindberg es pésimo. ¿Cómo pueden compararlo con Ibsen?
Una vez, Strindberg publicó la descripción de un almuerzo; su anfitrión,
desesperado por el retrato que de él se presentaba, se suicidó. Es
que un artista no se resigna a contar exactamente cómo fue un almuerzo
en una casa burguesa. Inventa algo».
Octavio Paz envió a Sur un poema de amor, con el verso:
tus pedos estallan y se desvanecen.1
BORGES: «Se verá a sí mismo como un conquistador de nuevas regiones
para la poesía... Qué regiones». BIOY: «Menos mal que se desvanecen
». BORGES: «Si no, serían esos pedos sin ruido y sin olor, de que hablan
los chicos; la idea abstracta... Mejores son los versos de Quevedo:
La voz del culo, que llamamos pedo
(ruiseñor de los putos), detenida,
da muerte a la salud más presumida
y el propio preste Juan le tiene miedo.2
Poesía didáctica. Versos de tono explicativo. ¿Y qué me decís de llamar
al pedo ruiseñor de los p u t o s ? ¿Vos creés que Quevedo sabía tan poco
de putos que imaginaba que para ellos el pedo era una suerte de reclamo,
que usaban para llamarse unos a otros? ¿O en las calles se oyen fusilerías
de pedos, reclamos de putos llamando a putos? O más bien quiso
indicar que eran una voz dulcísima, pronunciada por la parte que les interesaba...
On ne peut pas y'aller plus loin en vulgarité: una palabra tan noble
como ruiseñor, perdida entre pedo y putos. Está escrito con mucha rabia,
contra alguien. Les tendría rabia a los putos... Qué bien que una
cosa pueda elogiarse por su fealdad. Sin duda la línea es superior al contexto.
Quevedo llamaba al culo sima barbada».3 Propone traducciones, ad
impromptu: the bearded pit, the hairy pit, l'abîme à barbe.
1. «Agua y viento» [Agua y viento (1959)].
2. Soneto «La voz del ojo, que llamamos pedo» [p. 1943]. La lección correcta de la primera
línea es ojo, no culo.
3. Borges lee sima por cima y altera el sentido de los versos: «el requicio barbado de
melenas;/ esta cima del vicio y del insulto» [«Contra don Luis de Góngora y su poesía»
(p. 1613)]. Todas las traducciones ad impromptu se basan en la idea de sima y no de cima. En
la primera ed. de La invención de Morel (1940), el náufrago, en un ataque de furia, llama a
Morel «Le cul à barbe».
695

Autor: ADOLFO BIOY CASARES
Título: BORGES
Edición al cuidado de Daniel Martino
Destino, 2006, 1ª edición – Colección Imago Mundi, 101
Cartoné editorial y sobrecubierta ilustrada – 1663 páginas – 23x15 cm

martes, 27 de agosto de 2019

Alberti, León Felipe, política argentina, Victoria Ocampo, novela, Platón, Coleridge, etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Jueves, 14 de julio.1960.
(...)
 BORGES: «Los españoles, cuando no pretenden ser genios,
cuando no se ven como grandes escritores, son personas excelentes». Yo
convengo con él: la gente que uno casualmente encuentra en la calle en
España es mejor que la que encontramos aquí y tal vez que cualquier otra;
no hay que condenar a España por algún Alberti o algún León Felipe.
***
Sábado, 6 de agosto. 1960.
Voy a San Isidro, a una reunión de Victoria.
BIOY: «¿Por qué Victoria reunirá esta fauna? Hellén Ferro, un ex peronista;
María Rosa [Oliver], comunista declarada; la mujer de Risieri Fron¬
dizi; González Lanuza; vos y yo, que somos liberales». BORGES: «¿Busca
algo en el mundo oficial?». BIOY: «Tal vez. Pero me parece más probable
que haya resuelto ser una gran personalidad, una figura nacional, y crea
conveniente asegurarse todos los apoyos». BORGES: «Ya lo es». BIOY: «Sí,
pero uno nunca está seguro». BORGES: «Antes Victoria se rodeaba de
gente según el sistema de simpatías y diferencias». BIOY: «Victoria antes
estaba segura de imponerse; ahora, con los años, lo está menos y necesitará
el apoyo de los demás». BORGES: «¿Y González Lanuza cómo se justifica?
». BIOY: «Victoria siempre creyó que es un gran escritor. Hombre de
consejo en Sur». BORGES: «Bianco tiene que corregirle los artículos, pero
él lo ignora, porque no recuerda nada, no es consciente de lo que escribe
». BIOY: «Hablando de Victoria, hace un momento Marcos Victoria
estuvo muy afectuoso conmigo: me dijo que trabajó mucho en cuentos
para el concurso [de La Nación]; que los cuentos firmados Sancho o algo
así son los suyos. Qué encantador».
***

Sábado, 13 de agosto. 1960.
Comen en casa Borges y Peyrou. Después de
leer innumerables (y áridos) cuentos presentados al concurso de La Nación,
hablamos del arte de escribir cuentos y novelas. BORGES: «ES un arte
difícil. ¿Cómo interesar con algo que nadie ignora que es mentira? O hay
que ser encantador, como Eça de Queiroz; o alucinantemente visual,
como Stevenson; o persuasivo de la realidad, como Bennett en Old Wi¬
ves' Tale; o erótico; o sobrenatural; o manejar el suspenso, como los novelistas
por entregas y tanto escritor de segundo orden: el arte mejor se
desentiende de la atención de los lectores pero corre el riesgo de perderlos
».
BIOY: «Según Revel, experimentos como el de la petite madelaine de
Proust son un error, porque son tan incomunicables como la pasión que
sentimos por una mujer».1 BORGES: «NO es necesario que a nosotros los
mismos estímulos nos produzcan iguales asociaciones. El proceso, contado,
puede ser interesante y poético». BIOY: «Y, al fin y al cabo, casi toda
novela es la historia de la pasión que alguien siente por una mujer».
***
Domingo, 21 de agosto. 1960.

BORGES: «Los plagios de Coleridge, señalados por De Quincey,2 empiezan
a llegar a la conciencia de los críticos. He descubierto que, asombrosamente,
el ensayo de Walter Pater sobre Coleridge no está mal. Pater
escribe que Coleridge tomaba demasiado en serio las cosas, que en el siglo
xviii tenían más equilibrio, que Platón nunca soñó que se tomaría tan en
serio cuanto decía, y que por eso a veces decía una cosa y a veces otra».
***

Lunes, 29 de agosto. 1960.
Come en casa Borges. Leemos cuentos. Dice
que la música de Strawinsky es extraordinaria (en el sentido de excelente),
con sonidos rarísimos, como de jazz, muy alegres. «Pero mejor no decírselo
a Strawinsky —agrega—. A lo mejor su música expresa toda la tristeza
del mundo moderno.»
***
Lunes, 5 de septiembre. 1960.
Come en casa Borges. Leemos cuentos. BORGES:
«En general, considerar históricamente a los escritores ayuda a entenderlos,
pero esto no ocurre con Wordsworth. Históricamente es un
romántico, pero comparado con Shelley o con Coleridge es un clásico;
comparado con Joyce, también. Se habla de la construcción del Ulysses,
de sus paralelos con la Odisea. Esta construcción, estos paralelos no sirven
para nada, o sólo sirven para el crítico, que escribirá sobre el libro;
en cambio, en el sueño del árabe,1 todo está construido de modo de preparar
la mente del lector. Wordsworth es más clásico, mucho menos romántico,
que Eliot».
Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.

lunes, 26 de agosto de 2019

BIOY CASARES. DIARIOS ÍNTIMOS. BORGES.

Hemos llegado más allá del 75% de la lectura de Diarios íntimos del escritor Bioy Casares. Gracias a todas aquellas personas que han tenido la curiosidad de leer los extractos del monumental diario de Bioy Casares sobre la relación literaria y cotidiana con Jorge Luis Borges. Asimismo, gracias a las personas que han tenido el tiempo de hacer comentarios acerca del Diario en mi Facebook:https://www.facebook.com/jorge.mendezlimbrick

J. Méndez-Limbrick.

Sabato: Heterodoxia y Uno y el universo, Laforgue, Lautréamont y Supervielle, etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.

(En la gráfica: la escritora Silvina Ocampo y Bioy Casares).
Jueves, 7 de julio. 1960.
Come en casa Borges. Leemos cuentos. BORGES:
«En no sé qué revista francesa de cinematógrafo, se dijo algo sobre un
festival celebrado en un pequeño país tropical sudamericano: el Uruguay.
Ni corto ni perezoso, Sabato escribió una carta de protesta. ¿Te das
cuenta, qué imbécil? Aseguraba que el país no era tropical y en cuanto a
lo de pequeño preguntaba si sabían que tres grandes poetas franceses habían
nacido en él: Laforgue, Lautréamont y Supervielle. Yo le dije que de
verdad éramos, el Uruguay y la Argentina, prácticamente tropicales y que
el hecho de que tres poetas franceses hubieran nacido por casualidad no
probaba que el país fuera grande; no probaba nada. Debí preguntarle
por qué cometía el galicismo de creer que Lautréamont y Supervielle
eran grandes poetas. Lo que molesta es que Sabato siempre habla para
que lo aplaudan. Espera que uno comente: "Qué bien. Qué valiente.
Qué gracioso. Qué agudo". Y naturalmente dice idioteces. Esos libros,
Heterodoxia y Uno y el universo, no son otra cosa que colecciones de frases
que esperan el aplauso, la exclamación admirativa del lector. Pertenecen
a la peor tradición francesa. Que en un país nazca un poeta de otro país,
que escribe en otra lengua y está en otra tradición, no significa mucho.
Sin querer entrar en un contrapunto: si no supiéramos que Hudson vivió
muchos años aquí y empleó sus recuerdos como tema de sus libros,
no lo consideraríamos un escritor argentino. Pero a Supervielle el Uruguay
lo único que le da, de vez en cuanto, es un elemento decorativo y
exótico, generalmente equivocado, para uno de esos poemas que son
cuadritos ridículos, como cuando habla del ombú encorvado por la
pena, que piensa acaso en un sauce».
BORGES: «Con el tiempo, todas las convenciones literarias parecerán
absurdas: quiero decir que a cada una le llegará el momento de parecer
666
1960
absurda. Un día parecerá absurdo el recurso, inventado por Whitman,
de poner nombres propios; nombres de personas y de lugares. Dirá la
gente que esos nombres, que ahora se ponen con propósitos nostálgicos,
quitan toda realidad y convierten los cuentos y las novelas en guías y planos.
Así es Peyrou en su novela: el protagonista no da un paso en Buenos
Aires sin mencionar la calle; no bebe una cerveza sin nombrar el bar. Parecería
una persona que acaba de llegar a una ciudad y se fija en todo
para no perderse; tiene un ratito, porque va a embarcarse de nuevo, y
tiene miedo de perderse y quedarse ahí. En su propia ciudad uno anda
más distraídamente y no recuerda con tanta precisión si iba por Suipa¬
cha, si entró en el bar de Rodríguez o en el de Pérez».
Hablamos de Baroja, cuyos libros de memorias estuve leyendo, y de
los cuales le leí párrafos. Él, pensando que divertiría a su madre, compró
El escritor, según él y según él y los críticos; con su madre anoche leyeron algunos
capítulos. BIOY: «¿Seguís leyendo a Baroja?». BORGES: «NO. NO se
puede leer. Es inútil. Uno lee y lee un libro así y no saca nada. Más aceite
da un ladrillo. Baroja es la decadencia de Montaigne. O de Whitman. El
libro se basa en la suposición de que todo lo que le pasa a un hombre es
encantador. Pero Montaigne, o Whitman, o Bloy, están más estilizados».
BIOY: «Baroja, como decía Weibel-Richard de Luc Durtain, il est là. Está
como un asado en el asador». BORGES: «Coexiste en el espacio. Está como
un objeto. Sí, como un asado en el asador. Y no creas que tiene rigor para
pensar. Dice que la vida de un carpintero puede ser más interesante que
la de un militar, escrita (esta última) con una retórica manida. Lo de la retórica
manida es inútil; está de más; perjudica su argumento. Si quiere
decir que la vida más simple puede ser más interesante que la más compleja,
no debe agregar lo de la retórica manida; yo creo que él quiere decir
que a veces, y escritas de igual modo, la más simple puede ser la más
interesante. ¿O quiere decir que la vida militar sólo puede escribirse con
una retórica manida? ¿Por qué? La vida de Lawrence, en Los siete pilares
de la sabiduría, está escrita con retórica, pero no manida. Se ve que ha leído
muy poco. Todo el tiempo uno cree que la frase lo va a llevar a determinada
cita, a determinado verso o párrafo; uno los espera, Baroja pasa
muy cerca, pero pasa de largo».
Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges. Pags: 666-667.

domingo, 25 de agosto de 2019

Keats, Stevenson, Emerson, Melville, Whitman, Quevedo, Samuel Butler, Johnson, Wordsworth, Scott Fitzgerald etc. Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges.


Sábado, 2 de julio. 1960.
Come en casa Borges. Leemos cuentos para el concurso.
BORGES: «Cuántas formas del error». De un cuento: «Con qué minuciosidad
y complejidad explica cosas desprovistas de toda importancia».
BIOY: «A veces pienso que, aunque la hayamos olvidado, la literatura
francesa obra todavía en nosotros. Quizá sea la que más ha formado
nuestro juicio y nuestro gusto». BORGES: «ES claro: continuamente leemos
literatura inglesa, pero no la leemos como ingleses, sino como franceses;
los ingleses no dan importancia al oficio, ni a la maestría técnica.
¿Hay en todo Keats ocho líneas comparables al "Requiem" de Stevenson?
Sin embargo, en las Historias de la poesía inglesa no hay una línea sobre
el "Requiem". Dan tal vez importancia a lo escrito con emoción. Habría
que escribir una Historia del gusto, o de la apreciación de los méritos, en
literatura.
¿Qué gusta a los ingleses? Emerson, por ser un poeta inteligente,
no gusta. Hugo no gusta en Inglaterra. Tal vez los poetas o escritores
que los países eligieron para que los representen no se parecen a la
idea que uno tiene de la gente del país. Goethe, sin afición por la música,
sin capacidad para el pensamiento abstracto: llegó a decir que la lectura
de Kant en ningún momento lo mejoró. (Es claro que la gente no da importancia
a los méritos intelectuales, sólo cuentan los morales: por eso
tienen prestigio los vascos.) Shakespeare, con su irresponsable elocuencia,
parece un sinuoso judío italiano, jamás un inglés; nada de understatement,
nada de la pasión inglesa por el mar: hubiera sido peronista. Cervantes
parece menos español que el adusto y fanático Quevedo. Dante no
corresponde a la idea corriente del italiano. ¿Quién es muy inglés? Samuel
Butler, Johnson, Wordsworth, quizá.
(...)
Considera a Scott Fitzgerald un escritor sin importancia y reprochó
al profesor adscripto que lo pusiera como tema de estudio. BORGES: «Los
muchachos no sabrán nada de Emerson, ni de Whitman, ni de Melville,
pero habrán analizado el Gran Gatsby».
***
Domingo, 3 de julio.1960.
 Come en casa Borges. Leemos los cuentos del
concurso. Leo páginas de las Memorias de Baroja, que le agradan. Dice
que Baroja no cae en la superstición de imaginar que la época de su juventud
fue maravillosa. Después agrega: «Pero hay que ser vanidoso para
escribir un libro así. Hay que creer que todo lo que se refiere a uno tiene
encanto. Y tal vez lo tenga, tal vez todo lo que se refiere a un hombre
tenga encanto, tal vez sea lícito escribir un libro así... Baroja opina; no
inventa teorías ni razona. Creó de sí una imagen dramática —viejo gruñón
y descortés, que dice verdades— y la estimuló. Eso no está bien en
un escritor. Shaw cayó en lo mismo». BIOY: «Kipling, no». BORGES: «No.
Tenía ocupación de sobra con sus invenciones. Todo el tiempo estaba inventando.
Además, su vida privada era su vida privada. Tal vez Kipling alcance
por fin el reconocimiento que merece: a la gente hoy le gustan las
cosas desagradables y las fealdades; Kipling las provee a manos llenas.
¿A Baroja le gustaría Lugones? No. Le parecería un macaneador».
BORGES: «La gente admira a Tennessee Williams, a Saroyan y a ese imbécil
de Beckett, el de En attendant Godot. Qué raro que Shaw haya pasado
casi inadvertido, salvo para el suizo Dürrenmatt».
El sobrino de Alfonso Reyes le contó que éste dejó libros en los que
dice qué piensa de todo el mundo; ahora se publicarán.
***

Martes, 5 de julio. 1960.
Leo cuentos del concurso. BORGES: «¿Para qué nos metimos en esto?
Yo, el año que viene, renuncio. Menos mal que no lo tenemos de colega
a Goethe. ¡Cómo se entusiasmaría con toda clase de imbecilidades! Sería
muy incómodo»
***

Miércoles, 6 de julio. 1960.
 Come en casa Borges. Leemos cuentos para el
concurso. Me refiere el homenaje a Supervielle, en la Facultad de Derecho:
«Resultó un homenaje bastante provincial; hablaron unas diez personas,
un ratito cada una. Guillermo de Torre y Alberti estuvieron,
cuándo no, largos. Guillermo, anunciando que sería un poco largo —je,
je—, se sentó y luego leyó un artículo suyo publicado en un diario, un artículo
con salvedades, con distingos, con matices; Alberti recordó unos
días inolvidables que él con ese otro idiota de Altolaguirre pasaron en la
quinta de Supervielle en Oloron-Sainte-Marie, traduciendo —¿para pagar
la pensión? ¡cómo los envidia el oyente!— poemas de Supervielle,
que éste les suministraba a manos llenas; traduciendo ante el ojo vigilante
y exigente del anfitrión.

sábado, 24 de agosto de 2019

Borges viene a cenar Adolfo Bioy Casares relató en un diario de 1.700 páginas los encuentros con su amigo./JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS


REPORTAJE:MEMORIA INÉDITA DE DOS ESCRITORES
Borges viene a cenar
Adolfo Bioy Casares relató en un diario de 1.700 páginas los encuentros con su amigo
Otros
Enviar por correo
Imprimir
Madrid 14 OCT 2006
Una tarde de 1931, uno de los escritores jóvenes de mayor renombre en Argentina conoció a un muchacho envenenado de literatura. Hablaron de libros y se volvieron inseparables. El joven, de 32 años, se llamaba Jorge Luis Borges. El muchacho, de 17, Adolfo Bioy Casares. No había pasado un lustro cuando concibieron su primera obra a cuatro manos, un extravagante folleto comercial sobre las virtudes de "un alimento más o menos búlgaro": la cuajada. Lejos de toda frivolidad, aquel legendario cuadernillo tuvo para Bioy un carácter iniciático: "Después de su redacción yo era otro escritor. Toda colaboración con Borges equivalía a años de trabajo". Aquella primera tentativa de literatura láctea desembocó en el nacimiento de Bustos Domecq, el nombre con el que los dos amigos firmaron varias colecciones de cuentos policiales en los que, según Borges, él ponía los argumentos y Bioy, "las frases".
"María Kodama lo castigaba con silencios. Junto a ella vivía temiendo enojarla"
MÁS INFORMACIÓN
·         Esta tarde murió en Ginebra
·         Una amistad
Lo mismo cabría decir de las notas que el propio Bioy Casares dedicó en sus diarios al autor de El Aleph. En efecto, aquél puso los argumentos y éste, las palabras a lo largo de centenares de encuentros consignados la mayoría de las veces con el mismo encabezamiento: "Come en casa Borges". De las 20.000 páginas de cuadernos íntimos que Bioy escribió a lo largo de su vida, su relación con Borges ocupa 1.700. Son las que antes de morir, en 1999, preparó para su publicación con la ayuda de Daniel Martino, su albacea. El resultado es un vibrante adoquín lleno de nombres pero sin índice onomástico que, con el escueto título de Borges, la editorial Destino publicará en todo el mundo de habla hispana el próximo día 19. Aunque el libro se extiende entre 1931 y 1989, la verdad es que Bioy resume los 15 primeros años en una decena de páginas. Eso sí, brillantes. Son los tiempos del primer encuentro, de la cuajada, la fundación de revistas y editoriales efímeras y de la boda, en 1940, entre Adolfo Bioy Casares y la también escritora Silvina Ocampo. El padrino fue, por supuesto, Borges.
Como era de esperar, los diarios borgianos de Bioy están llenos de literatura. Cena tras cena, los dos escritores van alimentando lo que en una entrevista el propio Borges admitió como una profunda amistad "sin intimidad" cuya piedra angular eran los libros. Así, si Georgie se consideraba irónicamente "un viejo discípulo" de Adolfito, éste reconoce nada más abrir sus anotaciones que su amigo le hizo comprender la inutilidad de la libertad total, "la libertad idiota" que había defendido literariamente hasta entonces. Por supuesto, donde hay literatura hay literatos. Así, por aquella mesa pasó también la admiración por los clásicos "queribles" -Stevenson, Kafka, Cervantes, Montaigne- y el desdén por contemporáneos como Ortega, Baroja, Juan Ramón Jiménez -los suecos del Nobel "son mejores para inventar la dinamita que para dar premios"-, Alberti -Marinero en tierra "es una porquería"-, Sábato -"su conversación es anecdótica, sin pensamiento"- o Augusto Roa Bastos -"un subalterno"-.
Con todo, en casi 2.000 páginas cabe mucha literatura pero también mucha vida. Caben los temores de Borges a no ser reconocido por los porteros de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires cuando fue nombrado director en 1955 y caben los crecientes problemas de retina que terminarían en ceguera. Y cabe, con cuentagotas, la política, más la internacional que la doméstica pese al peronismo y al golpe militar de 1976. Así, durante la guerra de los Seis Días, el autor de El libro de arena arremete contra los que defienden la causa árabe frente a Israel: "Los fascina la bajeza [...] Si hubiera una guerra entre suizos y lapones todos serían partidarios de los lapones [...] Los árabes de hoy no son los que levantaron la Alhambra", decía Borges.
Reconocido seductor, Bioy relata menos sus propias aventuras que las tormentosas relaciones de su amigo, que en 1967 se casa con Elsa Astete. "Pongo mi destino en manos de una desconocida", recuerda que dijo Borges. Una desconocida a la que Bioy encuentra ignorante pero respetuosa, "en actitud de sierva enamorada". Cuando llega el turno de María Kodama -con la que Borges, divorciado de Astete, se casó en Ginebra poco antes de morir en 1986-, el tono de las anotaciones no ahorra acritud. Al principio Bioy evita azuzar las inquinas desatadas contra Kodama, a la que algunos consideraban responsable de que el escritor muriera lejos de sus amigos argentinos: "Borges me dijo que para morir da lo mismo un sitio que otro. Y qué lujo: tener un amor, y aun mal de amores a los ochenta y tantos". Pasado el tiempo, cambian las formas: "María es una mujer de idiosincrasia extraña; acusaba a Borges por cualquier motivo; lo castigaba con silencios (recuérdese que estaba ciego); lo celaba (se ponía furiosa ante la devoción de los admiradores). Junto a ella vivía temiendo enojarla". El diario se cierra con un último recuerdo. Antes de morir, alguien grabó a Borges cantando tangos. Y Bioy apunta: "Dicen que en esa grabación Borges ríe con la risa de siempre".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de octubre de 2006
ARCHIVADO EN:
·         Jorge Luis Borges

·         Adolfo Bioy Casares

·         Biografías

·         Escritores

·         Literatura

·         Gente

·         Cultura




Archivo del blog

FILOSOFÍA Y LITERATURA

  FILOSOFÍA Y LITERATURA. Ejemplos de Novelas Filosóficas: "El Extranjero" de Albert Camus Resumen: La historia de Meursault, un h...

Páginas