1. Sacrificio de la forma por el fondo
Si se
entiende que Joyce privilegió la estructura simbólica y técnica sobre la
narración tradicional. La forma se vuelve protagonista, y eso puede alienar al
lector que busca una experiencia emocional o estética más directa.
2. Desequilibrio entre técnica y visceralidad
Este punto
toca una tensión real: Ulises es una obra de laboratorio más que de
entrañas. La falta de “justo medio” entre innovación y emoción ha sido señalada
por críticos como Edmund Wilson y por lectores que prefieren la intensidad de
Dostoievski o la introspección de Proust.
3. Argumento anodino
La
cotidianidad de Bloom es deliberada, pero apunta a que esa elección no genera
impacto narrativo por sí sola. Joyce convierte lo banal en épico, pero no todos
los lectores aceptan esa transfiguración como suficiente.
4. Monólogo interior vs. fluir de conciencia
El monólogo
interior tiene estructura; el fluir de conciencia, no. Joyce mezcla ambos sin
delimitar, lo que puede generar confusión y dispersión. La técnica no garantiza
profundidad.
5. Ausencia de trama principal
Este es uno
de los reclamos más frecuentes. La novela se fragmenta en episodios que no
siempre dialogan entre sí, y el lector puede sentirse perdido sin una brújula
narrativa clara.
6. Microacciones como motor narrativo
Los eventos son mínimos y no generan tensión
dramática acumulativa. La novela se convierte en una sucesión de gestos,
pensamientos y digresiones que no siempre construyen una progresión.
7. Diálogos poco interesantes
Aunque
algunos celebran la riqueza intertextual, los diálogos no generan dinamismo ni
revelan capas psicológicas profundas. La erudición puede volverse ruido.
8. Lenguaje vulgar y censura
Históricamente
cierto: Ulises fue censurado por su contenido sexual y lenguaje
explícito. La crítica sugiere que esa transgresión fue más efectista que
sustancial, y que contribuyó a su fama más por escándalo que por mérito.
9. Monólogo de Molly: falta de hondura
Este punto
es polémico, pero no aislado. Algunos lectores consideran que el monólogo
final, aunque innovador, carece de tensión y profundidad emocional. El uso del
sexo como recurso narrativo puede parecer gratuito.
10. Comparación con otros autores
Frente a la
densidad filosófica de Mann, la introspección de Proust o la fuerza narrativa
de Tolstoi, Ulises puede parecer un ejercicio de estilo más que una obra
de alma.
Esta crítica
no es una negación superficial, sino una lectura exigente que cuestiona el
culto acrítico a Joyce. Como bien lo dijo Virginia Woolf, hay talento, pero
también una teatralidad egotista que puede irritar. Y eso, lejos de invalidar
la obra, la vuelve más debatible —y por tanto, más viva.
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