Carlos Mendiola Mejía (coord.)
INTRODUCCIÓN
Carlos Mendiola Mejía En este libro, los autores nos preguntamos por el lugar de la literatura en la filosofía y en la sociedad. Ya Charles Dickens se lo había cuestionado con respecto a la literatura en su novela Tiempos difíciles. La fantasía es inútil y subversiva. Frente a la utilidad de la racionalidad científica que busca ganar con el mínimo de esfuerzo, la fantasía de la literatura es inútil. “Pues bien, lo que quiero son hechos. No enseñe a estos cinco chicos y chicas sino hechos.
En la vida sólo se necesitan hechos. Sólo con hechos se pueden formar las mentes de los animales racionales; ninguna otra cosa les será jamás de utilidad”. (1) La literatura es subversiva porque presenta un sentido de la vida que es incompatible con la visión del mundo de la utilidad. Invita a los lectores a ponerse en el lugar de los personajes y adquirir sus experiencias. Suscita emociones que les permiten vivir experiencias de dolor o alegría, que los preparan para compartir esos sentimientos con los otros. (2) Aquí encontraremos seis respuestas a esta pregunta, que podríamos clasificar como aquellas que señalan los riegos de la literatura frente a la filosofía y la sociedad: 1) lo subversivo del estilo de la literatura, 2) las que, concentradas en los temas literarios, encuentran su valor social y, por último, 3) las que destacan la función epistemológica que ofrece la narración en la comprensión. LA SUBVERSIÓN CON EL ESTILO LITERARIO Pablo Lazo Briones nos muestra que en la literatura de J. M. Coetzee podemos encontrar una invitación a la resistencia.
Con la expresión de la violencia más feroz, nos mueve a buscar formas de resistencia. Pablo encuentra esto en el estilo de Coetzee. En Diario de un mal año , por ejemplo, aparecen tres fragmentos, de los cuales se brinca de uno a otro; tres fragmentos, un ensayo, las reflexiones de un diario y las narraciones del encuentro con una chica. El lector transita de uno a otro, obligado a romper con la forma acostumbrada de leer. No existe un centro único, sino por el contrario un “estrabismo” que rompe los límites entre los discursos. El ensayo de Francisco Castro Merrifield propone que en La trilogía de Nueva York, de Paul Auster, encontramos una investigación lingüística de la naturaleza, la función y el significado del lenguaje. Leyendo desde la deconstrucción de Derrida, Castro nos dice que la novela logra deconstruir la correspondencia entre significado y significante. Niega la posibilidad de una presencia, de tal manera que no puede haber ninguna solución a la intriga.
Con estas tres novelas, Paul Auster deconstruye los elementos convencionales del género detectivesco. Cuestiona el origen del yo, sin poder encontrar una referencia para sí mismo ni la sucesión temporal. CONTRASTANDO LOS TEMAS LITERARIOS ENCUENTRAN SU VALOR SOCIAL Luis Guerrero Martínez se pregunta si la literatura puede contrarrestar la violencia. Por medio del análisis de los temas de seis obras literarias, propone una conclusión sutil. La respuesta no puede ser categórica porque se trata de dos realidades complejas: la riqueza de la literatura y la diversidad del ser humano. La creación de mundos literarios permite valorar nuestro mundo real, aunque ésta depende del ingenio del autor y de su presente. Por eso, la literatura no goza de una autonomía total, pero puede invitar a reflexionar. Ignacio Díaz de la Serna analiza la obra de Bataille, La parte maldita, y nos dice que la literatura trata de expresar algo que la rebasa. Por eso, aborda tres variantes que muestran esta imposibilidad de expresión: el gasto, el exceso y la violencia, que están más allá de los límites de lo homogéneo, de lo inteligible. Por el contrario, aparecen como sorpresa y trastornan el orden mundial. Estas tres variantes constituyen la fractura del mundo. LA FUNCIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LA IMAGINACIÓN EN LA COMPRENSIÓN María Pía Lara nos ofrece una genealogía del concepto de imaginación estética. Dicho imaginario es una fuente de sentido y de valores con los cuales los actores sociales conocen y actúan. En esta genealogía destaca el surgimiento de la imaginación estética, sus relaciones con la filosofía y con otras disciplinas sociales como el psicoanálisis y la literatura, porque a través de la configuración de ésta surge la cultura, el arte y las fuentes normativas de la sociedad.
La imaginación estética constituye un vehículo colectivo que nos insta a compartir con los otros y comprender la expresión del mundo en común. Carlos Mendiola Mejía presenta el proyecto de Arthur Coleman Danto, quien propone fundar a la historia como ciencia positiva en sentencias narrativas, pues ellas cumplen el lugar de los enunciados protocolares y, de esta manera, pueden ser verificadas contrastándolas con el estado de hechos que refieren.
Pero las sentencias narrativas tienen la estructura de la narración que no puede verificarse en el hecho, ya que esta estructura pone algo más que los hechos. Dicho de otra manera, Danto, al dar un peso tan grande a la narración, no puede cumplir su propósito de fundar a la historia como ciencia positiva y, en cambio, lo hace como hermenéutica. Agradezco la confianza depositada en mí para dirigir este libro por el Dr. Luis Guerrero, ex director del Departamento de Filosofía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. 1. Charles Dickens, Tiempos difíciles, tr. de Ángel Melendo. Barcelona: RBA, 2009, p. 45. 2. Cfr. Martha Nussbaum, Justicia poética, tr. de Carlos Gardini. Barcelona: Andrés Bello, 1997, pp. 25-31.
No hay comentarios:
Publicar un comentario