martes, 8 de junio de 2021

INFIERNO. CANTO XV. DANTE. LA DIVINA COMEDIA. ANOTACIONES.



[L1]El Brenta es el río que riega Padua.

 [L2]Al parecer, territorio del ducado de Carintia, en Austria.

 [L3]Se trata de un grupo de pecadores contra la naturaleza, es decir, de ho­mosexuales que no siguen las leyes naturales de la procreación. Este primer grupo, en el que Dante encontrará a Bruneto Latino, está formado por gente de Iglesia y de letras; en el canto siguiente encontrará un segundo grupo de hom­bres dedicados a la polltica.

 [L4]Bruneto Latino nació en Florencia alrededor de 1210. Perteneció al par­tido güelfo y ocupó importantes cargos políticos, entre ellos el de embajador ante Alfonso X de Castilla, aparte de su dedicación a la tarea filosófica. Exilado en Francia tras la batalla de Monteaperti, escribió allí su libro Tresor en francés. Regresó a Florencia donde debió mantener relaciones cordiales con el joven Dante y murió en 1293, rodeado de prestigio entre sus contemporáneos. Con Bruneto se abre en Florencia la gloriosa sucesión de políticos humanistas, que supieron conciliar la vida de acción con la especulación intelectual, contri­buyendo así a dar gloria a la ciudad. Como vemos por el pasaje, Dante conservaba por él una enorme admiración y cariño. El colocarle a pesar de ello en este círculo de condenados, da cuenta del rígido sistema moral con el que Dante concibe su Comedia.

 [L5]El pueblo de Florencia, que parecía conservar de sus legendarios orígenes fiesolanos la dureza del monte en que esta ciudad está colocada.

 [L6]Güelfos y gibelinos, que se disputarán el apoyo del poeta.

 [L7]Se refiere a las palabras de Ciacco en Infierno, VI, cuya explicación espera obtener de Beatriz.

 [L8]Prisciano de Cesarea fue un gramático latino que enseñó en Constanti­nopla a comienzos del siglo VI, y tuvo una gran influencia en el Medioevo, pero es posible que Dante lo confunda con el hereje Prisciliano, a cuya secta, como a tantas otras, se acusaba de sodomía, o a un Prisciano que enseñó en Bolonia en el siglo XIII, lo cual parece más probable, dado que Dante sólo cita aquí perso­najes contemporáneos.

 [L9]Francesco D'Accorso fue profesor en la universidad de Bolonia y poste­riormente en Oxford, donde fue llamado por Eduardo I, murió en 1293, con una gran fama de jurisconsulto.

 [L10]Andrea dei Mozzi fue obispo de Florencia, de donde fue trasladado por el papa a la sede de Vicenza, sobre el río Bachiglión, donde murió en 1296. Aparte de sodomita, no debió ser un hombre de mucho juicio a juzgar por los antiguos comentaristas.

 [L11]«Il Tessoretto» es un poema didáctico escrito en lengua vulgar, elogiado por Dante; los Livres du tresor; escrito en francés, es una gran enciclopedia de sa­ber medieval.

 [L12]Era una carrera pedestre típica de las fiestas de las ciudades italianas. El «Lienzo verde» era la bandera con que se premiaba al ganador, mientras que el que llegaba el último era premiado con un gallo y un guante.


 

CANTO XV

 

Caminamos por uno de los bordes,

y tan denso es el humo del arroyo,

que del fuego protege agua y orillas.                                    3

 

Tal los flamencos entre Gante y Brujas,

temiendo el viento que en invierno sopla,

a fin de que huya el mar hacen sus diques;                           6

 

y como junto al Brenta los paduanos                                               7[L1] 

por defender sus villas y castillos,

antes que Chiarentana el calor sienta;                                               9[L2] 

 

de igual manera estaban hechos éstos,

sólo que ni tan altos ni tan gruesos,

fuese el que fuese quien los construyera.                              12

 

Ya estábamos tan lejos de la selva

que no podría ver dónde me hallaba,

aunque hacia atrás yo me diera la vuelta,                             15

 

cuando encontramos un tropel de almas                               16[L3] 

que andaban junto al dique, y todas ellas

nos miraban cual suele por la noche                                      18

 

mirarse el uno al otro en luna nueva;

y para vernos fruncían las cejas

como hace el sastre viejo con la aguja.                                 21

 

Examinado así por tal familia,

de uno fui conocido, que agarró

mi túnica y gritó: «¡Qué maravilla!»                                     24

 

y yo, al verme cogido por su mano

fijé la vista en su quemado rostro,

para que, aun abrasado, no impidiera,                                              27

 

su reconocimiento a mi memoria;

e inclinando la mía hacia su cara

respondí: «¿Estáis aquí, señor Brunetto?»                            30[L4] 

 

«Hijo, no te disguste ‑me repuso-

­si Brunetto Latino deja un rato

a su grupo y contigo se detiene.»                                         33

 

Y yo le dije: «Os lo pido gustoso;

y si queréis que yo, con vos me pare,

lo haré si place a aquel con el que ando.»                             36

 

«Hijo ‑repuso‑, aquel de este rebaño

que se para, después cien años yace,

sin defenderse cuando el fuego quema.                               39

 

Camina pues: yo marcharé a tu lado;

y alcanzaré más tarde a mi mesnada,

que va llorando sus eternos males.»                                      42

 

Yo no osaba bajarme del camino

y andar con él; mas gacha la cabeza

tenía como el hombre reverente.                                           45

 

Él comenzó: «¿Qué fortuna o destino

antes de postrer día aquí te trae?

¿y quién es éste que muestra el camino?»                             48

 

Y yo: «Allá arriba, en la vida serena

‑le respondí‑ me perdí por un valle,

antes de que mi edad fuese perfecta.                                               51

 

Lo dejé atrás ayer por la mañana;

éste se apareció cuando a él volvía,

y me lleva al hogar por esta ruta.»                                        54

 

Y él me repuso: «Si sigues tu estrella

glorioso puerto alcanzarás sin falta,

si de la vida hermosa bien me acuerdo;                                57

 

y si no hubiese muerto tan temprano,

viendo que el cielo te es tan favorable,

dado te habría ayuda en la tarea.                                          60

 

Mas aquel pueblo ingrato y malicioso

que desciende de Fiesole de antiguo,                                               62[L5] 

y aún tiene en él del monte y del peñasco,                           63

 

si obras bien ha de hacerse tu contrario:

y es con razón, que entre ásperos serbales

no debe madurar el dulce higo.                                            66

 

Vieja fama en el mundo llama ciegos,

gente es avara, envidiosa y soberbia:

líbrate siempre tú de sus costumbres.                                               69

 

Tanto honor tu fortuna te reserva,

que la una parte y la otra tendrán hambre                             71[L6] 

de ti; mas lejos pon del chivo el pasto.                                 72

 

Las bestias fiesolanas se apacienten

de ellas mismas, y no toquen la planta,

si alguna surge aún entre su estiércol,                                               75

 

en que reviva la simiente santa

de los romanos que quedaron, cuando

hecho fue el nido de tan gran malicia.»                                78

 

«Si pudiera cumplirse mi deseo

aún no estaríais vos ‑le repliqué­-

de la humana natura separado;                                             81

 

que en mi mente está fija y aún me apena,

querida y buena, la paterna imagen

vuestra, cuando en el mundo hora tras hora                         84

 

me enseñabais que el hombre se hace eterno;

y cuánto os lo agradezco, mientras viva,

conviene que en mi lengua se proclame.                               87

 

Lo que narráis de mi carrera escribo,

para hacerlo glosar, junto a otro texto,                                 89[L7] 

si hasta ella llego, a la mujer que sabe.                                  90

 

Sólo quiero que os sea manifiesto

que, con estar tranquila mi conciencia,

me doy, sea cual sea, a la Fortuna.                                       93

 

No es nuevo a mis oídos tal augurio:

mas la Fortuna hace girar su rueda

como gusta, y el labrador su azada.»                                    96

 

Entonces mi maestro la mejilla

derecha volvió atrás, y me miró;

dijo después: «Bien oye el precavido.»                                99

 

Pero yo no dejé de hablar por eso

con ser Brunetto, y pregunto quién son

sus compañeros de más alta fama.                                        102

 

Y él me dijo: «Saber de alguno es bueno;

de los demás será mejor que calle,

que a tantos como son el tiempo es corto.                            105

 

Sabe, en suma, que todos fueron clérigos

y literatos grandes y famosos,

al mundo sucios de un igual pecado.                                    108

 

Prisciano va con esa turba mísera,                                        109[L8] 

y Francesco D'Accorso; y ver con éste,                                110[L9] 

si de tal tiña tuvieses deseo,                                                 111

 

podrás a quien el Siervo de los Siervos

hizo mudar del Arno al Bachiglión,                                      113[L10] 

donde dejó los nervios mal usados.                                      114

 

De otros diría, mas charla y camino

no pueden alargarse, pues ya veo

surgir del arenal un nuevo humo.                                          117

 

Gente viene con la que estar no debo:

mi “Tesoro” te dejo encomendado,                                      119[L11] 

en el que vivo aún, y más no digo.»                                     120

 

Luego se fue, y parecía de aquellos

que el verde lienzo corren en Verona                                   122[L12] 

por el campo; y entre éstos parecía                                       123

de los que ganan, no de los que pierden.


 [L1]El Brenta es el río que riega Padua.

 [L2]Al parecer, territorio del ducado de Carintia, en Austria.

 [L3]Se trata de un grupo de pecadores contra la naturaleza, es decir, de ho­mosexuales que no siguen las leyes naturales de la procreación. Este primer grupo, en el que Dante encontrará a Bruneto Latino, está formado por gente de Iglesia y de letras; en el canto siguiente encontrará un segundo grupo de hom­bres dedicados a la polltica.

 [L4]Bruneto Latino nació en Florencia alrededor de 1210. Perteneció al par­tido güelfo y ocupó importantes cargos políticos, entre ellos el de embajador ante Alfonso X de Castilla, aparte de su dedicación a la tarea filosófica. Exilado en Francia tras la batalla de Monteaperti, escribió allí su libro Tresor en francés. Regresó a Florencia donde debió mantener relaciones cordiales con el joven Dante y murió en 1293, rodeado de prestigio entre sus contemporáneos. Con Bruneto se abre en Florencia la gloriosa sucesión de políticos humanistas, que supieron conciliar la vida de acción con la especulación intelectual, contri­buyendo así a dar gloria a la ciudad. Como vemos por el pasaje, Dante conservaba por él una enorme admiración y cariño. El colocarle a pesar de ello en este círculo de condenados, da cuenta del rígido sistema moral con el que Dante concibe su Comedia.

 [L5]El pueblo de Florencia, que parecía conservar de sus legendarios orígenes fiesolanos la dureza del monte en que esta ciudad está colocada.

 [L6]Güelfos y gibelinos, que se disputarán el apoyo del poeta.

 [L7]Se refiere a las palabras de Ciacco en Infierno, VI, cuya explicación espera obtener de Beatriz.

 [L8]Prisciano de Cesarea fue un gramático latino que enseñó en Constanti­nopla a comienzos del siglo VI, y tuvo una gran influencia en el Medioevo, pero es posible que Dante lo confunda con el hereje Prisciliano, a cuya secta, como a tantas otras, se acusaba de sodomía, o a un Prisciano que enseñó en Bolonia en el siglo XIII, lo cual parece más probable, dado que Dante sólo cita aquí perso­najes contemporáneos.

 [L9]Francesco D'Accorso fue profesor en la universidad de Bolonia y poste­riormente en Oxford, donde fue llamado por Eduardo I, murió en 1293, con una gran fama de jurisconsulto.

 [L10]Andrea dei Mozzi fue obispo de Florencia, de donde fue trasladado por el papa a la sede de Vicenza, sobre el río Bachiglión, donde murió en 1296. Aparte de sodomita, no debió ser un hombre de mucho juicio a juzgar por los antiguos comentaristas.

 [L11]«Il Tessoretto» es un poema didáctico escrito en lengua vulgar, elogiado por Dante; los Livres du tresor; escrito en francés, es una gran enciclopedia de sa­ber medieval.

 [L12]Era una carrera pedestre típica de las fiestas de las ciudades italianas. El «Lienzo verde» era la bandera con que se premiaba al ganador, mientras que el que llegaba el último era premiado con un gallo y un guante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

FILOSOFÍA Y LITERATURA

  FILOSOFÍA Y LITERATURA. Ejemplos de Novelas Filosóficas: "El Extranjero" de Albert Camus Resumen: La historia de Meursault, un h...

Páginas