[L1]Para algunos comentaristas Dante alude a los luchadores grecorromanos, mas para otros, a las prácticas de los juicios de Dios de la Edad Media En todo caso, la imagen de estos tres nobles florentinos, desnudos y agarrados dando vueltas, no puede ser más humillante para su dignidad.
[L2]36‑39 Guido VI Guerra fue un nobilísimo capitán de los güelfos florentinos, famoso por su valor y sus hechos de armas; en 1255 fue el general de los güelfos que derrotaron a los gibelinos de Arezzo, después de haber sido nombrado benefactor de la Iglesia por el pontffice Inocencio IV. Exiliado tras Monteaperti, volvió a Florencia en 1267 y murió en 1272. Fue, en efecto, nieto de Gualdrada dei Ravignani, mujer considerada un modelo de virtudes domésticas, pues en ll70 se había negado a dar un beso de bienvenida al emperador Otón IV. Gualdrada era a su vez, lejana parienta de los Alighieri, pues una hermana suya casó con Alighiero, hijo de Cacciaguida y fue, por tanto, bisabuela de Dante.
[L3]Tegghiaio Aldobrandi degli Adimari, podestá de Arezzo, y ya muerto en 1267, aconsejó a los florentinos que no atacasen a los sieneses, con lo que hubieran evitado la derrota de Monteaperti.
[L4]Jacoppo Rusticucci, también güelfo y contemporáneo de los anteriores, debió estar desposado con una mujer de muy mal carácter, que justificaría sus prácticas homosexuales.
[L5]También Bocaccio habla en el Decamerón (I, 8) de este noble y virtuoso florentino muerto cerca de 1300, y por tanto acabado de llegar al Infierno.
[L6]La gente de los alrededores de Florencia ha invadido la antigua ciudad, donde se enriquece súbitamente (ver las palabras de Cacciaguida en Paraíso, XVI).
[L7]Dante compara la caída del río infemal Flegetonte del séptimo al octavo círculo con la cascada del Montone, río de Romagna, que cae desde el Apenino antes de unirse con el Po, cerca de un gran monasterio benedictino donde debería ser recibido por mil monjes, pero que ahora se encuentra despoblado.
[L8]Esta cuerda que Dante lleva ceñida y con la que pensó vencer a la onza, símbolo de la lujuria, es el cordón que se ceñían los miembros de la orden tercera franciscana, es decir, los laicos que, como Dante debió hacer, seguían la regla de San Francisco. Tras haber dejado atrás todos los círculos donde se purga la lujuria, Dante ya no necesita este símbolo de la castidad, y Virgilio la usa para llamar con ella a Gerión, como veremos más adelante.
[L9]«Comedia» no como título de la obra, sino como descripción genérica en oposición a «Tragedia», pues, como Dante escribe, empieza mal y concluye bien.
CANTO XVI
Ya
estaba donde el resonar se oía
del
agua que caía al otro círculo,
como
el que hace la abeja en la colmena; 3
cuando
tres sombras juntas se salieron,
corriendo,
de una turba que pasaba
bajo
la lluvia de la áspera pena. 6
Hacia
nosotros gritando venían:
«Detente
quien parece por el traje
ser
uno de la patria depravada.» 9
¡Ah,
cuántas llagas vi en aquellos miembros,
viejas
y nuevas, de la llama ardidas!
me
siento aún dolorido al recordarlo. 12
A
sus gritos mi guía se detuvo;
volvió
el rostro hacia mí, y me dijo: « Espera,
pues
hay que ser cortés con esta gente. 15
Y
si no fuese por el crudo fuego
que
este sitio asaetea, te diría
que
te apresures tú mejor que ellos.» 18
Ellos,
al detenernos, reemprendieron
su
antiguo verso; y cuando ya llegaron,
hacen
un corro de sí aquellos tres, 21
cual
desnudos y untados campeones,
acechando
a su presa y su ventaja,
antes
de que se enzarcen entre ellos; 24[L1]
y
con la cara vuelta, cada uno
me
miraba de modo que al contrario
iba
el cuello del pie continuamente. 27
«Si
el horror de este suelo movedizo
vuelve
nuestras plegarias despreciables
‑uno
empezó‑ y la faz negra y quemada, 30
nuestra
fama a tu ánimo suplique
que
nos digas quién eres, que los vivos
pies
tan seguro en el infierno arrastras. 33
Éste,
de quien me ves pisar las huellas,
aunque
desnudo y sin pellejo vaya,
fue
de un grado mayor de lo que piensas, 36[L2]
pues
nieto fue de la bella Gualdrada;
se
llamó Guido Guerra, y en su vida
mucho
obró con su espada y con su juicio. 39
El
otro, que tras mí la arena pisa,
es
Tegghiaio Aldobrandi, cuya voz 41[L3]
en
el mundo debiera agradecerse; 42
y
yo, que en el suplicio voy con ellos,
Jacopo
Rusticucci; y fiera esposa 44[L4]
más
que otra cosa alguna me condena.» 45
Si
hubiera estado a cubierto del fuego,
me
hubiera ido detrás de ellos al punto,
y
no creo que al guía le importase; 48
mas
me hubiera abrasado, y de ese modo
venció
el miedo al deseo que tenía,
pues
de abrazarles yo me hallaba ansioso. 51
Luego
empecé: «No desprecio, mas pena
en
mi interior me causa vuestro estado,
y
es tanta que no puedo desprenderla, 54
desde
el momento en que mi guía dijo
palabras,
por las cuales yo pensaba
que,
como sois, se acercaba tal gente. 57
De
vuestra tierra soy, y desde siempre
vuestras
obras y nombres tan honrados,
con
afecto he escuchado y retenido. 60
Dejo
la hiel y voy al dulce fruto
que
mi guía veraz me ha prometido,
pero
antes tengo que llegar al centro.» 63
«Muy
largamente el alma te conduzcan
todavía
‑me dijo aquél‑ tus miembros,
y
resplandezca luego tu memoria, 66
di
si el valor y cortesía aún se hallan
en
nuestra patria tal como solían,
o
si del todo han sido ya expulsados; 69
que
Giuglielmo Borsiere, el cual se duele 70[L5]
desde
hace poco en nuestro mismo grupo,
con
sus palabras mucho nos aflige.» 72
«Las
nuevas gentes, las ganancias súbitas, 73[L6]
orgullo
y desmesura han generado,
en
ti, Florencia, y de ello te lamentas.» 75
Así
grité levantando la cara;
y
los tres, que esto oyeron por respuesta,
se
miraron como ante las verdades. 78
«Si
en otras ocasiones no te cuesta
satisfacer
a otros ‑me dijeron‑,
dichoso
tú que dices lo que quieres. 81
Pero
si sales de este mundo ciego
y
vuelves a mirar los bellos astros,
cuando
decir “estuve allí” te plazca, 84
háblale
de nosotros a la gente.»
Rompieron
luego el círculo y, huyendo,
alas
sus raudas piernas parecían. 87
Un
amén no podría haberse dicho
antes
de que ellos se hubiesen perdido;
por
lo que el guía quiso que partiésemos. 90
Yo
iba detrás, y no avanzamos mucho
cuando
el agua sonaba tan de cerca,
que
apenas se escuchaban las palabras. 93
Como
aquel río sigue su carrera
primero
desde el Veso hacia el levante,
a
la vertiente izquierda de Apenino, 96[L7]
que
Acquaqueta se llama abajo, antes
de
que en un hondo lecho se desplome,
y
en Forlí ya ese nombre no conserva, 99
resuena
allí sobre San Benedetto,
de
la roca cayendo en la cascada
en
donde mil debieran recibirle; 102
así
en lo hondo de un despeñadero,
oímos
resonar el agua roja,
que
el oído ofendía al poco tiempo. 105
Yo
llevaba una cuerda a la cintura 106[L8]
con
la que alguna vez hube pensado
cazar
la onza de la piel pintada. 108
Luego
de haberme toda desceñido,
como
mi guía lo había mandado,
se
la entregué recogida en un rollo. 111
Entonces
se volvió hacia la derecha
y,
alejándose un trecho de la orilla,
la
arrojó al fondo de la escarpadura. 114
«Alguna
novedad ha de venirnos
‑pensaba
para mí‑ del nuevo signo,
que
el maestro así busca con los ojos.» 117
iCuán
cautos deberían ser los hombres
junto
a aquellos que no sólo las obras,
mas
por dentro el pensar también conocen! 120
«Pronto
‑dijo‑ verás sobradamente
lo
que espero, y en lo que estás pensando:
pronto
conviene que tú lo descubras.» 123
La
verdad que parece una mentira
debe
el hombre callarse mientras pueda,
porque
sin tener culpa se avergüence: 126
pero
callar no puedo; y por las notas,
lector,
de esta Comedia, yo te juro, 128[L9]
así
no estén de larga gracia llenas, 129
que
vi por aquel oire oscuro y denso
venir
nadando arriba una figura,
que
asustaría el alma más valiente, 132
tal
como vuelve aquel que va al fondo
a
desprender el ancla que se agarra
a
escollos y otras cosas que el mar cela, 135
que
el cuerpo extiende y los pies se recoge.
[L1]Para algunos comentaristas Dante alude a los luchadores grecorromanos,
mas para otros, a las prácticas de los juicios de Dios de la Edad Media En todo
caso, la imagen de estos tres nobles florentinos, desnudos y agarrados dando
vueltas, no puede ser más humillante para su dignidad.
[L2]36‑39 Guido VI Guerra fue un nobilísimo capitán de los güelfos
florentinos, famoso por su valor y sus hechos de armas; en 1255 fue el general
de los güelfos que derrotaron a los gibelinos de Arezzo, después de haber sido
nombrado benefactor de la Iglesia por el pontffice Inocencio IV. Exiliado tras
Monteaperti, volvió a Florencia en 1267 y murió en 1272. Fue, en efecto, nieto
de Gualdrada dei Ravignani, mujer considerada un modelo de virtudes
domésticas, pues en ll70 se había negado a dar un beso de bienvenida al
emperador Otón IV. Gualdrada era a su vez, lejana parienta de los Alighieri,
pues una hermana suya casó con Alighiero, hijo de Cacciaguida y fue, por
tanto, bisabuela de Dante.
[L3]Tegghiaio Aldobrandi degli Adimari, podestá de Arezzo, y ya muerto en
1267, aconsejó a los florentinos que no atacasen a los sieneses, con lo que
hubieran evitado la derrota de Monteaperti.
[L4]Jacoppo Rusticucci, también güelfo y contemporáneo de los anteriores,
debió estar desposado con una mujer de muy mal carácter, que justificaría sus
prácticas homosexuales.
[L5]También Bocaccio habla en el Decamerón
(I, 8) de este noble y virtuoso florentino muerto cerca de 1300, y por tanto
acabado de llegar al Infierno.
[L6]La gente de los alrededores de Florencia ha invadido la antigua ciudad,
donde se enriquece súbitamente (ver las palabras de Cacciaguida en Paraíso, XVI).
[L7]Dante compara la caída del río infemal Flegetonte del séptimo al octavo
círculo con la cascada del Montone, río de Romagna, que cae desde el Apenino
antes de unirse con el Po, cerca de un gran monasterio benedictino donde debería
ser recibido por mil monjes, pero que ahora se encuentra despoblado.
[L8]Esta cuerda que Dante lleva ceñida y con la que pensó vencer a la onza,
símbolo de la lujuria, es el cordón que se ceñían los miembros de la orden
tercera franciscana, es decir, los laicos que, como Dante debió hacer, seguían
la regla de San Francisco. Tras haber dejado atrás todos los círculos donde se
purga la lujuria, Dante ya no necesita este símbolo de la castidad, y Virgilio
la usa para llamar con ella a Gerión, como veremos más adelante.
[L9]«Comedia» no como título de la obra, sino como descripción genérica en
oposición a «Tragedia», pues, como Dante escribe, empieza mal y concluye bien.
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