William Blake: el protohippy
Por: Andrea Navazo.
William Blake, fue un personaje excéntrico. Adelantado a su tiempo, liberal, contrario a la esclavitud y defensor de la liberación de la mujer, pero impredecible. Le asaltaban visiones terribles de ángeles y demonios, que le sirvieron de constante fuente de inspiración, razón por la cual su propia mujer llegó a decir “no disfruto mucho de la compañía del señor Blake, él siempre se encuentra en el paraíso”Blake nunca gozó de un auténtico prestigio entre sus contemporáneos, y en general, se movió entre la pobreza y la discreción. Fue uno de esos genios incomprendidos que no sería asimilado ni alabado hasta los años 70. Quizá porque el propio Blake era un protohippy, solo que a él las alucinaciones le venían de serie. En su obra El matrimonio entre el cielo y el infierno, escribió una frase que pasaría a la posteridad: “Si las puertas de la percepción se purificasen, todas las cosas se le aparecerían al hombre tal cual son, infinitas. “
De esta recurrente frase, saldría el ensayo de Aldouls Huxley sobre los efectos de la mescalina, y posteriormente, por obsesión psicotrópica de Jim Morrison, también el nombre de su grupo, The Doors. Y de aquí han bebido todos aquellos que han querido explorar y experimentar más allá de las puertas de la percepción, locos naturales y drogadictos, que han sabido encontrar en la obra de Blake, algo que sus contemporáneos no vieron.
Por: Andrea Navazo.
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