martes, 17 de enero de 2012

DIEZ AÑOS DE LA MUERTE DE: DON CAMILO JOSÉ CELA

DIEZ AÑOS DE SU MUERTE: CAMILO JOSÉ CELA.
Camilo José Cela, el arquitecto de palabras inmortales
17 ENE 2012

Antonio Castillejo. Hoy se cumplen 10 años de la muerte del autor de ‘La colmena’. En 1989 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Cela, diez años después
El hombre que durante toda su vida mantuvo que “la palabra es más duradera que la piedra”, Camilo José Cela Trulock, falleció en Madrid el 17 de enero de 2002, a los 85 años de edad. Nacido en Iria Flavia, en 1916, y traducido a las lenguas más diversas, el prolífico escritor fue también pintor, torero, actor, soldado y funcionario, aunque su vertiente más reconocida y premiada fue la de “arquitecto de la palabra”.
La primera incursión en el mundo de las letras de un Cela que años después declararía que escribía “por rigurosa necesidad, porque si no, me siento mal”, fue a los 23 años, con Pisando la dudosa luz del día. Tres años después, en 1942, llegaría su primera y aclamada novela, La familia de Pascual Duarte, unánimemente aclamada, premiada y traducida a más de 20 idiomas.
En 1982, varias universidades norteamericanas le propusieron por primera vez para el Nobel de Literatura. Pero la hora de su reconocimiento en Estocolmo aún no había llegado. Sin embargo, en España su éxito era absoluto y en 1984 se le concedió el Premio Nacional de Literatura por Mazurca para dos muertos, una de sus más grandes novelas, a la que hay que sumar La colmena (1951), Pabellón de reposo (1943), La catira (1955), Oficio de tinieblas (1973) o San Camilo 1936 (1969).
La obra de Cela también fue llevada a la gran pantalla. En la versión cinematográfica de su, para muchos, obra maestra, La colmena, dirigida por Mario Camus en 1982, el propio escritor interpretó el personaje de Matías Martí. Asimismo, intervino como actor en películas como El sótano, Facultad de Letras y Manicomio, y en 1975 Ricardo Franco llevó al cine La familia de Pascual Duarte.
En 1985 el escritor realizó un nuevo viaje por la Alcarria, en esta ocasión en un coche conducido por una bella choferesa negra uniformada de blanco, cuarenta años después del que realizara para escribir el libro del mismo título, considerado como una de las piezas maestras de la literatura de viajes.
Ya en 1987, recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y fue finalista en la concesión del Nobel. Al año siguiente publicó Cristo versus Arizona, novela con la particularidad, empleada por primera vez por Cela, de que en ella no hay un solo punto.
Pero el escritor, que en más de una ocasión apuntó que “la literatura es un arte cruel”, también tuvo tiempo para su vida privada. En 1989 se hizo pública su relación con la periodista gallega Marina Castaño, de 33 años, tras abandonar el domicilio conyugal en Mallorca, donde residía su esposa, Rosario Conde.
Ese mismo año la Academia Sueca le concedió por fin el Premio Nobel de Literatura por su “rica e intensa prosa”, que con una “pasión controlada” muestra una “visión provocadora de la realidad humana”. “Tras el Nobel pensé en dejar las letras”, dijo entonces, pero continuó escribiendo y con La cruz de San Andrés obtuvo el Premio Planeta. Fue entonces cuando, tras habérsele negado el Premio Cervantes durante años y convencido de que “detrás del reconocimiento social están siempre los burócratas de la literatura que se pasan la vida dando patentes”, Cela afirmó respecto a ese galardón que “está lleno de mierda porque se ha politizado”.
Sin embargo, tampoco el Cervantes se le negó al escritor, que para entonces había declarado: “Nuestra lengua se llama español. ¿Que no lo aceptan? Allá cada cual. El nacionalismo me parece estúpido”. El preciado galardón se le otorgó en 1995 por decisión de un jurado que, tras cuatro votaciones, reconoció así el valor y la significación literaria de su obra.
Un año más tarde se le concedió el título de marqués de Iria Flavia, cuyo escudo lleva por lema El que resiste, gana porque él declaró una vez que “en España, el que resiste, gana. Lo que pasa es que, a veces, esa resistencia puede ser muy dolorosa”. En 1998 llegó el primer tomo de su Diccionario geográfico popular de España, un ambicioso proyecto que buscaba reunir el léxico popular de España y sus autonomías. Y en 1999 publicó su última novela: Madera de boj, dedicada a la Galicia marinera.
Pero su exitosa carrera no estuvo exenta de polémica. En mayo de 1999, saltó el escándalo por las acusaciones de plagio de la escritora gallega María del Carmen Formoso, autora de Fluorescencia, cuyo argumento se asemejaba a la posterior La Cruz de San Andrés de Cela. La trayectoria del autor se puso en entredicho, aunque las consecuencias no pasaron del plano mediático y de la inédita imagen de ver a un Nobel en los juzgados. Tampoco pasó desapercibido el hecho de que repitiese un mismo discurso en foros especializados hasta en tres ocasiones. Sin embargo, ninguna de estas anécdotas sirvieron para empañar la figura de un escritor cuyo legado literario le sobrevivirá por siempre.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/cultura/camilo-jose-cela-arquitecto-palabras-inmortales-20120116

nota biográfica:
LINK PARA DESCARGAR LA NOVELA: LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE
Poeta, narrador, dramaturgo, ensayista y articulista español (Íria Flavia, La Coruña, 1916). Nacido en el seno de una familia de ascendencia inglesa e italiana por parte de madre, vivió en Madrid desde su niñez, ciudad en la que estudió Derecho y asistió también a clases en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1935 se anunció como poeta en El Argentino, revista de La Plata, prometiendo la publicación del poemario Pisando la dudosa luz del día, que sería impreso en 1945.


En 1931, una enfermedad pulmonar le obligó a numerosos períodos de reposo en los que se dedicó a las lecturas que habían de conformar su personalidad literaria: Cervantes, Quevedo y Órtega y Gasset, a los que habría que sumar su desgarrada visión de España, emparentada directamente con la de Goya y Valle-Ínclán. A este esperpentismo corresponde en buena medida el carácter brutal de algunas páginas de sus libros como El bonito crimen del carabinero y otras invenciones (1947), El gallego y su cuadrilla y otros apuntes carpetovetónicos (1951) o La Familia de Pascual Duarte (1942), con tal brutalidad el autor busca acudir a la raíz primaria del ser humano, más allá de todo lo que implique educación del carácter. La búsqueda de esa misma esencia primitiva fue la impulsora de sus libros de viajes, iniciados en 1948 con el conocidísimo Viaje a La Alcarria, y a los que pertenecen también, entre otros, El gallego y su cuadrilla (1949), Judíos, moros y cristianos (1956), Viaje al Pirineo de Lérida (1965) y Primer viaje andaluz: notas de un vagabundo por Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva, y sus tierras (1989).


En 1942, la publicación de La familia de Pascual Duarte supuso un revulsivo dentro del desolador panorama de la narrativa española de postguerra. Su excelente estilo se ponía al servicio del realismo más crudo y sin concesiones que dio lugar a la creación de una corriente denominada tremendismo. En 1957 ingresó en la Real Academia Española, pronunciando un discurso sobre La obra literaria del pintor Solana. El tono lírico se diluye mediante la utilización de la perspectiva múltiple en Pabellón de reposo (1943).


En 1944 se volverá hacia el molde picaresco para escribir Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes, reconstrucción literaria que destaca especialmente por la riqueza léxica. En La Colmena, publicada en 1952 en Buenos Aires por los problemas que le causó la censura en España, el autor se comporta como el fotógrafo que sale a la calle con su cámara a cuestas para retratar lo que ve. En la obra, más de trescientos personajes, muchos de ellos sólo nominales, se entrecruzan en tres días de diciembre y por dos o tres barrios del centro de Madrid. En Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), tiene lugar un alucinado monólogo de una mujer con su hijo muerto, plasmado -nuevo experimento narrativo- a través de cartas que la mujer escribe. En La Catira (1955), la recreación de la naturaleza y el lenguaje venezolano.


En 1969 publica Vísperas, festividad y octavas de San Camilo de 1936 en Madrid (1969), ambientada en los primeros días de la guerra civil en Madrid y que le sirve para bucear una vez más en el primitivismo hispano, ahora analizando el cainismo de la sociedad española. Las últimas novelas del autor son: Óficio de Tinieblas 5 (1973), su obra más personal a la que se ha referido, como ya lo hiciera Espronceda con el Canto a Teresa como `una purga de mi corazón`, Mazorca para dos muertos (1983), Cristo versus Arizona (1988) y La cruz de San Andrés (1994). Entre 1956 y 1979, fue director de la revista mallorquina Papeles de Son Armadans, auténtico foro cultural de aquellos años. Son también de interés sus colaboraciones en libros de pintura como Gavilla de fábulas sin amor (1962, sobre Picasso) y El Solitario (1963, sobre Rafael Zabaleta), de fotografía, como Toreo de salón (1963).


Es autor de varios volúmenes de memorias y numerosos relatos, artículos periodísticos y trabajos de erudición, entre los que destaca su Diccionario secreto (1968 y 1971). Asimismo, es autor de una breve obra dramática compuesta por dos títulos estrenados en 1970: María Sabina y El carro de heno o el inventor de la guillotina, y de diversos ensayos sobre temas varios tales como Vuelta de hoja (1981), Rol de cornudos (1985) o Rol de comidas (1989). En el otoño de 1997, Camilo José Cela acabó la redacción de una obra de teatro titulada Homenaje a El Bosco, segunda parte, extracción de la locura o El inventor del garrote. En septiembre de 1999 presentó Madera de boj, la novela que aplazó hace diez años, al recibir el Premio Nobel de Literatura en 1989.


En su importante faceta como articulista, colaboró con los periódicos El Independiente, El País, El Mundo, ABC, entre otros. En 1985 se constituyó la Fundación Camilo José Cela, con sede en el conjunto arquitectónico del siglo XVIII conocido como la Casa de los Canónigos, en Iria Flavia (Galicia), que alberga el legado del autor y tiene como principal objetivo la difusión y el estudio de su obra. En 1977 fue nombrado senador por designación real en las primeras Cortes Generales Constituyentes de la transición española, cargo que ejerció hasta 1979. En 1996 fue nombrado marqués de Iria Flavia. Murió el 17 de enero de 2002, en Madrid, y sus restos mortales fueron enterrados en su ciudad natal.
Fuente:N.N.

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