viernes, 13 de octubre de 2023

VOLTAIRE -OPÚSCULOS SATÍRICOS Y FILOSÓFICOS . PREFACIO DEL TRADUCTOR. Carlos R. de Dampierre

 


PREFACIO DEL TRADUCTOR

Cuando Claudio Guillen me propuso traducir un tomo de esta colección de clásicos, de la que es director, me pareció como si un imposible, o a! menos improbable, se hubiese realizado. Mi vocación de traductor iba a verse colmada. El desconocido que me visitaba me proponía que yo mismo escogiera el autor que prefería traducir, me ofrecía una generosa retribución por mi trabajo, y me dejaba fijar el plasmo para realizarlo.

Pronto nos pusimos de acuerdo sobre el autor: Voltaire. Yo pensé en el sobre todo por su Tratado sobre la Tolerancia, esa virtud de la que tan necesitados andábamos en este país. También pensaba en sus luchas con ¡a rígida censura de su época, que le obligó varias veces a desterrarse, que dio con sus huesos en la Bastilla, que le bizp ser apaleado por ¡os esbirros del caballero de Roban. Pensaba además en la delicia —y en el reto— de traducir su ágil y brillante estilo, tan moderno y periodístico, y al propio tiempo tan comprometido con los problemas de la sociedad de la época.

Las condiciones del contrato establecían que la traducción llevase una serie de notas, clasificadas en distintos grupos, cada uno con una llamada diferente en el texto.

Esto me pareció una idea oportuna, ya que de esta Jor- ma el lector, al conocer por el tipo de la llamada ¡a materia de la nota, podía consultarla o pasarla por alto según le interesase o no, agilizando así la lectura del texto. También me permitiría extenderme en las notas pensando en los diversos tipos de posibles lectores.

Así pues, las notas que se han puesto a estos opúsculos de Vol taire van al final del texto, clasificadas en distintos grupos, a cada uno de los cuales corresponde una llamada distinta en el texto, según se explica con más detalle en ¡o que sigue.

XVI VOLTAIRE

a) Notas del Autor

Son las que puso Voltaire a sus propios textos. La mayor parte de ellas son referencias que autentifican sus frecuentes citas de textos bíblicos y evangélicos. He tenido la curiosidad de verificarlas y be comprobado su exactitud. Aunque estas notas hubieran podido distribuirse en los otros grupos, con la indicación de (N. de Voltaire) como se hace en las ediciones francesas que be manejado, considero más acertado agruparlas, ya que en realidad forman parte de! texto volteriano y permiten apreciar el cuidado con que este escritor justificaba sus citas o aclaraba las menciones que hacía de personajes poco conocidos.

Estas notas del autor aparecerán entre paréntesis en números romanos, por ejemplo (V).

b) Notas del Traductor

Son tas referentes a la traducción en sí. En ellas he incluido las principales variaciones semánticas qut han experimentado muchas palabras francesas del siglo XVIII. Cuando, al hacer esta traducción, buscaba el sentido moderno de las mismas, pensé que mi trabajo podría tener cierto interés para tos estudiosos del francés clásico ya que, además, no se hace en las ediciones francesas que conozco.

Figura también la explicación de ¡os juegos de palabras intraducibies al español, la de los matices de pensamiento que no ha sido posible dar en la versión al castellano. Creo interesante resaltar el hecho curioso de la utilización que hace Voltaire más de una vez de palabras españolas (algunas actualmente en desuso) sin dar su traducción a! francés. Esto permite suponer que Voltaire tenia un conocimiento más que superficial del español. Pienso, por ejemplo, en la palabra española cantonera, que Voltaire desistía en su texto como si tal cosa, tal vez Para evitar la crudeza del vocablo equivalente francés (Las preguntas de Zapata, p. 392), o por considerar más expresiva y más fuerte ¡a palabra española.

Estas notas aparecerán en el texto entre paréntesis y con numeración arábigp, ejemplo (5).

c) Notas del Encargado de la Edición

En este grupo se reúnen las notas informativas relativas a referencias o alusiones en el texto de carácter histórico, mitológico, literario, etc., que hace Voltaire y que por su relativa poca importancia no tiene por qué conocer un lector no especializado, aunque su conocimiento sea necesario para la mejor comprensión de! texto.

PREFACIO DEL TRADUCTOR XVII

Estas notas aparecerán en números arábigos voladitos, ejemplo*.

d) Variantes

Creo que ¡a inclusión en nota de las principales variantes al texto fijado como definitivo es importante, ja que permite ver en unos casos la evolución del pensamiento de Voltaire j admirar en otros su minuciosidad en la corrección de las pruebas de las sucesivas ediciones.

Estas notas se citarán en el texto con asteriscos voladitos, ejemplo*; al final del libro, pág. 403, aparecerán haciendo referencia a la página que corresponden.

e) Traducción de citas

La mayoría de las citas son de autores latinos j su traducción creo que es un acierto de esta edición. Las ediciones francesas que be manejado las dejan sin traducir, aunque su significado no se desprenda de! contexto, por Jo que el lector que no conozca el latín quedaría en la ignorancia de lo que dice la cita con la que el autor apoya o refuerza lo que expresa en el texto. Estas citas aparecerán señaladas con un asterisco entre paréntesis, e irán a pie de págna. Aprovecho esta ocasión para dar las gracias a las personas que me han ayudado en esta labor,ya que sin su colaboración no hubiera podido llevarla a cabo.

Aunque la ordenación de estos textos sea cronológica, en general, se ha preferido colocar a! principio, y por lo tanto futra de este orden, considerando su importancia tanto en extensión como en pensamiento, el Tratado sobre la tolerancia y El filósofo ignorante.

Como no me gusta vestirme con plumas ajenas, quiero dejar constancia de que ¡a selección de estos textos se debe a Claudio Guillen. Creo que su selección es acertadísima, ya que permite conocer en pocas páginas todo el prisma de este polifacético y polémico escritor, con sus defectos y sus virtudes, pero siempre rebosante de entusiasmo y sinceridad, dispuesto a luchar por la libertad de pensamiento y de expresión contra molinos o gigantes. Imagino que sus virulentos ataques contra la Iglesia de Roma no lo. habrían sido tanto de haber llegado a vivir en esta época posconciliar.

Y sólo me queda esperar el juicio de! lector sobre mi trabajo como traductor. Mi propósito —que desde luego no tengo la pretensión de haber conseguido— ha sido lograr ese difícil equilibrio entre la calidad literaria y ¡a fidelidad a! texto. Si alguna pequeña libertad

XVIII VOI.TAIRE

me be tomado coa éste, que me ¡a perdone Volt aire, ya que él mismo me parecía autorizármelas cuando exclama en sus Lettrcs philosophi- ques (Lcttrc XVIII, Sur la tragédie, Ed. de La Pléiadc, 1961, pág. 83), para justificar las que se tomaba en sus propias traducciones: Malheur aux faiseurs de traductions littéraires qui, en traduisant chaqué parole énervent le sens! C’est bien lá qu’on peut dire que la lettre tue et que l’esprit vivifie.

Carlos R. de Dampierre

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