jueves, 20 de agosto de 2015

Franz Kafka CUADERNOS EN OCTAVA. Max Brod.


Franz Kafka

CUADERNOS EN OCTAVA
 “Me opongo por completo a todo lo que sea hablar. Cualquier cosa que diga, está equivocada en mi sentido. Para mí, el discurso quita toda seriedad e importancia a cuanto digo. Por ello soy callado; no sólo por necesidad, sino también por convicción. Sólo el escribir es la forma de expresión apropiada a mi persona, y lo seguirá siendo incluso cuando estemos juntos."
Cartas a Felice
(Los orígenes de los textos están explicitados en la Nota preliminar de Max Brod.)
NOTA PRELIMINAR
Entre los papeles de Kafka, junto con otras cosas, se encontraron ocho pequeños cuadernos azules en octava1, de esos que en la escuela se llaman "cuadernos de deberes". Contienen muchas otras reflexiones además de los aforismos. Este libro presenta los pensamientos de Kafka en el orden en que fueron escritos. Los cuadernos en octava contienen numerosos fragmentos y hasta cuentos completos.
El primer cuadernos tiene un solo texto fechado, el del 19 de febrero de 1917. Sobre la base de esa única nota con fecha cabe deducir que se trata, cronológicamente, del primero. Los cuadernos en octava no fueron numerados por Kafka, como lo hizo con aquellos en cuarto2, de manera que el orden en que se presentan proviene de simples conjeturas.
Para ubicar el segundo cuaderno resultó definitorio el hecho de que Informe para una academia estaba ya publicado en noviembre de 1917.
El tercero y el cuarto contienen algunos fragmentos fechados. No asumen el carácter de diario, como los cuadernos en cuarto, dado que la vida personal del autor, su cotidianeidad no se registra más que en poquísimas líneas. Por otra parte, las palabras al respecto están escritas en letra más chica, como para indicar su escasa importancia. Los textos más extensos de ambos cuadernos están dedica-

1  Designación característica de la industria gráfica para los libros o folletos cuyo tamaño es igual a la octava parte de un pliego de papel de impresión.
2 Trece cuadernos que constituyen sus Diarios.

dos a fantasías y consideraciones filosóficas. Se escribieron en Zürau, donde Kafka se atendía de una tuberculosis diagnosticada entonces por primera vez, y donde decidió romper su compromiso. Su partida para Zürau se produjo el 12 de septiembre de 1917. De manera que el encargado de esta edición3 se encontró ante este dilema: dejar la colección de aforismos "Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino verdadero" en el orden deseado por Kafka y claramente determinado en su versión definitiva, o incluirla en el contexto de los cuadernos en octava, entremezclados con otros textos kafkianos. La decisión final fue por la primera de las posibilidades, incluyendo además los aforismos en el texto de los cuadernos.4 Con una sola excepción: se omitió el aforismo 9 en el lugar deseado por Kafka, poniéndolo en cambio en el contexto bajo el título (tachado después por Kafka) "Una vida", porque sólo así resulta evidente su relación interna con el pensamiento precedente y con el siguiente: el problema del mal. Hay, incluida en el cuarto cuaderno, una hoja en la que Kafka escribió algunas notas que, por lo que parece, debían servir para la redacción de un petitorio a presentar al comando militar, en favor de un pobre viejo deficiente abandonado por todos, y acaso para obtenerle la dispensa del servicio militar. Aparecen al principio notas sobre los parientes: un carnicero de Saaz, un tío que vivía en Oberklee, una hermana "que no hay que tener siquiera en cuenta". Después se lee: "No es normal, no pudo trabajar más que en las canteras de arcilla, en realidad no lo declararon apto para el reclutamiento, además, por su edad, no tenía necesidad de cumplir con el servicio militar. Pero él, sin saber muy bien de qué se trataba, quiso hacerse aceptar obligatoriamente. No sabe escribir ni contar, resulta imposible que trabaje independientemente como verdulero o carnicero, de manera que el municipio no puede asumir tal responsabilidad. Pero podría, sí, ayudar a sus parientes en el comercio hortícola, conduciendo el carro, retirando los productos, etcétera. Pero queda excluida toda actividad

3   Se refiere a la edición alemana (N. del T.).
4   En esta edición se ha excluido los aforismos de los cuadernos, evitando así su duplicación.

independiente, tal como imagino que se les habrá ocurrido a sus parientes, los cuales, sin embargo, deberían asumir por sí la responsabilidad." En todo este borrador de petitorio hay un clima que recuerda la de la novela de Kafka El Castillo, por eso se transcribe aquí.
Kafka anota, al final del quinto cuaderno, los nombres de los libros que se propone leer (o que apenas ha leído): Muerte en Venecia - San Agustín, Confesiones - Summa5 -Storm, Keller - Cardenal de Retz - Cartas de Van Gogh -Cuarenta años en la vida de un muerto - Baker, Viaje a Abisinia - Emin Pashá, Livingstone Bernard, Recuerdos de Cézanne.
El sexto cuaderno contiene además el borrador de una carta escrita por Kafka con una horrorosa taquigrafía muy personal casi indescifrable, que evidentemente constituye la respuesta a uno de aquellos inflamados proyectos de nacionalismo austríaco que aparecieron como hongos durante la guerra, algunos probablemente animados de los propósitos más honestos, pero en su mayor parte insoportables y marcados por el oportunismo. La reconstrucción del borrador se transcribe más o menos en estos términos: "Su carta ha llegado después de algunas idas y venidas postales: mi dirección es Poric 7. Les agradezco, ante todo, la buena disposición demostrada por su nota, que me complace mucho. Se trata, indudablemente, de una cosa útil y además necesaria. De lo que dan fe, así como -del futuro de su iniciativa, los importantes nombres de su lista. No obstante, estoy obligado a abstenerme. No soy capaz, en realidad de concebir claramente una Gran Austria de algún modo unificada y menos aún, capaz de adherirme a esa idea. Ante una decisión de este tipo, retrocedo aterrado. Esto, por suerte, no perjudicará para nada su agrupación, al contrario: por lo demás, mi salud no me permite, conozco poquísimas personas, no tengo ninguna influencia considerable. De manera que mi participación les sería bien pronto perjudicial: De todos modos, si, como seguramente ocurrirá, el Salón de Arte (?) se convirtiera en una agrupación, con cuotas de suscripción, etcétera, me alegraré mucho de formar parte. Les ruego que no juzguen mal mi negativa, dictada por la necesidad."
Max Brod 

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