sábado, 21 de julio de 2018

Fantasmagoría. Lewis Carroll



Fantasmagoría
Lewis Carroll (1832-1898), seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson, lógico, matemático, fotógrafo, diácono de la Iglesia de Inglaterra y celebrado autor de literatura infantil, fue una de las figuras más completas del período Victoriano inglés. La mayor parte de su vida transcurrió en el Christ Church College de la Universidad de Oxford, donde enseñaba matemáticas. Siempre fascinado por la paradoja y por los límites del lenguaje y del pensamiento, llegó, por puro interés lógico, a escribir algunas de las páginas más absurdas y disparatadas de la historia de la literatura, si no a crear todo un género, el nonsense, del que la famosísima Alicia en el país de las maravillas (1865) y su continuación, Alicia a través del espejo (1872), son muestras espléndidas.
Carroll escribió asimismo poesía: sus nonsense verses se cuentan entre lo más creativo y elogiado de su producción. Así lo demuestran los pequeños fragmentos intercalados en los dos libros de Alicia, y en los dos de Sylvie y Bruno (1869-1893), así como en el largo poema épico-burlesco titulado La caza del snark (1876).
Fantasmagoría se publicó en 1869, junto con otros doce cómicos y trece más «serios», en el volumen Phantasmagoria and Other Poems. En 1893 fue incluido en una antología titulada Rhyme? And Reason? con ilustraciones del artista norteamericano Arthur Burdett Frost (1851-1928). Carroll, que siempre se entrometió en el trabajo de sus ilustradores, con los que a menudo acababa riñendo, le escribió a Frost: «Resulta difícil encontrar palabras para expresar, con toda la fuerza que desearía, hasta qué punto admiro sus dibujos para el poema de fantasmas. Son realmente maravillosos».

Fantasmagoría



Nota del traductor

Si toda traducción tiene una buena dosis de traición, ésta es aún mayor cuando la forma del texto original está realzada por los recursos de la métrica. Acceder a Lewis Carroll, auténtico virtuoso de la versificación inglesa, a través de una traducción implica tener que resignarse a perder en este recorrido gran parte de su atractivo original. Es misión del traductor procurar que este inevitable naufragio sea lo menos desastroso posible, y su responsabilidad es todavía mayor cuando, como en este caso, se trata de la primera vez que la obra en cuestión (la Fantasmagoría) es publicada en castellano en España.
He intentado ceñirme al máximo a la forma original del poema, dentro de las posibilidades que ofrece la métrica castellana. Carroll utiliza un único esquema métrico que repite en las 150 estrofas de su Fantasmagoría. Cada estrofa consta de cinco versos. El primero, tercero y cuarto versos son octosílabos acentuados en la última sílaba, mientras que el segundo y el quinto son heptasílabos acentuados en la penúltima. Los tres octosílabos riman entre sí en consonante, y lo mismo ocurre con los dos heptasílabos. He aquí la primera estrofa de la Fantasmagoría:
One winter night, at half-past nine,
8A
Cold, tired, and cross, and muddy,
7B
I had come home, too late to dine,
8A
And supper, with cigars and wine,
8A
Was waiting in the study.
7B
Siendo el inglés una lengua de vocablos más breves que los del castellano, cualquier traducción a nuestra lengua tendrá necesariamente que contar con un número superior de sílabas. Por ello he convertido en endecasílabos los octosílabos originales ingleses, ganando así nueve sílabas suplementarias, y he mantenido los heptasílabos. El resultado ha sido una lira al revés (sólo por lo que respecta a la medida, y no a la rima). La lira es una combinación de heptasílabos y endecasílabos que culmina en un endecasílabo, el cual, al ser un verso de arte mayor, impone al conjunto un carácter solemne, propio de un tema heroico. En esta adaptación de la estrofa empleada por Carroll se invierte la disposición de la lira, al intercambiar los endecasílabos y los heptasílabos sus respectivos lugares. De este modo, el heptasílabo, verso de arte menor y como tal más adecuado para un tema cómico, pasa a ocupar el lugar principal, lo que se ajusta al tono desenfadado del poema.
En lo tocante a la rima, una estricta fidelidad al texto habría exigido mantener la misma distribución de rimas elegida por Carroll. Ello me habría obligado a alejarme excesivamente del original, al no ser fácil encontrar 750 correspondencias semánticas que rimen entre sí en consonante. El empleo de la rima asonante concede mayor libertad, pero no resulta posible en este caso, dado que la estrofa posee un número impar de versos, y lo habitual en nuestra métrica es que rimen en asonante los versos pares. He elegido una solución intermedia, consistente en hacer rimar entre sí tres versos en consonante, dejando los otros dos libres, y he optado por hacer rimar los versos impares, para lograr así una mayor cohesión mediante una distribución simétrica de las rimas. Ésta es mi versión de la estrofa antes citada:
Noche invernal, las nueve y media: helado,
11A
harto, enlodado, exhausto,
7-
vuelvo a casa. La cena ya ha pasado,
11A
mas en mi estudio, con su vino y puros,
11-
me espera un buen bocado.
7A
Paso a ocuparme brevemente de la terminología «fantasmal» del poema. Carroll se sirve del término ghost (ocasionalmente sprite) para designar con carácter general a los seres inmateriales que según la creencia popular atemorizan a los seres humanos, y lo subdivide en una veintena de categorías. La mayoría de éstas las toma de la mitología inglesa, pero también echa mano de la escocesa, la irlandesa, la germánica, la escandinava y la oriental. En un momento dado llega incluso a establecer un orden jerárquico de espíritus (aunque sólo parcial), pero no siempre se muestra sistemático: con sus denominaciones fantasmales lo que pretende es divertir y no efectuar una docta clasificación. En esta versión he utilizado el término «trasgo» (ocasionalmente «espíritu») para designar a estos seres inmateriales en general, reservando el término «fantasma» (phantom) para la categoría a la que pertenece el espíritu protagonista. He recurrido a diversas mitologías españolas no castellanas para imitar la utilización que hace Carroll de las mitologías británicas no inglesas, y he mantenido sin cambios la mayoría de las denominaciones mitológicas no británicas. Como Carroll, no siempre he sido sistemático ni he buscado correspondencias exactas.
Termino esta nota donde debería haberla comenzado, agradeciendo a Pollux Hernúñez su magistral revisión de este texto. No me fío de mi pluma para expresar adecuadamente hasta qué punto soy su deudor, y recurro a la de Baudelaire, como él maestro en el doble arte de escribir y traducir, para dejar constancia de mi gratitud:
Quod erat spurcum, cremasti;
quod rudius, exaequasti;
quod debile, confirmasti.

Javier La Orden Trimollet

Fuente:
Título original: Phantasmagoria
Traducción: Javier La Orden Trimollet

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Temas discutidos en la sobremesa: El muro. Jean Paul Sartre.

📜 Temas discutidos en la sobremesa: El muro. Jean Paul Sartre. Tema Síntesis Resonancia ...

Páginas