BALADAS LÍRICAS
CON
ALGUNOS OTROS POEMAS
BRISTOL:
IMPRESO POR BIGGS Y COTTLE,
PARA T.N.LONGMAN, PATERNOST
ER-ROW, LONDRES.
1798.
(LONDRES:
IMPRESO PARA J. & A. ARCH, GRACECHURCH-STREET
1798.)
ADVERTENCIA
Es honrada característica de la Poesía que sus asuntos se
encuentran en todos los temas que puedan interesar al inte-
lecto humano. La prueba de este hecho ha de buscarse, no en
los escritos de los Críticos, sino en aquellos de los propios
Poetas.
La mayoría de los poemas que siguen han de considerarse
como experimentos. Fueron escritos principalmente con la
intención de probar hasta qué punto el lenguaje de la conver-
sación de las clases medias y bajas de la sociedad se adapta a
los propósitos del deleite poético. Los lectores acostumbra-
dos a la vistosidad y fraseología necia de tantos escritores mo-
dernos, si es que persisten en leer este libro hasta su conclu-
sión, quizá tengan que luchar con frecuencia con sentimien-
tos de extrañeza y melindres: buscarán poesía en torno suyo, y
se verán inducidos a inquerir por mor de que especie de cor-
tesía puede permitirse que estos intentos asuman tal título. Es
deseable que tales lectores, por su propio interés, no hayan de
sufrir que la palabra Poesía en solitario, palabra de significa-
do muy discutido, se interponga en el camino de su satisfac-
ción; sino que, mientras hacen uso de este libro, han de pre-
guntarse si contiene un bosquejo de las pasiones humanas, de
los caracteres humanos, y de los incidentes humanos; y si la
respuesta es favorable a los deseos del autor, entonces habrán
de consentir en dejarse agradar a pesar de ese temible enemi-
go de nuestros placeres, nuestros códigos de decisión pre-
establecidos.
Aquellos lectores de juicio superior quizá desaprueben el
estilo en que se ejecutan muchas de estas piezas, pues habrá
que esperar que muchos versos y frases no se acomodarán
exactamente a su gusto. Puede que les parezca que el autor,
deseando evitar los errores que prevalecen en nuestros días,
haya en ocasiones descendido demasiado, y que muchas de
sus expresiones sean demasiado familiares, y sin la dignidad
suficiente. Habrá que hacer notar que, cuanto más familiari-
zado esté el lector con nuestros escritores antiguos, y con
aquellos de los tiempos modernos que han tenido mayor éxi-
to al pintar las costumbres y las pasiones, menos quejas de tal
índole habrá de tener.
Un gusto acertado en poesía, y en el resto de las artes, se-
gún ha observado Sir Reynolds, es un talento adquirido, que
solamente puede aparecer tras aguda reflexión, y una relación
larga y continuada con los mejores modelos de composición.
Esto se menciona no con el propósito ridículo de evitar que
el lector más inexperto pueda juzgar por sí mismo; sino mera-
mente para atemperar la precipitación a decidir, y para suge-
rir que si la poesía es un tema al que no se ha dedicado mucho
tiempo, el juicio podría ser erróneo, y que en muchos casos
habrá de serlo necesariamente.
El cuento de Goody Blake y Harry Hill se basa en hechos
probados que ocurrieron en el condado de Warwick. De los
demás poemas de la colección, será justo decir que o bien son
invención absoluta del autor, o bien se trata de hechos que
tuvieron lugar bajo su observación personal o la de sus ami-
gos. El poema del Espino, como pronto descubrirá el lector,
no se ha de suponer que es narrado por la persona del autor: el ca-
rácter del locuaz narrador quedará suficientemente demostra-
do a lo largo del desarrollo de la historia. La Rima del Anciano
Marinero se escribió a imitación del estilo, pero también del
espíritu de los poetas antiguos; sin embargo, salvo en unas
pocas excepciones, el autor estima que el lenguaje que se ha
adoptado habría sido inteligible durante los últimos tres si-
glos. Los versos titulados Reconvención y Respuesta, y los
que los siguen, surgieron de una conversación con un amigo
que estaba un tanto vinculado de forma irracional a los libros
modernos de filosofía moral.
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