miércoles, 19 de febrero de 2025

CHARLES D'ORLÉANS Poesías Edición bilingüe Francés antiguo / Español Traducción e introducción Ana María Holzbacher

 



CHARLES D'ORLÉANS Poesías Edición bilingüe Francés antiguo / Español Traducción e introducción Ana María Holzbacher Servido de Publicaciones de la Universidad Autónoma de Madrid © Ediciones UAM, 2012 © La autora Ediciones Universidad Autónoma de Madrid Campus de Cantoblanco C/ Einstein, 1 28049 Madrid Tel. 914974233 (Fax 914975169) http://www.uam.es/publicadones servido.publicadones@uam.es ISBN: 978-84-8344-331-6 Diseño y maquetadón: Miguel A. Tejedor López Depósito legal: M-34860-2012 Printed in Spain - Impreso en España Este gran poeta y el tiempo que le he dedicado se los ofrezco a mi Maestro el Dr. Martín de Riquer A.M.H. ÍNDICE 9 21 127 131 

 Introducción Poesías Incipits de las poesías en francés antiguo Al César lo que es del César y a Charles d'Orléans... Introducción En el siglo XV francés tenemos dos grandes poetas: Francois Villon y Charles d'Orléans. Francois Villon es el poeta maldito, el "voyou", Charles d'Orléans es el gran señor. Normalmente se conoce ya pronto en las escuelas a Francois Villon, en cambio se ignora mucho a Charles d'Orléans, por más que, si tuviésemos que poner a cada uno en un platillo de la balanza, no sabemos de que lado se decantaría. Ch. d'Orléans nació en Paris en noviembre de 1394. Era hijo de Valentine Visconti, duquesa de Milán, y de Luis, duque de Orléans, hermano del rey Carlos VI. En 1406, prometieron a Carlos con Isabel de Francia, viuda del rey de Inglaterra Ricardo II. En 1407, recibió la noticia de que su padre había sido asesinado por sicarios de Juan Sin Miedo. El 4 de noviembre de 1408 su madre moría de pena después de haber intentado en vano rehabilitar la me moria de su difunto esposo y perseguir al asesino. A los catorce años Charles d'Orléans se casa con Isabel, su prometida. La joven esposa se queda embarazada y muere. Existe rivalidad entre los duques de Orléans y los de Bourgogne. Para atenuar la influencia de la casa de Bourgogne, se firma una alianza entre la casa de Armagnac y la de Orléans, y, como consecuencia, Carlos se casa con Bonne d'Armagnac hija de Bemard VH, conde de Armagnac. Se producen unos enfrentamientos en París, uno y otro bando ape lan a la ayuda inglesa y, finalmente, los ingleses van a sacar provecho de estas desavenencias: el rey de Inglaterra, Enrique V, prepara la con quista de Francia. Así empezará la guerra de los Cien Años. En 1415, la armada francesa sufre una derrota importante en Azin- cour, y Charles d'Orléans es hecho prisionero. Los vencedores lo con sideraban un hombre intrigante y peligroso y, por otra parte, creerán siempre que tienen con él m a presa de valor, de la que pueden cobrar un considerable rescate. Esto será un grave perjuicio para el poeta, por que retrasará una y otra vez su liberación. Charles d'Orléans es llevado en primer lugar a Londres, en compañía del rey, y, más tarde lo man tienen en ma prisión solitaria bajo la guardia de Robert Waterton. En 1432, el conde de Suffolk solicitó su custodia y esto cambió la situación de Charles, porque dicho personaje era un hombre cultivado y bueno, que además escribía poesías, lo cual le hacía capaz de comprender al prisionero y de ayudarle. De hecho la escritura estaba prohibida a los prisioneros por tratarse de un posible medio de contacto con el exte rior, en este sentido Charles d'Orléans gozaba de un privilegio excep cional. Esto explica su afirmación: "De balader j'ai beau loisir/ Autres de- duits me sont cassez". (Balada XL). (Tengo toda libertad para pasearme, pero me veo privado de otros placeres.) Durante años se negoció el intercambio de Charles d'Orléans o, al menos, la cuantía de su rescate, pero sin éxito, y nuestro poeta se sentía como un juguete, y deseaba la paz a toda costa, aun que fuese bajo la dominación en Francia del rey de Inglaterra. Por fin fue liberado en el año 1441, a cambio de una importante suma. Se casó conMarie de Cléves, sobrina del duque Philippe de Bourgogne, (su segunda espo sa había muerto durante su cautiverio en Inglaterra), recibió la orden de la Toisón de Oro, recobró sus estados y vivió en Blois, que fue su estancia predilecta, sin saber al principio aprovechar de este réposo. Durante un tiempo, quiso interesarse por la política, creyendo que po dría actuar como mediador entre Francia e Inglaterra, a la que había prometido que conseguiría la paz con Francia, pero sus trámites no llegan a buen puerto y, por fin, cuando tenía casi sesenta años, acepta o descubre, que lo mejor para él es m a vida tranquila, parecida a la que había llevado en Inglaterra: m a vida sobretodo interior. Murió a la edad de 69 años, en 1465, dejando tres hijos, uno de los cuales será Luis XII. Esto hace que Charles d'Orléans además de ser próximo pariente, por su linaje y por sus matrimonios, de los más im portantes focos de la vida artística y del destino de Francia, sea nieto de rey, sobrino de rey y padre de rey. La imagen de Charles d'Orléans que nos ofrecen las historias de la literatura es la de un príncipe "criado en el jardín de flor de lys", que un destino implacable hizo sucesivamente desdichado -muerte del pa dre, de la madre y de la joven esposa- y prisionero. Su largo cautiverio en Inglaterra -pasó 25 años de su vida en las prisiones inglesas- debió ser, en gran parte, un exilio relativamente confortable, que le dejaba el tiempo y la oportunidad de la creación literaria. El primer trovador, Guillermo de Aquitania, era conde de Poitiers, Charles, duque de Orléans, viene a tomar el lugar en una sucesión de grandes señores que se han ilustrado en la lírica del amor. Su obra poética está constituida por una serie de composiciones breves (Canciones, Baladas y Rondós) Heredero de los trovadores y de los trouvéres, Charles d'Orléans, poeta cortés, cantaba con voz doliente, pero con toda la sobriedad que requiere tina distinción suprema, su dama lejana e inaccesible, su lejano país y su peculiar circunstancia, y el mar era para él elemento poético y vital, frontera y camino, que fran queaba en sueños tripulante de nave de Esperanza. Más tarde, cantará las estaciones -primavera e invierno-, la Melancolía y la Muerte. Merece reseñarse su costumbre de invitar a los poetas de paso a escribir poesías que introduce en sus propios manuscritos. A menu do se trata de una especie de juego floral en el que Charles d'Orléans propone un tema a través del incipit que debe iniciar las poesías que participan en el concurso. Así la serie que comienza con «je moeurs de soifencousté lafontaine» (muero de sed junto a la fuente.), concurso de poesía que recibe el nombre de "concours de Blois". Villon participó en este concurso y tenemos la poesía que ofreció. Con Charles d'Orléans llegamos al momento en que la poesía se ha disociado de la música, su compañera primitiva, por más que se sigan utilizando géneros -la Balada el Rondó- creados originariamente para el canto. Este fenómeno se ha producido ya en varios poetas, como Eustache des Champs, Froissart y Cristine de Pisan, parece no obstante que Charles d'Orléans pensó en un primer momento en dar un com plemento musical a sus poesías, puesto que había dejado espacio en sus manuscritos para copiar la música, pero otras composiciones vinie ron ulteriormente a llenar estos huecos. En él la renuncia a la música ha sido casi total, en efecto, aparte de la rima y sobretodo del refrán, que desempeña un papel melódico y encantatorio, es raro que se encuentre en sus poesías una búsqueda realmente acusada de la musicalidad de la forma, de esta "música natural" que para Eustache Deschamps, en su Art de Ditier, podía reemplazar la "música artificial", la instrumen tal. En Charles d'Orléans la poesía ha abandonado la música y la ac ción que esta ejerce sobre la sensibilidad, para apoyarse, por la magia de la alegoría, en otras formas de arte: la pintura, y más adelante, en algo más inesperado: el teatro. Aquí la palabra significante del poeta no actúa únicamente al nivel de la inteligencia, sino que por la capaci dad propia de la alegoría de hacer visible incluso lo abstracto, penetra hasta la imaginación misma y proyecta en ella sus imágenes. Esto le permite representar a la perfección, no sólo el paisaje exterior modifi cado por el cambio de las estaciones, sino el espado de la condenda del poeta y más sutilmente, muy delicadamente, las situaciones, los movimientos, las acciones que se desarrollan en él. El aspecto pictórico de esta poesía, asociado a los límites espadales de la Balada y el Rondó, y a la época en que era compuesta, han hecho hablar de "miniatura". ¿Por qué no? Se piensa evidentemente leyendo a muestro poeta, en el arte de la miniatura, en su brevedad, en la suti lidad de su simbolismo, en su refinamiento, pero también y sobretodo en la pintura flamenca, con sus pequeñas ventanas abiertas sobre el infinito o sobre la realidad más próxima y en los cuadros de Jeróme Boch en los que contemplamos un mundo alegórico en movimiento. La lectura de la edidón crítica de sus obras1, nos permite descubrir un Charles d'O, cortés sí, elegante y sobrio también, pero impregna do de un tedium vitae a veces desgarrador, un Charles d'Orléans que manejaba magistralmente y de manera absolutamente personal la ale goría. No sólo la alegoría simple, sino la desplegada en la "metáfora filee" o metáfora prolongada, en la que caben la personificadón y la reificadón. 1 P, Champion: Charles d'Orléans, Poésies, vol. I y 31. H. Champion, París, 1971. Según Zumthor, que además de consagrarle a Charles d'Orléans muchas páginas en su Essai de poétique médiévale2, ha dedicado un estu dio a la alegoría en nuestro poeta3, el uso de la figura alegórica caracte riza más del 80 % de la poesía de Charles d'Orléans. Si las primeras baladas de Charles d'Orléans siguen muy de cerca la tradición cortés del Román de la Rose, pronto el poeta hace suyo el instrumento heredado, adaptándolo a su mentalidad y a su circuns tancia, mentalidad y circunstancia que van estrechamente ligados a su doloroso pasado y a su condición de prisionero, y hallamos la alegoría como expresión poética de los conflictos de la vida interior. Asistimos a un repliegue del "yo"sobre sí mismo, que tiene algo de autodefensa y de una forma de sabiduría impregnada de resignación. El poeta centra el mundo en su yo, y se detiene a examinar los proce sos que se suceden en su conciencia. Los elementos de estos procesos cobran vida y se convierten en los personajes de una breve escena, que nos comunica luego en forma dramatizada (teatralizada). Más tarde, de vuelta a Francia, la desconfianza que le inspira el mundo que lo ro dea lo confina una vez más en el aislamiento. La necesidad de centrar se en sí mismo, se convertirá en hábito o en placer, y el poeta seguirá su reflexión introspectiva. Para analizar esta alegorización de un mundo psíquico, podríamos examinar en primer lugar el marco que le es propio, luego los persona jes que evolucionan en este marco. El marco es un espado interior cerrado, que se opone a un espacio exterior: D'entrer ceans vous defendos, Fortune (R. 265) (pág. 108)4 boutons la hors cette Merencolie (R. 208) (pág. 102) 2 Seuil, París, 1972. 3 Zumthor: «Charles d'Orléans et le laneage de l'alléeorie» en Lannie, texte, énigme, Seuil, París,1975. 4 Los números de página que se dan a continuación de las citas corresponden a los de las poesías en francés antiguo. Los personajes los constituyen: "je" (el Poeta), una persona locu- toria, que apostrofa a un "vous", generalmente silencioso, alter ego del poeta, personificado como "mon cueur”, compañero del exilio interior, "Je + mon cueur" aparece designado como "nous/ nosotros". Montrons nous les plus forts mon cueur je vous en prie. (R. 208) (pág. 102) En el mundo exterior se encuentran otros personajes, los asaltantes, que quieren penetrar en el recinto, como Melancolía,y los que Alice Planche designa como los "cortejos fúnebres"5: conjuntos sombríos, como "Souci, Soin et Melancolie". "Ennui, Déplaisir et Souci", o "deux ou trois couples d'Ennuis" (dos o tres pares de enojos). A veces, en el espacio de un breve milagro poético que nos deslum bra, "je" y "mon cueur" siguen caminos distintos para realizar una mis ma acción, o padeciendo la misma situación en dos planos distintos: uno exterior (je) otro interior (mon cueur). Dedens mom Livre de Pensee j'ai trouvé escripvant mon cueur (...) les grossesz goütez de sueur lui saillent de peinne et labeur qu'il y prent, et nuit et joumee. (pág. 90) El Poeta, inclinado sobre su pergamino (en el mundo exterior), va a emprender con esfuerzo la escritura, y cuado penetra en su fuero inter no, encuentra a "mon cueur" "escripvant". El Poeta, cazando en el espacio exterior del bosque, se sumerge un momento en su mundo interior, en la "Forest de ma Pensee", y ve, como en un espejo, una escena de montería: "mon cueur" va a la caza de Dangiers. 5 Charles d'Orléans a la recherche d'un langage. Champion, París, 1975. Ainsi que chassoye aux sangliers mon cueur chassoit apres Dangiers en la forest de ma Pensee. (R. 198) (pág. 102) Estupendo ejemplo de "mise en abime". He aquí la pequeña ventana de la tabla flamenca. Lo que vemos de entrada, en superficie, es un cua dro de caza de jabalís, donde el cazador es el "je" / yo del poeta; luego, la apertura de esta pequeña ventana, nos permite asistir a la caza que se desarrolla en el mundo interior. El bosque aquí es el de "ma Pensee", el cazador es "mon cueur", que persigue, acompañado de su jauría de lebreles, los Dangiers, de los que ha encontrado "grande assamblée". Se podría representar esto con unos pinceles. La pintura y la miniatura del siglo XV manejan un simbolismo muy sutil, pero la palabra de Charles d'Orléans da prueba del mismo refinamiento y los mismos recursos. En lo que hace a la designación del espacio interior, después de haber sido durante un momento "logis" (alojamiento), "le logis de mon las cueur", se convierte en Pensee: "Mon cueur ouvre l'huis de Pensee", posteriormente en “chambre de ma Pensee". Pensée constituye en Charles d'Orléans una palabra tema, represen ta el recinto cerrado en el que vive y se mueve el poeta. Este lo designa unas veces como "la chambre de ma Pensée", otras aparece asociado de manera explícita a la idea de prisión: Jaulier des prisons de Pensée Soussi laissez mon cueur yssir. (R. 383) (pag. 122) En algunas composiciones, la cámara se transforma en ermita: mon cueur est devenu hermite en l'ermitage de Pensée. (B. 43) En otras, por último, en bosque profundo. mon coeur chassoit aprés gibiers (pág. 40) (pág. 102) en la forest de ma Pensée. (R. 197) Este esquema; recinto y personajes -ocupantes habituales y asal tantes- puede aplicarse a la mayor parte de los Rondeaux en los que se representa la vida interior, no obstante, en lo que atañe a la desig nación del recinto, el poeta hace una excepción notoria en una de sus más bellas poesías, donde Penseée, hasta entonces espacio interior, se convierte en una amiga enferma, de la que "je" protege celosamente el sueño después de una noche de insomnio. Ne hurtez plus a l'huis de ma Pensée Soin et Soussi sans tant vous traveiller car elle dort et ne veult s'esveiller toute la nuyt en paine a despensée (R. 398) (pág. 116) Pensée aparece aquí como un ser frágil y delicado, cuyo reposo defiende el poeta de las solicitudes intempestivas de Preocupación e Inquietud, alegando que ha pasado una mala noche. Se podría decir también que el poeta se ha convertido aquí en un personaje acosado por la migraña y su fiel enfermero. Al hilo de los Rondós vamos hacia un repliegue del "Je". El contacto con el mundo disminuye por el hecho de los avatares de la existencia, y el amor se difumina y desaparece bajo el efecto de la vejez, este otoño de la vida que invita a una intimidad confortable. Como consecuencia de todo esto, desde el punto de vista de la forma asistimos a un acorta miento: el espacio de la composición poética se reduce, a la vez que se vuelve más concentrado, y P. Zumthor indica con acierto el éxito que comporta la elección de una forma muy breve: el Rondó. El poema es ahora en nuestro poeta una doble figura retórica: es ante todo una "metaphore filée", y una alegoría, pero es también una "li tote", una atenuación: se dice lo menos posible para alcanzar al mayor grado posible de poesía... D. Poirion6 afirma que «se puede componer y corregir un Rondó bajo el efecto de una emoción sin romper el hilo de la inspiración». Este 6 Le Poete et le Prince. L'évolution du lyrisme courtois de Guillaume de Machaut a Charles d'Orléans, París, PUF, 1964. es tal vez el secreto: el contenido poético de un Rondó, corresponde a una unidad de inspiración. Unidad de inspiración que sabiamente elaborada gracias al tratamiento del incipit, (primer verso), que se con vierte en refrán (con las modificaciones de sentido que esto comporta) y más tarde en conclusión (verso final), constituye una unidad poética de poco volumen, concisa, que se cierra sobre sí misma, levantando una estela de sugerencias. Es que el relámpago de la inspiración no dura más que un instan te. De hecho en ciertos poemas de grandes poetas, encontramos una sola estrofa que es realmente poesía: el conjunto es una joya en la que está engarzada tina piedra preciosa. El total es bello, pero se puede distinguir la piedra preciosa del metal, por noble que sea, y este puede constituir dos tercios del todo. Charles d'Orléans, a veces, después de varios tanteos sobre el mismo tema, consigue, la unidad poética perfec ta: es el solitario en que un ligero anillo sostiene un único y espléndido diamante. Charles d'Orléans y la Música Hemos comentado ya en la Introducción, que Charles d'Orléans no compuso la música para ninguna de sus poesías, músicos del s. XIX, y XX, en cambio, sí lo hicieron. Claude Debussy compuso la música para tres rondós de Charles d'Orléans: Dieu, qu'il la fait bon regarder, Quant j ’ay ouy le tambourin, Yver, vous n'estes qu'un vilain7. Debussy se interesó mucho por la música y la poesía de finales de la Edad Media y del Renacimiento, y su influencia se manifiesta en varios compositores que dieron música también a composiciones de Charles d'Orléans, así Máxime Jacob, Darius Milhaud, Francis Poulenc, etc. 7 Esta información nos ha sido proporcionada por el Sr. J. Vallcorba. Para más do cumentación sobre las versiones musicales de estas composiciones, ver en Google: «Charles d'Orléans y Debussy». Selección y Traducción Hemos tomado como texto de base para el Francés Antiguo la edi ción de Pierre Champion (tomo I de 1971, t. II de 1966). Se publican aquí 70 poesías de Charles d'Orléans, acompañadas de su traducción. La mayor parte han sido elegidas por su belleza, las demás porque habían sido citadas en la Introducción. No hemos traducido en verso, pero hemos intentado, dentro de una estricta fidelidad al original, ha cer las traducciones lo más poéticas posibles. Bibliografía Ediciones Charles d'Orléans, Poésies, 2 vol, Editées par Pierre Champion, París, Librairie Honoré Champion, 1923-27. Hemos trabajado con la ed. de 1966 del vol I y la de 1971 del vol II. "Charles d'Orléans, Ballades et Poémes" en Romanciers du Moyen Age, pp.1038-1110, Albert Pauphilet, Bibliothéque de la Pléiade, NKF, 1952. Charles d'Orléans L'Ecolier de mélancolie, Selección de poesías publicadas por Claude Galderisi, Le Livréde Poche, Les Classiques d'aujourd'hui. Charles d'Orléans, Ballades et Rondeaux, ed. por J.Ch. Muhletaler, Livre de Poche, Lettres gothiques, 1992. (Edición del manuscrito 25458, fondo francés, de la B.N. de París) Le Livre de Poche, Les Classiques d'aujourd'hui. Estudios Planche, Alice, Charles d'Orléans ou la recherche d'un langage, Ed. Honoré Champion, París, 1975, Bibliothéque duXV e siéde XXXVM. (849 pág.). Planche, Alice, "Charles d'Orléans et la musique du silence", en Musique, ittérature et société au Moyen Age, Ates du Colloque d'Amiens, 1980, t.2. Poirion Daniel, Le Poete et le Prince L'évolution di lyrisme courtois de Guillaume de Machasut a Charles d'Orléans, Presses Universirtaires de F ranee, Paris, 1965. Yenal, E. Charles d'Orléans, A Bibliography of Primary et Secundan/ Sources, New York, 1984. Zumthor, Paul, Essai de poétique médievale, Seuü, Paris, 1972. Zunthor, Paul, "Charles d'Orléans et le langage de rallégorie" in Langue, Texte, Enigme, Seuil, Paris, 1975. Biografía Haasse, Helia S. En la Forét de Longue Atiente, Narración novelesca, apoyada en una documentación histórica rigurosa. Ha sido traducido al español, precedido de un Prólogo de Isabel de Riquer, con el título: La historia de Carlos de Orleáns, el poeta y el príncipe. Barcelona, Círculo de Lectores, 1995.

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