sábado, 25 de mayo de 2019

VARGAS LLOSA. ESCRITOR.


"Me gustaría que la muerte me hallara escribiendo, como un accidente": Mario Vargas Llosa sobre la vejez, la muerte y si el liberalismo tiene culpa en la crisis actual
Juan Carlos Pérez Salazar BBC News Mundo


Sobre su escritorio, en el que se sienta todos los días de 10 de la mañana a 2 de la tarde a trabajar, están la última edición del Times Literary Suplement,un busto de Balzac, una copia de su último artículo de prensa y un librosobre el Congo, país en el que transcurre buena parte de su novela "El sueño del celta".
La casa de dos pisos en la que vive el escritor peruano Mario Vargas Llosa cuando está en Madrid es silenciosa y rodeada de verde.
Por debajo pasa un río subterráneo que hace que la temperatura en los agobiantes veranos madrileños sea varios grados menor a la normal. Las paredes, por supuesto, están repletas de bibliotecas con libros: literatura, pero también mecánica cuántica, electrodinámica, Picasso, historia del antiguo Egipto...
La excusa para estar aquí -si es que se necesita una para hablar con él- es conversar sobre la vejez, a propósito de un evento que sobre el tema realiza la Fundación Nobel en Madrid.
Es un buen tema de conversación. A sus 83 años, Mario Vargas Llosa es el último premio Nobel de literatura vivo de América Latina. Y el último que queda en pie de una generación prodigiosa que -de alguna manera- va de Borges, Carpentier y Onetti a él, pasando por Octavio Paz, Juan Rulfo, Guillermo Cabrera Infante, Gabriel García Márquez o Julio Cortázar.
Una generación que cambió no solo la literatura latinoamericana, sino mundial.

Usted es uno de esos casos extraordinarios de un escritor que a los 83 años de edad sigue escribiendo y publicando. Se vienen a la mente Tolstoi, Saul Bellow o Wisława Szymborska... ¿Cómo es posible mantener esa longevidad? ¿Es cuestión de disciplina, de genes...?
Yo creo que es cuestión de disciplina. Yo trabajo de una manera bastante metódica, soy muy ordenado para mi trabajo, no para el resto.
Trabajo siete días por semana, 12 meses al año. Y no tengo la sensación de que es un trabajo. Realmente escribir es para mí un placer, aunque me cueste y tenga períodos muy difíciles.
Creo que en función de mi trabajo se organiza mi vida, que no está caracterizada por los excesos. Dejé de fumar hace muchos años, nunca he bebido, solo tomo vino con las comidas y de vez en cuando.
Mi gran placer es la lectura y mi propio trabajo. Quizá eso ha hecho que mi vida no se haya gastado como ocurre en el caso de muchas otras personas.
Aunque tampoco soy un obseso de cuidarme a la hora de comer o dormir. Hago una hora de ejercicio todos los días antes de comenzar a trabajar.
Quizá esa disciplina, esa organización que ha sido siempre en función de mi trabajo, pues ha hecho que viva hasta ahora.
Otra característica suya es que no es sólo un intelectual, sino una persona de acción, como lo muestra, por ejemplo, su investigación por los asesinatos de periodistas en Ayacucho en 1983, su campaña para la presidencia del Perú en 1990, o su viaje a Irak del que salió un libro de reportajes... ¿Cree que eso lo ha beneficiado?
En mi caso mi trabajo se alimenta de la vida misma. Nunca he sido una persona pasiva, siempre me he interesado por lo que ocurría a mi alrededor.
Desde muy joven he creído que ser escritor significa también una responsabilidad de tipo social y político.
Creo que la participación en lo que es la vida de la ciudad, del país, del tiempo en que uno vive, es también una obligación de tipo moral.
Si uno cree que los libros y las ideas importan, que la política debe estar gobernada no por pasiones sino fundamentalmente por ideas, entonces la participación es una obligación.
He participado en las cosas de mi tiempo, en la vida política, no dándole preferencia sobre la literatura, que para mí es mi primera actividad, pero una participación activa forma parte de las tareas no solo de un escritor sino de un ciudadano.
Nunca me ha seducido la idea del escritor retirado, que vive encerrado en un cuarto de corcho como Proust. Para mí eso sería absolutamente inconcebible.
Pero usted es quizáel último representante en América Latina del escritor como gran figura intelectual pública, lo que antes fueron Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Ernesto Sábato... En su ahora larga vida ha visto cómo esa figura ha ido desapareciendo.
Y creo que es una pena porque significa que en nuestra época las ideas son menos importantes que las imágenes.
Por eso las figuras con que un político profesional le gustaría retratarse no son los escritores, son los futbolistas, los artistas, los actores. Y eso me parece que es un empobrecimiento.
Las imágenes son más perecederas que las ideas, menos importantes a largo y mediano plazo.
Y es una de las razones por las que la cultura en general se ha banalizado y frivolizado.
Creo que hay un hecho muy importante en nuestra época: una participación muchísimo mayor (a través de las redes sociales), antes era más reducida y menos democrática, pero quienes participaban entonces creo que estaban más movidos por convicciones firmes que hoy día, cuando muchas veces se hace de una manera muy superficial.
Volviendo al tema de la vejez, una cosa es la disciplina férrea para escribir, pero otra distinta es la creatividad. Mantenerla tan viva a su edad no debe sersolo cuestión de disciplina.
Pues mire, desde las primeras cosas que escribí cuando era todavía muy joven, casi niño, mi imaginación siempre se ha alimentado de la memoria, es decir, ciertas experiencias vividas, ciertos recuerdos (no sé por qué algunos y no todos) tienen esa capacidad estimulante que me hacen crear pequeñas fantasías que son las que están siempre en el punto de partida de todos los cuentos, novelas, obras de teatro.
Pero nunca creo haber concebido una historia a partir de nada, por un simple movimiento de la imaginación.
El punto de partida es alguna experiencia vivida que me deja imágenes que luego se convierten en algo obsesivo y de pronto me doy cuenta de que he comenzado a trabajar una pequeña historia a partir de ciertos recuerdos que muchas veces, ya en el proceso de redacción, desaparecen o pasan a ser algo secundario.
Usted siempre que habla de su trabajo como escritor destaca la disciplina, pero, en todos estos años ¿han cambiado en algo sus hábitos de escritura?
No, en eso sigo siendo el mismo que era cuando comencé a escribir.
Hay escritores que son muy espontáneos. Yo recuerdo por ejemplo en los años 60, que es una época en que nos vimos mucho con Julio Cortázar, él estaba escribiendo Rayuela, que es una novela un poco símbolo de la época.
Y me impresionó enormemente que él me decía "mira, muchas veces yo me siento a la máquina de escribir y no sé sobre qué voy a escribir".
Y yo le preguntaba: ¿pero no tienes un plan?
Y él me decía "no, no para nada. Si tengo alguno debe ser subconsciente". Eso nadie lo diría leyendo Rayuela, que es una novela que parece tan armada, tan compleja además de construcción...
Ese no es mi caso para nada.
Antes de comenzar a escribir una historia hago muchos esquemas, aunque luego no los respete, pero los necesito mucho como punto de partida. Tener algunas fichas sobre los personajes... Sobre todo la organización del tiempo, saber dónde va a comenzar y dónde va a terminar la historia.
Por eso la disciplina es tan importante. Por eso procuro, además, trabajar todos los días. Si no, sentiría que la historia se me deshace, se me dispersa.
Necesito trabajar incluso durante los viajes -yo viajo bastante- y procuro mantener ese ritmo diario.
Siguiendo con la vejez, usted ha escrito de manera abundante -y muy crítica- sobre las utopías sociales. Ahora creo que se puede hablar de una utopía individual: vivir más y mejor. Hay grandes inversiones en Silicon Valley -muchas de ellas secretas- no solo para combatir la vejez sino, aparentemente, la misma muerte... ¿Qué piensa de esto?
La muerte a mí no me angustia. Hombre, la vida tiene eso de maravilloso: si viviéramos para siempre sería enormemente aburrida, mecánica. Si fuéramos eternos sería algo espantoso.
Creo que la vida es tan maravillosa precisamente porque tiene un fin.
Lo que me parece muy importante es tratar de aprovechar esa vida, no desperdiciar las oportunidades. Creo que es muy importante tener una vocación y poder materializarla, aunque desde luego mucha gente no puede hacerlo.
La vida se ha alargado muchísimo, desde luego, Y eso tiene muchos valores pero también muchos problema: que cada vez menos gente va a tener que apoyar y alimentar a más gente. Significa que tendremos que aguzar la imaginación para que ello sea posible.
Nada de eso es fácil. Las viejas utopías han ido desapareciendo todas, vivimos en un mundo que es mucho más realista y, sin embargo, ese problema no hemos sido capaces de resolverlo, salvo en un número muy contado de países en el mundo.

Preparando esta entrevista pensaba en grandes personajes suyos que fueran de edad provecta. ¿Quizá el conselheiro en "La guerra del fin del mundo? ¿Urania en "La fiesta del chivo"? ¿Don Rigoberto? Y está por supuesto Juan Peineta en su última novela "Las cinco esquinas". ¿Pero ha escrito algún personaje pensándolo así?
No lo pienso en ese sentido de hacer personajes que sean más positivos que negativos.
Lo que tengo claro es que los personajes que me seducen más son los inconformes. Personajes que quisieran cambiar, si no el mundo, por lo menos su entorno, porque no lo resisten tal como es.
Y entonces algunos son más utópicos, tienen una visión más mesiánica de las cosas y otros se mueven en mundos más limitados, pero creo que el conformista, o no aparece, o aparece con tintes muy negativos en mis historias.
Los personajes que más descuellan son aquellos que no se conforman con el mundo tal como es para hacerlo más vivible.
Usted siempre ha dicho que el escritor, de entrada, tiene un gran desacuerdo con la realidad...
Creo que sí. Si uno inventa historias es porque la que vive no le basta o no le gusta, y escribir es una manera de cambiar mundo, de ofrecer a los demás mundos alternativos. Creo que esas son las ficciones.
A la generación de ustedes en América Latina la distinguió la "novela total", ¿no?: "Rayuela", "Cien Años de Soledad", "Cambio de piel", "Conversación en la catedral"...
Claro, novelas muy ambiciosas, que quieren desafiar el mundo de igual a igual...
Cuando Carlos Fuentes tenía 76 años le pregunté si se sentía con fuerzas para escribir algo de largo aliento como Terra Nostra y me dijo que no. ¿Usted se siente con las fuerzas y la creatividad para acometer otra una novela así?
Pues mire, yo creo que uno debe mantenerse vivo, que lo ideal es que la muerte sea un accidente, que venga a interrumpir como algo accidental una vida que está en plena efervescencia. Ese sería mi ideal.
Yo escribo todavía a mano, con tinta, en cuadernos, como empecé. Y me gustaría que la muerte me hallara escribiendo, como un accidente...
Haber vivido la vida hasta el final y sobre todo no haberme muerto en vida, que es el espectáculo que me parece más triste para un ser humano.
.
¿O sea que todavía podemos esperar una "Fiesta del chivo" o una "Guerra del fin del mundo"?
Pues ojalá (risas). Bueno, acabo de terminar una novela, estoy todavía corrigiendo un poquito, pero ya está prácticamente terminada. Y espero que no sea la última (risas).
Creo que en América Latina no se ha escrito mucha ficción sobre la vejez.Quizás lo más destacado sea "El amor en los tiempos del cólera", que -no creo que por casualidad- es la obra más popular de García Márquez en el mundo anglosajón, incluso por encima de "Cien años de soledad"...
Tiene usted razón, estoy tratando de recordar novelas dedicadas a la vejez. No hay muchas... Hay viejos en las novelas, pero suelen ser personajes más bien secundarios, un poco de paso.
Pero una novela enteramente centrada en la vejez... Estoy recordando una novela de un escritor venezolano, Adriano González León, que se llamaba "Viejo" (1994). Es dedicada a la vejez y de una manera muy conmovida, la escribió un poco cuando estaba ya en decadencia física, no mental, porque la novela está muy bien escrita.
Es una de las pocas que recuerdo.
Cuando tenían 80 años, dos de las mentes más lúcidas del siglo XX en América Latina, Octavio Paz y Carlos Fuentes -a quienes usted conoció muy bien-, manifestaron estar perplejos ante el mundo que los rodeaba... No lo entendían. Y eso fue antes de la llegada de Donald Trump al poder y del ascenso de los nacionalismos y el populismo de extrema derecha... ¿A usted el mundo de ahora le causa perplejidad?
Hombre, digamos que uno puede sorprenderse mucho, pero... Uno tiene ese maravilloso instrumento que es la razón, ¿no es verdad?, que nos permite aprehender aquello que está detrás de lo sorprendente, lo excepcional, lo misterioso.
La historia de la humanidad es justamente haber ido desvelando todos estos misterios poco a poco, llegando a lo recóndito de la realidad, de la experiencia humana.
No creo que nuestra época sea una de las peores de la Historia ni muchísimo menos.
Recuerdo la última conferencia que dio Karl Popper la Universidad Menéndez y Pelayo, en España, pocos meses antes de morirse.
Yo estuve allí porque lo admiro muchísimo, y en una conferencia de prensa en la que los periodistas le hablaban de los horrores de nuestra época, él dijo: "sí, en nuestra época pasan cosas terribles, pero cuando ese pensamiento nos asalte, piensen al mismo tiempo que nunca hemos estado mejor. Nunca, en la larga historia de la Humanidad, hemos tenido tantas oportunidades. Los avances de la medicina, del conocimiento son tan extraordinarios que nos han permitido avanzar, derrotar enfermedades, derrotar al hambre, derrotar a lo que eran los grandes imperios donde los seres humanos eran objetos...".
Yo creo que eso es verdad. Hoy día estamos muchísimo mejor y por lo menos con instrumentos muchísimo más valiosos para enfrentar los desafíos que tenemos.
Ahora, que ocurren muchas... Por ejemplo, algo que ocurre en nuestra época que para mí es una verdadera sorpresa es el rebrote de los nacionalismos. Sobre todo en en Europa occidental, que probablemente es una región que ha padecido más que ninguna otra los estragos que causan los nacionalismos.
¡Las guerras mundiales fueron causadas por ellos! Y sin embargo están rebrotando, lo cual quiere decir que, por lo menos en ese campo, la experiencia acumulada no sirve de nada, que incurrimos en los mismos errores a pesar de saber que los nacionalismos son una fuente de violencia tan espantosa.
Y a veces en los países más civilizados, en los que parecerían vacunados contra esta recaída en los viejísimos errores.
Esa es una realidad de nuestro tiempo, pero la historia está llena de casos así. Lo cual significa que no debemos dormirnos nunca sobre nuestros laureles, que los problemas van a seguir surgiendo y muchas veces los mismos problemas a los que con la experiencia acumulada deberíamos responder de una manera más inmediata y enérgica.
Su último libro de ensayos, "La llamada de la tribu", es como una especie de balance intelectual de la segunda etapa de su vida, cuando se vuelve liberal en el sentido clásico, y es un homenaje a siete autores que lo influyeron (como Adam Smith, Isaiah Berlin, Karl Popper o Ortega y Gasset)
Exactamente. Es un libro en cierta forma autobiográfico, porque he aprendido a través de esos pensadores (y otros, pero esos son los más importantes para mí), cuál es el tipo de mundo que está más defendido contra las injusticias, la precariedad, los abusos, la violencia.
Y yo creo que es la democracia en esa forma más extrema y radical que representan las ideas liberales. Hay muchos pensadores que han contribuido a eso, pero los que me marcaron más son los que aparecen en ese libro.
Ha habido críticas muy fuertes al liberalismo por su papel en la crisis actual.En Inglaterra, por ejemplo, está el filósofo John Gray que ha sido durísimo...
... Después de haber sido un gran liberal, porque él fue discípulo de Isaiah Berlin, sobre quien escribió un libro muy interesante. Pero yo no creo que sean verdad (las críticas).
El liberalismo está asociado a la idea de la libertad y creo que la defensa de las libertades es algo absolutamente esencial... Hombre, que hay liberales que han llegado a ser sectarios, pues sí, se da.
Hay quienes creen que el mercado resuelve todo, yo no creo eso, ni muchísimo menos, ni creo que sea la esencia del liberalismo.
El liberalismo da una gran importancia a la vida económica, pero de ninguna manera piensa que sea lo esencial. Para el liberalismo lo esencial son las ideas, los valores y dentro de ellos la idea de la libertad es absolutamente esencial. Una idea que no se puede disociar, dividir o fragmentar.
La libertad, según los liberales, es una sola y debe darse simultáneamente en el campo económico, político, social, individual. Y que todo lo que signifique mayor libertad es bueno para el conjunto de la sociedad.
Dicho esto, las divergencias dentro del pensamiento liberal son muy grandes. Basta asistir a cualquier congreso o reunión de liberales para saber que los puntos de vista no pueden ser más divergentes.
Pero lo que es interesante en el caso concreto del "padre del liberalismo", como se le llama a Adam Smith, es que era un hombre pragmático, de ninguna manera actuaba con una visión inflexible de las ideas. Lo que sí tenía era una especie de motivación, la lucha contra la injusticia era absolutamente fundamental.
Según él, la mejor manera de realizar esas reformas era adaptándose a las posibilidades reales, de tal manera que cada país no podía adoptar la misma receta de la misma manera si quería disminuir la violencia.
Yo creo que es una característica del liberalismo que ha sido más fecunda en las democracias que lo han aplicado.
Si uno cree en la libertad, si uno cree en las instituciones democráticas, en los derechos humanos, si uno es sensible a la miseria, a la injusticia, a la igualdad de oportunidades, pues yo creo que es un liberal. Lo sepa o no.
En estos momentos, a sus 83 años, ganador del premio Nobel de literatura, uno de los grandes escritores latinoamericanos de todos los tiempos... ¿le preocupa la posteridad, la inmortalidad, le preocupa cómo va a ser recordado?
No me preocupa tanto. He hecho muchas cosas en la vida...
Hombre, si pudiera elegir, me gustaría ser recordado fundamentalmente como escritor, aunque uno no sabe en qué forma va a ser recordado., si es que va a ser recordado.
Tampoco es una preocupación central. No trabajo yo para la muerte, trabajo para la vida.
Esta entrevista fue realizada en ocasión del 'Nobel Prize Dialogue', que se realizóen Madrid este 22 de mayo.
BBC




viernes, 24 de mayo de 2019

OPINIÓN. GOMBROWICZ, SABATO, LUGONES. BIOY CASARES. DIARIOS ÍNTIMOS. BORGES.


Domingo, 22 d e j u l i o . 1956. Come en casa Borges. BORGES: «En una reunion,
el conde pederasta y escritorzuelo Gombrowicz declara: "Yo voy a
decir un poema. Si en cinco minutos nadie propone otro tendran que reconocer
que soy el mas gran poeta de Buenos Aires".
***
BORGES: «Sabato dice que el escritor debe abandonar su torre de
marfil y acercarse al pueblo. Anderson Imbert le respondió: "Usted habla
como un aristócrata. Yo no tengo que ir al pueblo, porque soy del
pueblo. Creo que el pueblo se ha portado muy mal aquí y que debe tener
conciencia de su culpa"». BIOY: «"I would hardly describe him as an aris¬
tocrat", observó Alicia Jurado sobre Sabato».
***
24 de julio 1956.
LUGONES.
Me habla de los cuentos de Las fuerzas extrañas de Lugones: «Leí con
emoción "Los caballos de Abdera", "Yzur" y "La lluvia de fuego". Los
otros son muy malos, están escritos muy negligentemente. En "Metamú¬
sica", alguien entra en la casa de un amigo, una casa a la que va todos los
sábados. Dice Lugones: "Pasa por un patio, entra en un dormitorio".
¿Cómo un dormitorio? Si conoce tanto la casa, es el dormitorio. Están
conversando los personajes, aparentemente adentro de la casa, y de
pronto uno toma un tranvía; es como si yo tomara ahora un tranvía en
este comedor. Para que no se descubra que hay una exposición de una
teoría de Lugones, los personajes todo el tiempo paladean café, encienden
cigarros; parecería que es imposible hablar sin hacer otra cosa al
mismo tiempo».
Nº de páginas:1664
Editorial:DESTINO
Idioma:CASTELLANO
Encuadernación:Tapa dura
ISBN:9788423338733
Año de edición:2006

Plaza de edición:BARCELONA
***

jueves, 23 de mayo de 2019

OPINIÓN. Cansino-Assens, Molinari, Sabato, Bradbury, Lovecraft, Poe, Güiraldes.


BIIOY CASARES. DIARIOS ÍNTIMOS. BORGES.

Miércoles, 25 de enero. Año: 1956. (Sobre Cansino –Assens).
BORGES: «Guillermo escribió un artículo sobre Cansinos-Assens. Se ve
el odio, todo el tiempo. Dice que Cansinos está olvidado. Que la gente se
acuerda de los contemporáneos de Cansinos, no de Cansinos. De escritores
que, en definitiva, no tienen más valor. Que Cansinos no ha dejado
de escribir, si bien es verdad que sus nuevas obras no agregan nada: ahí
están, pero nadie las nota. Escribe todo eso para que Cansinos lo lea».
BIOY: «ES duro decir eso de un autor vivo. No se sabe si es un reproche,
¿cómo se puede contestar? Decirle a alguien que la gente lo olvida o lo
odia es horrible»
***
Lunes, 18 de junio. Año: 1956.
Se habla de escritores argentinos notables por su ignorancia: Nalé
Roxlo, el Negro Rojas Paz, Molinari. Nunca han leído nada, salvo tal vez
algún poema o alguna crítica de uno de ellos sobre otro de ellos. Nunca
leen novelas. WILCOCK: «Cuando Sabato leyó Crimen y castigo, contó el hecho
a todo el mundo». BORGES: «Hace un tiempo el Negro Rojas Paz descubrió
a Dickens. Se encontró con González Lanuza y se lo ponderó con
entusiasmo. González Lanuza sacó libreta y lápiz y anotó los títulos de las
novelas de Dickens que su amigo le recomendaba». BIOY: «Sabato se ha
proclamado el Dostoievski argentino».
(…)
Piñera dice que Lovecraft es superior a Bradbury; que es el Poe de
esta época. Borges me dirá después: «Lovecraft no es superior a ninguno
de los otros dos; es muy cheap. El Poe de esta época, o el Dostoievski de
esta época, if any, no son escritores que imitan o se parecen a Poe y a Dostoievski.
Tendrán que ser escritores originales y extraordinarios, no facsímiles
de nadie. Por cierto que Sabato, con su escaso Túnel, no es un
facsímil de Dostoievski».
***
BORGES: «Pero la gente no es tan sonsa. No condena nada
de Güiraldes, pero sólo lee Don Segundo. Los otros libros no se venden.
Don Segundo es un libro bastante primitivo, escrito con torpeza y pretensión.

Yo nunca pude leerlo entero.

miércoles, 22 de mayo de 2019

MANUEL MUJICA LAINEZ, BENITO PÉREZ GALDÓS, PERSONAJES VEROSÍMILES EN LA LITERATURA.


BIOY CASARES. DIARIOS ÍNTIMOS. BORGES.
***
CRÍTICA A MANUEL MUJICA LAINEZ.
Martes, 17 de enero. Come en casa Borges. Me cuenta que Manucho
apareció en su coche oficial, con secretario, llevando una caja, con una
etiqueta en letras doradas que declaraban: Biblioteca Nacional, Manuscritos
de Escritores Argentinos, seleccionados y donados por Manuel Mujica Lainez,
Buenos Aires, 1956. Contiene la caja manuscritos de todos nosotros y de
otros talentos como Girri y Murena. Por carta y verbalmente, Manucho
insistió en que convenía que los diarios comentaran la donación, para de otras donaciones, lo que quiere es que se hable de él».

***
***
BENITO PÉREZ GALDÓS. CRÍTICA.
Sábado, 7 de enero. 1956.         
Me refiere una conversación con un profesor alemán, que fue a verlo a
la Biblioteca: «Gran admirador de Eça de Queiroz, me dijo después que él
no comprendía el actual culto por Galdós, pero que algo debía de haber en
Galdós, ya que el mismo doctor Bunce —o un nombre parecido— hablaba
de Galdós con profundo respeto. Así son todas las conversaciones literarias,
progresan por encuentros y desencuentros. No se puede pedir más»
***
PERSONAJES VEROSÍMILES EN LA LITERATURA.
Domingo, 15 de enero. Año:1956.
Como escribí que los personajes de Hartley no tienen la sólida realidad
de los de Balzac2 (por ejemplo), hacemos, con Borges, listas de personajes
verosímiles. Borges distingue la realidad vista por dentro (el «yo»
de The Way of All Flesh) de la vista de lejos (los personajes de Maupassant,
sobre los que el lector y el autor no saben mucho). BIOY: «Tenés razón;
pero de éstos hablamos, porque son los verdaderamente reales, como la
gente que encontramos en la vida. Un personaje que se ve de adentro
llega a ser, un poco, el lector». BORGES: «Sí, los personajes verosímiles son
los que se manifiestan diferentes del autor. Quizá en The Way of All Flesh
no hay nadie capaz de entusiasmo, porque Butler no era capaz de entusiasmo
». BIOY: «Los de Dostoievski, ¿serían reales?». BORGES: «Quizá algunos.
Pero son tan parecidos...». BIOY: «SÍ, hay uno real, que es el promedio
de todos, que es todos». BORGES: «Chesterton dice que es muy
importante que en una novela un personaje hable en carácter y asombrosamente: inesperada, da realidad».

***

martes, 21 de mayo de 2019

BORGES Y EL AMOR A LAS BIBLIOTECAS. AÑO 1955. BIOY CASARES. DIARIOS ÍNTIMOS. BORGES.


BORGES Y EL AMOR A LAS BIBLIOTECAS. AÑO 1955. BIOY CASARES. DIARIOS ÍNTIMOS. BORGES.
Sábado, 17 de diciembre. Por teléfono, la madre de Borges, con
quien hablo del capricho de Borges de ir a vivir a la Biblioteca; la madre
explica las dificultades de conseguir servicio para una casa tan grande.

***
NOVELA. EL SUEÑO DE LOS HÉROES.
Domingo, 8 de enero. En casa, contratapas con Borges; comemos
con Torre Nilsson. Borges trajo un ejemplar de la revista Número, en que
hay una crítica (favorable) para El sueño de los héroes; del resto de mi obra

dice que es ingeniosa, divertida, etcétera, pero un tanto superficial.

lunes, 20 de mayo de 2019

DIFERENCIAS ENTRE CUENTO Y NOVELA. BIOY CASARES. DIARIOS ÍNTIMOS. BORGES.


DIFERENCIAS ENTRE CUENTO Y NOVELA.
Sábado, 30 de julio. Año: 1955.
Pág. 141. Editorial: Destino.
Hablamos del cuento; trata de que le demos una definición. BIOY: «El
énfasis está puesto en el argumento; en la novela, en los personajes».
BORGES: «El cuento puede contarse oralmente; con la novela, si usted no
la lee, pierde lo esencial (ejemplos: Proust, Butler en The Way of All Flesh).
En el cuento, puede estudiarse un personaje; en la novela, unos personajes
influyen en los otros». COPLAND: «¿No será una mera cuestión de

extensión?». BIOY: «NO creo: el Quijote es un cuento». BORGES: «ES claro..."

domingo, 19 de mayo de 2019

Conrad, Stevenson. Bioy Casares. Diarios ïntimos. Borges.


Jueves, 7 de julio. Año: 1955. Come en casa Borges. Dice: «Conrad es un escritor
más responsable que Stevenson. Stevenson parece siempre a merced
de cualquier capricho de la fantasía. Seguramente, cuando escribía en
colaboración, Lloyd Osbourne le moderaba esos impulsos; por eso, los
mejores relatos de Stevenson son los escritos con él: The Wreckery The Ebb¬
Tide. De todos los libros de Stevenson, el que he leído más veces, el que
puede leerse abriéndolo en cualquier parte, es The Wrecker. Los que escribió
solo, los cortó más —suprimió, sin duda, todo lo que le parecía innecesario
Habla muy elogiosamente de Lloyd Osbourne. Afirma que esos relatos
nunca serán muy famosos: a la gente no le gustan los relatos de dos autores
que escriben juntos, porque no sabe a cuál debe admirar por los
aciertos.
Fuente: Editorial Destino.

sábado, 18 de mayo de 2019

Bioy Casares.Diarios íntimos. Borges. Fragmentos. Wells,Conrad, Mujica Lainez.


Martes, 14 de junio Año: 1955
Hablamos de Conrad. Dice Borges que, a pesar de lo que escribe
Wells en su autobiografia,1 el humorismo de Conrad es mejor que el
de Wells. Recuerda el comienzo de Typhoon: la conversacion del capitan con
el mate, sobre la bandera de Siam, con el elefante. BIOY: «Si tuviera que
recomendar un texto para aprender a escribir novelas, recomendaria
algo de Conrad».
Jueves, 23 de junio. Borges dice que Los viajeros, la novela de Mujica
Lainez, es execrable.
***
Fuente; Editorial Destino.

miércoles, 15 de mayo de 2019

Bioy Casares. Diarios íntimos. Borges. (Fragmentos).


En cuanto a la elección de Goethe —aunque en su país hay
escritores mayores: Schopenhauer, Nietzsche, Heine— es acertadísima
por razones que ya se verán. Goethe se ocupó de muchos temas; como filósofo
defrauda un poco: cuando Schopenhauer trató de explicarle el
idealismo, nada consiguió. Goethe confiesa que intentó la lectura de
Kant pero que después de pocas páginas de la Crítica de la razón pura comprendió
que el libro, aunque admirable, no lo mejoraba y dejó de leer.
***
Martes, 7 de junio. Come en casa Borges. Me expone la teoría del
Dios de Spinoza; a mí me parece más admisible que a él (Dios como la
sustancia, de la cual toda la realidad y nosotros somos atributos; formas
de dos atributos, pensamiento y extensión; Dios como natura naturans y
como natura naturata; Dios sustancia invariable, que está detrás de las
apariencias). Me dice que la ética de Spinoza es buena: condena el remordimiento,
es estoica. Piensa que las ideas filosóficas de Coleridge
eran confusas y pobres.
***
Describe una sociedad en la que todo tiene importancia,
en la que los seres pueden progresar o hundirse por acciones
aparentemente  intrascendentes. Pero la describe con perspicacia». BIOY:
«Una sociedad horrible frecuentemente es el tema de los novelistas franceses
actuales, pero estos libros modernos dan una impresión de sordidez;
Proust, no». BORGES: «En Proust siempre hay sol, hay luz, hay matices
hay sentido estético, hay alegría de vivir». Después de elogiarlo elocuentemente,
dice que los franceses observan los matices de todo, de lugares,
de colores, de estaciones, de comidas: «Hablan de la mi-saison dans

la mi-montagne. 

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Un cuervo llamado Bertolino Fragmento Novela EL HACEDOR DE SOMBRAS

  Un cuervo llamado Bertolino A la semana exacta de heredar el anillo con la piedra púrpura, me dirigí a la Torre de los Cuervos. No lo hací...

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