martes, 21 de junio de 2011

LOS CONTEMPÓRANEOS: la generación del 27 latinoamericana.


Fotografía del mítico Xavier Villaurrutia perteneciente al grupo de los contemporáneos.


LOS CONTEMPORÁNEOS fue sin duda, la generación que más ha influido en las generaciones posteriores en la Literatura Mexicana y quizá latinoamericana. La alta calidad poética de todos ellos fue enorme. Desde la primera vez que los leí quedé maravillado por el talento de cada uno de sus integrantes y siempre - no he podido evitarlo - los comparo con la "otra generación" de grandes en la Literatura Española como fue la generación del 27.
En torno a la revista Contemporáneos (1928-1931) se reunió esta pléyade de poetas que aportaron un renacimiento de la poesía en su momento histórico.  Los más representativos son: Carlos Pellicer, Salvador Novo, Bernardo Ortiz de Montellano, José Gorostiza, Jaime Torres Bodet, y quizá el más mítico de su generación : Xavier Villaurrutia y del cual - debo confesarlo- soy un fanático.
Los Contemporáneos fue un grupo nutrido y alerta de la poesía europea, fue un grupo que manejó con maestría el lenguaje poético. Gran parte de su temática se enmarcará en los temas de la muerte y de lo onírico, otros trabajaron una poética cerebral como fue el caso de José Gorostiza con su maravilloso poema de MUERTE SIN FIN. Gorostiza fue un poeta ceñido, parco, y de una gran tensión filosófica. Por el contrario, Torres Bodet fue eminentemente intelectual, Xavier Villaurrutia dirigió su poética al tema eminentemente de la muerte. Villaurrutia fue un maestro de la imagen con visos superrealista pero a la vez buscando siempre un equilibrio entre forma y fondo en sus poemas. Salvador Novo por el contrario hace  un juego del artificio, lo irónico y fue un gran conocedor de los ismos de vanguardia.
Como apéndice de este gran grupo se encuentra Octavio Paz que por razones y posiciones intelectuales contrarias a la mayoría del grupo se ausentará al final.  En la poesía de Paz encontramos una poética de preferencia superrelista.  De este grupo transcribo dos poemas de Xavier Villaurrutia:


Nocturno rosa
A José Gorostiza
Yo también hablo de la rosa.
Pero mi rosa no es la rosa fría
ni la de piel de niño,
ni la rosa que gira
tan lentamente que su movimiento
es una misteriosa forma de la quietud.

No es la rosa sedienta,
ni la sangrante llaga,
ni la rosa coronada de espinas,
ni la rosa de la resurrección.

No es la rosa de pétalos desnudos,
ni la rosa encerada,
ni la llama de seda,
ni tampoco la rosa llamarada.

No es la rosa veleta,
ni la ulcera secreta,
ni la rosa puntual que da la hora,
ni la brújula rosa marinera.

No, no es la rosa rosa
sino la rosa increada,
la sumergida rosa,
la nocturna,
la rosa inmaterial,
la rosa hueca.

Es la rosa del tacto en las tinieblas,
es la rosa que avanza enardecida,
la rosa de rosadas uñas,
la rosa yema de los dedos ávidos,
la rosa digital
la rosa ciega.

Es la rosa moldura del oído,
la rosa oreja,
la espiral del ruido,
la rosa concha siempre abandonada
en la más alta espuma de la almohada.

Es la rosa encarnada de la boca,
la rosa que habla despierta
como si estuviera dormida.
Es la rosa entreabierta
de la que mana sombra,
la rosa entraña
que se pliega y expande
evocada, invocada, abocada,
es la rosa labial,
la rosa herida.

Es la rosa que abre los parpados,
la rosa vigilante, desvelada,
la rosa del insomnio desojada.

Es la rosa del humo,
la rosa de ceniza,
la negra rosa de carbón diamante
que silenciosa horada las tinieblas
y no ocupa lugar en el espacio.


...

Nocturno mar

Ni tu silencio duro cristal de dura roca,
ni el frío de la mano que me tiendes,
ni tus palabras secas, sin tiempo ni color,
ni mi nombre, ni siquiera mi nombre
que dictas como cifra desnuda de sentido;

ni la herida profunda, ni la sangre
que mana de sus labios, palpitante,
ni la distancia cada vez más fría
sábana nieve de hospital invierno
tendida entre los dos como la duda;

nada, nada podrá ser más amargo
que el mar que llevo dentro, solo y ciego,
el mar, antiguo Edipo que me recorre a tientas
desde todos los siglos,
cuando mi sangre aún no era mi sangre,
cuando mi piel crecía en la piel de otro cuerpo,
cuando alguien respiraba por mí que aún no nacía.

El mar que sube mudo hasta mis labios,
el mar que me satura
con el mortal veneno que no mata
pues prolonga la vida y duele más que el dolor.
El mar que hace un trabajo lento y lento
forjando en la caverna de mi pecho
el puño airado de mi corazón.

Mar sin viento ni cielo,
sin olas, desolado,
nocturno mar sin espuma en los labios,
nocturno mar sin cólera, conforme
con lamer las paredes que lo mantienen preso
y esclavo que no rompe sus riberas
y ciego que no busca la luz que le robaron
y amante que no quiere sino su desamor.

Mar que arrastra despojos silenciosos,
olvidos olvidados y deseos,
sílabas de recuerdos y rencores,
ahogados sueños de recién nacidos,
perfiles y perfumes mutilados,
fibras de luz y náufragos cabellos.

Nocturno mar amargo
que circula en estrechos corredores
de corales arterias y raíces
y venas y medusas capilares.

Mar que teje en la sombra su tejido flotante,
con azules agujas ensartadas
con hilos nervios y tensos cordones.

Nocturno mar amargo
que humedece mi lengua con su lenta saliva,
que hace crecer mis uñas con la fuerza
de su marca oscura.

Mi oreja sigue su rumor secreto,
oigo crecer sus rocas y sus plantas
que alargan más y más sus labios dedos.

Lo llevo en mí como un remordimiento,
pecado ajeno y sueño misterioso
y lo arrullo y lo duermo
y lo escondo y lo cuido y le guardo el secreto.


(Del poemario NOSTALGIAS DE LA MUERTE)


NOTICIAS DE HOY.



Vargas Llosa repasa trayectoria de lector voraz

En Tokio, el autor peruano recordó cómo se acercó a la literatura
TOKIO | Martes 21 de junio de 2011EFE | El Universal10:17
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El escritor peruano Mario Vargas Llosarepasó hoy en una conferencia en Tokio la trayectoria con la que ha pasado de ser un "lector apasionado, voraz y algo precoz" a autor universal ganador del Premio Nobel de Literatura 2010.
Antes de dar inicio a una charla en el Instituto Cervantes en torno a su obra, Vargas Llosa agradeció su asistencia al escritor japonés y también Premio Nobel, Kenzaburo Oé, de quien destacó su "destreza en el arte de la literatura" y su compromiso con "los asuntos de su sociedad y su tiempo" .
Vargas Llosa comenzó explicando que acabó siendo escritor porque primero fue un lector voraz, ya que desde los cinco años comenzó a leer obras de Julio Verne o Emilio Salgari, y más tarde de Alejandro Dumas.
El Nobel recordó lo mucho que le marcaron después las ideas de Albert Camus y, sobre todo, de Jean Paul Sartre, y la influencia "fundamental" que supuso leer a escritores de la generación pérdida estadounidense como Hemingway, Dos Passos y especialmenteFaulkner, autor que le enseño "la riqueza extraordinaria de la forma" .
"Jamás he escrito una historia inventándola de principio a fin" , explicó Vargas Llosa en referencia a su proceso creativo, en el cual se ha valido de las imágenes "fertilizantes" dejadas por ciertas experiencias, que le han llevado a fantasear y a imaginar.
En este sentido, indicó cómo su experiencia en el colegio militar al que le envío su padre con intención de quitarle "la vocación literaria" le sirvió para descubrir "el país en el que había nacido" y acabó siendo el germen de su primera novela, "La ciudad y los perros" (1962) .
También detalló cómo los recuerdos de su vida en la ciudad de Piura y las impresiones de su primer viaje al Amazonas le sirvieron de inspiración para "La casa verde" (1966) , o cómo un suceso leído en un diario dio forma a la historia que quería escribir sobre una cuadrilla de niños de barrio y produjo "Los cachorros" (1967) .
En cuanto a "Conversación en la catedral" (1969) , la novela que según el propio Llosa más le ha costado escribir, recordó que una traumática visita a una perrera en busca de su mascota le sirvió para estructurar mucho material escrito sobre los efectos de la dictadura militar que padeció Perú.
El "rechazo visceral" a las dictaduras y en general "a la autoridad que se impone con brutalidad" es algo que el escritor peruano considera que ha estado siempre en su obra, y que cree tuvo su origen en el autoritarismo de su padre, con quien descubrió "el miedo" .
El Nobel mencionó también las historias que escuchó y que le llevaron a reconstruir la dictadura de Trujillo en República Dominicana en "La fiesta del chivo" (2000) , novela en la que tuvo que dejar fuera muchas cosas que consideró que restaban verosimilitud por lo "absolutamente espantosas" que eran.
Mario Vargas Llosa llegó a Tokio este lunes, procedente de China, para participar en varios actos culturales y académicos de promoción de la lengua y cultura en español.

cvtp 


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