sábado, 16 de julio de 2011

LA VORÁGINE O EN LA VORÁGINE. ADEMÁS COMENTARIO SOBRE LA MUERTE DE ROBERTO BOLAÑO.

RIVERA, José Eustasio.






Hace pocas semanas volví a releer LA VORÁGINE y aquella sensación de mis años de adolescencia cuando me leí la novela estaban allí: una novela inolvidable, perfecta en su estilo, grandiosa en su imaginación y portentosa poeticamente hablando.
Para los jóvenes que no la han leído: la recomiendo. Un maestro de la sencillez y del cómo se debe de escribir una novela.
Poeta y novelista de extraordinaria calidad. Nace en 1889 y murió en 1928. Colombiano de nacimiento, murió en New York. Rivera vivió una vida intensa, dramática, cálida en el trópico. Fue inspector de yacimientos petrolíferos y miembro de una Comisión delimitadora de fronteras entre Colombia y Venezuela. Enamorado de las llanuras y de las selvas, sintió una atracción terrible ente el suplicio dantesco que sufren los caucheros en los siringales. Domó potros y apartó toros bravos. Luchó contra las fieras y contra los indios y bandoleros.

Fantasía poderosa, lujo verbal, impresionante capacidad descriptiva reunió Rivera para escribir. Su única novela LA VORÁGINE -1924- le hizo famoso en todo el mundo. Para la gran mayoría de los críticos, es la novela más hermosa y patética que han producido las letras hispanoamericanas para aquella época.

"No conozco en la literatura contemporánea -Wild Ospina- una obra en que el horror animal palpite y se exprese con mayor fuerza que en esta novela del colombiano José Eustasio Rivera".
La Vorágine es el poema maravilloso de la selva, del caucho, de la bárbara fiereza del hombre y de la Naturaleza, de las aciagas influencias del miedo y de la angustia. "Es La Vorágine - escribe José María  Salaverría - el triunfo del árbol, la apoteosis del bosque impenetrable, la exaltación de una  Naturaleza inauditamente vigorosa que crea y mata con espantable inexorabilidad. Y ante esta Naturaleza sublime y monstruosa, el  de la ciudad refinada, el  poeta José Eustasio Rivera se siente arrebatado por una mezcla de terror y de entusiasmo y escribe, en efecto, el libro de las selvas vírgenes que en nuestra literatura de lengua española estaba por hacer". "Rivera narra y describe con poderosa fuerza de creación. Su realismo es de una extraordinaria capacidad evocadora... Pero, la maestría del novelista se reconoce en la creación de ese clima de fuerza telúrica,  realidad y presencia de la selva... En aquel palpita y se estremece un terror biológico e impera una crueldad salvaje, incontrastable e inflexible como la dura ley del triunfo del más fuerte. La Vorágine, ha conquistado por propia e indiscutible gravitación un puesto  de primera fila en la narrativa  de habla hispana" (Ver el crítico Leguizamón).
Rivera es autor de un libro de sonetos, Tierra de promisión, en el que el poeta canta igualmente la selva profunda y grandiosa de su patria.

Fragmento de La Vorágine. (SEGUNDA PARTE).

"¡Oh selva, esposa del silencio, madre de la soledad y de la neblina! ¿Qué hado maligno me dejó prisionero en tu cárcel verde? Los pabellones de tus ramajes, como inmensa bóveda, siempre están sobre mi cabeza, entre mi aspiración y el cielo claro, que sólo entreveo cuando tus copas estremecidas mueven su oleaje, a la hora de tus crepúsculos angustiosos. ¿Dónde estará la estrella querida que de tarde pasea las lomas? ¿Aquellos celajes de oro y múrice con que se viste el ángel de los ponientes, por qué no tiemblan en tu dombo61? ¡Cuántas veces suspiró mi alma adivinando al través de tus laberintos el reflejo del astro que empurpuraba las lejanías, hacia el lado de mi país, donde hay llanuras inolvidables y cumbres de corona blanca, desde cuyos picachos me vi a la altura de las cordilleras! ¿Sobre qué sitio erguirá la luna su apacible faro de plata? ¡Tú me robaste el ensueño del horizonte y sólo tienes para mis ojos la monotonía de tu cenit, por donde pasa el plácido albor, que jamás alumbra las hojarascas de tus senos húmedos!
Tú eres la catedral de la pesadumbre, donde dioses desconocidos hablan a media voz, en el idioma de los murmullos, prometiendo longevidad a los árboles imponentes, contemporáneos del paraíso, que eran ya decanos cuando las primeras tribus aparecieron y esperan impasibles el hundimiento de los siglos venturos. Tus vegetales forman sobre la tierra la poderosa familia que no se traiciona nunca. El abrazo que no pueden darse tus ramazones lo llevan las enredaderas y los bejucos, y eres solidaria hasta en el dolor de la hoja que cae. Tus multísonas voces forman un solo eco al llorar por los troncos que se desploman, y en cada brecha los nuevos gérmenes apresuran sus gestaciones. Tú tienes la adustez de la fuerza cósmica y encarnas un misterio de la creación. No obstante, mi espíritu sólo se aviene con lo inestable, desde que soporta el peso de tu perpetuidad, y, más que a la encina de fornido gajo, aprendió a amar a la orquídea lánguida, porque es efímera como el hombre y marchitable como su ilusión.
Déjame huir, oh selva, de tus enfermizas penumbras formadas con el hálito de los seres que agonizaron en el abandono de tu majestad. ¡Tú misma pareces un cementerio enorme donde te pudres y resucitas! ¡Quiero volver a las regiones donde el secreto no aterra a nadie, donde es imposible la esclavitud, donde la vida no tiene obstáculos y se encumbra el espíritu en la luz libre! ¡Quiero el calor de los arenales, el espejeo de las canículas, la vibración de las pampas abiertas! ¡Déjame tornar a la tierra de donde vine, para desandar esa ruta de lágrimas y sangre que recorrí en nefando día, cuando tras la huella de una mujer me arrastré por montes y desiertos, en busca de la Venganza diosa implacable que sólo sonríe sobre las tumbas!"


Fuentes:
V. Arango Ferrer, Javier: La literatura  de Colombia. Universidad de Buenos Aires, 1940.
Henríquez Ureña, Pedro: La novela en América. La Plata, 1927.
Torres Rioseco, A: La novela en  la América hispana, Berkeley, 1939.
Leguizamón, Julio:  Historia de la Literatura Hispanoamericana, Buenos Aires, 1945.
Gómez Restrepo, A:  Historia de la Literatura Colombiana. Bogotá, 1938-1940, dos tomos.
Rec: J. Méndez Limbrick.



Roberto Bolaño, medio millón de razones (y más) de su actualidad

Confundido tristemente con un humorista mexicano por una presentadora de televisión, Roberto Bolaño vivió en un relativo desconocimiento hasta 1998, sin embargo, desde los quince años ya había decidido que su vocación era la literatura.
Imagen de Memoria Chilena
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15 de Julio, 2011 17:07
A veces me creía pésimo, a veces fracasado,
pero siempre un escritor

Hace 8 años -un 14 de julio de 2003- su muerte conmocionaba a buena parte del mundo que comenzaba a ver en él al mejor escritor latinoamericano de su generación. Pero no sólo Chile, México y España (sus patrias adoptivas) lloraron su partida, a su muerte se habían firmado más de 30 contratos de traducción en países como Italia, Francia, Holanda, Inglaterra e incluso, generó comentarios en periódicos de Estados Unidos, donde hasta ese minuto era un autor inédito.

Confundido tristemente con un humorista mexicano por una presentadora de televisión, Roberto Bolaño vivió en un relativo desconocimiento hasta 1998, sin embargo, desde los quince años ya había decidido que su vocación era la literatura. Fue precisamente a esa edad que partió de Chile rumbo a México, donde viviría parte de su infancia y gracias a ello, entregaría después detallados paisajes de la capital mexicana en su novela Los detectives salvajes, con la que ganaría el XVI Premio Herralde de Novela (1998) y el XI Premio Rómulo Gallegos.

En 1978 se estableció en España. Esta etapa de Bolaño, aún desconocido, fue de mucho esfuerzo y dificultades económicas. Finalmente en 1984 salió del anonimato al publicar su primera novela: “Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce”, escrita en colaboración con el catalán Antoni García Porta. Ese mismo año lanzó La senda de los elefantes, que fue galardonada con el Premio Félix Urabayen.

Desde 1993 no cesó de trabajar y su interés por la poesía se mezcló con su incursión en la narrativa, género literario que finalmente lo llevó al éxito. En 1993 publicó Los perros románticos, un libro recopilatorio de su poesía creada entre 1977 y 1990, y una novela, titulada La pista de hielo. Tres años después, presentó sus obras La literatura nazi en América y Estrella distante, y en 1997 publicó su primera compilación de cuentos, titulada Llamadas telefónicas.

El año 1998 fue el año del reconocimiento para Bolaño. Tras publicar la voluminosa novela Los detectives salvajes (y ganar los premios mencionados), continuó en 1999 con Amuleto. Ese año, además, visitó Chile tras veinticinco años de ausencia. A su regreso a España se dedicó a escribir una novela sobre el ambiente cultural chileno, la que publicó con el nombre de Nocturno de Chile (2000) a lo que el 2001 sumó el volumen de cuentos Putas Asesinas.
Su obra, en parte incluida en Memoria Chilena, llevó a que el año del bicentenario (2010) fuese el autor más descargado del año (y de la historia del portal), superando por si solo el medio millón de libros descargados (531.540 veces, en total), donde el que obtuvo la mayoría fue Putas Asesinas (343.171 veces descargado), Estrella distante (con 108.163 descargas) y Amuleto, que cerró la selección de honor, alcanzando las 80.206 descargas.

Te invitamos a saber más de su vida, historias, fragmentos, libros, artículos y futuro consultando el tema de Roberto Bolaño en Memoria Chilena, la Biblioteca Nacional Digital de Chile.

martes, 5 de julio de 2011

BAROJA Y NESSI, PÍO. DEL FAMOSO REALISMO LITERARIO A LA NOVELA NEGRA.

BAROJA Y NESSI, PÍO.

Uno de los más grandes y fecundos novelistas españoles de todos los tiempos. Nació en 1872 - San Sebastián-. Murió el 30 de octubre de 1956, en Madrid. De pocos escritores se sabe tantos pormenores como de la vida de Baroja. Baroja publicó 6 tomos de sus Memorias (1944-1949).  Dichas Memorias constituyen  una fuente inagotable de pormenores para cualquier estudioso de la obra del escritor.
Baroja empezó estudiando Medicina en Valencia, doctorándose en Madrid en 1983. Su profesión la ejerció sin embargo, solo dos años. Luego, se trasladó a Madrid  y tanteó con varios negocios, se dedicó por un período de su vida al periodismo.
Asimismo, se dice que Baroja fue admirador de Nietzche y de Schopenhauer que influirá en una literatura pesimista, despreciador de la retórica y de la gramática. De carácter fuerte y testarudo Baroja también fue recalcitrante enemigo de la religión.
En 1900 se publica su primer libro (Vidas sombrías) cuentos en los que no se encuentran florituras de estilo, es una prosa rica y directa.
Sobre este punto el crítico Cejador manifestó en una oportunidad:  "Baroja, despreciador de la retórica y de la gramática, ha compuesto novelas en las cuales se retrata su espíritu y, por lo mismo, el espíritu rebelde, independiente, cerril y pícaro de los españoles, haciendo verdaderas novelas picarescas modernas, solazándose en personajes de la hez social..."
Otro gran crítico, Cansinos- Assens, en 1916 señaló: " De la estirpe folletinesca tiene la pródiga inventiva, el arte de coordinar y de acumular los episodios, la virtud taumatúrgica de conciliar los extremos y violar  graciosamente las normas y recoger en algunas páginas amplísimos lienzos de acción... Los personajes de sus novelas son reales y vivientes... El procedimiento barojesco es un procedimiento dinámico, casi puramente dramático... El, por su amor a la propiedad, a la verdad, a la exactitud y precisión y al hallazgo de las líneas fundamentales, las que dan alma a las figuras y son, sin embargo, las menos observadas, ha sido el  inaugurador de una recia escuela de escritores que sacrifican sin escrúpulo ni dolor toda pompa inútil, toda inútil belleza a la verdad..."

Baroja fue un narrador excepcional, es sencillo y sin complicaciones; no saca conclusiones sino que se limita a enumerar premisas; es austero, una austeridad que linda con la amargura y la decepción. Huye del arte predicador que hipertrofia mucha literatura.
Baroja escribió innumerables TRILOGÍAS,  también escribió novelas breves y cuentos.
La vida, las opiniones, la filosofía, la crítica de Baroja están expuestas  con prodigioso vigor y sinceridad en su obra.
Cabe señalar que la obra Barojiana ha sido traducida a innumerables idiomas y también se han  realizado varios filmes basados en sus novelas.

Fuentes:
Ortega y Gasset, José: El espectador, tomo I, 1916.
Garnelo, B:  La obra literaria de Baroja en la Ciudad de Dios, 1913.
Gómez de la Serna, Ramón: Retratos contempóraneos, Buenos Aires 1944.
Granjel Luis: Retrato de Pío Baroja. Barcelona, 1954.
ïndice de Artes y Letras, números 70-71- Madrid, enero-febrero 1954.
Arbó, Sebastián Juan: Pío Baroja. Barceñpma. Planeta, 1964.

NOTICIAS DE INTERÉS: EL ESCRITOR CHILENO JORGE EDWARDS

Edición digital |  BUENOS_DIAS

Jorge Edwards

"Cada vez tengo menos paciencia con la majadería y la burocracia"

Alberto OJEDA | Publicado el 04/07/2011

El escritor, galardonado hoy con el premio González-Ruano de Periodismo, inaugura con una conferencia los cursos de la Complutense en El Escorial



A Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931) le toca este año abrir los cursos que la Universidad Complutense organiza todos los años en El Escorial. El autor chileno, Premio Cervantes en 1999, tiene pensado reivindicar en su conferencia inaugural la figura del escritor humanista, que, en su opinión, es aquel que busca con su obra dar una explicación global del mundo. O lo que es lo mismo: aquel para el que la literatura es mucho más que un mero entretenimiento. Y cita como ejemplo a su querido Montaigne, a Thomas Mann, a André Gide, a Kafka, a Vargas Llosa, a Camus y a Donoso. Él busca lo mismo cada vez que se pone a escribir en su despacho de la embajada de Chile en París, en el que también lo hacía su predecesor en el cargo y buen amigo suyo: Pablo Neruda. Ahora está enfrascado en sus memorias. El primer tomo (serán 3 en total), que abarca hasta los 21 años, ya lo tiene a punto. En él recuerda cómo se fue forjando su vocación literaria en las tabernas de Santiago, donde los escritores en ciernes abrevaban con ansia un vino peleón que les dejaba en la bocaCírculos morados (he ahí el título del libro).

Pregunta.- ¿De qué va hablar en su conferencia de apertura oficial de los cursos de El Escorial?
Respuesta.- Hubo una época en la que se hablaba mucho de la función social de la literatura, sobre si tenía alguna posibilidad de cambiar el estado de las cosas. Los que sostenían que sí fueron criticados y sus teorías acabaron superándose. Yo lo que defiendo, y de esto es de lo que voy a hablar, es de la figura del escritor humanista, encarnada por autores como Thomas Mann, André Gide, a su manera Kafka, o Montaigne... Ellos no sólo tenían una concepción estética de lo literario sino también ética. Su aspiración era construir una visión global de mundo.

P.- ¿Y esa es también su aspiración?
R.- Creo que sí. Es la mi generación, la de Vargas Llosa, Donoso..., muy influida por la lectura de unos determinados autores, cuyas intenciones iban mucho más allá del entretenimiento. Ahora se pueden encontrar autores de novelas policíaca muy divertidos y muy hábiles, pero que están muy lejos alguien tan completo como Albert Camus. Es una idea polémica pero yo la quiero plantear con ironía y con un enfoque moderno.

P.- Los círculos morados es el título del primer tomo de sus memorias. Remite a las manchas que el vino malo que bebía en la juventud dejaba en su boca. ¿Qué le debe su vocación por la literatura a aquel vino peleón?
P.- Bueno, es un título provisional que me parece simpático. Ese vino tabernario representaba la salida del redil, del orden familiar y burgués, y entrar en un mundo nuevo y peligroso, conectado con el de los poetas malditos. Ese vino tiene mucha fuerza simbólica.

P.-¿Hasta qué etapa llega este primer tomo?
P.- Mi idea es escribir tres, no muy largos, de unas 260 páginas cada uno. Este primero llega hasta los 21 años, cuando publico mi primer libro, conozco a mi mujer y cruzo por primera vez el umbral de la casa de Pablo Neruda. El segundo acabará con la llegada de Allende al poder o el golpe de Pinochet. Y el tercero se ocupará de los años recientes. Son unas memorias ambiciosas, porque abarcan un arco temporal muy amplio. La primera parte es más literaria, porque el tiempo le da un tono de ficción e incluso poético a los hechos remotos. Y la segunda son más retratos y conversaciones con personas relevantes que he conocido: Cortázar, Vargas Llosa, Neruda, Allende...

P.-¿En qué punto de escritura se encuentran?
P.- Del primer tomo tengo un borrador y lo he corregido detenidamente hasta las últimas 20 o 25 últimas páginas. Si el editor me pidiera publicarlo ya, trabajando en jornadas de 15 horas los próximos días lo tendría. Pero prefiero ir más despacio.

P.- A usted, a lo largo de su carrera, le han atacado desde la derecha y desde la izquierda. ¿Desde que flanco lo han hecho con mayor inquina?
P.- Sí, me han atacado desde la izquierda y la derecha política y también desde ciertos sectores de la crítica. Han sido ataques que no siempre han sido coherentes. Es algo muy típico en lo que yo llamo las provincias del idioma. En ellas hay la sensación de que no hay espacio para todos y de ahí esa tendencia a la guerrilla literaria. Aunque también ha sucedido en España. A escritores como Pío Baroja o el propio Unamuno fueron víctimas de auténticos linchamientos. Eso no ocurre en Francia. Su historia de la literatura está llena de puntillazos y golpes bajos de unos autores a otros, pero al final entre ellos triunfa la siempre la confraternidad.

P.-¿En qué medida son compatibles la diplomacia y la literatura?
P.- Hay una gran tradición de escritores diplomáticos. Pero esa compatibilidad hace crisis en los tiempos actuales, porque un escritor no sólo debe dedicarse a escribir, también tiene que dar conferencias para inaugurar cursos, atender a periodistas que le llaman para hacerle entrevista [ríe, cómplice]... Son un montón de tareas anexas que hace lo de escribir algo muy dificultoso.

P.-¿Cuánto tiempo se ve más como embajador de Chile en Francia?
P.- No mucho, la verdad. Me siento viejo y cada vez tengo menos paciencia con la majadería, la burocracia y la lentitud. No me quiero morir de embajador.

P.-¿Qué se siente escribiendo en la misma habitación que lo hacía Neruda?
P.- En este edificio aletean los fantasmas de varios escritores. Aquí también escribió Alberto Blest Gana, autor de Martín Rivas y Durán de la reconquista. Huidobro también pasó por aquí. Hay algo muy literario en este edificio.

P.-¿Y qué balance hace del gobierno Piñera?
P.- Está siendo un gobierno enérgico. La economía va bien a pesar de que muchos presagiaban un retroceso y la protección social no se ha recortado, más bien al contrario. Está encontrando mucha resistencia popular sobre todo en sus iniciativas en educación. Voy a viajar ahora allí y tengo mucha curiosidad en comprobar si la resistencia estudiantil es algo razonado o algo meramente romántico y situacionista. 

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