jueves, 27 de junio de 2013

José Emilio Pacheco: NOVELA: El principio del placer.



José Emilio Pacheco: El principio del placer

Federico Arana, Esther Seligson. también fueron ganadores en el año 1973 con novela.

Es interesante del cómo este prestigioiso Premio Xavier Villaurrutia en varias oportunidades ha premiado múltiples novelas, siendo en ocasiones hasta TRES los ganadores en un género como sucedió en el año 1973.

De los tres he escogido al poeta y novelista José Emilio Pacheco como galardonado del año 1973 y hacer una pequeña semblanza de este talentoso poeta.

 

 

José Emilio Pacheco: El principio del placer



(México, 1939) Poeta, narrador, ensayista y traductor mexicano, cuya cultura literaria y sensibilidad poética lo convirtieron en uno de los miembros más destacados de la llamada Generación del Medio Siglo.

Estudió derecho y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y allí comenzó a colaborar con la revista Medio Siglo. Más tarde formó parte de la dirección del suplemento Ramas Nuevas de la revista Estaciones, junto a otro reconocido autor mexicano, Carlos Monsiváis, y de la redacción de la Revista de la UNAM. Fue asimismo jefe de redacción del suplemento México en la Cultura, en colaboración con Fernando Benítez.

Profesor en varias universidades de México, Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, se dedicó también a la investigación en el Departamento de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); como resultado de esta labor de investigación y reconstrucción de la vida cultural mexicana de los siglos XIX y XX, publicó numerosas ediciones y antologías. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán y ruso.

La poesía de Pacheco se caracteriza por una depuración extrema. Sus versos carecen de ornamentos inútiles y están escritos con un lenguaje cotidiano que los hace engañosamente sencillos. La conciencia de lo efímero es uno de sus temas centrales, pero su poesía es a menudo irónica, llena de notas de humor negro y parodia, y muestra una continua experimentación en el plano formal. Para Pacheco, el poeta es el crítico de su tiempo y un metafísico preocupado por el sentido de la historia. Cree en el carácter popular de la escritura, que carece de autor específico y pertenece a todos.

Su producción poética alterna así lo trascendente y lo inmediato, siempre con un estilo muy personal. Ello se aprecia en Los elementos de la noche (1963), El reposo del fuego (1966), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1964) y Los trabajos del mar (1983). Respecto a sus traducciones, que incluyen poemas de diversas lenguas, el autor prefirió llamarlas "aproximaciones", por estar convencido de la intraducibilidad del género.

En el terreno de la narrativa corta, escribió libros como El principio del placer (1972), donde demostró su dominio del relato breve e hiperbreve. Sus dos novelas son ejemplo de sabiduría narrativa: la primera, Morirás lejos (1967), es un audaz experimento que juega con diversos planos narrativos; la segunda, Las batallas en el desierto (1981), es una evocadora y agridulce historia de amor imposible, llena de nostalgia.

Sus artículos y ensayos son numerosos y casi todos versan sobre literatura, aunque también abordan asuntos políticos y sociales. Entre los galardones que han distinguido su obra se cuentan los premios Magda Donato (1967), Xavier Villaurrutia (1973), Nacional de Lingüística y Literatura de México (1992), Octavio Paz (2003), Pablo Neruda (2004), García Lorca (2005), Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Cervantes (recibidos ambos en 2009).



Fuente:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pacheco_jose.htm



Año de publicación: 1972

El principio del placer es el volumen de relatos más conocido y reconocido de José Emilio Pacheco, un escritor que destaca fundamentalmente como poeta, pero que también ha sido capaz de crear una novelita maravillosa como Las batallas en el desierto. Por eso, precisamente porque existe Las batallas en el desierto, El principio del placer palidece en comparación. Es un buen volumen de relatos, un muy buen volumen de relatos, de hecho, pero no tiene la magia de aquella novelita-novelaza.

El libro está compuesto por seis relatos: los dos primeros se reconocen como surgidos de la misma pluma de Las batallas...; los otros cuatro algo menos. El relato que da título al volumen es, de hecho, el más parecido, porque está narrado desde el punto de vista de un adolescente que se enamora perdidamente de quien no debía: de una mujer de clase baja y mala fama rodeada de misterios y rumores. El cuento se convierte en un relato de desengaño, no solo sobre el amor, sino sobre la vida y la sociedad mexicana. "La zarpa" es un relato más simple, centrado en una relación de envidia que atraviesa toda la vida de dos amigas.

"La fiesta brava" es un relato que sirve de bisagra en el volumen. Usando la técnica de mis-en-abime, de relato dentro del relato, Pacheco nos presenta a un escritor frustrado al que le ofrecen la oportunidad tardía de publicar un cuento en una nueva revista de capital americano. El relato que escribe entonces, titulado también "La fiesta brava", es un remedo de "La noche boca arriba" de Cortázar, situado en un México a la Carlos Fuentes y con una evidente carga antiamericana. El relato es rechazado por la revista, y el escritor sufre las consecuencias. Los tres relatos que cierran el volumen ("Langerhaus", "Tenga para que se entretenga" y "Cuando salí de La Habana, válgame Dios") son relatos menos originales, que se introducen en el género del relato fantástico, el tema del doble, las incoherencias cronológicas o las desapariciones misteriosas.

El principio del placer nos sigue mostrando a un José Emilio Pacheco que domina las técnicas narrativas y que muestra, sobre todo en el primero de los relatos, una sensibilidad semejante a la demostrada en Las batallas en el desierto. Cuando abandona este registro y se sumerge en la corriente de la literatura fantástica latinoamericana, es más difícil verle destacar. Ahora, tengo curiosidad por leerle como poeta, para ver si reconozco al mismo escritor en expresiones distintas.


Fuente:

http://unlibroaldia.blogspot.com/2012/09/jose-emilio-pacheco-el-principio-del.html


El principio del placer reúne seis cuentos y una novela corta que le da un título al libro. En ella un adolescente narra su descubrimiento del amor y la sexualidad y su encuentro con la corrupción de México y del mundo. Lo fantástico se vuelve verosímil y lo cotidiano se hace espectral en una serie de relatos que hablan de las edades humanas desde la infancia hasta la vejez.

"Tenga para que se entretenga" es un relato ambiguo que lo mismo puede leerse como un cuento de espantos, ya transformado por la tradición oral en una mas entre las muchas leyendas de la ciudad, que como una crítica de los excesos a que llega el hermano incómodo de un presidente. "La zarpa" explora la relación elusiva y misteriosa que llamamos amistad. " La fiesta brava" es acaso el primer cuento que se escribió sobre el Metro en la capital."Langerhaus" contrasta la esperanza que fuimos en la niñez y la adolescencia con el fantasma en que la vida es capaz de convertirnos.Por último. "Cuando salí de La Habana" recrea el tema ancestral de los viajes en el tiempo para demostrar que no hay escape posible contra el peso de la historia en nuestra existencia individual.

Aparecido por primera vez en 1972 reeditado constantemente desde entonces, El principio del placer se ofrece ahora en una nueva versión que lo hace el mismo libro y a la vez otro nuevo, enriquecido con toda clase de precisiones que lo vuelven aún más nítido y coherente. Si innumerables lectores han disfrutado de este libro clave, su redacción final lo presenta todavía más inquietante y más abierto a otras lecturas e interpretaciones en un contexto que era impensable en el momento en que salió.

CASA DE LETRAS

http://publicacionescasadeletras.wordpress.com/2011/02/25/resena-el-principio-del-placer-jose-emilio-pacheco/

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